Exclusiva: Las cloacas de Palma
EXCLUSIVA | Las cloacas de Palma El juez de la mafia balear acusa a su antecesor y al fiscal sin haber mirado el sumario del caso
En más de un año desde que asumió la instrucción, 
Miquel Florit ni siquiera ha abierto el armario donde siguen bajo llave 
los miles de folios del sumario del caso Cursach, pero se ha dedicado a 
indagar posibles irregularidades de la investigación sobre la trama 
mafiosa, arriesgándose a invalidar las actuaciones judiciales. El juez 
incluso ha recibido una reprimenda del Tribunal Superior de Baleares por
 no presentar una exposición razonada de las imputaciones contra los que
 le precedieron. 
El
 juez Miguel Florit (izquierda) a su llegada al Tribunal Superior de 
Justicia de Baleares, con su abogado, para testificar sobre la querella 
por prevaricación que afronta por haberse incautado de móviles de 
periodistas. | EUROPA PRESS
El rapapolvo que acaba de 
recibir el juez Miquel Florit, actualmente encargado del caso Cursach, 
por parte del Tribunal Superior de Justícia de Illes Balears es de 
órdago: le ha devuelto, con una durísima reprimenda, la causa que 
remitió a sus superiores con las acusaciones de la Policía contra el 
magistrado y el fiscal que le precedieron en la investigación de la 
mafia policial balear que trabajaba para el famoso "rey de la noche" de 
Palma.
Porque Florit ha tratado de pasarle a ese TSJIB la 
patata caliente de unas graves imputaciones contra el juez Penalva y el 
fiscal Subirán, ambos aforados, sin asumir su responsabilidad de decidir
 si procede o no encausar a los dos investigadores que han pasado cuatro años afrontando una pesadilla de obstrucciones e incluso amenazas mafiosas.
 Por no hacer, Florit ni siquiera presentó la preceptiva exposición 
razonada que justificase la persecución judicial del juez y del fiscal 
por unas supuestas filtraciones de informes no declarados secretos, como
 las que se producen cotidianamente en muchos juzgados españoles.
Así se lo han dejado bien claro, en lenguaje seco y 
cortante, los tres magistrados que respondieron a su oficio del 3 abril 
mediante un auto al que Público ha tenido acceso y que expone los siguientes "Razonamientos Jurídicos":
El TSJ reprocha al juez Florit que le enviara el informe policial "automáticamente", sin razonar si era o no procedente investigar
De hecho, el Alto 
Tribunal expone un único razonamiento jurídico que desmonta de plano el 
oficio de Florit (las negritas son nuestras):
ÚNICO. El Ministerio Fiscal solicitó que se 
remitiera a esta Sala de manera inmediata el informe de la policía para 
que si esta lo estimara oportuno ordenara continuar la investigación 
respecto de los dos aforados.
Tal petición no debió ser atendida 
automáticamente por el instructor por cuanto ha de ser éste, que conoce 
las actuaciones, quien decida si procede o no elevar la exposición 
razonada que, en el caso, dice estar incorporada a un auto 
susceptible de recursos, como en el mismo se indica, y que, por ello 
puede ser eventualmente dejado sin efecto o modificado por el propio 
instructor o por la Audiencia Provincial.
Lo pertinente sería que el instructor, de considerarlo adecuado, redactara una exposición razonada a este Tribunal
 y que previamente a su elaboración diera traslado a todas las partes 
personadas para que informaran sobre la conveniencia de elevar la causa a
 esta Sala.
Más duramente no se puede reprender a un juez por no 
haber hecho su trabajo. Pero sí se le puede reprochar todavía más 
claramente su dejación de responsabilidad, tal como hace la Sala de lo 
Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Baleares cuando 
asevera:
"Las dos líneas del auto [de Florit] no cumplen, ni de lejos, los referidos requisitos", afirma el Tribunal Superior
En resumen:
“resulta indispensable que el Juez instructor que pretende declinar su propia competencia, exponga las razones que determinarían la incoación por el Tribunal Supremo del procedimiento especial contemplado en los arts 750 a 756 LECrim” (...)
En todo caso, las dos líneas contenidas en el Antecedente de Hecho Cuarto del Auto remitido no cumplen, ni de lejos, los referidos requisitos.
Mientras no se remita la citada exposición y se decida sobre la competencia ésta radica en el instructor que, por ello, debe abstenerse de enviar a la Sala cualquier material instructorio.
Por tanto, continúa el auto, el Tribunal Superior de Justicia:
HA DECIDIDO
Devolver al Juzgado de su procedencia el material acompañado al oficio remisorio para que prosiga con la tramitación de la causa y, en su caso, se actúe de conformidad al razonamiento jurídico único de esta Resolución.
Contra la presente resolución no cabe interponer recurso. 
Pocas veces se lee una desautorización tan rotunda de la labor de un magistrado que, además, pretende que se procese al juez y al fiscal de la causa
Pocas
 veces se ha visto una bronca judicial semejante desautorizando la labor
 de un magistrado, y en algo tan serio como la puesta en marcha de un 
procedimiento contra un juez y un fiscal que, además de ser por supuesto
 aforados, son los que le precedieron en la investigación de una 
macro-causa sobre presuntos delitos muy graves que lleva paralizada 
desde que Florit asumió la instrucción hace más de un año, tras la recusación de Penalva en marzo de 2018.
Tan clamoroso es la aparente indolencia del juez 
Florit en este caso, y tan tajante la reconvención del Tribunal Superior
 –que dictó su resolución reprobatoria el mismo día en que recibió el 
oficio–, que Público se puso a indagar a qué se debía tal despropósito y descubrió algo que pone los pelos de punta:
Florit no "conoce las actuaciones" del caso Cursach 
–como da por supuesto el TSJ en su auto–, simplemente porque ni siquiera
 ha abierto, en el curso de estos 14 meses, el sumario de la causa que 
supuestamente instruye. Este diario ha podido confirmar de tres fuentes 
coincidentes distintas –dos judiciales y una policial– que los miles 
de folios que componen el resultado de años de investigación sobre la 
trama mafiosa de Mallorca siguen encerrados bajo llave en el mismo 
armario del despacho de Penalva donde los dejó el magistrado recusado por los abogados de Cursach.
Es decir, el sumario del caso Cursach sigue 
custodiado en el despacho del titular del Juzgado de Instrucción 12 de 
Palma, sin que Florit haya pedido que se lo trasladen al suyo, el de 
Instrucción 6, para poder trabajar con él.
Florit responde personalmente a 'Público': "Pregunta usted si he estudiado un asunto y no pienso contestarle"
Como este hecho parece increíble, pero es afirmado 
reiteradamente por las diversas fuentes consultadas –que incluso 
sostienen que el juez Florit tampoco sabe dónde está la llave de ese 
armario–, Público se ha puesto directamente en contacto con el
 propio magistrado, a quien le ha preguntado directamente si ha 
estudiado el contenido de ese sumario. Su respuesta, por vía telefónica, también ha sido tajante:
"Pregunta usted si he estudiado un asunto y no pienso contestarle". 
En cualquier caso, las fuentes que insisten en que no ha echado ni un vistazo al sumario aportan también una explicación:
"Florit hace muchos años que no ha dado un palo al agua. Tenía dos funcionarios que le escribían todas las resoluciones; ¡todas! Sentencias, autos, oficios, providencias… Pero esos dos funcionarios ya no están –uno se jubiló y el otro falleció– y ahora lleva un año y pico tomando decisiones sin mirar ni un papel… ¡Nada! Entre otras cosas porque de la propia causa principal de Cursach no hace nada".
Sea eso verdad o no, lo cierto es que tras el 
rapapolvo del Tribunal Superior de Baleares, Florit deberá elaborar una 
exposición razonada del motivo por el que hay que procesar al juez y al 
fiscal que investigaron la trama mafiosa, en base a una serie de 
presuntas filtraciones que les imputa un informe policial. Imputaciones
 que están aprovechando los abogados de Cursach para solicitar la 
anulación de todas las actuaciones y el sobreseimiento de una 
macro-causa plagada de pruebas y testimonios sobre la existencia de una
 vasta organización criminal dedicada al enriquecimiento de sus 
dirigentes que manipuló la Administración pública, el poder legislativo,
 los tribunales de oposiciones y la Policía local.
Además, debería explicar por qué se ha dedicado todo
 este tiempo exclusivamente a investigar esas presuntas filtraciones –de
 informes no protegidos por el secreto sumarial, y por tanto no 
constitutivas de un delito de revelación, según la jurisprudencia del 
Supremo–, mientras se han dejado pasar impunes actos de revelación de
 secretos y de obstrucción a la Justicia cometidos flagrantemente por 
los abogados del presunto capo mafioso que está en el centro de la investigación.
Unos hechos de los que Público posee ahora 
abundantes pruebas materiales, documentales y testimoniales, y que no 
han merecido actuación ninguna del juez Florit, tal como revelaremos en 
próximas exclusivas.
 
 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario