| El mundo y Cuba: Barcos negreros, colas y escaseces en tiempos de Covid-19. Por Iroel Sánchezpor La pupila insomne | 
De inmediato recordé la imagen incluida en 
uno de  los libros de historia que me acompañaron en la escuela 
primaria: El barco negrero. Aquellos hombres hacinados, como piezas de 
una geometría perfecta hecha con seres humanos.
Barco negrero neerlandés
Aunque esta vez no se trataba de historia, 
sino de actualidad. Las imágenes que han recorrido el mundo desde las 
cárceles de El Salvador, muestran cómo trata a sus desechos el sistema 
que se erige en modelo para el mundo. Cierto
 que son delincuentes, miembros de bandas criminales que ejercen una 
violencia extrema,  fruto de las condiciones económicas y sociales que 
el modelo impuesto desde Estados Unidos a su "patio trasero" ha dejado 
muchas veces como única opción para los jóvenes
 de familias humildes. Pero nada justifica el trato humillante y casi 
animal a seres humanos, mucho menos su politiquera y demagógica 
exhibición mediática, como ha hecho el gobierno salvadoreño. Sin 
embargo, los vigilantes de los Derechos Humanos en la región,
 aquellos que desde Washington sancionan países en nombre del respeto a 
lo que llaman "valores universales" no han tenido más que silencio ante 
semejantes hechos.
Presos en El Salvador, 28 de de abril 2020 . Foto AP
Las cárceles latinoamericanas en tiempos de 
pandemia por el virus Covid-19 han vivido desde contagios masivos 
(Perú), motines por no garantizar mínimas condiciones de salubridad para
 quienes las ocupan (Argentina, Colombia, Brasil...),
 hasta espectáculos que recuerdan el fascismo como lo que testimonian 
las imágenes de las cárceles salvadoreñas. Hay excepción, pero no es 
noticia. 
El gobierno cubano
 ha informado que no se reportan casos de Covid-19 en sus establecimientos penitenciarios
y en medio de esta situación global ha
 excarcelado a 421 personas en prisión provisional y a 6158 les concedió la libertad anticipadamente.
 ¿Cómo es posible? Una sociedad donde no hay crimen organizado, en las 
que la primera misión de las instituciones penitenciarias es reeducar, y
 su
 sistema de salud, con el mayor número de médicos per cápita del mundo, 
alcanza también a las prisiones, puede hacerlo a pesar de tener una 
economía a la que Estados Unidos se empeña en que no le llegue un solo 
dolar ni un barco con combustibles, tampoco medicamentos
 ni equipos relacionados con la salud.
Pero Cuba es observada con lupa. Mientras el
 vecino poderoso, que la bloquea y supera en 30 veces su población, 
igualaba con el Covid-19 las muertes de su guerra más cruenta (Vietnam),
 llegando al millón de contagios, la noticia
para
 una revista estadounidense acreditada en La Habana era que 48 nuevos casos 
del contagioso virus*  eran detectados por el sistema de salud cubano en un día, y
The Washington Post hablaba sin pruebas y con una sola fuente no contrastada de que "los
 cubanos combaten la censura de su gobierno en plena pandemia"
 porque supuestamente  no se le permite a una persona lucrar con la 
escasez que la política del gobierno de Estados Unidos busca provocar y a
 la vez presentarla como algo que nada tiene
 que ver con esa política. Eso hace un medio de comunicación del país 
que persigue con saña a Edward Snowden y Julian Asange y tiene de 
aliados en la OTAN a "democracias" como la española que
sólo en 2019 766.416 multas en razón de la llamada "Ley Mordaza", con una cuantía total de 416.527.489 euros.
¿Hay colas en Cuba? Sí y muchas. ¿Hay 
escasez? También la hay. ¿Es única y exclusivamente el bloqueo la causa 
de los problemas económicos cubanos? No, y el primero que lo ha dicho es
 el gobierno cubano, pero también, como ha reconocido
 una abrumadora cifra de países en la ONU, ha planteado que el bloqueo 
es el principal obstáculo al desarrollo de la Isla y la principal 
violación a los Derechos Humanos de su pueblo. Hace sesenta años que
un
 funcionario del Departamento de Estado le escribió un memorando al Presidente estadounidense
diciendo que la estrategia eficaz para derrocar a la Revolución 
cubana es provocar carencias y escaseces para que el pueblo se canse y 
derribe al gobierno, política que nadie ha llevado más lejos que la 
administración de Donald Trump.
¿Hay colas en el capitalismo? Las hay. 
¿Menos que en Cuba? Menos. ¿Incluso en el capitalismo tercermundista hay
 menos colas que en Cuba? Sí. ¿Por qué? Porque en el capitalismo la cola
 es la del ejército de excluidos para sobrevivir
 en empleos precarios que apenas les dan para pagar electricidad, agua y
 alquiler, si tienen alguna o varias de las tres cosas, y cuando algo 
escasea, como ha sucedido ahora con el gel de alcohol o las mascarillas 
por el Covid-19, se le multiplica el precio
 y ya está ¿Por qué entonces vemos colas en estos días en ciudades de 
Estados Unidos y Europa? Esas colas son por acceder a comida gratuita  
para el número creciente de desempleados y pobres y no están reguladas 
por la oferta y la demanda, aunque en estos días
 hemos visto allí otras no presentes en Cuba: Colas para recibir 
atención médica, colas para morir y colas hasta para ser enterrados. 
¿Qué ocurriría si sufrieran un bloqueo como el que sufre Cuba?
Como
 ha afirmado el Doctor en Ciencias Económicas Rafael Correa, ex Presidente de Ecuador:
"Evaluar el éxito o el fracaso del 
modelo económico cubano, haciendo abstracción de un bloqueo criminal de 
más de 50 años, es pura hipocresía. Cualquier país capitalista de 
América Latina colapsaría a los pocos meses de un bloqueo
 similar."
La fila para almorzar en Sharing Caring Hands el martes 24 de marzo en Minneapolis. David Joles / Star Tribune / AP
Aún sin bloqueo, esta mega crisis provocada 
por la pandemia de Covid-19 está haciendo visibles grietas en las 
cadenas logísticas, incluso entre los más ricos,
como plantea el diario The Chicago Tribune:
"Después de semanas de preocupación por 
la escasez en las tiendas de comestibles y las revueltas para encontrar 
la última caja de pasta o rollo de papel higiénico, muchas de las 
granjas más grandes de la nación están luchando
 con otro efecto espantoso de la pandemia. Se ven obligados a destruir 
decenas de millones de libras de alimentos frescos que ya no pueden 
vender."
(...)
"La cooperativa lechera más grande de la
 nación, Dairy Farmers of America, estima que los granjeros están 
vertiendo hasta 3.7 millones de galones de leche por día. Un único 
procesador de pollo está rompiendo 750,000 huevos sin
 eclosionar cada semana."
A propósito, la analista económica Stacy Herbert 
señalaba en el programa Keiser Report que cuando retornen los huevos
 será a cuatro veces su precio anterior, por supuesto que no habrá colas para comprarlos.
En estos días Cuba libra, como el mundo 
entero, su batalla contra el Covid-19 junto a otras dos que sólo le 
tocan a ella y a un grupo de elegidos por el gobierno estadounidense: la
 del bloqueo económico y la guerra mediática. Para
 la prensa que la juzga, todo lo que en la Isla esté mal es culpa del 
socialismo, como todo lo malo que está sucediendo con el Covid 19 en 
Estados Unidos, solo es, cuando más, culpa de Donald Trump. Mientras 
tanto, la Cuba bloqueada, donde escasean los reos
 exhibidos como animales de presa en barcos negreros, las colas de 
cadáveres sin enterrar y de enfermos sin atención médica, va delante en 
la batalla mundial contra el Covid 19, y no le basta luchar por ella 
sino que envía sus médicos a decenas de naciones
 en las que el capitalismo ha fracasado para garantizar el más elemental
 de los derechos: la vida.
*Cuba acumula hasta el 1ro de mayo Cuba 
al cierre del viernes 1ro de mayo 1 649 personas positivas al 
SARS-CoV-2, 67 fallecidos  y 827 pacientes ya recuperados, según informó
 este 3 de mayo en conferencia de prensa el doctor
 Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del 
Ministerio de Salud Pública.
 
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