´Muchas maneras de matar´, de Bertolt Brecht
Hay muchas maneras de matar.
Pueden meterte un cuchillo en el vientre.
Quitarte el pan.
No curarte de una enfermedad.
Meterte en una mala vivienda.
Empujarte hasta el suicidio.
Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo.
Llevarte a la guerra, etc…
Sólo pocas de estas cosas están prohibidas en
nuestro Estado.
—
Me he topado, por casualidad, con este poema
breve y lapidario de Bertolt Brecht.
Ironías de la vida: el poeta no incluyó la manera
en que él mismo pudo haber sido muerto (o asesinado) por la policía política de
la Alemania
del Este. ¿Sabremos algún día quien le mató?
Un alto dirigente de la Stasi
recordó más tarde que, desde el hospital, el poeta había amenazado con
denunciar ciertos abusos del régimen comunista y al día siguiente murió de un
ataque al corazón.
Le faltó poner:
…pueden meterte una sobredosis de tu
medicación para provocarte un ataque al corazón.
A Brecht (a quien leíamos a escondidas durante la
dictadura franquista) le debo muchas emociones juveniles. Nunca olvidaré el
efecto desestabilizador, y luego clarificador, que me produjo la lectura de la
“La vida de Galileo” o los latigazos emocionales que nos
proporcionaba “Madre coraje“.
Aprendí mucho de él, sobreto todo acerca de las
virtudes del disimulo para sobrevivir en tiempos de turbación tal como hizo,
con éxito, el sabio Galileo frente al tribunal del Santo
Oficio de la Inquisicón. El propio Bertolt Brecht quiso imitar a Galileo Galilei (así se salvó del
tribunal del inquisidor Joseph McCarthy en EE.UU.) pero al final lo hizo, como
se ve, sin éxito. Fue un gran dramaturgo, pero para mi fue un gran orientador y
un excelente poeta.
A Brecht (a quien leíamos a escondidas durante la
dictadura franquista) le debo muchas emociones juveniles. Nunca olvidaré el
efecto desestabilizador, y luego clarificador, que me produjo la lectura de la
“La vida de Galileo”.
Aprendí mucho de él, sobreto todo acerca de las
virtudes del disimulo para sobrevivir en tiempos de turbación tal como hizo,
con éxito, el sabio Galileo frente al tribunal del Santo
Oficio de la Inquisicón. El propio Bertolt Brecht quiso imitar a Galileo Galilei (así se salvó del
tribunal del inquisidor Joseph McCarthy en EE.UU.) pero al final lo hizo, como
se ve, sin éxito. Fue un gran dramaturgo, pero para mi fue un gran orientador y
un excelente poeta.
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