Sociología ideológica

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Murcia: Querella del fiscal al agente antidisturbios sospechoso de patear a un manifestante

Murcia: Querella del fiscal al agente antidisturbios sospechoso de patear a un manifestante

por Ricardo Fernández.

tMurcia: Querella del fiscal al agente antidisturbios sospechoso de patear a un manifestante
Después de casi un año de investigación se ha establecido la identidad del presunto agresor, acusado de un delito de lesiones. Pateó en el rostro a Carlos Gorairis, un miembro de la Plataforma contra los Desahucios.
Después de casi un año de investigación, y tras haber tomado declaración en calidad de imputados a una decena de agentes de la escala básica, suboficiales y mandos del Cuerpo Nacional de Policía, la Fiscalía Superior de la Región ha conseguido determinar la identidad del policía antidisturbios que presuntamente, al final de una jornada de protestas, pateó en el rostro a Carlos Gorairis, un miembro de la Plataforma contra los Desahucios. La víctima sufrió graves lesiones, que obligaron a intervenirlo quirúrgicamente y que lo mantuvieron hospitalizado durante varios días.
Los hechos se produjeron en el transcurso de la jornada de huelga general del 14 de noviembre de 2012, cuando decenas de miles de ciudadanos se echaron a la calle para protestar contra los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy, exigir otra política económica y la convocatoria de un referéndum.
La gran movilización obligó a desplegar por las calles a 1.400 efectivos policiales para evitar incidentes graves. El objetivo parecía estarse cumpliendo hasta que a las 13.20 horas, poco después de que un piquete hubiese forzado el cierre de puertas de El Corte Inglés, un grupo de manifestantes se replegó hasta la calle Bando de la Huerta, donde seguían negándose a disolverse. Los activistas, entre los que se encontraban miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), profirieron consignas e insultos hacia los agentes, que les conminaron a su vez a marcharse del lugar. Ante su resistencia, la Policía inició una carga para forzar la disolución de la protesta, pero con lo que nadie contaba era con que uno de los antidistubios aprovechara la caída de un manifestante para golpearle al menos en dos ocasiones con la porra, cuando se encontraba indefenso en el suelo, y asestarle una brutal patada en pleno rostro.
La víctima, más tarde identificada como Carlos Gorairis, quedó inconsciente y sangrando de manera abundante. Fue trasladado hasta el hospital Virgen de la Arrixaca, donde se le diagnosticaron varias fracturas de los huesos propios de la cara. Tuvo que ser intervenido en quirófano.
La Fiscalía interviene
Las imágenes de vídeo tomadas por dos vecinos de la calle Bando de la Huerta, en las que se apreciaba con claridad la bestial e injustificada agresión al manifestante, movieron al fiscal superior de Murcia, Manuel López Bernal, a ordenar la apertura de diligencias informativas para tratar de averiguar la identidad del agresor y establecer, a la vez, si podían existir responsabilidades penales por parte de otras personas.
A lo largo de más de diez meses han pasado por la Fiscalía una decena de policías de todas las escalas, que han prestado declaración en calidad de imputados, así como un numeroso grupo de testigos. Finalmente, la investigación se ha plasmado en una querella, que fue presentada días atrás por el fiscal y que ha correspondido por reparto a la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia, Marifé Tabasco.
Las responsabilidades penales las limita el fiscal, al menos por el momento, a un agente de la escala básica, perteneciente a la Unidad de Seguridad Ciudadana, quien ha sido identificado como el presunto autor material de la agresión. Le imputa un delito de lesiones, que es el cargo concreto por el que se ha iniciado el procedimiento.
Culpa individual
El resultado de la investigación descarta a priori que la agresión sufrida por un manifestante fuera consecuencia de una orden cursada por los mandos, en el sentido de actuar con especial contundencia, y apunta a que se trató de un exceso por parte de un agente, quien habría actuado con mala praxis profesional, de manera desproporcionada y sin justificación alguna.
La identificación de este policía ha sido posible, en buena medida, gracias a las gestiones realizadas por la propia Jefatura Superior de Policía, que desde el primer momento se implicó en establecer qué agente podía haberse excedido en su actuación. Llegar a saber su identidad constituyó una ardua tarea, ya que todos los policías llevaban el rostro protegido por los cascos reglamentarios y, por ello, las imágenes tomadas por dos vecinos no hacían posible reconocer sus rasgos.
Solo fue posible conocer de quien se trataba gracias a las declaraciones de sus mandos y de algunos compañeros que tomaron parte en la carga para disolver al grupo de manifestantes, así como mediante un detallado análisis de los movimientos de cada uno de los antidisturbios.
Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía confirmaron ayer a 'La Verdad' que el sospechoso fue apartado inmediatamente de las labores que venía desempeñando hasta ese momento y que, de manera cautelar, se le ha destinado a funciones muy diferentes. También explicaron que tiene abierto un expediente disciplinario desde hace meses, aunque éste se encuentra paralizado a la espera de que exista una resolución judicial.

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