
Pide la derogación de los plazos de investigación hasta que la Fiscalía y los juzgados dispongan de suficientes medios humanos y materiales
El
 fiscal jefe de la Región de Murcia, José Luis Díaz Manzanera, expresó 
ayer su «honda preocupación» por la situación «más crítica y grave» de 
la Justicia en años por la falta de medios humanos y materiales y por la
 vigencia de normas que atacan «los principios básicos» del Derecho. 
Díaz Manzanera recalcó, en la presentación de la Memoria de 2018 de su 
departamento, que la Justicia «sigue siendo la gran asignatura pendiente
 en este país» y se quejó, aún a riesgo de resultar «cansino y 
desolador», de que «se hace muy duro el sentir día tras día que un 
trabajo, que se realiza con el máximo de profesionalidad, se ve 
seriamente condicionado por una regulación legal que ataca a la línea de
 flotación de esos principios básicos». 
De esta manera, Díaz 
Manzanera venía a referirse, concretamente, a las lamentables 
consecuencias que está teniendo la aplicación del artículo 324 de la Ley
 de Enjuiciamiento Criminal, que establece unos plazos máximos para 
finalizar las investigaciones judiciales y que ha supuesto, en los 
últimos tiempos, que al menos cuatro grandes procedimientos sobre 
corrupción se hayan visto archivados o gravemente dañados. 
Así, 
consideró que muchos de los calificativos que se han otorgado desde 
distintos ámbitos para describir las sensaciones que despiertan esos 
sobreseimientos, como los de «vergüenza, ridículo, estupor, falta de 
diligencia o de compromiso y hasta de responsabilidad», eran «realistas y
 certeros», sobre todo por generar «una vergonzante sensación de 
impunidad». 
  La plantilla de fiscales debería haber crecido en 13 profesionales para asumir el aumento de delitos
  
«Es muy difícil explicar a un ciudadano del 
siglo XXI que un asunto en el que se ha visto afectado, directa o 
indirectamente o como simple testigo de la realidad, se va al traste por
 la regulación de unos plazos inasumibles», puntualizó.
Con los de
 inasumibles se refería, muy específicamente, a la carencia de medios 
materiales y humanos que sufre la Administración de Justicia en general,
 y la Fiscalía en particular, que está provocando que resulte casi 
imposible acabar la instrucción de los asuntos en los plazos previstos y
 que se multiplique el riesgo de cometer errores de lamentables 
consecuencias. «Si hay medios se puede plantear la exigencia de unos 
plazos para investigar, pero si no se dan esos medios, no es de recibo 
que se impongan plazos; así de sencillo y claro es», sentenció.
Por
 esta razón reclamó la derogación del artículo 324 de la Ley de 
Enjuiciamiento Criminal hasta que los juzgados y la Fiscalía dispongan 
de los recursos necesarios. «Yo me comprometo a que si nos dan los 
fiscales y los medios técnicos adecuados, esos plazos se cumplen 
seguro», señaló.
«Íntegros y honestos»
Díaz Manzanera 
entabló a la vez una férrea defensa de los profesionales que trabajan en
 la Administración de Justicia, a los que calificó de «íntegros, 
honestos y altamente cualificados», por lo que consideró que «no se 
puede consentir que esa profesionalidad y dignificación de nuestra 
función se pueda poner en duda». Y ello a pesar de que admitió que en 
momentos puntuales se pueden cometer errores. 
El fiscal Superior 
señaló que solo con el incremento en el número de diligencias 
experimentado en 2018, que fue del 21,9%, ello tendría que haber 
supuesto un aumento de al menos 13 funcionarios en la plantilla de 
profesionales de esta institución, integrada en la actualidad por 63 
miembros de la carrera fiscal.
 

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