| Desde Sudáfrica: Cuba mantiene la “solidaridad para siempre” durante la COVID-19. Por Busani Ngcawenipor La pupila insomne | 
La imagen de la brigada médica cubana que 
emerge de un vuelo de South African Airways (SAA) en la Base de la 
Fuerza Aérea Waterkloof en las primeras horas de la mañana del 27 de 
abril de 2020 quedará grabada para siempre en la memoria.
Sosteniendo en alto las banderas de nuestras
 dos naciones, estos hombres y mujeres de Cuba, una pequeña isla 
caribeña con una gigantesca reputación mundial, especialmente en el Sur 
en desarrollo, llegaron para ayudar a Sudáfrica
 en su hora de necesidad. Su llegada el Día de la Libertad, el 26 
aniversario de nuestras primeras elecciones democráticas, es más que 
simbólico desde el punto de vista político.
Le debemos esta libertad al pueblo cubano, 
al igual que a todos los pueblos del mundo que sacrificaron su gente y 
recursos en los actos desinteresados de solidaridad humana con los 
oprimidos de nuestro país y el continente en general.
Dentro de Sudáfrica, nuestra gente participó
 en movilizaciones masivas y operaciones clandestinas. A nivel mundial, 
el pueblo de Cuba fue fundamental en la promoción de la solidaridad 
internacional y el apoyo a nuestra lucha armada.
El desembarco de trabajadores de la salud 
cubanos en Sudáfrica para ayudar al esfuerzo nacional para combatir la 
pandemia de coronavirus es testimonio de los lazos duraderos entre 
nuestros dos pueblos.
Hace solo unos días, el gobierno sudafricano
 envió suministros médicos a Cuba para atender sus propias necesidades 
médicas apremiantes - la consecuencia del bloqueo ilegal impuesto por 
los Estados Unidos a la nación isleña y los
 intentos persistentes de Washington y sus aliados de imponer su 
voluntad al pueblo cubano.
Como dice el dicho, las imágenes cuentan más que mil palabras y, a menudo, historias duraderas.
¿Quién puede olvidar las amplias sonrisas y 
abrazos entre Nelson Mandela y Fidel Castro cuando Mandela visitó Cuba 
en 1991 y cuando Castro asistió a la toma de posesión de Mandela el 10 
de mayo de 1994, después de la rotunda victoria
 de Mandela en las elecciones nacionales del 27 de abril? Habría muchas 
más interacciones entre estos dos íconos en Cumbres, Visitas de Estado y
 otros foros multilaterales.
Por favor, querido lector, conéctese en 
línea y sea testigo de las muchas historias contadas por las imágenes de
 estos revolucionarios, observe la iconografía de la humildad.
Por mi parte, estas imágenes cuentan una 
historia de notable compasión. Aquí había dos estadistas ancianos 
intrépidos con credenciales revolucionarias de renombre que permanecían 
profundamente inmersos en el espíritu de hermandad.
La suya no fue una relación mecánica, sino 
profunda en espíritu y convicción. Sus apretones de manos 
(afortunadamente su relación fue anterior a la era del coronavirus de 
distanciamiento social), los abrazos y otros gestos cálidos
 son material extenso que espera que los biógrafos, cineastas y 
psicólogos conductuales interpreten.
Su relación nos recuerda que la liberación 
nacional solo puede lograrse si es perseguida por un liderazgo que 
realmente se preocupe por las personas y por sus libertades 
socioeconómicas, políticas y epistémicas.
No puedes amar a los que representas sin 
tener comunión con los que lideras, como Mandela y Castro. La 
metaconciencia de la solidaridad internacional se construye a partir del
 profundo amor por el pueblo, en el país y en el extranjero.
La libertad es el resultado de la lucha por 
ser humano, y liderar con compasión es un acto de restauración de la 
dignidad humana.
Es a partir de este principio que Castro se 
unió a las luchas de liberación nacional en África. Comprendió que sus 
propias luchas por la libertad contra el imperialismo estaban 
estrechamente relacionadas con las luchas del pueblo
 africano por la autodeterminación.
Los trabajadores de la salud cubanos que 
aterrizaron en Tshwane continúan una larga tradición de cubanos que 
sacrificaron sus vidas en los esfuerzos por restaurar la dignidad de los
 africanos. Primero vinieron como soldados para
 luchar contra el racismo. Después de la liberación llegaron como 
ingenieros y médicos para construir la infraestructura social. Y antes, 
desde los años del exilio, abrieron sus instituciones educativas para 
formar médicos africanos.
Sudáfrica es el mayor beneficiario de estos 
largos lazos de hermandad. Evidentemente, la calidez y la camaradería 
demostrada por Mandela y Castro representaron la alegría de un 
agricultor que ve que su labor produce una cosecha generosa.
Parafraseando el tributo de Nina Simone a 
Martin Luther King en la canción "Why" (El Rey del Amor está Muerto) una
 vez en este planeta tierra vivieron hombres de comportamiento humilde, 
predicando libertad y amor al prójimo, estaban
 por la igualdad, eran no-violentos, ¿qué haremos ahora que los reyes 
del amor están muertos?
¡A luta continua! Como cantaba Miriam Makeba en la independencia de Mozambique.
Al asegurar a los cubanos que su perspectiva
 internacionalista se estaba extendiendo en toda África, Madiba hizo 
estos comentarios a Castro cuando visitó La Habana en 1991: “La derrota 
decisiva del ejército racista en Cuito Cuanavale
 fue una victoria para toda África. Esta victoria ... hizo posible que 
Angola disfrutara de la paz y estableciera su propia soberanía. La 
derrota del ejército racista hizo posible que el pueblo de Namibia 
lograra su independencia”.
De hecho, la lucha continúa para muchos en 
el Sur global. Para que esta lucha tenga éxito, el liderazgo debe unir a
 las personas en todo el mundo.
Frente a este enemigo invisible que amenaza 
con devastar a nuestro país, a la región y al mundo, es importante que 
bajemos la cabeza y saludemos a quienes hicieron posible que la gente 
del mundo se reuniera para compartir ideas,
 culturas y recursos.
Lo hicieron sabiendo muy bien que la 
libertad será incompleta hasta que toda la humanidad sea libre. Por lo 
tanto, Madiba declaró frente a Castro y Yasser Arafat, en su 
inauguración el 10 de mayo de 1994, que Sudáfrica no será libre
 hasta que Palestina sea libre.
El Gobierno continúa con esta tradición, ya 
que los lazos de solidaridad con Palestina y el Sáhara Occidental 
permanecen intactos. Ninguna bomba atómica, drones mortales ni epidemias
 detendrán el tiempo y revertirán estas cadenas
 de amistad, para pedir prestado a Bob Marley. La canción de la 
redención continúa sonando en la memoria viva.
El compañerismo entre la gente de Cuba y 
Sudáfrica, como cementado por la hermandad de Mandela y Castro es mejor 
descrito por Fyodor Dostoevsky quién escribe: "Amo a la humanidad... 
Cuanto más amo a la humanidad en general, menos
 amo al hombre [individual/persona] en particular... En mis sueños a 
menudo he llegado a hacer planes entusiastas para el servicio a la 
humanidad... Cuanto más detesto a los hombres individualmente, más 
ardiente se convierte mi amor por la humanidad",
Los dos líderes no eran ningunos santos. En 
palabras de Mandela, él era un pecador que seguía intentándolo. Por su 
parte, Castro entendió que la historia lo absolverá, ya que sus ideas 
trascenderán el tiempo y el espacio, todo al
 servicio de la humanidad.
Welcome to South Africa, compañeros!
Continúen enseñando al mundo los valores de 
la solidaridad humana y la compasión. Sudáfrica debe reciprocar 
utilizando su legado y liderazgo para promover las luchas de las 
libertades políticas, intelectuales y económicas en Africa
 y en el resto del Sur global.
Nuestras fortunas están ligadas al bienestar
 de todos cuya prosperidad ha sido descarrilada por el imperialismo y la
 hegemonía euroamericana que no valora ni cree en la humanidad de los 
africanos en particular.
En homenaje a Castro, el poeta Pablo Neruda escribe en la "Canción de gesta":
Fidel, Fidel, los pueblos te agradecen
palabras en acción y hechos que cantan,
por eso desde lejos te he traído
una copa del vino de mi patria:
es la sangre de un pueblo subterráneo
que llega de la sombra a tu garganta,
son mineros que viven hace siglos
sacando fuego de la tierra helada.
Van debajo del mar por los carbones
y cuando vuelven son como fantasmas:
se acostumbraron a la noche eterna,
les robaron la luz de la jornada
y sin embargo aquí tienes la copa
de tantos sufrimientos y distancias:
la alegría del hombre encarcelado,
poblado por tinieblas y esperanzas
que adentro de la mina sabe cuando
llegó la primavera y su fragancia
porque sabe que el hombre está luchando
hasta alcanzar la claridad más ancha.
Sustituya Castro por Madiba y Cuba por 
Sudáfrica, estas palabras suenan verdaderas hoy. El triunfo de Sudáfrica
 debe multiplicarse por toda Africa y el mundo en desarrollo. Debe 
traducirse en libertad contra la desigualdad racial
 y la falta de tierra.
Junto con los pueblos progresistas del 
mundo, sobreviviremos a la COVID-19, así como la combinación de 
solidaridad internacional, movilización social, evidencia científica y 
políticas públicas receptivas ha salvado a nuestro país
 del flagelo del VIH y el SIDA.
La solidaridad para siempre, porque la unidad nos hace fuertes.
¡Hasta la victoria siempre!
(Traducción para La Pupila Insomne por Juan Alfonso Fernández González)
29 de abril de 2020 (Eyetwiness
 News).  La
 pupila insomne | 30 abril, 2020 de 8:41 | Etiquetas: 
Nelson Mandela, 
Sudáfrica | Categorías: 
Cuba, 
Fidel Castro, 
Historia | URL: 
https://wp.me/p10AwN-iiA
 
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