Epidémica mega-corrupción del Partido Popular español defenestra al presidente Rajoy 
          
         
Antecedentes: Llevo 11 años analizando la legendaria 
mega-corrupción del Partido Popular (PP) y sus premiados blanqueadores 
literarios tanto en España como en sus añejas colonias de Latinoamérica 
(LA).
 
                                        
             
El neoliberalismo del PP español, en la fase aciaga del 
fiscalista José María Aznar López, estuvo íntimamente vinculado a 
Israel, con el Partido Likud, y al binomio Texas/Florida, con el Partido
 Republicano de los Bush (http://bit.ly/2HdFQwc).
Rodrigo Rato, segundo de a bordo del PP con Aznar, huyó del Titanic financiero del FMI (http://bit.ly/2LR0fdQ) que expuso sus ligas delincuenciales con el Banco Santander (http://bit.ly/2kH9nW9). Más tarde, Rodrigo Rato, ex director del FMI, fue enjuiciado por lavado (http://bit.ly/2ss93yF).
La aznarización de la petrolera/gasera Repsol desembocó en un desastre en Sudamérica y en una ganga en México (http://bit.ly/2xIbulI), seguido del colapso inmobiliario aznarista (http://bit.ly/2xBK6pw).
El neoliberalismo trasnacional español incubó el derrumbe delictivo de Antonio Solá, estratega (sic) del PP (http://bit.ly/2LhnrRu).
Como cereza del putrefacto pastel, “los papeles Panamá de 
Vargas Llosa, gran aliado literario del PP”, expusieron el blanqueo 
neoliberal imperfecto en los paraísos fiscales (http://bit.ly/2LUweKg), sin contar los escandalosos y dolosos Paradise Papers (http://bit.ly/2Jl0Whj).
Hechos: Por primera vez en la historia de España, Mariano 
Rajoy fue defenestrado por una moción de censura en el Parlamento por su
 rival, Pedro Sánchez, quien con solamente 84 escaños del total de 350 
consiguió atraer los votos de los nacionalistas vascos y los 
separatistas catalanes.
Pedro Sánchez –madrileño y economista proeuropeo de 46 
años que promete mejorar las relaciones con Cataluña y quitar las trabas
 sociales de Rajoy– fue entronizado como nuevo presidente en forma 
apretada con 188 votos en favor, 169 en contra y una abstención, lo cual
 presagia un frágil gobierno de corta-duración y elecciones adelantadas.
La noticia no es que cayera Rajoy –abogado registrador 
catastral de 63 años y uno de los políticos de mayor duración en Europa–
 ni que saliera mancillado su PP, que opera más bien como un cártel 
financierista, sino que tardó demasiado en sucumbir.
La basura no cabía debajo del tapete de lujo y había 
desbordado el edificio entero que lo contenía. Ya no cabían los 
putrefactos cadáveres en el clóset del fétido edificio del PP convertido
 en un cementerio nacional.
Quizá la mejor frase que profirió en su vida el presidente
 Rajoy haya sido que entregar el petróleo a extranjeros es de un país de
 quinta (http://bit.ly/2LSkyrr), lo cual no aplicó al colonizado “México neoliberal itamita”.
La gota que derramó su alberca de mega-corrupción fue el 
caso Gürtel que, según la BBC, es la mayor trama de corrupción de la 
España democrática con su red de empresas (¡súper-sic!) que conseguían 
contratos de todo tipo de administraciones gobernadas por el PP en 
diversas partes de España, a cambio de sobornos de los cargos públicos 
responsables de decidir sobre esos contratos que incluso servían para 
financiar actos de campaña y otras gestiones, de acuerdo a la justicia 
española” (https://bbc.in/2spyRMa).
El portal Plural expone la serie de muertes (Nota: ya van 6
 hasta ayer), suicidios y accidentes (sic) derivados del caso Gürtel (http://bit.ly/2HgzPyD),
 traducción en alemán del apellido Correa, del empresario Francisco, y 
cuya investigación fue iniciada por la Fiscalía Anticorrupción.
The New York Times (NYT) comenta que Rajoy fue decapitado,
 no por su incapacidad en resolver el conflicto catalán, sino por un 
añejo y penetrante problema que ha plagado la política española: la 
corrupción.
Así las cosas, el PP “se convirtió en el primer grupo 
político español en ser sentenciado por operar fondos de soborno ( slush
 funds)”, lo cual obliga a Luis Bárcenas, anterior tesorero de Rajoy, a 
pagar una multa y a su encarcelamiento por 33 años.
El caso Bárcenas, derivación del caso Gürtel, que contaba 
con una contabilidad subterránea (sin declarar) del PP con recepción de 
donativos ilegales de constructoras (sic) y entrega de dinero negro a 
los dirigentes.
Según NYT, la Corte Nacional de España sentenció a otros 
28 (¡súper-sic!) empresarios y políticos quienes recibieron más de 300 
años (¡súper-sic!) en sentencias combinadas de cárcel por haberse 
beneficiado de un esquema de sobornos a cambio de contratos (https://nyti.ms/2Lcjlda).
NYT, de proclividad eurófoba debido a sus nexos con el euro-nihilista George Soros (http://bit.ly/2J2gM0K),
 da vuelo al caos en el corazón europeo cuando la asunción de Pedro 
Sánchez se gestaba “el mismo día del retorno del nuevo gobierno 
antiestablishment en Italia, cuando Gran Bretaña abandona la UE, Polonia
 y Hungría reculan en sus democracias, y EU libra una guerra comercial 
contra sus aliados europeos”.
A diferencia de Italia (http://bit.ly/2LKwjjy),
 hasta ahora nadie en España –de sus cuatro partidos principales 
(PP/Ciudadanos/PSOE/Podemos) que liquidaron su bipartidismo tradicional–
 pone en tela de juicio su membresía en la eurozona, de la cual es su 
cuarta principal economía, ni tampoco existe patente xenofobia contra la
 migración.
Conclusión: Solía decir Suetonio que la corrupción de los 
mejores (sic) es lo peor. ¿A que equivaldrá, entonces, la corrupción de 
los peores y su kakistocracia?
Existe un portentoso proverbio árabe sobre quienes 
vociferan contra la corrupción desde su obscena inmoralidad: quien tenga
 la casa de vidrio no debe arrojar piedras, como es el caso del PSOE 
(Partido Socialista Obrero Español), hoy sucesor del mefítico PP.
El portal libremercado expone la hipocresía del flamante 
presidente PS cuando el PSOE acumula cientos de casos (¡súper-sic!) de 
corrupción (http://bit.ly/2J8OxcR).
La corrupción del PSOE, partido travesti neoliberal, implica también a Felipe González Márquez (¡durante 14 años!; (http://bit.ly/2kN5NKl) y a Rodríguez Zapatero.
Es tan desvergonzado Felipe González Márquez que llega hasta pretender que la corrupción en España es un descuido generalizado (http://bit.ly/2HfCadf). ¡Pues se pasan de descuidados! ¿Y quién será el capacitado a cuidar la hacienda pública y a no pervertir a las instituciones?
Debido a los vasos comunicantes de los libres flujos de 
capitales del modelo neoliberal financierista y a la desregulación en 
sus paraísos fiscales piratas, la metastásica mega-corrupción española 
impacta a sus viejas colonias en LA, como es el caso específico del 
“México neoliberal itamita”: desde sus trasnacionales bancarias, como 
Santander con su literato fascista de Televisa (http://bit.ly/2Hfqh6X) en su seno (http://hyperurl.co/xt6zsm), constructoras como la pestilente OHL (http://bit.ly/2xzynru),
 Repsol (donde presuntamente se despachó con la cuchara grande Felipe 
Calderón), Telefónica (donde operó el filosionista Chicago Boy Francisco
 Gil Díaz) etcétera.
Lo peor de todo, en medio de la contagiosa epidemia 
trasnacional de mega-corrupción en España, es que sus políticos y sus 
aliados literarios en LA todavía se atreven a pontificar a sus ex 
colonias.
Artículo publicado por La Jornada >> www.jornada.unam.mx/2018/06/03/opinion/012o1pol
 

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