martes, 23 de abril de 2013

Es inadmisible que los militares fascistas que estan pagados y privilegiados con sueldos vitalicios, y privilegios como viajar gratis, economatos, viviendas etc etc. se erijan en salvadores de no se que mitos, porque lo único que defienden y representan son sus bastardos privilegios, y encima asuman cínicamente los papeles que son del pueblo. La historia y la soberanía pertenece a los pueblos y no a sus asesinos, y la historia ha sido y será lo decidan los pueblos, y nadie está por encima del pueblo, y menos una casta de casposos parasitarios y asesinos que encima viven y comen de los trabajadores y del pueblo. Y que en el caso del Estado español, se levantaron y diroen un golpe militar sangriento contra el pueblo y su gobierno democráticamente elegido. Y ese es el problema del Estado español y la falsa "democracia" que tenemos, porque todos esos elementos no nos representan y encima les pagamos privilegiados sueldos para le represión. Por tanto, todos esos elementos deben ser expulsados y depurados del ejercito de forma inmediata y que se busquen la vida como los demás ciudadanos en la economía de mercados y competitividad.


Al general Chicharro, "Mi General, usted no me representa, no comparto lo que dice". Arturo Maira Rodríguez

El general de división de Infantería de Marina en situación de reserva, Juan Antonio Chicharro, ha pronunciado el pasado 6 de febrero una conferencia en el Gran Casino de Madrid con el título “Fuerzas Armadas y Orden Constitucional”. El texto de la conferencia fue publicado posteriormente por el periódico el País1.
El artículo ha llamado poderosamente mi atención porque en mi opinión es involucionista. Su lectura me ha producido una honda preocupación, un malestar profundo, y me ha hecho recordar declaraciones parecidas que hicieron altos cargos militares antes del 23F de 1981.
En estos tiempos muchos españoles se están quejando en las calles de que los políticos no les representan. Lo dicen a voz en grito. Quieren una representación más real, más directa, y he aquí que el General quiere aportar su granito de arena, y se erige como “representante” de nuestras fuerzas armadas. Cree que expresa su sentimiento colectivo. Me parece un poco osado. Eso sí, acepta ser el único responsable de lo que dice.
Supone el General que se le invitó a dar una conferencia, en tan ilustre escenario, para que hablase sobre “Las FAS y el Orden Constitucional”. Esto me hace suponer un auditorio muy concreto, muy motivado hacia lo que sabían que iba a decir el General, y muy dispuesto a aplaudir y a dar palmaditas en la espalda. Me parece, cuando menos preocupante.
Mi respuesta personal a sus palabras es; Mi General usted no me representa, no comparto lo que dice.
Se refiere el General “a la peculiar situación de ostracismo que en muchos aspectos de la vida pública se encuentran hoy nuestros dirigentes militares”.
El general sin duda recuerda situaciones más favorables para su visión de las Fuerzas Armadas, cuando en épocas de la dictadura el ejército ocupaba la Jefatura del Estado, la Presidencia del Gobierno, al menos tres ministerios, y tenía jurisdicción territorial a través de sus Capitanías Generales, Gobernadores militares, Comandancias de Marina etc. Si, era una presencia masiva en la vida pública. No deseable, pero masiva.
Si el General se preocupase de leer las Constituciones de algunos de los países próximos a nosotros, con democracias mucho más antiguas y consolidadas, para ver el papel que en ellas se asigna a las FAS, se encontraría con la siguiente sorpresa:
En la Constitución Española, en el Artículo 8.1 de su Título Preliminar se le asignan misiones específicas a las Fuerzas Armadas:
“Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.”
En la Republica Francesa la Constitución asigna de forma explícita al Presidente de la República las funciones de: Velar por el respeto a la Constitución; asegurar la permanencia del Estado; garantizar la independencia nacional, y la integridad territorial.
Además el Presidente de la República es el jefe de las fuerzas armadas.
El Gobierno dispone de la fuerza armada; y el Primer Ministro es el responsable de la defensa nacional.
La constitución francesa no menciona para nada las obligaciones de las fuerzas armadas, a las que solo se refiere en su condición de dependencia del Presidente de la República, del Gobierno o del Primer Ministro. Las fuerzas armadas no tienen ninguna obligación constitucional propia.
En la constitución de los Estados Unidos de América el Congreso tiene las facultades de declarar la guerra; dictar reglas para el gobierno y ordenanza de las fuerzas navales y terrestres; dispone cuando debe convocarse a la milicia nacional con el fin de hacer cumplir las leyes de la Unión, sofocar insurrecciones y rechazar invasiones.
El Presidente de los Estados Unidos sostiene, protege, y defiende la Constitución de los Estados Unidos; y es el comandante en jefe de las fuerzas armadas y de la milicia de los diversos estados cuando se la llame al servicio activo de los Estados Unidos.
La constitución norteamericana no menciona para nada las obligaciones de las fuerzas armadas, a las que solo se refiere en su condición de dependencia del Congreso y del Presidente de los Estados Unidos. Las fuerzas armadas no tienen ninguna obligación constitucional propia.
En ambas constituciones francesa y norteamericana el Jefe de la Fuerzas Armadas es elegido directamente por el pueblo, para un periodo de tiempo limitado.2 
¿Por qué entonces la definición de las obligaciones de las fuerzas armadas en la Constitución española, y además en su Título preliminar? ¿Por qué a las fuerzas armadas españolas se les asignan las mismas obligaciones específicas que en las constituciones francesa y estadounidense tienen nada menos que el Presidente de la República, el Congreso y el Presidente de los Estados Unidos? La respuesta solo se concibe teniendo en cuenta la tremenda presión de los poderosos restos del franquismo presentes en nuestro país cuando se elaboró la constitución, ejército incluido y en primera fila. Por lo tanto General esté usted tranquilo, las FAS españolas no están en ninguna situación de ostracismo, todo lo contrario, gozan de un privilegio político inconcebible.
El General se refirió con tono negativo al “insistente y creciente apremio a reformar la Constitución”.
La Constitución Española se reformó el 27 de septiembre del 2011 para limitar el déficit estructural a los márgenes establecidos por la Unión Europea, y estableciendo que el pago de la deuda pública gozará de prioridad absoluta. Este cambio constitucional fue acordado por los dos partidos mayoritarios, con urgencia, sin debate en profundidad, durante el periodo vacacional, y sin pedir su opinión mediante referéndum al pueblo español. No se buscó consenso. Simplemente se atendió a una petición de la Unión Europea. Se priorizó el pago de la deuda frente a la lucha contra el paro.
Me pregunto si le pareció bien al General este cambio constitucional, legal, naturalmente.
Muchos españoles de todos los colores políticos claman en las calles por cambios constitucionales y legales cuya necesidad les parece evidente: Democracia mucho más directa, partidos políticos mucho más transparentes y democráticos, cambio de las leyes electorales para una mejora de la representatividad parlamentaria, leyes estrictas anticorrupción, separación completa Iglesia-Estado, sometimiento a referéndum de la forma del estado, monarquía o república, etc.
Todo esto forma parte de la participación del pueblo en la política. No debe ser de otra forma. Recordemos el Artículo 1 apartado 2 de la Constitución Española:
La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”.
General la soberanía hay que ejercerla, es natural, y necesario.
A continuación el General, muy molesto con los movimientos separatistas, afirma que la Patria es anterior a la Constitución y dice, “Comulgo con el ideario que hace suya la adhesión a los valores comunes de carácter democrático plasmados en la Constitución, pero me niego a no reconocer que el patriotismo es algo más. Es el amor a la tierra en que nacimos, al apego a nuestra historia y a nuestra cultura y a la lealtad al legado que nos han dejado nuestros padres y abuelos, muchas veces con sangre, mientras que la Constitución no es más que una ley que ha posibilitado un progreso y una convivencia en nuestro país como pocas veces en nuestro pasado, pero no es en ningún caso la base del patriotismo, que es una cosa bien diferente. Este sentimiento no arranca de la Constitución del 78. Es un sentimiento que los españoles y los militares, en concreto, llevamos en nuestro ADN y que viene de mil años atrás.”
Si, nuestros padres lucharon en la guerra civil que regó de sangre nuestro país. ¿Cuál es el legado al que debemos atender?, el de los militares que fueron leales a la República y a la Constitución que se había dado libremente el pueblo español, o el de aquellos otros que violaron la ley y se levantaron en armas contra el gobierno legal, y la Constitución que habían jurado. El patriotismo es peligroso, puede tener muchos matices. El respeto a la Constitución y a las leyes que en cada momento histórico se da el pueblo soberano es la única vía de convivencia. Lo demás es subjetivo y personal y no tiene valor social.
Lo del ADN da a entender que los militares españoles constituyen un tipo de ciudadano especial con unos valores superiores e inalterables. Si los militares creen esto, realmente el régimen constitucional no ha sabido o querido transformar en democráticas a las Fuerzas Armadas procedentes de la dictadura.
Si esto es así general comulgo totalmente con su frase “No me digan que no es para no estar preocupados”. Si, lo estoy, y mucho.
Pero no termina ahí el General, el estrado le daba calor y alas para continuar, esta vez fabulando, ¿Qué pasaría si...? No le seguiré en sus fábulas porque con la realidad política tenemos bastante. Solo apuntar que para el General no todos los votos parlamentarios tienen el mismo valor. Él, que sabe mucho de estrategia militar piensa que la praxis puede imponer una pinza entre el Rey y las FAS para salvaguardar lo que él considera más importante que la Constitución. ¿He entendido bien mi General?
¿No les suena esto muy conocido?
Dios nos libre de los fabuladores pragmáticos.
En relación con problemas de separatismo me gustaría referirme al Reino Unido:
“El gobierno de Escocia, presidido por Alex Salmond, propuso el 10 de enero de 2012 un referéndum para decidir la independencia de aquella nación del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que será celebrado el 18 de septiembre de 2014
El primer ministro británico, aunque opositor a la medida, David Cameron, declaró que buscará legalizar la medida ante el parlamento británico y que se haga antes de lo posible para evitar dañar la economía.
La medida se remonta al 2009 y proviene del Partido Nacional Escocés (SNP en sus siglas inglesas), cuyo principal objetivo es la independencia escocesa, cuya medida logró la aprobación por parte del Parlamento escocés y de la Corona británica.”3
Los británicos han tenido durante el siglo XX enormes y cruentos problemas con la separación de Irlanda, incluida la guerra anglo-irlandesa (1918-1921). Su manera actual de proceder, casi un siglo más tarde, denota que han aprendido, después de una dura lección, que los problemas políticos se resuelven con la política, no con las armas.
Recordemos que el “Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos proclamado por las Naciones Unidas en 1966, y ratificado por el Estado Español en 1977” dice:
“Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural.”
Para terminar, mi General, si me lo permite, le pondré un ejemplo del cine, el arte probablemente más importante y popular de los siglos XX y XXI. ¿Ha visto la película de Ken Loach “The wind that shakes the barley” (título traducido en España como “El viento que agita la cebada”), Palma de Oro en Cannes en 2006? Su director es un inglés nacido en Warwickshire, Inglaterra. En la película se revive la historia de la guerra de Irlanda por su independencia, y de los horrores y atrocidades causadas por el ejército inglés sobre los patriotas irlandeses y sus familias. Es una película dura, triste, pero hermosa, y nos enseña una cosa, los problemas políticos deben ser resueltos por la política, nunca por las armas.
La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.” Constitución Española.
Notas: 1 Texto completo del discurso en enlace http://es.scribd.com/doc/135525214/Discurso-integro-del-general-Chicharro-pdf
2 En la Constitución Española de la II República tampoco se mencionan para nada las obligaciones de los Ejércitos. Ver enlace http://www.filosofia.org/cod/c1931es.htm
3 Texto de Wikipedia. Ver enlace http://es.wikipedia.org/wiki/Refer%C3%A9ndum_para_la_independencia_de_Escocia_de_2014
Arturo Maira Rodríguez. Capitán de Navío Ingeniero retirado

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