James Petras: El doble discurso y la demagogia populista tienen antecedentes en Greci.
Cuando
fui a hablar con el Primer Ministro socialista en los '80, entré por la
puerta izquierda y cuando salí, por la puerta derecha entraba el
embajador norteamericano. El análisis de James Petras en CX36 Radio Centenario de Montevideo, Uruguay
Efraín Chury Iribarne: Para comenzar, te pedimos un comentario
sobre la reunión de jefes de Estado que convocó el presidente Barack
Obama para el 8 de febrero.
JP: Hay varias cosas actualmente sobre la mesa. Primero, están los
esfuerzos por fortalecer las acciones contra Rusia, en una reunión
internacional, en la que se trata de imponer una política más agresiva.
Hay resistencia en Europa, entonces se trata de utilizar esa reunión
para conseguir el consenso.Lo que es muy difícil por las condiciones
políticas y económicas actuales en Europa, particularmente encabezada
por la disidencia griega con su nuevo gobierno que está resistiendo
nuevas sanciones.
Otra aspecto está dirigido a tratar el estancamiento económico que de
repente ha comenzado a tener impacto aquí, sobre todo en la bajada de
las exportaciones, particularmente del sector manufacturero. Hemos visto
que las exportaciones que forman una parte importante de la Economía
estadounidense han caído en forma vertical, están en tasas negativas
actualmente, porque los mercados externos están en dificultades
principalmente en Europa, donde el estancamiento y el retroceso sigue
siendo fuerte y han bajado las importaciones. Lo mismo sucede con
América Latina, Asia y Canadá. Y ahora China ha dejado de ser la fuerza
economica que era. Por tanto, el mercado externo estadounidense está
pesando mucho en la Economía y hemos visto la caída en el último
trimestre, que indica que podemos entrar en una nueva recesión a fines
de 2015.
Entonces, tanto en el exterior como en el interior, las cosas no
marchan bien para el presidente Obama y busca a partir de reuniones
internacionales, tratar de contrarrestar eso con medidas fiscales y una
política de torcer el brazo de Europa, para que sigan la línea de
confrontación con Rusia.
EChI: ¿Obama busca una nueva guerra fría o trata de que Rusia se meta en Ucrania para justificar un posible ataque?
JP: Los expertos en política exterior aquí han comentado que la
guerra fría ya comenzó con las sanciones, las posturas agresivas y el
quiebre de las relaciones diplomáticas con Rusia. Hemos vuelto a la
política de demonizar al presidente Putin. Y lo que está atrás de todo
esto, es la idea de Washington de que Rusia pudiera volver al estado de
vasallaje de los '90, donde podían con un gobierno débil, un gobierno
entreguista, conseguir la dominación de Rusia.
Entonces, la idea aquí es una guerra fría reeditando la táctica de
los años '80, que pasa por debilitar al gobierno ruso y conseguir la
dominación total de la economía, como se hizo en la época de Yeltsin. Es
decir, la meta es lograr un gran retroceso para Rusia pero un gran
avance para el poder y la dominación norteamericana.
Para alcanzar esa meta, la herramienta es usar la agresión en Ucrania
por parte de los países de la OTAN para provocar una carrera
armamentística, que podría poner en bancarrota a Rusia y tal vez,
utilizarla para enfrentar a Rusia en uno y otro lugar. Por ejemplo, en
los países bálticos, se están desarrollando ejercicios militares muy
agresivos; Polonia está muy metida con Lituania, Letonia y Estonia, en
toda una política de poner a la Unión Europea en pie de guerra contra
Rusia.
Podemos pensar también que para la crisis en Europa es útil tener una
guerra fría como una distracción, una desviación, de los grandes
problemas económicos internos. Washington tiene el proyecto de
fortalecer esas tendencias derechistas en Europa y a partir de eso,
construir un frente dentro de EEUU que podría debilitar las fuerzas
progresistas que buscan cambiar la política más hacia el centro.
Y hasta ahora la guerra fría norteamericana es una cosa de la cúpula,
porque el pueblo aquí todavía piensa primero en los problemas
económicos y recién después, en cualquier tema externo.
EChI: ¿El resto del mundo está consciente de lo que supone un conflicto en esta área?
JP: Yo creo que si, hay mucha preocupación. Por ejemplo, en Japón hay
grandes protestas contra el militarismo ascendente; en China también
hay conciencia de que EEUU esta tomando medidas agresivas e
intervencionistas, manipulando las protestas en Hong Kong y otros
lugares para debilitar al gobierno. La campaña mediática es igual, es
totalmente anti China y anti Rusia, y busca fomentar una actitud de
conflicto, y que Rusia y China son las causas de cualquier problema que
enfrenta el pueblo.
Pero como decía, en Europa, particularmente en el sur de Europa, hay
una gran conciencia del peligro de esta política de agresión. Y también
entienden que es contraproducente, porque muchos productos agrícolas de
España y Grecia se exportan a Rusia y han sufrido grandes pérdidas.
En Francia, la popularidad de la política pro OTAN es muy débil.
Hollande, que es el principal vocero de esta política, ha bajado
nuevamente su popularidad. Pensamos que la alternativa tanto de la
derecha dura del Frente Nacional, así como de los sectores más
progresistas del sindicalismo, ha ganado influencias. Entonces, no es
fácil imponer la política norteamericana con Rusia, cuando está en juego
el peligro de una guerra nuclear.
EChI: Bien, nos vamos a Grecia. ¿Cómo analizas estos primeros
días del gobierno de Syriza y las negociaciones del primer ministro
Alexis Tsipras.
JP: Hay novedades. Uno lo sigue con mucha cautela y trata de
interpretarlo. Las declaraciones de Alexis Tsipras son por un lado muy
conciliadoras, en el sentido que aceptan la deuda, aceptan la necesidad
de pagarla, sólo buscan una moratoria, una postergación en los pagos
actuales, para poder canalizar dinero a estimular la economía.
Pero hay una cosa que debo comentar personalmente. Yo estuve asesorando al primer gobierno del Partido Socialista de Andreas Papandréu desde
el año 1981 hasta 1984 cuando renunció. Y hay una tendencia en Grecia,
de los políticos de izquierda, incluso los que se auto consideran
radicales: es que dan señales por la izquierda y toman virajes a la
derecha. Es decir, utilizan un discurso radical para cosechar votos y
después, cuando llegan al poder, postergan cualquier cambio estructural.
Recuerdo que Papandréu prometió abandonar la OTAN, prometió cerrar
las bases militares, prometió salir de la UE; pero al final de cuentas
simplemente aceptó mayores préstamos de la UE y cobrar más renta por las
bases militares. Todo quedó igual, sólo aumentó los salarios, el número
de empleo y los gastos sociales. Finalmente, empecé a ver que la
ideología, la retórica, no se correspondía a la práctica.
Creo que hay paralelismos entre Syriza y el Partido Socialista Griego
de los ’80, y temo que algo similar pueda pasar. Recuerdo que cuando
fui a hablar con el Primer Ministro, entré por la puerta izquierda y
cuando salí, por la puerta derecha entraba el embajador norteamericano. Y
la secretaria me dijo: ‘Petras, no pienses que estás influyendo, porque
utiliza sus críticas a la derecha para justificar su apoyo a las
políticas norteamericanas’.
Entonces, el doble discurso y la demagogia populista es algo que
tiene antecedentes en Grecia. No digo que Tsipras sea igual que el viejo
Papandréu, pero creo que debemos andar con cautela. Muchos que no
conocen la historia y la cultura política griega se han subido al tren
de Syriza, diciendo que van a hacer muchos cambios sociales. Pero
tenemos que suspender el juicio y esperar y presionar para que cumplan
por lo menos parcialmente el programa, porque las necesidades en Grecia
son enormes. Creo que una traición al pueblo, al electorado, va a
costarle a Syriza, va a costarle a Grecia mucho más de lo que le costó
en los años ’80, cuando yo estuve allá.
EChI: ¿En qué otros temas vienes trabajando?
JP: Lo primero es un comentario sobre Ucrania.Un general ucraniano,
que no es exactamente un rebelde, es un oficialista, declaró que no hay
soldados rusos en Ucrania. Que todo es una mentira de su propio
gobierno, que acusa a Rusia, cuando lo que hay en curso es una guerra
civil contra el pueblo del Este, que busca mayor independencia,
democracia y escapar de los controles que intenta imponerle la Junta de
Kiev.
Es una declaración importante porque la prensa en todo occidente
acusa a Rusia de fomentar el conflicto y de que está metida en la
guerra, y no es cierto. Es una guerra civil con los sectores populares
del Este ganando terreno y el gobierno occidental, el gobierno de Kiev,
muy debilitado y con poco apoyo popular. Incluso hay muchas deserciones
de soldados que ya no creen las mentiras del gobierno que acusa a Rusia
de estar combatiendo, pero cuando están allá en el Este encuentran sólo a
ucranianos.
Entonces, debemos tomar en cuenta que la situación en Ucrania sigue
siendo muy conflictiva pero con avances de los sectores libertadores.
El otro tema que quería comentar es lo de Nisman. En el caso Nisman,
cada vez que encontramos nuevos datos, encontramos más vínculos entre
Nisman, Israel y la CIA. Todas las acusaciones que han hecho vienen de
supuestas escuchas hechas por agentes de la CIA en Argentina.
Uno tiene que decir que Nisman no es un mártir argentino, es un
mártir de las agencias internacionales de Inteligencia que utilizaron su
posición para hacer acusaciones buscando debilitar al gobierno de los
Kirchner. Debemos entender que Nisman funcionaba más como brazo externo
de la política de las agencias de Inteligencia que como un investigador
judicial sobre el acto terrorista de la AMIA, buscando culpabilizar a
Irán para romper relaciones entre Irán y el mundo occidental. Y sobre
todo, para perjudicar las negociaciones para la paz, que es exactamente
la política del Mossad, de Israel.
No es coincidencia que intensificaba sus acusaciones contra Cristina
Fernández en momentos en que se deterioraban las relaciones de Israel
con el mundo. Israel buscaba un mártir para distraer a la opinión
pública y a la vez, perjudicar la opinión mundial contra Irán. Es decir,
Irán es la principal víctima en todo este complot de Nisman en
Argentina; pero Argentina es simplemente un terreno para el conflicto de
Israel contra Irán.
Finalmente quiero terminar con un comentario que hizo Fidel Castro,
que es muy importante sobre la apertura del diálogo entre EEUU y Cuba;
avisando al mundo y particularmente a los cubanos, que hay que marchar
con toda cautela. Fidel dijo que muchas veces EEUU utiliza la
diplomacia, la negociación, para mantener el status quo. Es decir, no
quieren discutir el fin del embargo, del bloqueo, no quieren discutir la
entrega de Guantánamo, un territorio cubano colonizado hace más de cien
años; quieren imponer condiciones sobre el tratamiento interno de la
política en Cuba.
Y creo que es un buen aviso de Fidel, advirtiendo a los nuevos
políticos cubanos que deben cuidarse. No está contra de las
negociaciones, para nada, lo que dice es que hay muchas trampas cuando
uno empieza a tratar con los norteamericanos. Y él debe saberlo porque
por más de 50 años, Fidel fue el mejor baluarte en defensa de la
soberanía de Cuba, evitando tanto los ataques militares como el bloqueo
económico.
Creo que es un buen aviso, porque de repente después de las
declaraciones de Fidel, el gobierno empieza a reconsiderar algunas
propuestas norteamericanas sobre la reapertura. Debemos entender que la
primera arma que utiliza EEUU en todos estos esfuerzos de desestabilizar
al gobierno es fomentar las organizaciones no gubernamentales, que son
brazos políticos para subvertir un país.
Y han usado esto en Rusia y otros países para intervenir, utilizando
instrumentos como las ONG’s para debilitar la política del gobierno. Han
utilizado las ONG’s en Venezuela, en Bolivia, en China, etc.
Supuestamente grupos que buscan fortalecer la sociedad civil, u
organizaciones por los derechos humanos, pero nunca critican los
derechos humanos en EEUU, los miles de muertos en Siria, Irak, . Son muy
cuestionadas estas ONG’s porque sólo critican a los adversarios de
EEUU.
Entonces, Fidel ha dicho cuídate de esta apertura con EEUU porque sigue siendo un país imperialista.
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