Ante la perspectiva de alcanzar el poder político
El reto de Podemos. José López. Rebelión
Según una encuesta aparecida recientemente en el diario El País PODEMOS sería el partido político más votado, aunque, por ahora, seguido de cerca por el PSOE. Si bien siempre hay que tener mucha precaución a la hora de fiarse de las encuestas, lo que parece bastante claro es que la posibilidad de que la nueva formación PODEMOS se convierta en la primera fuerza política de España es cada vez mayor. Aun así nunca hay que confiarse, hay que seguir avanzando en intención de voto hasta ganar las elecciones generales (el gran objetivo a corto plazo) por goleada. El primer reto de PODEMOS es alcanzar el poder político con un amplio apoyo ciudadano.
A pesar de que el colapso del régimen del 78 le está ayudando mucho
(según dicha encuesta mucha gente apoyaría a PODEMOS sobre todo como
forma de castigar al PPSOE) las cosas se pondrán cada vez más difíciles.
El objetivo no debe ser sólo ganar sino ganar para cambiar radicalmente las cosas.
Para ello la gente debe votar a PODEMOS no sólo para castigar a los
partidos de la casta sino que también porque crea que es posible cambiar
las cosas. Hay que también convencer, hay que procurar la colaboración
activa de la mayoría social para cambiar la sociedad. La Revolución
social sólo será posible si la gente participa masiva y activamente en
ella. La lucha ideológica se intensificará notablemente en los próximos
meses. La casta no se quedará de brazos cruzados. Más que nunca PODEMOS
debe esmerarse en no cometer errores porque cualquier error (por pequeño
que sea) será aprovechado al máximo por sus enemigos. Aun así, en caso
de cometer errores creo que es imprescindible que PODEMOS los reconozca
abiertamente y los corrija cuanto antes. Esta nueva formación política
debe diferenciarse tanto por el fondo como por las formas, tanto por lo
que diga como por la manera de decirlo y sobre todo por lo que haga.
Lo más importante es que la gente vea que quienes forman parte de dicho
partido son ciudadanos normales con las mejores intenciones,
imperfectos pero con clara voluntad de hacer las cosas bien y beneficiar
a la mayoría social. Ciudadanos normales e indignados pero que están
también respaldados por personas preparadas para gobernar. La gente
tiene que ver que tras los portavoces hay expertos que desde hace cierto
tiempo propugnan otras políticas. Tarde o pronto estos expertos deberán
hablar a la ciudadanía. PODEMOS debe transmitir también la imagen de
que está preparado para asumir responsabilidades de gobierno. Hacer
política no significa saber de todo, significa tomar el máximo
protagonismo posible en lo que nos incumbe y también saberse rodear de
aquellas personas con los conocimientos técnicos necesarios para llevar a
cabo cierto programa político. La gente tiene que ver a PODEMOS,
insisto, como ciudadanos normales bienintencionados rodeados de técnicos
preparados. Una vez que PODEMOS acabe de estructurarse internamente
habrá que dar visibilidad pública también a esos técnicos. La casta va a
procurar por todos los medios posibles combatir a PODEMOS presentándolo
ante la opinión pública como bienintencionado (si no le queda más
remedio, una vez que la estrategia de demonización no ha funcionado)
pero no preparado, con un programa político irrealizable. Es casi el
único cartucho que le queda por disparar. La estrategia en la lucha
política debe readaptarse continuamente en función de los errores o
éxitos propios, pero también en función de la estrategia del enemigo.
Lo más importante es ganar la confianza de la mayoría ciudadana, la
cual está harta de corrupción, de recortes, de sinvergüenzas, de
engaños, de traiciones,… Una mayoría ciudadana, no lo olvidemos, que en
general desconfía mucho de los políticos, lo cual es comprensible. Esto
quiere decir que PODEMOS debe transmitir credibilidad (de que quiere y puede
cambiar las cosas), pero también que cualquier amago de que se
convierta en un partido más de la casta puede ser mortal para dicha
formación. Tan rápido como está subiendo puede colapsar si los
ciudadanos empiezan a ver cosas parecidas a las ocurridas en los
partidos “tradicionales”. La gente (y no sólo la casta) va a mirar con
lupa lo que diga y haga PODEMOS. A este partido se le va a exigir mucho
más que al resto. De esto yo creo que son perfectamente conscientes sus
líderes.
Todo esto quiere decir que para ganar al resto de
partidos hay que inevitablemente parecerse a ellos en algunas cosas
(pues como bien dicen Pablo Iglesias y sus colaboradores más inmediatos,
las condiciones del juego político les son impuestas exteriormente),
pero también que es absolutamente imprescindible diferenciarse de ellos
todo lo posible. Sus portavoces tienen que, además de decir cosas
diferentes, hablar de manera diferente, deben siempre buscar el debate
ideológico cara a cara, de igual a igual, con sus enemigos (a diferencia
de éstos que saben que no llevan razón y lo temen), deben ser siempre
escrupulosamente respetuosos con todos, deben practicar la humildad
(pero sin complejos), deben someterse siempre en última instancia al
control de las bases, de los ciudadanos. Nunca hay que caer en la
arrogancia ni en la autocomplacencia. Pero, además de la importante
labor de los portavoces, los círculos tienen un papel fundamental que
desempeñar. Tanto para controlar a sus líderes, para que éstos no
sientan peligrosas tentaciones, para que no acaben traicionando a las
bases, a los ciudadanos que confíen en ellos. Como para ejercer una
labor de contacto directo y continuo con la gente, en los barrios, en
los pueblos, para explicar su programa, para ir reclutando a más y más
ciudadanos a lo largo y ancho del país. Ante la propaganda anti-PODEMOS
que, sin duda, se va a recrudecer, los círculos pueden desempeñar una
gran labor para combatirla. El trabajo de los portavoces debe complementarse con el de los círculos.
Pero para todo ello, primero es absolutamente imprescindible refinar y concretar todo lo posible el programa político.
Hay que pensar ya en la seria posibilidad de que PODEMOS gobierne este
país. La responsabilidad es enorme. No sólo dicho programa tiene que
estar bien hilado, sino que también deberá hacerse una enorme labor pedagógica para explicarlo,
para hacerle ver a la gente que lo defendido en él es posible, es
realista. Dicha labor debe ser llevada a cabo tanto por los portavoces
en los grandes medios de comunicación (invitando al resto de partidos a
debatir sobre las medidas propuestas, retándoles a que expliquen por qué
según ellos son irrealizables) como por los círculos organizados en los
barrios y en los pueblos para que la gente tenga ocasión de
desintoxicarse de la desinformación existente (que, sin dudas, aumentará
mucho en los próximos tiempos, a medida que nos acerquemos a las citas
electorales). En dicho programa habrá que establecer objetivos a distintos plazos,
a corto, medio y más largo plazo. La gente debe tener claro que no será
posible arreglar todo a la vez. Es importante no crear excesivas
expectativas que si no se cumplen a corto plazo podría hacer que tan
pronto como la gente apoye a PODEMOS deje de hacerlo.
Habrá
cosas que podrán hacerse rápido, en una legislatura, pero otras no. Para
más adelante habrá que dejar ciertos objetivos más ambiciosos (como
empezar a superar el capitalismo). Antes de convencer a la ciudadanía de
la necesidad de superar el actual modelo económico, habrá, entre otras
cosas, que implantar medios de comunicación libres, democráticos,
controlados por el pueblo, para que la verdad pueda abrirse camino, para
que los ciudadanos puedan empezar a liberarse del pensamiento único
capitalista incrustado en sus mentes durante décadas de monopolio
oligárquico. Si la gente empieza a ver que hay políticas alternativas
(aunque sólo sea por ahora para superar el neoliberalismo) entonces
podrá empezar a ver también que otro sistema alternativo es también
posible. La superación del neoliberalismo (el cual se vendió ante las
masas como la única alternativa) abrirá las puertas de la superación del
propio capitalismo (el cual se vendió también como el único sistema
posible).
Una vez superado el derrotismo, el pensamiento único, podrá iniciarse una dinámica
que lleve hasta las últimas consecuencias la idea de que hay
alternativas. La sociedad podrá empezar a experimentar libremente nuevas
formas de organización, siempre que el pueblo ostente en todo momento
el poder (para lo cual habrá que asegurarse, entre otras cosas, de
controlar el poder militar, de alejar el fantasma de los golpes de
Estado, así como dar pasos decisivos para controlar la economía).
Cambiando en la práctica (aunque sólo sea un poco al principio) la gente
se convencerá de que el cambio profundo es (además de necesario) posible. El cambio superficial a corto plazo abrirá las puertas del cambio radical,
de raíz, a más largo plazo. ¡Pero dichas puertas habrá que atravesarlas
y habrá que dotarse del vehículo adecuado para hacerlo! Dicho vehículo
no puede ser otro que la auténtica democracia, desarrollada
continuamente y llevada hasta las últimas consecuencias y hasta todos
los rincones de la sociedad, especialmente la economía.
En cuanto PODEMOS alcance el poder político lo prioritario será acometer un gran rescate ciudadano
para que la gente empiece a ver cuanto antes cambios significativos en
sus vidas cotidianas (fin de los desahucios, ayudas a las familias con
problemas de subsistencia, medidas para fomentar el pleno empleo, parar
los recortes, deshacer las contrarreformas, recuperación del Estado de
bienestar,…). Al mismo tiempo casi habrá que plantear un nuevo proceso constituyente
con el fin de establecer una democracia que merezca tal nombre. Un
proceso en el que el pueblo tenga el máximo protagonismo posible. Es
imprescindible realizar profundos cambios estructurales en el sistema
político para que el poder sea verdaderamente del pueblo. La Revolución
social será un largo proceso en el cual es primero imprescindible
construir la infraestructura necesaria, es decir, la democracia real,
verdaderamente representativa y mucho más participativa, complementándola con la democracia directa
allá donde sea posible, dando progresivamente más prioridad a esta
última. Dicha infraestructura deberá irse perfeccionando en el tiempo.
El desarrollo democrático debe ser dinámico, la democracia debe siempre
ir a más y a mejor. Las experiencias latinoamericanas deberán tenerse en
cuenta, adaptándolas a nuestro país, obviamente. La Revolución es un
largo y complejo proceso de aprendizaje, un trabajo en equipo de hombres
y mujeres de distintos lugares y épocas.
Como vemos, la labor a
realizar por PODEMOS es enorme (a diferencia de los partidos que le han
precedido), tanto para alcanzar el poder político, como para mantenerlo
y ejercerlo. Sin olvidarnos de los mil y un obstáculos que la
oligarquía pondrá en el camino para que PODEMOS no pueda aplicar su
programa. Es imprescindible, como dije, una estrategia adecuada de
propaganda, un programa político claro con plazos de las medidas a
implementar y también mostrar una rotunda intención de que dicho
programa no va a ser traicionado. ¿Cómo? Diciendo claramente ante la
opinión pública (cuantas veces sean precisas) que el programa político
es irrenunciable, que no se van a establecer alianzas a posteriori que
impliquen renunciar a él (en particular con los partidos de la casta que
han demostrado con creces en la práctica que no merecen la confianza de
los ciudadanos), que se van a acometer reformas políticas para que el
pueblo no pueda ser traicionado (obligación de cualquier partido
político de aplicar o defender su programa en base al cual los
ciudadanos le votaron, elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos
públicos, ley electoral para que todos los votos valgan igual,
separación de poderes,…).
No se trata de ganar la confianza de
la ciudadanía sólo por los errores de los enemigos sino que también por
los aciertos propios, no sólo diciendo ciertas cosas sino que también haciendo,
implementando mecanismos concretos que obliguen a PODEMOS y a cualquier
partido político a cumplir el mandato popular y a someterse a su
control en todo momento. La única manera de ganarse (y mantener) la confianza de una ciudadanía desconfiada es practicando con el ejemplo. Practicando la máxima coherencia
es cómo creo yo que PODEMOS podrá alcanzar el poder político y, lo que
es más importante y difícil, ejercerlo a favor de las clases populares,
de la gran mayoría social. El reto es enorme, pero factible. Somos muchos más que ellos. Todos podemos aportar nuestro grano de arena. Entre todos podemos lograrlo.
Blog del autor: http://joselopezsanchez. wordpress.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario