El teniente arrestado por su libro sobre corrupción cumple 20 días de huelga de hambre
El
teniente Luis Gonzalo Segura comenzó su huelga de hambre un día antes
de comenzar a cumplir el arresto que se le impuso como sanción del
expediente que se le había abierto.
06 Agosto 2014 - 13:38 h. |
El teniente del Ejército de Tierra Luis Gonzalo Segura
lleva ya 20 días en huelga de hambre en el hospital mientras cumple los
dos meses de arresto como sanción por las acusaciones sobre presuntas
corruptelas en las Fuerzas Armadas que ha vertido en las presentaciones
públicas de su novela 'Un paso al frente'.
Segura comenzó su huelga de hambre un día antes de comenzar a cumplir
el arresto que se le impuso como sanción del expediente que se le había
abierto por sus declaraciones, en las que habla de "abusos, privilegios y corruptelas de la casta militar dominante"
que se sostienen por la "ley del silencio". También se le ha condenado a
pérdida de destino en la unidad donde servía actualmente en la
localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.
El teniente debía cumplir su arresto en el centro disciplinario
militar de Colmenar Viejo (Madrid), pero en los primeros días fue
trasladado al Hospital Militar Gómez Ulla para que pueda ser controlado
en todo momento debido a su intención de continuar con la huelga de
hambre, alimentándose sólo a base de líquidos.
HA PERDIDO DIEZ KILOS
En todo este tiempo, Segura ha ido publicando cada día comentarios en
las redes sociales Facebook y Twitter acerca de su estado y evolución.
Según asegura, ha perdido ya más de diez kilos y en ocasiones tiene
"fallos de memoria".
Además del expediente disciplinario, el teniente se enfrenta a un
expediente gubernativo que se le abrió por una carta al ministro de
Defensa que incluye en su libro y por la que se le acusa de vulnerar el
código disciplinario militar en lo referente a "realizar actos gravemente contrarios a la disciplina, servicio o dignidad militar que no constituyan delito".
Es el propio Ministerio de Defensa el que deberá resolver este
expediente gubernativo, que podría acarrear a Segura su expulsión
definitiva de las Fuerzas Armadas.
"SOSPECHAS" O "DESCONOCIMIENTO"
Según ha contado el teniente en sus comparecencias públicas, todo lo
que expone en su novela lo había denunciado previamente ante la Justicia
militar, pero las querellas fueron archivadas. Según el Ejército,
dichas denuncias se basaban en "meras sospechas o rumores" o "simple
desconocimiento", de modo que se considera justificada la sanción de
arresto de dos meses porque se entiende que las acusaciones de Segura en
las presentaciones de su novela serían "falsas".
De hecho, la Sala de Justicia del Tribunal Militar Central número 1
archivó las denuncias alegando que donde el teniente pretendía "ver
irregularidades", las actividades estaban "justificadas por los órganos administrativos de control y ejecución de la contratación y el gasto".
El Ministerio de Defensa ha optado por mantenerse cauto sobre este
asunto y no hacer muchas valoraciones, si bien el mismo fin de semana en
que Segura comenzó a cumplir su sanción aclaró que las faltas que el
teniente había cometido son "graves" y están "penadas" con la privación
de libertad.
Además, el departamento que dirige Pedro Morenés insistió en que el
oficial, como todo militar profesional, está sometido a las Reales
Ordenanzas y a la Ley Orgánica de Derechos y Deberes de los miembros de
la Fuerzas Armadas, que en su artículo 11 marca los límites de la
libertad de expresión de los militares.
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