Por qué la deuda pública no debería pagarse
por
Vicenç Navarro
Martes,
09 de Julio de 2013
Este
artículo señala cómo se ha creado artificialmente una deuda que ha beneficiado
exclusivamente al capital financiero y que no debería pagarse, y todavía menos a
costa de los recortes de gasto público que se están realizando.
No hay plena
conciencia a nivel popular de las causas de los recortes públicos, y ello como
consecuencia de la timidez de los medios de mayor difusión a la hora de
enfrentarse a la banca, a la cual deben gran cantidad de dinero. En el caso de
que ustedes crean que estoy exagerando, les ruego que consideren los siguientes
datos. Pero antes permítanme que explique que el argumento que se utiliza para
recortar el gasto público es que el Estado (tanto central como autonómico) debe
dinero a aquellas instituciones financieras que se lo han prestado.
La primera
pregunta es ¿Por qué el Estado tiene que prestar dinero cuando en realidad
podría imprimirlo y crearlo? Hay suficiente papel en el país para imprimir
tanto dinero como el Estado necesite. Esto es lo que ocurre en los países que
tienen su propio Banco Central. Pero España no tiene un Banco Central. Lo que
se llama Banco Central Europeo (BCE) no es un Banco Central, en realidad es un
lobby de la banca como he indicado en varias ocasiones. Lo que hace el
BCE es imprimir dinero y se lo presta a intereses muy bajos (menos de un 1%) a
la banca privada, en teoría para facilitar el crédito. Pero el crédito no
existe ni se le espera. La banca privada tiene otras inversiones mucho más
jugosas que le generan mucho más dinero, como es comprar bonos públicos del
Estado español, que tienen unos intereses muy altos, del 5 al 6 y al 7%. Es el
negocio del siglo. Y el Estado que necesita dinero queda endeudado hasta la
médula. Como reflejaba el presupuesto para este año, el Estado español tiene
que pagar en intereses nada menos que 38.590 millones de euros, que es el
equivalente al 3,86% del PIB, una cantidad mayor que la de los recortes de
gasto público en los servicios públicos del estado del bienestar (como sanidad
y educación) que están haciendo tanto daño.
Pero la cosa es
incluso peor. Las instituciones financieras poseen bonos públicos (que generan
los intereses) y estos bonos tienen un periodo de expiración que el Estado
tiene que pagar cuando termina el plazo. Pues bien, cuando se suman estas
cifras (la de los bonos que expiran este años) a las anteriores, resulta que el
Estado tiene que pagar este año un total equivalente a nada menos que un 19%
del PIB. Esta es la cantidad que el estado tiene que pagar este año a las
instituciones financieras (calculado por Eduardo Garzón en su blog).
¿Y quiénes son
estas entidades? Pues la banca española es la que tiene el 38,74% de la deuda
pública y la extranjera (en la que domina la alemana) tiene el 37,29%. Y a
ellos va el dinero que se consigue a base de recortes. ¿Lo entienden?
Naturalmente, la gente se enojaría si supiera esto. Y de ahí la creación de
todo un aparato mediático para que la gente no se entere y acepte el argumento
de que hay que recortar su sanidad, sus pensiones y una larga lista de
transferencias y servicios públicos para que disminuyan el déficit y la deuda
pública y así se dé confianza a los mercados financieros (es decir, a la banca)
para que estos mercados les presten dinero al estado de nuevo. Hay toda una
serie de instrumentos que promueven esta visión de la realidad, desde los
mayores medios de desinformación a centros de estudios económicos como Fedea,
financiada por la banca, la misma banca que aparece en los asuntos comerciales
como la gran cuidadora del bienestar de la ciudadanía.
La ciudadanía
comienza ya a ver que todo es una farsa, que se reproduce con la complicidad de
la clase política gobernante y los medios. En realidad, es un problema de fácil
solución, que consiste en que el Estado no tenga que pedir prestado a la banca
privada, creando su propio Banco Central. De hecho, si España hubiera tenido su
propio Banco Central, la deuda pública española sería en lugar del 84% del PIB,
el 30%. ¿Se dan cuenta?
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