Sociología ideológica

viernes, 1 de enero de 2016

Alberto Garzón desmiente a "El País" sobre el fin de IU.

NOTA DE PRENSA DE ALBERTO GARZÓN
ENÉSIMA NOTICIA DEL "FIN DE IU"
Año nuevo, día de descanso y reposo en familia. Pero repasando la prensa me encuentro desconcertado con que un titular de periódico asegura que yo mismo doy fin a Izquierda Unida. Redactado en presente. Así, sin enterarme, he dado fin a mi organización política... Decir que es una situación surrealista sería quedarse corto.
No es la primera vez. Durante septiembre y octubre despertamos sorprendidos varias veces tras leer titulares que afirmaban que ya estaba confirmado que IU desaparecía y se metía en Podemos; o que yo mismo me presentaba en la lista de Podemos. Todo un espectáculo de política-ficción que, sin embargo, creaba un estado de ánimo, interno y externo, que distorsionaba la forma transparente y humilde con la que intentamos hacer política algunos y algunas.
Naturalmente, IU no muere o desaparece por muchas veces que aparezca en un titular. En IU hemos hecho un proceso de renovación que ha supuesto la participación en una candidatura de unidad en estas pasadas elecciones. Ha sido una campaña hermosa y con la participación de miles de personas de diferentes organizaciones y tradiciones políticas. Y en un contexto muy complejo hemos logrado casi un millón de votos –sin contar Galicia y Cataluña. Estamos satisfechos del trabajo bien hecho y descontentos con los resultados, que han sido malos en escaños.
Sin embargo, con independencia de estos resultados, toca repensar la izquierda. Al fin y al cabo, ha ganado el PP las elecciones. Y máxime cuando ha ganado después de cuatro años ejecutando brutales recortes y en un país que ha presenciado importantísimas movilizaciones como el 15-M, las marchas por la dignidad y las mareas en defensa de los servicios públicos, entre otros. Hace falta que veamos qué ha fallado y sepamos fortalecer instrumentos al servicio de las clases populares.
IU tiene su próxima asamblea prevista para 2016. Allí se debatirá sobre el futuro de nuestra organización, y estoy convencido de que servirá para fortalecer el instrumento de izquierdas que necesitamos como país. Aprenderemos de lo mejor que ha dado la izquierda en estos años pero también de la experiencia de la campaña y del trabajo, codo a codo, con gentes que no son de IU. Para conseguirlo IU va a encarar un proceso de debate participativo, intenso y honesto y abierto que debe desembocar en la conformación de una herramienta organizativa de la izquierda federal y transformadora que dispute el poder a la oligarquía y abra un proceso constituyente para un nuevo país. Eso es lo hemos dicho siempre, pues creo que una de nuestras fortalezas es la coherencia. Obviamente, desde la autonomía y la independencia de un proyecto anticapitalista, feminista y ecologista. Y sin miedo a nada, sinceramente. Tampoco a los titulares.
Por eso, amigos y amigas, calma y buen trabajo. Mucho tenemos que hacer por delante para construir un país de dignidad. Y lo haremos con honestidad, paciencia, participativamente y sobre todo con mucho trabajo. No nos dejemos arrasar por una ola de espectacularización de la política que pretende reducirlo todo a una supuesta lucha de poder entre líderes omnipresentes y omnipotentes. Al menos en la izquierda en la que yo creo las cosas se hacen colectivamente y con rigor.
Abrazo fuerte y disfrutad del año nuevo!
ALBERTO GARZÓN

NOTICIA DE EL PAIS
a llegado el momento de finiquitar Izquierda Unida y alumbrar una nueva formación política que deje atrás una estructura rígida y burocrática y que rompa con la llamada vieja guardia. Es la decisión que ha tomado Alberto Garzón y la cúpula del partido afín al diputado, y cuyo proceso va a comenzará el próximo 9 de enero, con una comisión que preparará la asamblea constituyente de la nueva organización sin las siglas de IU, según fuentes del partido a EL PAÍS.
Garzón y su entorno están decididos a ir a por todas y superar a una “herramienta”, IU, que consideran agotada y que no responde a las necesidades del nuevo tiempo político. La coalición de izquierdas, fundada en 1986 al calor de las movilizaciones contra la OTAN, ha caído a su suelo electoral en estos pasados comicios, con un 3,67% de los votos y solo dos diputados por Madrid. Pero la cúpula cree que hay un potencial importante a partirdel casi millón de votos que han obtenido el pasado 20 de diciembre, (923.133 sufragios) “un tercio de lo que tiene Podemos”, inciden esas fuentes. La intención de Garzón y de una parte de los dirigentes de la formación es fundar un partido completamente nuevo que rompa con una dirección y unas estructuras que, entienden, lastran su proyecto político.
La formación resultante buscará de nuevo tejer alianzas electorales con Podemos, pero desde su independencia. “No queremos un barquito para entrar en Podemos”, expresan tajantes fuentes de la dirección. En ningún caso se trata de integrarse en el partido de Pablo Iglesias, sino que volverán a intentar candidaturas conjuntas desde la colaboración de igual a igual y manteniendo la autonomía. Si Podemos vuelve a rechazarlo, competirán electoralmente. En el fondo hay una reflexión de una parte del partido, que cree que Podemos emula al PSOE de 1982 y deja espacio político a su izquierda, y además no comparten sus métodos. El propio Garzón manifestó durante la campaña que Podemos ha aceptado “gran parte del discurso de la derecha”. Los programas de ambas formaciones son, sin embargo, muy similares.
El proceso para crear el nuevo partido arrancará el próximo día 9 de enero, en el Consejo Político de IU (máximo órgano de dirección) que aprobará la creación de una comisión, al margen de la actual Ejecutiva, encargada de preparar la asamblea constituyente, que se celebrará entre abril y junio. En la práctica, la comisión es una especie de gestora, en tanto que asume las atribuciones de la Ejecutiva, y en la que no estará Cayo Lara, actual coordinador general, que está previsto que deje su cargo en esa asamblea, la undécima de la historia de IU. Garzón pilotará el nuevo proyecto político, aunque podría no ser el único líder, porque exploran opciones como un liderazgo con varios coordinadores.

Un partido agotado

La nueva organización, con la previsible forma jurídica de movimiento político y social —como es IU—, “no duplicará a IU”, señalan en la cúpula. Se busca una formación más flexible y participativa, que recoja “lo mejor del movimiento obrero y de la democracia radical”. El partido trató de refundarse en 2010 y nunca concluyó aquel propósito. Por eso el sector afín a Garzón cree que ya no valen soluciones intermedias y hay que romper para crear de nuevo. ¿Qué ocurrirá con IU? Unas fuentes creen que debería integrarse dentro de ese partido como una organización más, y otras que debe desaparecer. Todos insisten en que no crearán “una matrioska”, sino que será un “proyecto político nuevo superador en todos los sentidos, también en el jurídico”.
Aún no hay nombre para el partido resultante, que acaba con las casi tres décadas de las siglas de Izquierda Unida. La nueva formación se configurará de forma participada, con asambleas abiertas a la ciudadanía, y con la incorporación de los independientes de la plataforma ciudadana Unidad Popular con la que concurrieron el 20-D. Garzón había llegado a la conclusión de que IU estaba agotada hacía tiempo. En su último libro, A pie de escaño, publicado este pasado octubre, ya lo manifestó. “La propia gente es la que está diciéndonos que las formas actuales de IU son claramente insuficientes. Pues el objetivo de IU y del PCE es transformar la sociedad, cambiar el mundo, no aspirar a porcentajes electorales minoritarios”, escribió.
En el entorno del diputado se asegura que tienen mayoría en la dirección del partido para llevar a cabo su propósito, y la aquiescencia del Partido Comunista, la organización con más peso en IU. Pero la coalición va a afrontar un importante debate que podría terminar incluso en escisión, según algunas fuentes partidarias de llevar a cabo solo una renovación fuerte del partido. En la última reunión de la dirección, el pasado día 22, se evidenciaron dos bloques. Cayo Lara y otros como el excandidato Willy Meyer no comparten los planes de Garzón. Izquierda Abierta, la corriente de Gaspar Llamazares, también es crítica con el dirigente, aunque minoritaria. La hoja de ruta está trazada, pero tendrá que interrumpirse si se repiten las elecciones: entonces no dará tiempo a concluirla antes de los comicios, y no habrá más remedio que posponerla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario