*José Mª García
Goday es médico y trabaja en Atención Primaria en el SERMAS
(Servicio Madrileño de Salud) . Él me refirió hace más de un mes este caso
publicado por eldiario.es acerca de la situación de salud enfrentada por
el padre de una médico cubana que lleva catorce años residiendo en
España. Como ya había pasado algún tiempo de la publicación solicité a
José María actualizar la información con la esperanza de que se hubiera
solucionado. En diciembre recibí un correo electrónico de José María:
"Con
respecto al caso que te envié, te comento que el paciente cubano que padecía de
un cáncer terminal, desgraciadamente falleció unas semanas después de que se
publicase esa noticia.... una amiga mía de "Yo sí sanidad universal" me mandó
un correo electrónico confirmándolo."
Nada
exime de la obligación de hacer todo lo posible por alargar una vida. He
esperado que pasen los días de fin de año; evitar que suceda con otras personas
a las que su condición de inmigrantes no los disminuye como seres humanos, es el
único sentido de publicar una noticia tan amarga. Por respeto al dolor de esta
familia retiré el nombre de la doctora cubana, sustituido por Y.
Deniegan
tarjeta sanitaria a enfermo de cáncer con permiso de residencia en
España
Olga
Rodríguez
En un paso más hacia
la restricción del derecho a la asistencia sanitaria, las plataformas defensoras
de la salud universal se están encontrando con nuevos casos en los que se niega
la atención médica no solo a personas sin papeles, sino también a extranjeros
con permiso de residencia obtenido tras el 24 de abril de 2012, fecha del Real
Decreto 16/2012.
Desde
el cambio legislativo ya han fallecido al menos dos
inmigrantes sin papeles por falta de atención sanitaria. Uno de ellos tenía
una simple tuberculosis, pero fue rechazado hasta en tres ocasiones en un
hospital de Mallorca.
Ahora
se están hallando casos en los que se deniega atención sanitaria incluso a
extranjeros con permiso de residencia, si ést ha sido requerido después de abril
de 2012. En esta situación se encuentra H.R.R, un hombre cubano de 75 años con
permiso de residencia en España. Su hija, Y, nos recibe en una céntrica
cafetería de Madrid, acompañada por dos integrantes de la plataforma Yo Sí
Sanidad Universal.
Y
es médica de origen cubano, lleva catorce años en España y hace diez obtuvo la
nacionalidad española. A principios de este año solicitó la reagrupación de sus
padres.
“En
febrero ya estaban aquí en Madrid y tenían aprobado el permiso de residencia”,
cuenta. Poco después su padre empezó a sentirse mal. Y lo llevó a un médico
privado porque aún no habían recibido la tarjeta de residencia.
“Allí
le diagnosticaron un cáncer terminal. Poco después, ya con la tarjeta de
residencia en la mano, fui al centro de salud pública, donde me dijeron que no
podían atenderle, que antes tenía que acudir al Instituto Nacional de la
Seguridad Social (INSS) para hacerle la tarjeta sanitaria. Y así empezó mi
periplo”, recuerda.
“Mi
padre está en situación regular, con permiso de residencia, pero le deniegan el
derecho a una tarjeta sanitaria. Es de locos. Y además como es un paciente no
rentable porque tiene cáncer terminal tampoco le aseguran en la sanidad privada.
Yo he podido pagar una cita con un médico privado para lograr un diagnóstico, y
soy médico, así que no camino a ciegas. Pero de no ser así, me habría vuelto
loca. Por eso quiero hacer público todo esto”, denuncia.
"Váyase
a la sanidad privada"
Y
viene provista de fotocopias que muestran algunos de los trámites que ha hecho
en los últimos meses. Nos enseña una copia del Real Decreto 16/2012 y otra que
le entregó un funcionario del INSS, donde se indica lo siguiente:
"A
partir del 24 de abril de 2012 nacionales de un país distinto de España no
tienen derecho a la asistencia sanitaria por este tipo de aseguramiento por
cuanto que la concesión de la residencia en España por más de tres meses sin
actividad requiere, entre otras condiciones, que el extranjero disponga, para sí
y los miembros de su familia, de recursos suficientes para no convertirse en una
carga para la asistencia social, así como de un seguro de enfermedad que cubra
todos los riesgos en España”.
"Con
esto en el INSS me dijeron que mi padre, padre de una española que soy yo,
reagrupado, con permiso de residencia, no tiene derecho a la tarjeta sanitaria.
Sin embargo, esta exclusión, este papel que me mostraron no es público o no se
ha publicado aún”, explica.
“Yo
le dije a este funcionario: Y qué hago con mi padre, si está enfermo?”. Y él me
dijo: “Pues váyase a la sanidad privada”, recuerda.
En
total han sido cinco las veces que Y ha acudido al INSS, desde marzo hasta
ahora, con la esperanza de obtener para su padre una tarjeta sanitaria y con
ella, la atención médica que precisaba. Sus esfuerzos fueron en vano.
“Finalmente
me puse en contacto con la trabajadora social de mi centro de salud, con Médicos del Mundo y con Yo Sí Sanidad. Entonces
regresé al INSS, acompañada de una persona de Médicos del Mundo, y por primera
vez me mostraron ese papel escrito que dice que los reagrupados con permiso de
residencia solicitado a partir del 24 de abril de 2012 no tienen derecho a a la
sanidad”, señala.
Pregunta:
¿Cómo está su padre ahora?
Y:
Pues muy mal. Cada día peor, porque está terminal. Ya no se levanta, está
desorientado, a ratos nos conoce, a ratos no, cada vez come menos, y tiene
dolor.
¿Qué
atención recibe ahora?
Desde
hace unos días hemos logrado que esté atendido, gracias a la solidaridad de la
trabajadora social, de un administrativo y de varios médicos 'desobedientes' de
la sanidad pública. Pero todo ello sin cobertura en cuanto a medicamentos.
¿Cómo
han logrado esa atención?
Y:
Un administrativo se ofreció a inscribirlo en el centro de salud como transeúnte
sin permiso de residencia, porque como persona con residencia no le dan la
atención médica, lo cual es increíble. Una vez inscrito comenzó la atención,
también gracias a la solidaridad del médico y de los doctores de paliativos, que
son conscientes de la situación real.
Una
de las dos integrantes de Yo Sí Sanidad Universal que nos acompañan, y que
responde a las iniciales C.I., interviene en la conversación:
C.I:“Conocen
la situación pero desobedecen. La ley puede ser la que sea, pero por otro lado
está lo que tú como médico debes hacer, tu obligación. Creo que ningún sanitario
o administrativo que trabaje en sanidad le puede negar a nadie la
asistencia”.
Su
compañera de plataforma, M.M, añade: “El discurso en realidad no es el de
“estamos desobedeciendo”, sino el de “estamos haciendo lo que hay que
hacer”.
Pregunta:
¿Qué medicación está tomando su padre?
Y:
En estos momentos alguna pomada y analgésicos, porque si no estaría todo el día
llorando de dolor, algún laxante a veces, o sedante. No come nada sólido, así
que también le compramos en la farmacia batidos especiales que cubren sus
necesidades proteicas, y que como mínimo cuestan 23 euros.
P:
Los medicamentos los están pagando ustedes, entonces
Y:
Los compro yo, claro. Todo lo compro y pago yo, afortunadamente de momento me lo
puedo permitir. Si no, no podríamos estar tratándole del dolor. Es probable que
haya gente que en estos momentos esté en situación similar a la de mi padre y,
que al contrario que él, no tenga acceso a nada. Es para volverse loco, ver a tu
padre cada día peor, no tener atención médica y no poder acudir a nadie.
P:
¿En qué momento decidieron ponerse en contacto con la Plataforma Yo Sí Sanidad
Universal y Médicos del Mundo?
Y: Lo decidí en el momento en el que vi que
el INSS es impenetrable, un sitio donde nadie te explica nada y además a veces
con una actitud de “no es mi problema”. Fui a ver entonces a la trabajadora
social y le expliqué. Ella misma no se lo creía, porque todo esto es nuevo. En
los hospitales te dicen que sí tienes derecho, que es un procedimiento fácil,
vas al centro de salud y te dicen lo mismo, pero vas al INS y te ponen trabas.
No hay conexión entre los diferentes organismos y nadie sabe lo que tienes que
hacer.
M.M
(Yo Sí Sanidad): A pesar de ser un ascendiente de una española, el
padre de Y ni siquiera tiene derecho a las urgencias sin facturación. Es un
hueco que ha quedado ahí, que ha pasado muy desapercibido, y que afecta a las
personas casadas con españoles después de abril de 2012 y a los familiares
reagrupados. El Real Decreto es una medida de excepción para un derecho
fundamental. Hicieron una chapuza y han ido poniendo parches.
C.I
(Yo Sí Sanidad): Con estas medidas lo que logran es poner trabas a la
reagrupación y a la inmigración, a través de la sanidad.
Y: Han hecho una ley sin pensar en las
consecuencias de la ley, y por tanto no han creado medios para solucionar los
problemas que se puedan presentar. Insisto: Si no fuera porque yo misma lo
sufro, no me podría creer que una persona que está legalmente en este país no
pueda ir ni a que le mire el médico. Y con una enfermedad terminal, ¡que no es
un catarro!! Mucha gente se pone muy nerviosa al hablar de la eutanasia o el
aborto, pero esto no les escandaliza. ¿Se va a tener que morir la gente en su
casa sin ser atendida?
Pregunta: ¿Cómo está afectando esta
situación a su familia?
Y:
Mi madre es la que está permanentemente con él, pero yo también me he pasado un
montón de días sin dormir. Y esta situación nos crea impotencia. A mi papá
aunque cambien la ley tiempo no le va a dar, porque ya no hay nada que hacer,
solo atenderle con cuidados paliativos. Pero si hubiese tenido remedio, y
teniendo en cuenta que su cáncer es de hígado, que es muy agresivo, no habría
dado tiempo ni a hacerle una biopsia ni a cirugía ni a nada, porque desde que me
puse con el papeleo hasta hoy ya no hubiese tenido remedio.
Pregunta:
¿Han pensado reclamar a nivel legal?
Y:
Sí lo hemos pensado. Todavía no he concretado con mi abogado, pero lo hemos
pensado. No tanto por mi situación, que también, sino por la situación de otras
personas. No puedes negar atención médica a la gente como si fueran
animales.
P:
¿Cuando solicitaron la reagrupación les informaron de que no le iban a conceder
atención médica?
Y: Nunca.
Nadie nos informó. Él está legalmente en España. Es de locos. Mi padre es un
ciudadano en reagrupación, depende de mí y de mi hermano, que somos españoles y
le dicen “vete a la sanidad privada”. Hay mucha gente que no tiene dinero para
eso. Y además gente como mi padre, que tiene 75 años, no es rentable y por tanto
no les aseguran en la privada.
C.I
(Yo Sí Sanidad): Nos estamos encontrando además con gente que tiene
derecho a la asistencia sanitaria pero que con los repagos no puede comprarse
todos los medicamentos y está muriendo por desnutrición, no por metástasis, sino
por desnutrición. O están muriendo por infecciones de la piel. Son situaciones
que van a más, cada vez vemos más.
M.M
(Yo Sí Sanidad): Y el caso del padre de Y lo sufren también personas
que han aportado riqueza al país pero después se han quedado sin trabajo, porque
al quedarse sin trabajo pueden perder la residencia, o gente que estaba en la
construcción con tarjeta, se quedaron sin trabajo, perdieron la tarjeta y ahora
tienen un contrato pero sin cotización y por tanto nada.
Pregunta:
Ahora que ya tiene acceso a los paliativos, ¿cómo le podrán
beneficiar?
Y:
El apoyo psicológico es fundamental, lo necesitábamos mucho. La enfermera
enseguida al ver a mi madre le dijo: “Tú no estás durmiendo, tienes que dormir”.
Nos están enseñando a limpiarle en la cama, a aplicarle la medicación, a
limpiarle escaras, que son úlceras. Y nos podrán enseñar más cosas
fundamentales, colocar sondas, etc. Además de ese modo mi padre podrá tener
acceso a sedantes o morfina.
Pregunta:
¿Tiene usted alguna petición a las autoridades?
Y:
Que se pongan en la piel de la persona que pasa por algo así, porque esto es muy
difícil. Ya es muy difícil para nosotros, que tenemos recursos, así que imagina
para la gente que no tiene nada. Es muy duro que te digan que tu padre no tiene
derecho a ser atendido. Derecho tenemos todos. Pero no lo quieren reconocer.
Y
Romero se detiene en este punto porque no puede contener el llanto. Toma
aliento, muestra una fotografía en la que aparece ella con su padre y su madre,
y murmura: "Lo que nos está pasando a nosotros le puede pasar a cualquiera. Está
claro que cada vez somos más vulnerables. Que haya gente sin atención médica
aunque esté en situación regular es tan injusto que es difícil de creer. Y sin
embargo es cierto".
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