martes, 26 de junio de 2012

Los crímenes de USA en Guantánamo

El trágico caso de Adnan Latif
La esperanza se muere en Guantánamo


Jurist .org


Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández



El trágico caso de Adnan Farhan Abdul Latif entró en un callejón sin salida en el momento en el que Tribunal Supremo de EEUU emitió una orden negándose a ver su caso la pasada semana. Latif, un hombre yemení, lleva encarcelado en Guant ánamo desde enero de 2002, fecha en la que le detuvieron cuando iba viaja ndo en búsqueda de tratamiento médico.
Latif había sufrido graves heridas en la cabeza como consecuencia de un accidente de coche en 1994, y el gobierno yemení le pagó para que en aquel momento recibiera tratamiento en Jordania. Pero sus problemas médicos persistieron y, en 1999, el Ministerio de Sanid ad Pública del Yemen recomendó a Latif que se sometiera a pruebas, terapias y procedimientos quirúrgicos a sus expensas. Como no podía permitírselo, Latif explicó que salió del Yemen en 2001 con la ayuda de un trabajador caritativo para buscar tratamiento médico gratis en Pakistán. Cuando le cogieron en Afganistán –camino de Pakistán- y le pusieron bajo vigilancia estadounidense en diciembre de 2001, Latif llevaba todo su historial médico con él.
Después de someterle a una farsa de juicio, un Tribunal de Revisión del Estatus de Combatiente en Guantánamo declaró que Latif era un “combatiente enemigo”. No se le permitió asistir a la vista, ni tampoco ver las pruebas que se presentaron contra él. En vez de un abogado, le concedieron un “Representante Personal”, un oficial militar que n i representó ni defendió los intereses de Latif.
Hace cuatro años, el Tribunal Supremo rechazó el argumento de la administración Bush de que los detenidos en Guantánamo no tenían derecho a impugnar la legalidad de su confinamiento ante los tribunales estadounidenses. En el caso Boumediene versus Bush , el Tribunal defendió los derechos de habeas corpus de los detenidos, diciendo que se les debería dar una “oportunidad significativa” para poder cuestionar su detención.
Latif presentó un recurso de petición de habeas corpus ante un tribunal federal de distrito. La administración Obama se opuso a la petición, a par tir de la información procedent e de un informe de l interrogatorio. En ese informe aparecían censuradas y suprimidas partes extensas, por tanto , es difícil averiguar con exactitud qué es lo que dice. Pero al parecer , según el informe, Latif admitió haber sido reclutado para la yihad , haber recibido de los talibanes entrenamiento en armas y haber servido en la línea del f rente junto a otras tropas de los talibanes. Latif dijo que sus interrogadores habían tergiversado sus palabras de forma que el sumario no presentaba relación alguna con lo que él había dicho realmente.
En el Tribunal de Distrito de EEUU para el Distrito de Columbia, el juez Henry Kennedy concedió la petición de habeas corpus de Latif, concluyendo que “no se p uede dar credibilidad a la información [del Informe] p orque hay serias dudas de que tal Informe refleje con exactitud las palabras de Latif, que los hechos incriminatorios no se han corroborado y Latif ha presentado una historia alternativa creíble que explica su viaje”. Al juez Kennedy le preocupaba que “ningún otro detenido hubiera visto nunca a Latif en un campo de entrenamiento o en una batalla. Ningún otro detenido dijo a los interrogadores que él hubiera huido con Latif de Afganistán a Pakistán, desde Tora Bora o cualqui e r otro lugar. Ningún tipo de prueba vincula a Latif con Al-Qaida, los talibanes, un campo de entrenamiento ni que fuera su huésped”.
Para el juez Kennedy era especialmente significativo que “los aspectos fundamentales de la historia de Latif hayan sido siempre los mismos”. Más de una docena de sumarios de interrogatorios y de las afirmaciones contenidas en los mismos “de Latif muestran las categóricas negativas de implicación alguna con Al-Qaida [sic] o los talibanes; su grave herida en la cabeza como consecuencia de un accidente de coche en Yemen; su incapacidad para pagar el necesario tratamiento médico y su ilusión y esperanza de que el trabajador caritativo pudiera conseguirle atención médica gratuita”.
El juez Kennedy razonaba también que los errores que el informe presentaba apoyan “que pueda inferirse que se produjo una mala traducción, anotaciones descuidadas… [suprimidas]… o una combinación de todos esos fa ctores que provocaron un sumario incorrecto de las palabras de Latif”. El hecho de que a Latif se le encontrara en posesión de su historial médico cuando le atraparon, según el juez, “corroboraba” su “plausible” historia .
El gobierno apeló la decisión del Tribunal de D istrito ante el conservador Tribunal de Apelaciones de Distrito del Circuito de Columbia, que revocó la c oncesión del habeas corpus. El Tribunal de Apelaciones admitió que el informe del interrogatorio “se había preparado en condiciones estresantes y caóticas, que se filtró a través de intérpretes, que presentaba errores de transcripción y que aparecía muy mal redactado [con partes suprimidas] por motivos de seguridad nacional”. Pero, por vez primera, el Tribunal de Distrito del Circuito de Columbia mantuvo que había que conceder a los informes del gobierno la “presunción de consistencia”. Esto significa que se presumirá siempre que son ciertos a menos que el detenido pueda refutar esa presunción.
La juez Janice Rogers Brown, que escribió la sentencia de los dos jueces en mayoría en los paneles de apelación compuestos por tres jueces, distorsionó la afirmación del caso Boumediene en el sentido de que podía “innovarse” en los procedimientos de habeas corpus para dar a los informes del gobierno una “presunción de consistencia”. La juez Brown criticó “las despreocupadas suposiciones de Boumediene”.
El juez disidente de la apelación, David S. Tatel, señaló que, en la práctica, la presunción de consistencia obligará a los tribunales a dar por buenas , sin cuestionamiento alguno , las detenciones llevadas a cabo por el gobierno porque “sugiere que todo lo que diga el gobierno es cierto ”. Concluyó que el informe sobre el caso Latif era inherentemente poco fidedigno porque “contiene interpretaciones múltiples basadas en ru mores”. El juez Tatel acusó a la mayoría de dos jueces de negarle a Latif una “valiosa oportunidad” de impugnar la ilegalidad de su detención que Boumediene garantiza.
Cuando siete de los detenidos cuyas peticiones había rechazado el Tribunal de Distrito de l Circuito de Columbia, incluida la de Latif , llevaron sus casos ante el Tribunal Supremo, confiaban en que el alto tribunal hiciera justicia. Durante la administración Bush , el Tribunal había derogado una serie de ilegales e injustas políticas del ejec utivo, entre las que se incluía la negativa de l derecho de habeas corpus a los detenidos de Guantánamo, el rechazo a conceder el proceso debido a los ciudadanos estadounidenses detenidos en la “guerra contra el terror” y el mantenimiento de las comisiones militares , en base a que violaban el Código Uniforme de la Justicia Militar y las Convenciones de Ginebra .
Pero la esperanza en la justicia murió la pasada semana cuando el Tribunal se negó a considerar siquiera la corrección del rechazo al habeas corpus emitido por el Tribunal de Apelación a esos siete detenidos. De ahora en adelante, los detenidos que pierdan ante el Tribunal de Apelación de Cir c u ito no pueden confiar en que acudir al Tribunal Supremo vaya a alivi ar les de nada. Su última parada será ante uno de los T ribunales de C ircuito más derechistas del país, que se dedica a anular o retrasar todas las órdenes de liberación emitidas por jueces federales en caso de que al gobierno se le ocurr a objetar algo.
La negativa del Tribunal Supremo a revi sar las decisiones del Tribunal de A pelación en esos casos ha convertido ahora en letra muerta la sentencia Boumedi e ne. Desde 2008, las dos terceras partes de los detenidos que han presentado peticiones de habeas corpus han ganado en los tribunales de nivel de distrito, pero ning uno de ellos ha quedado libre por una orden judicial. El juez Tatel escribió que “es duro ver lo que queda de interés en Boumediene para la revisión de habeas en la s órdenes del Tribunal Supremo” .
Como muchos otros hombres en Guantánamo, Latif se puso en huelga de hambre para ejercer el único poder de que dispo nía frente a la desesperanza absoluta, el poder de negarse a comer. Fue alimentado a la fuerza durante tres meses, de los cuales dice : “ Es como tener un puñal penetrando garganta abajo”. Como escribe el fiscal M a rc D. Falkoff en su capítulo sobre Latif en The United States and Torture: Interrogation, Incarceration and Abuse : “la Comisión de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos llama a eso tortura”.
De los 800 hombres y muchachos retenidos en Guantánamo desde 2002, 169 permanecen allí. De esos prisioneros, 87 tenían ya que haber salido libres , una liberación aprobada por las juntas militares de revisión que se establecieron durante la administración Bush y , después , por el Grupo de Trabajo de Revisión de Guantánamo est ablecid o por el Presidente Obama en 2009. Sin embargo, allí siguen, pudriéndose en ese campo de detención.
En su sentencia, la juez Brown escribía: “Afortunadamente, est a es una categoría reducida de casos. Las filas de detenidos en Guantánamo no volverán a llenarse ”. En efecto, Obama ha enviado a solo un nuevo prisionero a Guantánamo. Su estrategia es asesinar a los “militantes sospechosos” o a la gente presente en “áreas sospechosas” mediante aviones no tripulados , obviando así la necesidad de encarcelarles y someter su detención a los tribunales. Como la juez Brown observó inquietantemente: “La lógica de Boumediene es imperiosa: matar a quien se ponga por delante. Entendido”.
Marjorie Cohen es profesora de Derecho en la School of Law Thomas Jefferson y ex presidenta del National Lawyers Guild. Es editora del libro “ The United States and Torture: Interrogation, Incarceration and Abuse ”, publicado a principios de año en r ústica por NYU Press .
Fuente:
http://www.jurist.org/forum/2012/06/marjorie-cohn-latif-scotus.php

lunes, 25 de junio de 2012

Los diez mandamientos de la manipulación mediática


Noam Chomsky y las 10 Estrategias de Manipulación Mediática
El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios

1. La estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el demandante de las medidas que van en su contra, y, encima desea y acepta, que se le apliquen de forma sadomasoquista. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas represivas en perjuicio de su libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales, económicos, civiles y aceptar el desmantelamiento de los servicios públicos de forma resignada, "no hay más remedio" "que vamos hacer"..

3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, es decir, represivo, Policía y Ejército, privatizaciones, precariedad laboral, flexibilidad laboral, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez. Menos los capitalistas, directivos y sus gestores (políticos) que acumulan cantidades astronómicas de beneficios, ganancias sueldos pereversos.

4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y anular finalmente el libre pensamiento critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos que les benficia…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el ciudadano sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores, las élites, sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

“Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información”. Rodolfo Walsh

sábado, 23 de junio de 2012

Las mentiras del rescate

Las mentiras del rescate

Hoy también comienzo a publicar periódicamente en una de las principales revistas de banca y fondos de inversión privados, Funds People, a la que sorpresivamente me han invitado a sumarme. Aunque está claro que no es mi entorno “natural”, soy de los que cree que nunca hay que dejar la oportunidad de escribir para quienes probablemente no piensen como tú. Aquí va el primer botón de muestra.
Las mentiras del rescate
Yo no sé si mi sensación es compartida, pero acaban de rescatar a la economía española y parece como si fuera lo mejor nos podía haber pasado. Es más, se ve que el horizonte está ya tan despejado que el presidente del Gobierno no ha dudado en coger el avión oficial, ese que pagamos entre todos, para escaparse por la tarde a Polonia a ver el fútbol y volver por la noche, que ya sabemos que es tiempo de pedir sacrificios y hay que dar ejemplo. Antes ha dado una rueda de prensa para engañar como un bellaco a los ciudadanos, en la misma línea de lo que ayer hizo de Guindos al anunciar que no nos habían rescatado, que nos habían concedido un crédito en condiciones muy favorables (tal cual, que yo lo vi). Vamos, que podía haber dicho que nos había tocado la lotería y no por ello la nariz le hubiera crecido más.
Sí, ambos nos han engañado alevosamente y, si no, que expliquen, al menos, tan sólo lo que sigue.
En primer lugar, mientras niegan que haya sido un rescate recurriendo a eufemismos esperpénticos, tratando de alejar el fantasma de la intervención que tuvo lugar en Grecia, Irlanda y Portugal, desde el Eurogrupo no han dudado en señalar que, junto a la intervención directa sobre el sistema bancario y financiero, se monitorizará el grado de cumplimiento de las reformas estructurales y los avances en el proceso de estabilización fiscal de la economía española. Es decir, las directrices y recomendaciones europeas adquirirán a partir de ahora rango de orden directa y, si no, al tiempo: a ver cuánto tardamos en ver una subida del IVA, una nueva reforma laboral o la prolongación de la edad de jubilación.
En segundo lugar, porque es prácticamente imposible que se pueda reestructurar a las instituciones financieras en problemas y, al mismo tiempo, el dinero del rescate se utilice para la expansión del crédito a empresas y familias. No se puede recortar al tiempo que se crece: o una cosa o la otra. Así que lo primero que impondrán los “hombres de negro” será un recorte en el ratio de créditos sobre depósitos y eso, guste o no, se llama profundización en la restricción del crédito, es decir, más estrangulamiento financiero y, por tanto, mayor recesión, desempleo y pobreza.
Y, en tercer lugar, gran parte del dinero que se utilice para reestructurar el sistema financiero -que, por cierto, cada vez que se disponga del mismo pasará a incrementar la deuda pública del Estado, socializándose así el problema bancario, y deberemos pagar los intereses correspondientes al 3% (los bancos pagan el 1% al BCE, dicho sea de paso), que repercutirán sobre el déficit-, acabará siendo pagado por todos y cada uno de nosotros. La razón es muy simple. El dinero dispuesto deberá devolverse en el plazo de tres años por las instituciones financieras que lo soliciten o, en su defecto, por el Estado, pero resulta que dentro de dos años y medio, nuestros bancos tienen que devolver al BCE más de 250 mil millones de euros. Ya me contarán de dónde va a salir el dinero para un reembolso que, en el peor de los escenarios, sería del 35% del PIB de una economía en recesión.
Así que si esto no es un rescate que vamos a acabar pagando entre todos mientras vivimos en un país intervenido es que, probablemente, yo me he caído de un guindo.

sábado, 16 de junio de 2012

¡Donde están los sindicatos en Bankia!


Los trapos sucios en Bankia.

La izquierda ha mirado siempre para otro lado cuando de denunciar el papel tan repugnante que han jugado los sindicatos en determinadas empresas se trata. Se les otorga una especie de acorazamiento que, en la práctica, ha supuesto un cheque en blanco para cientos de liberados sindicales. Esas prácticas para nada sindicales sí le hacen el juego a la derecha. Los datos que se van conociendo de lo ocurrido en Bankia, debería servir para que la izquierda cuestione, de una vez por todas, a los llamados liberados. Su existencia no es una conquista de los trabajadores sino una compra del capitalismo para garantizar la paz social y, por tanto, sus negocios. Cada vez está más claro.

Después de que la Fiscalía Anticorrupción haya abierto una investigación sobre el proceso de constitución de la entidad financiera, ahora ve la luz un nuevo dato. Rodrigo Rato se aseguró la paz laboral a través de un acuerdo que concedió a los sindicatos 10 asesores y 48 delegados sindicales, además de 350.000 euros.

 Los sindicatos de Bankia pactaron con el equipo directivo que presidía Rodrigo Rato un acuerdo hasta 2014 que incluía medidas de financiación para las centrales sindicales firmantes.

 Según el documento al que ha tenido acceso ECD, estas son las concesiones que la anterior cúpula de Bankia otorgó a los sindicatos CC.OO, UGT, ACPCA/ACCAM, C.IC, CSICA y CGT:

-- Les asignó un total de 350.000 euros, repartidos en los próximos tres ejercicios:

Año 2012: 120.000 euros

Año 2013: 122.500 euros

Año 2014: 125.000 euros

 -- Se les facilitó, además, la cantidad adicional de 3.000 euros a cada uno de los sindicatos para los próximos tres años.

-- Se elegiría un máximo de 48 delegados para cada sindicato firmante.

-- Bankia asumiría los siguientes gastos de desplazamiento de los sindicatos: 7 viajes por sindicato para el año 2011 y 10 viajes por sindicato para 2012.

-- Les otorgaría un local sindical permanente para cada uno de los sindicatos para que “puedan desarrollar su actividad con total independencia”. Cada local estará equipado con material de oficina, fotocopiadora, línea telefónica, limpieza, mantenimiento y conservación de los espacios sindicales.

Mientras, el Comité de empresa no dispone de ningún local.

-- El Comité de Empresa tampoco tendrá poder de decisión, ya que los sindicatos de Bankia “promoverán que los comités de empresa correspondientes deleguen de manera expresa a favor de las secciones sindicales”.

-- El Secretario General de cada sindicato quedará liberado sin cargo al crédito honorario.

-- Los sindicatos de Bankia se comprometerán a no promocionar las elecciones sindicales en Bankia, ni de manera total ni parcial, hasta 2014.

miércoles, 13 de junio de 2012

El saqueo nacional se acelera. Falacias, palo y circo.

El saqueo nacional se acelera. Falacias, palo y circo. Andrés Martínez Lorca, Rebelión

“Vieron en una tienda gran cantidad de anteojos para no ver o para que no viesen: compraban muchos los señores, para los que los llevan a cuestas, con que los tienen quietos y enfrenados”.

Baltasar Gracián, El Criticón, I,VII

La primera batalla, el lenguaje
El gobierno, presidido por el registrador de la propiedad de Santa Pola, ha decidido que la verdad no existe. Los cien mil millones de euros que ha pedido a Europa para rescatar a los bancos no son un “rescate” sino un “tomate” (como muy bien ha advertido la prensa estadounidense) que devolverán los mismos que están casi quebrados y que provocaron la crisis. Como garantía de esos mismos bancos que constituyen la quintaesencia del capitalismo financiero imperante estarán sus agujeros contables y las semiabandonadas propiedades inmobiliarias que levantó el pelotazo del ladrillo, aquél que demostraba que los españoles éramos los más listos del continente porque edificábamos sin ton ni son más que los grandes países europeos juntos…
El exconsejero para Europa del banco estadounidense Lehman Brothers, que ejerce temporalmente de Ministro de Economía ─maestro en el arte de mentir sin titubear en inglés o en castellano─, nos ha tranquilizado a todos porque este “tomate” no traerá según él perjuicios al erario público sino beneficios sin cuento, comenzando claro está por sus amigos banqueros.
El rey, después de su agotadora cacería de elefantes y de su increíble hazaña de acompañar a la flor y nata de los grandes empresarios a vender la “marca España” por América del Sur, ha felicitado a don Mariano y a don Guindos por el éxito conseguido en la obtención del “tomate” para nuestros “modélicos bancos”, como los calificó en la ONU el exsecretario general del PSOE y expresidente de gobierno, Rodríguez Zapatero. Para los trabajadores en paro presentes y futuros, así como para los estafados por las hipotecas, parece que seguirá funcionando la caridad (en latín o en castellano) y quizá algún rastrillo filantrópico de las damas patrióticas.
Los nietos de la contrarreforma llaman ahora “reformas” a los recortes en educación y en sanidad. La impulsora de la liquidación de los escasos derechos laborales que quedaban en pie ─la esperpéntica Báñez que nunca ha dado un palo al agua fuera de la teta oficial─ dice que con esa nueva ley se va a crear empleo y añade con una sonrisa angelical que la Virgen del Rocío va a echar un capote para salir de la crisis. Antes, cuando algunos éramos niños, llamaban “Gloriosa Cruzada de Liberación” al levantamiento fascista de 1936 encabezado por el “Caudillo por la gracia de Dios”, como estaba escrito en las monedas (¡vaya gracia!), o sea, por el anterior Jefe del Estado, según leemos en los libros de texto y en los manuales de estilo vigentes.

Palo y circo
Los antiguos romanos hablaban de pan y circo. La versión castiza ya introducida y mejorada por Franco (toros y cárcel, fútbol y redadas de la policía) es palo y circo. Palo a los indignados madrileños que se atreven a acercarse al Congreso de los Diputados (más una fortaleza aislada de la sociedad que una cámara de representación popular), palo a los estudiantes valencianos que protestan por la degradación de la enseñanza pública, palo a los jornaleros andaluces que no se conformen con las migajas del poder, palo a los jóvenes de Barcelona que se manifiestan ante la Bolsa, palo a los mineros que ahora defienden su pan y su dignidad en Asturias, León y Castilla.
Mientras este malestar social se va extendiendo lentamente, quizá con demasiada lentitud en relación con la brutal agresión a lo público ordenada por los banqueros y ejecutada por los gobernantes, los medios de comunicación miran para otro lado, silencian las protestas, ocultan sus motivos y dejan sin rostro a los que se rebelan. ¿Y los grandes sindicatos? Cogidos de la mano, los dirigentes de CCOO y UGT parecen escondidos en sus despachos. Siempre tan comprensivos, tan mansos, querían volver a sentarse a la mesa a negociar con la patronal y el gobierno en busca de “consenso” (palabra mágica que repite también con insistencia el actual secretario general del PSOE, Pérez Rubalcaba). ¡Pobrecitos!, no les hacen caso. Cuando los mineros del norte pelean por sus derechos en carreteras, plazas y calles enfrentándose a la Guardia Civil, esos dirigentes no respiran el mismo aire de rebeldía: siguen en Babia. Hablar de huelga general les espanta más que al untuoso Ministro del Interior, ahora tan preocupado por alterar el censo electoral vasco.
Y circo, claro. Después de su brillante faena del “tomate”, don Mariano viajó a Polonia para acompañar en la presidencia del circo futbolístico al príncipe Felipe de Borbón (hermano de Cristina y cuñado de Urdangarín, duques de Palma ahora tan alejados de la isla en su dorado retiro de la capital del imperio) quien, tan campechano como su padre, hasta se atrevió a hacer la ola en un detalle de sabor plebeyo bien recogido por la televisión al servicio del régimen, quiero decir, al servicio del circo.
Parece que la divina providencia echará también un capote a la selección nacional para que, a falta de pan, haya goles, renazca el entusiasmo popular por las estrellas deportivas y la bandera del estanco (como la llamaba mi viejo amigo Arturo Soria), se olviden las penas diarias, vuelvan a cantar Manolo Escobar y David Bisbal, y… aquí paz y después gloria. Como se ve, todo un programa modernizador, reformista, de centro moderado, muy competitivo, casi de tecnología punta, que coloca “la marca España” a la altura de los Reyes Católicos, si no de Fernando VII.

¿Para qué sirve el rescate de 100.000 millones de euros de la U.E. al Estado español?

¿PARA QUÉ SIRVE EL RESCATE de la U.E al ESTADO ESPAÑOL DE 100.000 MILLONES DE EUROS?

Otro duro golpe para los trabajadores y ciudadanos en general, el Eurogrupo ha acordado prestar al Estado español 100.000 millones de euros, para que éste a su vez se los regale a los bancos, que por otro lado todavía no saben cuántos millones de euros más van a necesitar. Vamos a echar una mirada al panorama especulativo capitalista español.

El Estado español se unirá al club de países que dependen de los rescates: Grecia, Portugal e Irlanda, aunque de momento no se le pedirá que aumente la dureza de las medidas de austeridad que Rajoy ha puesto en marcha. Hay que añadir que la economía productiva española, está materialmente hundida en una profunda depresión y el desempleo sobrepasa el 25%, todo ello por culpa de la “economía especulativa”, por llamar esto "economía" (sic), es decir, la compraventa de papel, hipotecas, préstamos de distintas naturalezas, créditos, bonos, pagarés, etc. etc. Por consiguiente, la Comisión Europea ha acordado que España disponga de un año más para rebajar su déficit presupuestario por debajo del límite de la UE del 3% del PIB.

Hay que recordar que loos bancos españoles tienen unos agujeros negros de más de 300.000 millones de euros en el sector inmobiliario, en su mayoría en créditos a promotores inmobiliarios. Según un estudio del Banco Central de España considera que alrededor de 180.000 millones de estos agujeros son de entrada ya ‘incobrables’.

Ya que según estimaciones de los propios bancos, sugieren que hay alrededor de 700.000 casas nuevas sin vender, pero si se incluyen las propiedades recuperadas, el total podría llegar a un millón e incluso más. Con los niveles actuales de ventas, se necesitarían muchos años para liquidar el atraso, que se irá agravando cuando se acaben nuevos proyectos, lo que quiere decir, que los precios de las viviendas han caído entre un 15 y un 20%, pero las previsiones dicen que caerán finalmente hasta un 50-60%. La grave recesión y la tasa de desempleo seguirán aumentando, lo cual significa que es probable que también aumenten las pérdidas actuales de 600.000 millones de euros en créditos hipotecarios. Un auténtico debacle especulativo que será impagable.
Todo ello hace que la situación actual del Estado español sea muy ilustrativa: A fin de conseguir dinero para sus decrépitos bancos, hay que humillar a los ciudadanos y someterlos a nuevos submarinos [ es decir, simulacros de ahogamiento] fiscales para que Italia y otros países se libren de tener que acudir al Servicio Europeo de Estabilidad Financiera en búsqueda de ayuda. En este sentido, cuando los ricos funcionarios europeos dicen que no hay necesidad de imponer nuevas medidas en España porque el EFSE está dispuesto “ayudar”, están estafando a los españoles a que entren en el Hospicio para soportar una vida de miserias en nombre de la salvación de sus banqueros, y tienen la desfachatez de llamar a eso ‘solidaridad’ con el pueblo español
El rescate de los bancos españoles solo empeorará las cosas para la gente trabajadora, que verá cómo las pérdidas de sus corruptas instituciones financieras/bancarias caen sobre sus hombros mediante impuestos más altos, recortes en los programas sociales y liquidación de activos de propiedad pública. Ellos son los que van pagar el precio más alto y duro, mientras los sinvergüenzas de los grandes capitalistas banqueros, dueños de los sectores más grandes de la economía y de las grandes corporaciones,  se van de rositas.

Concluyendo que el rescate de 100.000 millones sirve para hundir la economía productiva española todavía más de lo que está, y como consecuencia lo pagarán todos los trabajadores y ciudadanos con la más cruda de las miserias y para muchos más años, para eso sirve el rescate de los 100.000 millones de euros..

domingo, 10 de junio de 2012

Los negocios y contratos millonarios de Urdangarin

Negocios y contratos millonarios de Urdangarin.

Negocios y contratos millonarios de Urdangarin con los gobiernos del Partido Popular de las Islas Baleares y Valencia, supuestamente para organizar eventos deportivos, y en realidad lo que hacía después era sacarlos de España y depositarlos a buen recaudo de seguros paraísos fiscales de varios Estados del mundo. 
Continúan las investigaciones contra el yerno del rey Juan Carlos de Borbón, Iñaki Urdangarin, siendo acusado de momento por los supuestos delitos de malversación de fondos públicos, prevaricación, fraude a la administración, falsedad documental y fuga de capitales, de acuerdo a las recientes publicaciones de la fiscalía anticorrupción, según consta en el informe presentado por la Policía Judicial, Urdangarin, junto a su socio Diego Torres y su asesor financiero Salvador Trinxet crearon 510 sociedades comerciales en todo el mundo, especialmente en paraísos fiscales, para lavar dinero del erario público.
El documento de la investigación pública revela que el esposo de la infanta Cristina, utilizó el Instituto Nóos, fundado en 1999 como entidad sin ánimo de lucro, para obtener contratos públicos y desviar fondos públicos de todos los ciudadnos a paraísos fiscales. De acuerdo con este informe policial por delitos económicos, el dinero, además de España, fue a parar a empresas fantasmas en Costa Rica, Reino Unido, Belice, Malta, Panamá, Rumania, Antillas Holandesas, Holanda, Hungría, Portugal, Islas Vírgenes Británicas, Hong Kong, Chipre, Luxemburgo, Alemania, Uruguay, Italia, Francia y Estados Unidos (Wyoming, Delaware, Nueva York, Arkansas, Nevada y Oregón). Bajo estas pruebas se sustentó el magistrado José Castro para argumentar el procesamiento de Urdangarin y sus compañeros.
Hay que subrayar que el esposo de la hija menor de los reyes españoles, obtuvo este dinero a través de las buenas relaciones con autoridades locales y autonómicas, principalmente políticos del Partido Popular (PP), sobresaliendo Jaume Matas presidente de Baleares. Del dinero obtenido, al menos 650 mil euros fueron enviados a Belice, usando como soporte a la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), creada por Urdangarin en 2006, supuestamente para ayudar a niños discapacitados.
El Ministerio de Hacienda también aportó pruebas contundentes contra el esposo de la infanta Cristina. Un informe fiscal, que esta institución, suministró al juez José Castro, revela que entre 2004 y 2006, el Instituto Nóos obtuvo 2,3 millones de euros del Gobierno de las Islas Baleares y algo más de 3 millones de euros del Ejecutivo de Valencia. De esos más de 5 millones de euros, 3,2 millones fueron a parar a dos empresas de Urdangarin, la Consultoría Nóos (un apéndice del Instituto Nóos y Aizoon S.L.)
Habiendo sido sentenciado a seis años de prisión Jaume Matas, el ex presidente de la comunidad autónoma española de las Islas Baleares (1996-1999 y 2003-2007) y ex ministro de Medio Ambiente del derechista José María Aznar (2000-2003). Matas fue acusado de fraude a la Administración, de falsedad en documento oficial, falsedad en documento mercantil, prevaricación, malversación y tráfico de influencia. Entre otros delitos también le imputan el haber beneficiado con dinero público de todos los  ciudadanos al periodista que le escribía los discursos, Antonio Alemany. Justamente Matas estuvo al frente del Gobierno balear cuando fueron girados fondos de esta administración al Instituto Nóos de Urdangarin.

viernes, 8 de junio de 2012

La renta básica y el camino al socialismo

Miguel Manzanera Salavert, Rebelión(Este artículo se publicará próximamente en los Cuadernos de Renta Básica)

Puede parecer paradójica la propuesta de una Renta Básica de carácter universal como derecho de ciudadanía, en este momento de depresión económica, cuando se recortan todo tipo de derechos económicos, políticos y sociales. Pero precisamente por causa de la crisis capitalista, algunos pensamos que éste es el mejor momento para hacerlo. Por varios motivos:


El primero de carácter solidario, presentan la exigencia de que todo ser humano tenga los recursos suficientes para desarrollar su vida en plenitud.


En un momento en que grandes capas de la población española y europea se hunden en la miseria, se hace necesario remediar la situación de los más necesitados, se debe resolver de forma urgente las situaciones desesperadas por razones humanitarias. Es de sobra conocido que sólo una sociedad justa y solidaria puede vivir reconciliada y en paz. La actual deriva capitalista puede conducirnos a catástrofes similares a las que acontecieron en la primera mitad del siglo XX.


La segunda clase de razones son de índole económica, y contemplan la Renta Básica como un instrumento para el desarrollo social, superando las estructuras económicas del capitalismo. Voy a centrarme en estos últimos, fundándome en la crítica marxista. La actual crisis económica, que era previsible desde los parámetros del materialismo científico, muestra las debilidades del sistema de mercado y sólo se resolverá aboliendo el liberalismo económico. Sin embargo, podemos afirmar que la civilización capitalista he entrado en una fase terminal por causa de la crisis ecológica, que podemos vislumbrar para el siglo XXI; ésta pone la superación del capitalismo sobre el horizonte histórico de la humanidad actual. Es dentro de ese contexto que debemos pensar la Renta Básica en sus efectos sobre el orden social y el desarrollo histórico.


¿Qué papel jugará la Renta Básica y cómo puede aplicarse para superar el sistema de la explotación del trabajo y la tierra, avanzando hacia la emancipación humana? Una objeción típica a la Renta Básica es que sin estímulos para el consumo, los trabajadores no querrán trabajar. Como consecuencia no se producirán bienes económicos y entraremos en una espiral de inflación y pobreza, generalizadas y cada vez mayores. Subyace a este argumento una visión alienada del trabajo humano, pero incluso así tiene la ventaja de mostrarnos una estructura básica del modo de producción capitalista. Como muestra Marx en su análisis de la economía política capitalista, los empresarios llevan a los trabajadores a las fábricas con el látigo del hambre. Quiere decir esto que la carencia de recursos para sostener su vida, la absoluta desposesión a la que se ven sometidos los proletarios, constituye la más poderosa coerción para obligarles a ponerse a disposición de los empresarios, vendiendo su fuerza de trabajo en el mercado al mejor postor a cambio de un salario.


Imaginemos que no existe esa coerción. ¿Qué instrumento podría utilizar el empresario –o una clase dominante equivalente- para explotar a los trabajadores? ¿El más puro autoritarismo, la disciplina más férrea, el fascismo más atroz? Bajo la dictadura franquista en España, donde el mercado de trabajo estaba severamente limitado porque los trabajadores tenían casi garantizado el puesto de trabajo de por vida, el control de la clase trabajadora se hacía mediante su encuadramiento en los sindicatos fascistas a través de una fuerte represión social, como bien se recordará. Este ejemplo nos lleva a pensar que la propuesta de Renta Básica –que va más allá de la garantía del trabajo al prever de los bienes necesarios para la vida-, nos coloca frente a una disyuntiva histórica. La superación del capitalismo, ¿nos llevará a un nuevo sistema de clases? ¿Cómo podríamos garantizar la producción económica? ¿Tendríamos que volver a una especie de esclavismo, donde el amo sostiene la vida del esclavo en propio interés? ¿O bien se podría progresar más allá de la sociedad capitalista hacia un modo de producción fundado en la abolición de las clases sociales?


Creemos que la Renta Básica debe constituir un mecanismo de desarrollo social hacia una economía alternativa en una sociedad más justa, tal vez la piedra angular de una economía socialista postcapitalista. Pero, ¿bajo qué condiciones debe articularse para poder jugar ese papel revolucionario? No se trata sólo de reivindicar la Renta Básica como un derecho fundamental de la ciudadanía, que garantice las necesidades básicas a todos los miembros de la sociedad, sino de ir más lejos, comprendiendo sus efectos sociales y previendo sus aplicaciones posibles e imposibles, deseables o bien indeseables. Desde el marxismo concebimos la economía como una ciencia, capaz de servir a los objetivos de la emancipación humana. De otro modo, queriendo implantar de buena fe una renta de estas características, podríamos acabar en un rotundo fracaso que nos hiciera retroceder hacia estadios más bárbaros todavía –y no sería la primera vez que pasase algo así.


Propongo un breve análisis del papel económico que la Renta Básica habría de jugar en una sociedad socialista. En primer lugar, señalar que el tipo de racionalidad instrumental propia del socialismo es inversa a la racionalidad capitalista. El capitalismo se rige por el criterio de eficacia, la multiplicación de las mercancías en el constante crecimiento de la producción. El incremento del PIB es condición indispensable del buen funcionamiento de la economía de “mercado” capitalista, y el sistema entra en recesión desde el momento mismo en que deja de crecer. Pero cuando el desarrollo de la civilización industrial moderna está alcanzando los límites del planeta Tierra, se hace necesario transformar en profundidad el sistema económico si es que la humanidad quiere sobrevivir en el futuro.1


En cambio, el socialismo deberá fundarse en la eficiencia, es decir, en el ahorro de los medios utilizados para conseguir el bienestar humano. El modelo de ese futuro puede ser la República de Cuba, que ha sido capaz de alcanzar un importante desarrollo humano manteniendo la sostenibilidad de su economía.2 Por poner un ejemplo, mientras que un médico capitalista es un trabajador altamente cualificado, que tiene unas remuneraciones elevadas para gastarlas en llevar un alto nivel de vida “consumiendo” a tenor de sus rentas, el médico cubano realiza misiones médicas en todo el mundo por unos rendimientos salariales muy “modestos”, que son índice de un nivel de “consumo” muy austero. Las utilidades producidas por el médico cubano son similares, o incluso mayores, a las producidas por el médico que ofrece sus servicios en el mercado capitalista; pero el coste es mucho menor.


Dejo de lado, momentáneamente, el problema de la libertad, que se plantea de modo diferente en ambos sistemas. Antes debemos aclarar un concepto que se ha introducido en el texto: subrayo la palabra ‘utilidades’. Proviene del liberalismo progresista del XIX, pero concuerda con los fundamentos marxistas del análisis económico. A mi juicio ese concepto debe orientar las investigaciones económicas para la superación del capitalismo; viene expuesto en la sección primera, volumen primero, de El Capital de Marx, titulada ‘Mercancía y Dinero’. Se estudia aquí la distinción entre valor de uso y valor de cambio. Mientras que la economía de mercado se basa en el valor de cambio, realizado a través del dinero y contabilizado por unidades monetarias, el análisis económico nos descubre el valor de uso como auténtico significado de la producción humana. Buena parte de las anomalías que produce la economía capitalista, deriva de estar centrada exclusivamente en el factor mercado y el valor de cambio, ignorando que el dinero es un instrumento para el bienestar humano, no el objetivo de la producción. La producción económica es creación de valores de uso para la vida humana, pues queremos trabajar para vivir bien, y no para la valorización del capital.


En la contabilidad económica de la ciencia mercantil, el valor de uso desaparece en virtud del valor de cambio –del mismo modo, que el capital parece producir la riqueza sustituyendo al trabajo en el imaginario colectivo-. Los precios, como medida del valor económico de las mercancías, determinan los procesos económicos independientemente del valor de uso. El dinero y sus flujos se convierten en agentes fundamentales de la producción, desvalorizando el trabajo humano y sus capacidades creadoras. Con el fetichismo de la mercancía se nos aparece la riqueza como un fruto del dinero y el mercado, y no como el producto del trabajo humano o como disponibilidad de la naturaleza terrestre. Pero la actual evidencia no muestra que el hiperdesarrollo de los mecanismos de intercambio en el mercado –dinero, capital financiero y comercial, instrumentos crediticios, etc.-, es responsable de habernos traído hasta esta situación insostenible.


El dinero no se come, no calienta, no abriga, no viste, etc., sólo sirve para adquirir los objetos que se comen, calientan, abrigan, visten, etc. Por tanto una Renta Básica, que no es más que dinero, no resuelve los problemas de la vida cotidiana: lo que la gente necesita para vivir está producido por el trabajo humano, o bien generado gratuitamente por la naturaleza, y lo que necesitamos es una organización justa de la producción y la distribución de los valores de uso; en caso contrario, los ciudadanos podrían encontrarse con una Renta Básica formulada en términos monetarios con la que no se podría comprar nada, porque no habría nadie para producir los valores de uso que se pueden adquirir con ella.


Así que debemos profundizar más en estos conceptos para comprender qué tipo de Renta Básica podrá resolver el problema de alcanzar un nuevo modo de producción. Como se ha señalado, una economía alternativa tendrá que fundarse en la producción de valores de uso. Los teóricos de la Economía del Bienestar, que predominó en los países desarrollados durante los años centrales del siglo XX, recurrieron al concepto de ‘utilidad’ (de Bentham y Stuart Mill), explicando con éste la producción económica de la época, que combinaba la regulación económica del mercado con la intervención del Estado. Las utilidades representan la producción económica del sector público, que no se rigen por la ley del beneficio en los intercambios mercantiles. Sin embargo, esa reforma de la economía de mercado no abolió el desarrollo insostenible a largo plazo que caracteriza al capitalismo: explotación de los trabajadores y de la tierra, imperialismo y distribución injusta de la riqueza, destrucción de la vida en el planeta tierra, etc. Los mecanismos básicos del Estado del Bienestar continuaron siendo los mismos que los del mercado liberal, y el beneficio capitalista privado constituyó una condición imprescindible para el buen funcionamiento del sistema. Por eso cuando llegó la depresión –por causa de la primera crisis de petróleo en los años 70- y los beneficios empresariales disminuyeron, comenzó el desmantelamiento de la Economía del Bienestar que dura hasta nuestro días.


Por tanto, una teoría económica que tome en cuenta los valores de uso ya ha existido en la economía desarrollada, aunque sea de forma incompleta. Y además también existen sectores económicos en los que predomina la producción de valores de uso sobre la producción de valores de cambio. Fijémonos por un momento en el papel de las mujeres en nuestro sistema social. Por el mero hecho de ser mujer asume una serie de actividades –que bien podrían catalogarse de trabajos-; éstas forman parte de su personalidad y no son remuneradas por el mercado: cuidado de la familia, atención a ancianos y enfermos, preparación de alimentos, limpieza del hogar, creación de un ambiente agradable para la vida cotidiana, educación primaria y socialización de los hijos, etc. En resumen, toda la reproducción de la fuerza de trabajo, gastada en la producción económica, está encomendada a las mujeres y se realiza de forma gratuita. Es verdad que se puede considerar que esa actividad económica está incluida en el salario de los varones; pero no deja de ser cierto que esos valores de uso no están mercantilizados en el capitalismo.


La producción de valores de uso por la fuerza de trabajo femenina en la sociedad patriarcal, es un ejemplo de una economía, llamada doméstica, que si bien está subordinada al orden del sistema capitalista, no depende directamente del mercado, ni del dinero y el valor de cambio. ¿Podría generalizarse esta forma de producción económica a gran escala, para constituir un modo de producción alternativo al capitalismo? ¿Cuáles serían las condiciones para que se pudiera desarrollar tal forma económica? Tenemos que añadir lo obvio: que la sociedad ejerce un grado de violencia sobre las mujeres, para que asuman el rol que tienen asignado. Como sucede en casi todas las instituciones sociales, este sector de la economía combina la coacción y el consenso entre los estímulos para la actividad productiva. Las investigaciones realizadas bajo el paradigma feminista bien pueden arrojar luz sobre esta cuestión.


La producción de valores de uso fue también el eje de la planificación económica socialista en los países de la antigua órbita de la URSS. Aquí se plantearon varios problemas, unos teóricos –la complejidad del cálculo matricial necesario para coordinar la producción a gran escala-, y otros prácticos –la rigidez de las estructuras burocráticas encargadas de organizar la producción, como consecuencia de la aparición de una capa social privilegiada de burócratas y directores de empresas socialistas, una nueva clase social en definitiva-. La garantía que ofrecía el sistema de tener cubiertas las necesidades básicas, poseyendo los bienes necesarios para el desarrollo de la vida individual, dependía de un régimen socialista antidemocrático y relativamente eficaz. La superación del reino de la necesidad no conducía al reino de la libertad. Y el desarrollo del marxismo en ese contexto estuvo deformado por los condicionamientos políticos de aquellas sociedades.


Tenemos, por tanto, algunas experiencias que nos pueden ayudar a entender lo que buscamos: una forma de producción de utilidades o valores de uso, que sea independiente del mercado y sus valores de cambio. En todas ellas hemos podido percibir la existencia de algún tipo de coacción o restricción de la libertad, y debemos preguntarnos si existe alguna forma de eliminar esa coacción a través del desarrollo de la consciencia personal o de clase, es decir, de la dimensión social del ser humano. En la reivindicación de la Renta Básica late un contenido que nos promete alcanzar el Reino de la Libertad, superando el Reino de la Necesidad. Pero no podemos ilusionarnos con promesas vanas, sino entender los verdaderos procesos históricos que nos hacen avanzar en la liberación humana.

El problema de la libertad es complejo. La ideología liberal que impulsa el desarrollo capitalista, es la que interpreta la libertad humana de forma distópica, es decir, la utopía al revés, nos venden como cosa maravillosa "la libertad" para los empresarios, es decir, la libertad para la actividad económica mercantilista, lo que es un puro sofisma, y nos quieren convencer de que su “libertad”, que nunca es la de los trabajadores, no tiene coerciones, no es represiva, y esa es la gran mentira del capitalismo, sencillamente porque, o trabajas en las condiciones que te imponen, o te mueres de hambre, es decir, es la gran dictadura del capital, porque dispone de ti, es tu amo. Este concepto de “libertad” que vende el capitalismo, para nada puede interesar a la clase trabajadora, que por el contrario se ve sometida a una explotación forzada por pura necesidad, violencia que por otro lado, te va creando el propio régimen capitalista, según le va interesando, de ahí sus "crisis". Por eso al capitalismo para nada le interesa la Renta Básica, por la sencilla razón que esta ofrece la verdadera libertad económica al trabajador que puede decidir y organizar su vida, lo cual hace que disfrute de la verdadera emancipación humana, no obstante ello, hay un punto sin resolver, el problema de la organización del trabajo. Como demuestra la experiencia histórica, la enorme complejidad de la división del trabajo en las sociedades desarrolladas no se resuelve con buenas intenciones. La propuesta comunista exige un avance de educación, cultura, y moral de la humanidad al tiempo que se desarrollan las capacidades tecno-científicas y productivas: un desarrollo de la conciencia humana en los valores de la solidaridad, equidad y la justicia, una mayor responsabilidad personal, mejores formas de comunicación, publicidad y transparencia social, información científica contrastada, etc. Para ello hace falta también un desarrollo social de las instituciones democráticas participativas horizontales, que sean capaces de satisfacer todas esas condiciones de complejidad, y además superar las estructuras jerárquicas en la organización social, caminando hacia lo que algunos autores han denominado ‘hiper-complejidad’.

Caminar hacia una nueva economía socialista, tiene como condición subordinar la economía monetaria de los intercambios a las necesidades cotidianas de las gentes. Constituir una economía fundada en el valor de uso, será al mismo tiempo rebajar la importancia transcendente del dinero en la economía capitalista. Es aquí donde aparece la Renta Básica como un mecanismo para yugular la fuerza del “mercado”, en una de sus principales ramas: “el mercado de fuerza de trabajo”, donde los trabajadores venden su trabajo, el tiempo y las habilidades de sus vidas, a cambio del salario para poder vivir. Eso significa que los trabajadores ya no tengan que trabajar acuciados por la violencia represiva del hambre, entonces serán libres de verdad, porque disponen de los recursos necesarios para la satisfacción de sus necesidades básicas. Los trabajadores ya no necesitarán vender su trabajo a un capitalista y encima, que le imponga el salario que va a percibir. Así, los propietarios del capital pierden una de sus principales herramientas de dominación y explotación.

Más todavía; establecer la Renta Básica será un intento de transformar el dinero, que es hoy en día el símbolo y la medida del valor de cambio, en una unidad de cuenta que represente los derechos ciudadanos al disfrute de los valores de uso fundamentales para la vida humana. Al distribuir el dinero entre los ciudadanos, destruye su función de medio para el intercambio de mercancías y el sometimiento de los trabajadores desposeídos. Simplemente contabiliza los derechos económicos que cada ciudadano tenemos por el mero hecho de serlo: alimentación, vivienda, vestido, educación, cultura, salud, seguridad, etc. Sirve de ese modo al objetivo de establecer una auténtica ciencia económica, y no una pseudociencia económica como es la capitalista, habiendo una producción fundada en la creación de valores de uso, al mismo tiempo que el mercado pierde su fuerza coactiva para someter a los trabajadores a la cadena de la producción explotadora.
Es claro, que la producción económica debe seguir para que la humanidad pueda sobrevivir. Y no es tan difícil imaginar que los ciudadanos produzcan los bienes que necesitan gracias a una capacidad consciente fundada en la cooperación productiva y la solidaridad social. Tal vez en los primeros momentos sea necesario algún grado de coacción social para garantizar la producción de valores de uso de las necesidades básicas humanas. Pero es el factor que nos conducirá a una sociedad más justa, consistirá en apreciar más a los seres humanos y menos al dinero.

1 Como dice José Iglesias en su libro Consumo y crecimiento, no. Capitalismo, tampoco. Interpretación crítica sobre el decrecimiento y el consumo responsable, no se puede poner a dieta a la bestia capitalista. Es necesario encontrar otro modo de producción, cuya forma de desarrollo sea sostenible ofreciendo un verdadero futuro para la humanidad.

2 El Informe Planeta Vivo, de ADENA-WWF, señalaba en el 2008 que Cuba es el único país del mundo en mantener un alto desarrollo humano –según los parámetros de la ONU-, siendo al mismo tiempo sostenible ecológicamente –según los parámetros de ese Informe-. En un Informe Planeta Vivo más reciente 2010 se muestra como la reciente evolución de la economía cubana hacia el mercado, aumenta el desarrollo humano, pero la saca fuera del marco de la sostenibilidad.

jueves, 7 de junio de 2012

El ejemplo de los derechos humanos del capitalismo


He querido poner, como eje vertebrador y concienciador de este blog, y como luz de la humanidad, la imagen atroz del buitre acechando para comerse a un niño, famélico, moribundo de hambre en una aldea sudanesa, del continente africano, donde las calamidades y sufrimientos de todo tipo de carencias de los seres humanos sobrepasan el imaginario colectivo de la humanidad. Para mostrar como entienden los amos del mundo los "derechos humanos", "libertad", "democracia", es decir, el régimen político-económico-jurídico-social del capitalismo imperante en el mundo. Porque claro está, en África, no hay socialismo, pero lo peor de todo, no es eso, lo peor de todo es que unos cuantos ciudadanos que comemos en las sociedades “civilizadas”, occidentales, miramos para otro lado, y lo que es peor, nos vendemos cínica e hipócritamente, como unos miserables mercenarios por unas cuantas monedas, de eso vivimos precisamente. Ese es el periodismo “libre”, mientras atacan a Cuba, ejemplo mundial de dignidad, donde con unos exiguos recursos naturales de una isla bloqueada criminalmente por el imperio USA, que se gasta miles de miles de millones de dólares en guerras. Sin embargo Cuba con humildad y haciendo una economía sostenible le da a toda su población, la alimentación necesarios, la sanidad y la educación de Noruega, (Que tiene petróleo, Cuba NO) el país de la órbita capitalista que tiene una mejor distribución de su riqueza.
Así este fotógrafo hizo esa foto de concurso y le dan uno premio, del denominado periodismo “libre” de los pobres y esclavo de sus amos, así esta foto, fue su condena moral, que por más que te vendan en el capitalismo los amos tiene su fuerza aplastante y castigas fuertemente, aunque no te lo expliquen por los medios de manipulación diaria, para ejemplo de los demás “mirones” de esta brutal realidad cainítica, y así a este pobre reportero esta foto lo persiguió toda su vida como una maldición la siguiente pregunta:  “¿Qué hiciste para ayudarle?”. A Kevin Carter, cronista gráfico de la Suráfrica del 'apartheid', esa terrible presión en su conciencia le empujó al suicidio. Un periodista testigo de aquellos años rememora su figura. La cámara funciona como una barrera que lo protege a uno del miedo y del horror, e incluso de la compasión.
Un hombre blanco perfectamente bien alimentado observa cómo una niña africana se muere de hambre ante la mirada expectante de un buitre. El hombre blanco hace fotos de la escena durante 20 minutos. No es que las primeras no fueran buenas, es que con un poco de colaboración del ave carroñera le salía una de premio, seguro. Niña famélica con nariz en el polvo y buitre al acecho: bien; no todos los días se conseguía una imagen así. Pero lo ideal sería que el buitre se acercara un poco más a la niña y extendiese las alas con su botín para comer. El abrazo macabro de la muerte, el buitre Drácula como metáfora de la hambruna africana. ¡Ésa sí que sería una foto! Pero el hombre esperó y esperó, y no pasó nada. El buitre, tieso como si temiera hacer huir a su presa si agitara las alas. Pasados los 20 minutos, el hombre rendido se fue.
No se debería de haber desesperado. Una de las fotos se publicó en la portada de The New York Times y acabó ganando un premio Pulitzer. Pero incluso así se desesperó. Y mucho. El hombre blanco era un fotógrafo profesional llamado Kevin Carter. A los dos meses de recibir el premio en Nueva York se suicidó.
Hay dos preguntas. La primera, ¿por qué se suicidó? La segunda, ¿por qué no ayudó a la niña? La respuesta a la primera es relativamente fácil. La respuesta a la segunda es más interesante. Remontemos.
Kevin Carter nació en Suráfrica en 1960, dos años antes de que Nelson Mandela empezara su condena de 27 años de cárcel. Al llegar a la adolescencia empezó a entender que ser blanco en Suráfrica significaba ser una de las personas más privilegiadas de la Tierra y, al mismo tiempo, cómplice de una atroz injusticia. Cumplidos los 24 años, Carter descubrió que el periodismo era el terreno donde libraría su guerra particular contra el apartheid.
Comenzó su carrera en 1984, cuando las poblaciones negras en las periferias de las grandes ciudades -como Soweto, que estaba al lado de Johanesburgo- se convirtieron en campos de batalla. Jóvenes militantes negros, cuya única fuerza residía en su ventaja numérica, lanzaban piedras a los policías y a los soldados, que respondían con gases lacrimógenos, balas de goma o balas de verdad. Cientos murieron, miles fueron encarcelados. Soweto ardía, y allá, casi permanentemente instalado, estaba Carter, fotógrafo novato de The Johannesburg Star, expiando su culpa.
La gran ironía de la historia reciente de Suráfrica es que cuando salió Mandela de la cárcel en 1990, cuando empezó el proceso de paz que condujo cuatro años después a la “democracia”, se desató una violencia mucho mayor. Durante casi la totalidad de aquellos cuatro años, Soweto y otra media docena de poblaciones negras en los alrededores de Johanesburgo vivieron una anarquía asesina demencial, nutrida por opositores al proyecto democrático, en la que murieron unos 12.000. Allí, una vez más, estaba Carter. Todos los días. Se presentaba temprano por la mañana a los campos de la muerte, como se presentan los oficinistas a sus lugares de trabajo.
Yo también me presentaba allí, pero con menos frecuencia y más tarde. Siempre que llegaba a estos lugares, en pleno tiroteo o minutos después de una masacre, ahí veía a Kevin Carter, sudado, polvoriento, bolso sobre el hombro, cámara en mano. A él y a sus tres amigos fotógrafos, Ken Oosterbroek, Greg Marinovich y João Silva. Les llamaban a los cuatro “el Bang Bang Club”. Hacían fotos espeluznantes y se exponían a peligros extraordinarios. Yo había llegado a Suráfrica en 1989 tras seis años cubriendo las guerras de Centroamérica. Vi pronto que daba mucho más miedo estar en 1992 en un lugar como Tokoza o Katlehong, a escasos kilómetros de Johanesburgo, que en 1986 en los frentes del oriente de El Salvador o el norte de Nicaragua. Porque en los lugares donde los negros, animados por los blancos, se masacraban podía pasar cualquier cosa en cualquier momento y en cualquier lugar. Con un Kaláshnikov, una lanza, un machete o una pistola. Ahí trabajaba Carter. Ahí se pasaba desde las cinco de la madrugada hasta el mediodía haciendo fotos de gente matando y de gente muriendo.
Para poder hacer ese trabajo es necesario blindarse, armarse de una coraza emocional. No se puede responder a lo que uno ve como un ser humano normal. La cámara funciona como una barrera que lo protege a uno del miedo y del horror, e incluso de la compasión. Carter y sus tres camaradas dormían poco, además, y consumían drogas de todo tipo. Pasaban sus días y sus noches en un acelere mental y en un estado de anestesia emocional casi permanentes. Si se hubiesen detenido un instante a reflexionar sobre lo que hacían, si hubiesen permitido que los sentimientos penetraran la epidermis, habrían sido incapaces de hacer su trabajo.
En marzo de 1993 se tomó unas vacaciones de Tokoza y Katlehong y se fue a Sudán. Ahí, apenas aterrizar, es donde vio a la niña y el buitre. Respondió con el frío profesionalismo de siempre. No habría podido elegir otra manera de actuar. Estaba programado, anonadado. El único objetivo era hacer la mejor foto posible, la que tuviera más impacto. Ahí empezaba y terminaba su compromiso. Por eso no hizo nada para ayudar a la niña. Porque si la hubiera ayudado, no habría podido hacer la foto. Porque había llegado al límite de sus posibilidades.
 El problema era que la gente normal, empezando por su propia familia, no lo entendía. Fuera donde fuera, le hacían la misma pregunta. “Y después, ¿ayudaste a la niña?”. Se convirtió en un agobio, una pesadilla.
En abril de 1994 le llamaron desde Nueva York para decirle que había ganado el Pulitzer. Seis días después, su mejor amigo, Ken Oosterbroek, murió en un tiroteo en Tokoza. Toda la emoción reprimida a lo largo de cuatro años salvajes explotó. Carter se quedó destruido. Lloró como nunca y lamentó amargamente que la bala no hubiera sido para él.
El mes siguiente voló a Nueva York, recibió el premio, se emborrachó, incluso más de lo habitual, y volvió a casa. La guerra se había terminado. Mandela era presidente. Suráfrica tuvo su final feliz, pero la vida de Carter dejó de tener mucho sentido.
Quizá en parte porque el peligro de la guerra había sido su droga más potente, la que le había creado mayor adicción. Siguió trabajando, pero, perseguido por la muerte de su amigo y -ahora que se había quitado la coraza- la angustia moral retrospectiva de la escena con la niña sudanesa, se hundió en una profunda depresión. No podía trabajar, o si lo intentaba, caía en errores absurdos. Llegaba tarde a entrevistas, perdía rollos de fotos que ya había hecho. Y tenía problemas en casa: deudas, desamor...
El 27 de julio de 1994, exactamente tres meses después de las primeras elecciones democráticas de la historia de su país, Carter se fue a la orilla de un río donde había jugado cuando era niño, antes de que supiera lo que era el apartheid, el sufrimiento, la injusticia. Y ahí, por fin, dentro de su coche, escuchando música mientras inhalaba monóxido de carbono por un tubo de goma, logró la paz, la anestesia final de la muerte.
¡Qué la infamia y la inmoralidad de las injusticias humanas castigan muy duro! ¡Ese es el peor de los castigos humanos, la conciencia de la maldad a los demás! Las injusticias contra los demás seres humanos nunca dan felicidad ni tan siquiera a los sátrapas de la acumulación, eso lo tengo muy claro, la felicidad la da el vivir en justicia con los demás, ese es el máximo disfrute humano, si es que la felicidad se puede medir de alguna manera. Cada persona tiene que forjar su propia utopía, que es fácil de realizar, por mucho que te digan los psicópatas de la acumulación que eso es una “utopía”. Para mi la utopía es mirar al horizonte y organizar mi vida de conformidad a la justicia moral humana sabiendo que aquí nadie tiene más derecho que nadie, es bien sencillo.