Sociología ideológica

lunes, 6 de julio de 2015

La Historia de los Estados Unidos que nunca verá en las películas de Holywood LA VISIÓN DE LOS NEGROS NORTEAMERICANOS SOBRE EL DÍA DE LA INDEPENDENCIA (VÍDEO)

La Historia de los Estados Unidos que nunca verá en las películas de Holywood

LA VISIÓN DE LOS NEGROS NORTEAMERICANOS SOBRE EL DÍA DE LA INDEPENDENCIA (VÍDEO).  

“No tengo ningún propósito de introducir la igualdad política y social entre las razas blanca y negra. Hay una diferencia física entre las dos que, a mi juicio, hará probablemente prohibitiva su convivencia a un nivel de perfecta igualdad, y en la medida en que esta diferencia se convierte en una necesidad, yo, al igual que el juez Douglas, estoy a favor de la posición superior de la raza a la que pertenezco.”
Abraham Lincoln. Ottawa,  Illinois. 21 de agosto de 1858

  Por JUAN ANDRÉZ PÉREZ RODRÍGUEZ / CANARIAS-SEMANAL.ORG.- La[Img #39244]idea de que Estados Unidos representa la expresión más alta del ideal democrático se sustenta en la supremacía que ejercen ideológicamente las elites gobernantes de ese país, gracias al monopolio mediático  que mantienen alrededor del mundo.
    Libros, series de televisión y superproducciones cinematográficas han logrado imbuir las mentes de miles de millones de personas con una narración legendaria acerca de la “tierra de las oportunidades” que nada tiene que ver con la verdad histórica.  
   Una muestra de esta forma cotidiana de adoctrinamiento -a la que todos hemos sido sometidos desde la primera infancia- es la exhibición el pasado sábado, en la cadena de televisión española Telecinco, de la  película de Steven Spielberg,Lincoln.
    Basada en una novela de Tony Kushneren, el film del conocido cineasta reproduce la imagen mítica acerca del presidente 16º de los EE.UU. que, supuestamente, concedió la libertad a los esclavos negros por simple convicción moral y valentía personal.
    Como acertadamente apunta el crítico Carlos Rodríguez, en esta película, “a diferencia de lo que sucede en otros títulos suyos de temas históricos, la narrativa de  Spielberg aparece deslucida y no compaginan en ella un  clímax que raya en lo cómico (su discurso maniqueo de buenos y malos), y el final dramático y salvador” (1).
   Pero, al margen de sus carencias artísticas, la obra de Spielberg cumple, como prácticamente todos los productos de Hollywood,  la función esencial de reproducir la historia mítica acerca de los Estados Unidos en la que, en buena medida, se sustenta el imperialismo cultural norteamericano. La imposición de sus valores, como sociedad dominante, en la mayor parte del planeta.  
   No es casual, por supuesto, que obras fundamentales para desmontar este relato fantástico como  “Voices of a People’s History of the United States” “La otra Historia de los Estados Unidos” (2) -, del gran escritor estadounidense Howard Zinn, sean absolutamente silenciadas en beneficio de las versiones ofrecidas por el establishment académico.
   Pero, como el propio Zinn demuestra en su magnífico libro, la verdad de los Estados Unidos es muy diferente a la construida en las edulcoradas producciones hollywoodenses,
    Hoy deseamos recordar la de quienes no tuvieron nada que celebrar este 4 de julio, Día  en el que se conmemora la firma de la Declaración de Independencia de las Trece Colonias con respecto al Imperio británico.  
   Tal vez la propia exhibición de la película Lincoln en estas fechas tenga que ver con un intento de contrarrestar la repugnancia generada por las escenas de violencia y los asesinatos de negros a mano de las fuerzas de seguridad del estado norteamericano. Sea como fuere, verdades como las del  escritor negro, editor, orador, abolicionista y reformador social estadounidense Frederick Douglass, sepultadas por la propaganda oficial, deben ser conocidas.
    Douglas, nacido y criado como esclavo hasta que lograr escapar y huir a New York, se formó de forma autodidacta leyendo cuanto pudo.  Desarrolló una frenética actividad intelectual y  pro abolicionista y plasmó como nadie la visión de los negros acerca del 4 de julio, en su discurso ante la organizaciónRochester Ladies Antislavery Society, un 5 de julio de 1852.
  
   Sus palabras no deberían ser olvidadas
    "¡Yo no estoy incluido en este aniversario! Vuestra alta independencia solo revela la inmensurable distancia que existe entre nosotros. Las bendiciones de este día no se reparten por igual entre nosotros. La rica herencia de la justicia, la libertad, la prosperidad y la independencia, legado de nuestros padres, es para vosotros, no para mí. La luz del sol que trae la vida y la salud para vosotros, ha traído la muerte para mí. Este 4 de Julio es para vosotros, no para mí. Vosotros celebráis, yo estoy de luto.
   Arrastrar a un hombre con grilletes al gran templo iluminado de la libertad, e invitarle a unirse a vosotros en alegres cánticos ha sido una burla inhumana y una ironía sacrílega. ¿Es lo que pretendéis, ciudadanos, burlaros de mi al pedir que hable hoy aquí?".
    Por justicia debe decirse que Frederick Douglass también se opuso al boxeo. Y no solo por lo que esta práctica tiene de violenta, sino porque, como también sucede hoy con otros deportes y con la industria del entrenamiento, se utilizaba para  sofocar el espíritu de rebeldía del pueblo.
  
Notas:
  
(1) 'Lincoln', deslucido panfleto de Spielberg (RESEÑA) de  Carlos Rodríguez.

 (2) "La otra Historia de los Estados Unidos". Traducción al castellano, de la editorial Hiru,  de la obra de Howard Zinn “Voices of a People’s History of the United States”.
   
VÍDEO RELACIONADO: Trailer de Lincoln, la película de Steven Spielbergque reproduce el mito sobre las supuestas convicciones antiesclavistas del 16º presidente de los EE.UU.
  

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