Entrevista a Miguel Álvarez-Peralta (Ganemos Madrid) sobre los próximos pasos de las candidaturas municipalistas en la región
“Decir ‘primarias abiertas’ es decir poco”
 Ganemos Madrid 
comenzó con el nombre de Municipalia, un espacio para debatir posibles 
candidaturas municipales ciudadanas en la región. Tras un encuentro 
masivo el 28 de mayo con representación de movimientos sociales y 
partidos a la izquierda del PSOE, esta opción ha ido ganando peso, en 
parte por el efecto Guanyem. Desde entonces, cuatro grupos de trabajo 
preparan un segundo gran encuentro para septiembre. Miguel 
Álvarez-Peralta es profesor de periodismo en la Universidad de 
Castilla-La Mancha y participa en el grupo que debe pensar y proponer un
 método para la elección de candidaturas.
 Pablo Iglesias ha 
hablado de “prescindir del fetichismo de las siglas” al montar 
candidaturas. ¿Esperabais un gesto así tan pronto? 
Lo de menos es
 la marca. Lo importante es la construcción de foros donde la mayor 
parte de la ciudadanía se sienta representada y participe. En la medida 
en que las marcas y las siglas se conviertan en un impedimento para la 
construcción de estos foros, hay que renunciar a ellas. Hay que superar 
el fetichismo de la marca en un doble sentido, ni hay que rechazarlas 
automáticamente ni hay que reivindicarlas a toda costa. Debemos poner 
por delante el objetivo político, que ahora mismo es constituir un marco
 que impugne el actual régimen. Eso implica vincular a un sector que va 
mucho más allá de lo que hoy consideramos izquierda.
 ¿Qué trabajo está desarrollando el grupo de candidaturas ahora? 
Es
 pronto para hablar de consensos, pero hay elementos que parecen 
irrenunciables. Hoy en día la opción de ejecutar unas primarias abiertas
 es irrenunciable para todo proceso que quiera sintonizar con la demanda
 de apertura democrática radical que está instalada ya en la sociedad. 
Desde que estalló el 15M está claro que uno de los ejes fundamentales es
 una democracia interna de las opciones que se planteen acceder a las 
instituciones. Eso pasa entre otras cosas porque la gente ya no quiere 
listas cerradas, no quiere candidaturas que le vengan prefabricadas en 
pasillos sino que quiere participar en la construcción de las 
candidaturas y quiere elegir persona por persona.
 Pero ya sabemos que en las primarias pesa mucho la visibilidad mediática... 
Decir
 primarias es decir poco, en realidad el cómo se presenten las 
candidaturas, cómo se hace campaña, cómo se dan los avales, cómo 
finalmente se pasa de las listas a la candidatura concreta, es lo que 
estamos discutiendo. Tenemos todo el verano por delante, todos esos 
mecanismos son los que ahora hay que ir articulando, pero no hay 
mecanismo perfecto. Efectivamente unas primarias abiertas permiten que 
aquellas personas que tienen más acceso mediático, más visibilidad o lo 
que sea, tengan más opciones. Pero de otra manera, ¿quién juzgaría lo 
adecuado de una u otra persona? De lo contrario habría que establecer 
comisiones o instancias intermedias que valoren esa idoneidad: más 
trámites burocráticos y al final más impedimentos. Hoy día funcionan 
herramientas, métodos y protocolos sencillos, claramente identificables.
 Seguramente será pronto para hacerse esta pregunta. Pero, ¿y si Ganemos Madrid ganase? 
Efectivamente
 el día siguiente es todo un reto. No sólo por las dificultades del 
aparataje político, que es opaco y artificialmente complejo precisamente
 como barrera para la participación ciudadana. Uno de los retos va a ser
 romper esa barrera. Para eso va a ser fundamental contar con los 
sectores especializados: investigadores, técnicos municipales, o 
partidos que no han participado del deterioro democrático que vive el 
país y ya han conseguido una representación. Con ellos habrá que contar 
también.  Pero hay otros retos mayores: hoy día acceder a una 
institución local significa poco cuando está atada por una deuda 
ilegítima y cuando las reformas de la administración local les quitan 
competencias. Se plantea, por ejemplo, que los servicios de primera 
necesidad pasen a las diputaciones, un ámbito mucho menos democrático. 
El primer paso será movilizar amplísimos sectores. Va a tener que ser 
una movilización fuerte desde abajo que permita acumular fuerzas para un
 proceso constituyente. Ese empuje no sólo debe ser masivo sino que no 
debe ir a remolque de las candidaturas.
 Es un peligro que existe. 
Hay
 que hacer un llamado a renovar esfuerzos. Vienen tiempos en los que hay
 que ampliar frentes sin restar fuerzas a ninguno, y sobre todo, hay que
 vincular a más gente. Creo que la fuerza perdida por el 15M en los 
últimos dos años tiene que ver con el hastío de ver que no lográbamos 
parar los pies a este régimen, que aplicaba su programa sin ningún 
freno. Tengo la esperanza de que esa fuerza vuelva y permita abrir 
frentes sin restar energía a ninguno. Que se vacíen las calles sería 
peligrosísimo. 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario