Empieza una semana de huelgas de médicos en Francia. eldiario.es
La marea blanca, aunque en este caso limitada a algunas categorías, aunque muy importantes, de médicos ha hecho acto de presencia este lunes en Francia y si un acuerdo no lo impide se prolongará hasta el último día del año. Huelgas de dos sectores distintos coinciden, y no por casualidad, en una movilización contra la política sanitaria del gobierno socialista y, en particular, contra la nueva Ley de Sanidad que acaba de presentar la ministra del departamento, Marisol Touraine.
 Este lunes ha empezado la 
huelga indefinida de los médicos de urgencias de los hospitales 
públicos. Sus dos reivindicaciones principales son la reducción del 
tiempo de trabajo –que en estos momentos es de 60 horas a la semana- y 
que se les pague más por las horas extraordinarias, que deberían 
computarse como tales a partir de las 39 semanales. Por otra parte, 
denuncian los recortes presupuestarios en la sanidad que ha decidido el 
gobierno y que serán de 2.000 millones de euros de aquí a 2017. Y 
también la desorganización de la llamada "medicina de ciudad" que 
provoca un cada vez más intenso desplazamiento de pacientes hacia las 
urgencias de los hospitales públicos.
 La "medicina de ciudad" 
engloba a buena parte de la actividad médica privada y corre a cargo de 
médicos individuales y de gabinetes médicos –nada que ver con las 
grandes empresas privadas españolas- cuya actividad está muy regulada 
por el Estado. Y es justamente este sector, muy importante para la 
asistencia sanitaria francesa, en donde a partir de mañana y durante una
 semana se registrará la otra huelga. La secundan todas las asociaciones
 de médicos privados, incluidas las progresistas, y su principal caballo
 de batalla es la generalización, que figura en la nueva ley, del 
llamado "tercio de pago", que los pacientes no pagan directamente al 
médico sino que éste lo recibe después de que distintas instituciones 
estatales lo hayan visado y, en buena parte de los casos, considerado 
exento. Los médicos de ciudad también piden que se eleve de 23 a 27 
euros la tarifa por consulta.
 Más allá del carácter claramente 
corporativo de algunas de esas reivindicaciones, está claro que los 
médicos franceses son los primeros que se movilizan en contra de los 
planes de reforma, sobre todo recortes de gastos y medidas 
liberalizadoras de distintas actividades profesionales que el gobierno 
de Manuel Valls ha propuesto con el fin, según sus portavoces, de 
dinamizar la estancada economía francesa. Otros sectores afectados por 
los mismos podrían entrar en conflicto en las próximas semanas. La 
última hora es que a pesar de las negociaciones en curso, "que van bien"
 según la ministra Touraine, los médicos de urgencias prosiguen su 
huelga.
 
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