España y la “tiranía mediática” contra Venezuela
 
Noticias PIA
 
 La corporación 
mediática española ABC es una de las que lidera desde Europa la campaña 
de desestabilización contra Venezuela en coordinación con cadenas como 
CNN, BBC y France Presse, además de las americanas nucleadas en la 
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). El Gobierno de Mariano Rajoy se
 sumó a las maniobras injerencistas bajo la bandera de la “libertad de 
expresión” esgrimida por su Canciller. Su par venezolana, Delcy 
Rodríguez, lo acusó de “rendir pleitesía a la tiranía mediática que 
pretende doblegarnos”. 
 
 
Semanas atrás, ABC fue la encargada de 
golpear con acusaciones de narcotráfico a Diosdado Cabello, presidente 
de la Asamblea Nacional venezolana. Los artículos desmentidos por el 
Gobierno de Maduro se dieron a conocer en simultáneo a las sanciones de 
Washington.
 
El propio Maduro explicó en esa oportunidad que el diario franquista ABC
 de España es el único diario nazi que sobrevive en el mundo. Recordó 
que amparó el Golpe de Estado contra el chileno Allende, trató como 
dictador al presidente electo Hugo Chávez, y publicitó la invasión de la
 OTAN a Iraq en 2003.
 
Luego, ABC difundió una nota en donde 
sostuvo que el Ejecutivo bolivariano intentó extorsionar a empresarios 
españoles de Telefónica, Zara, Repsol, BBVA, Mapfre, Meliá, Iberia y Air
 Europa, entre otras.
 
El Canciller español, José Manuel 
García-Margallo, se apresuró a defender a las corporaciones: “la 
libertad de opinión y de prensa son dos principios irrenunciables” en un
 “Estado democrático y de Derecho”, sostuvo en un intento por reproducir
 las denuncias de la corporación ABC.
 
Su par venezolana, Delcy 
Rodríguez, lo acusó de “rendir pleitesía a la tiranía mediática que 
pretende doblegarnos”. “Bastantes problemas tiene el Gobierno de España 
que responder ante sus ciudadanos y de los más necesitados que hoy 
mueren por no tener un techo donde resguardar sus esperanzas”, le 
respondió la ministra. “Que les quede claro al club de amigos del 
torcedor de brazos (en alusión a Barack Obama) que andan con declaraciones insulsas sobre nuestra patria. ¡Venezuela se respeta!”, agregó.
 
El
 vicepresidente bolivariano Jorge Arreaza también acusó injerencia de 
España y lo vinculó a la crisis política de la partidocracia 
tradicional, puesta en jaque por movimientos como Podemos. “Reflejan el 
profundo temor que tienen a que sus pueblos despierten y los desplacen 
del poder, tal como ha ocurrido en los países en Revolución en Nuestra 
América”, sostuvo.
 
Para el gobierno de Maduro, las grandes 
transnacionales de la comunicación tienen un manejo sesgado de la 
información, “íntimamente engranado con las acciones desestabilizadoras y
 el discurso imperial” que tiene como finalidad “mostrar al mundo una 
realidad falsa que justifique eventuales acciones en contra de la 
soberanía y el pueblo venezolano” sostiene una nota de prensa de 
Relaciones Internacionales.
 
La nueva fase de la campaña 
desestabilizadora de la ABC –y del Gobierno de Mariano Rajoy- se basa en
 los lazos de Venezuela con el Partido Podemos liderado por Pablo 
Iglesias, que está haciendo tambalear el duopolio del poder político en 
España y particularmente al oficialista Partido Popular (PP). Uno de los
 más explícitos al respecto fue el vicesecretario general de 
Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano, quien definió como 
“insólito y alarmante” que un partido que se presenta a las elecciones 
en España (Podemos) “tenga una vinculación cada vez más notoria con un país extranjero y más un país (Venezuela) que no respeta la libertad de empresa y de prensa”.
 
También
 continúa con la faceta “Derechos Humanos”: es uno de los pilares de 
defensa del golpista venezolano Leopoldo López, encarcelado tras ser 
acusado como responsable de la violencia que desencadenó el asesinato de
 43 personas desde febrero del año pasado.
 
Esta semana se sumó el ex presidente español José María Aznar, al afirmar que “no
 es aceptable que por razones puramente de opresión y de tiranía haya 
ciudadanos privados de libertad en Venezuela”, en alusión a López. En 
las declaraciones difundidas por ABC, se arrogó la potestad de hablar en
 nombre de “la libertad, la democracia y los derechos humanos”.
 
En
 el continente americano, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ya 
ha sido denunciada como parte de las maniobras de terrorismo mediático 
que se sustentaron en la conformación de una agenda político-informativa
 en base a reiterados augurios de violencia y caos que buscaban crear un
 piso de argumentación con el cual justificar los ataques de la derecha 
que se intensificaron en febrero del 2014. Desde Estados Unidos y Europa
 se pliegan cadenas como la BBC, CNN, NBC, Reuters, Al Jazeera y France 
Presse.
 
En cambio, la Federación Latinoamericana de Periodistas 
(Felap) se solidarizó con el pueblo venezolano ante “el reciente intento
 de golpe de Estado prohijado por la ultraderecha del país y sus 
mandantes”. También denunció que “la transnacional mediática al servicio
 del gran capital” golpea diariamente al Gobierno “llevando a cabo 
acciones psicológicas que justifiquen cualquier tipo de acción armada, 
acorde con la promoción del caos y el terror, en nombre de las 
libertades de prensa y expresión”.
 
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