La salida de la crisis, un cuento chino
Xavier Caño Tamayo
Periodista y escritor
Twitter: @xcanotamayo
Periodista y escritor
Twitter: @xcanotamayo
Noticias del Reino de España muestran
como los desmanes neoliberales y la putrefacción económica (intímamente
relacionados unos y otra) se han enseñoreado del escenario. Por ejemplo,
la evasión fiscal del otrora admirado e indiscutible ex-presidente del
gobierno autónomo de Cataluña, Jordi Pujol; el
crecimiento del patrimonio de grandes fortunas con la que está cayendo
y el capitalismo de favores y ventajista con ases en la manga. Veamos.
Pujol dio a
conocer hace unas semanas que no había declarado la que dijo era
herencia de su padre sino que la depositó en un paraíso fiscal durante
más de treinta años, sin hallar nunca el momento de declararla. Por otra
parte, no ha sorprendido que los pocos cientos de españoles miles que
poseen un millón de euros (y los menos centenares que poseen más de 30)
hayan incrementado su patrimonio casi un 10% de enero a junio de 2014.
Mientras la muerte de Emilio Botín, presidente
del Banco de Santander, ha sido ocasión de elogios medidos y desmedidos,
pero también recordatorio de presuntas irregularidades del sector
financiero apenas olvidadas. Sospechas que motivaron al ex directivo de
la banca Banif, Manuel Puerto Ducet, decir que
Botín era “de profesión´, impune”. El libro de Puerto, en el hace tal
afirmación, muestra al fallecido como líder de la oligarquía financiera
que impone la voluntad de ésta al gobierno y al Banco de España.
Así las cosas, la crisis sirve, cuanto
menos, para desvelar indicios y hechos de la merienda de negros que es
la economía del reino. Capitalismo de amiguetes, como lo calificó el
profesorAntoni Doménech. Capitalismo que cuajó
en la dictadura franquista protagonizado por unas cuantas familias
pegadas al régimen. Y ahí siguen. Capitalismo de favores, subvenciones y
contratos públicos, de chalaneos y corrupciones varias. Más una clase
política que mira hacia otro lado en el mejor de los casos. Juan Torres López lo resume al decir que “grupos
de auténticos ladrones financieros llevan decenios enriqueciéndose a
costa de engañar a los demás y quedarse con los recursos públicos”. Corrupción con mayúsculas.
Tanto es así que la Comisión Europea, que no se caracteriza por su progresismo crítico,
señala al reino de España como el segundo país más corrupto de la
Unión. No es de extrañar, pues, que la reducida minoría oligárquica, que
se beneficia obscenamente apalancada en el extremo rico de la
desigualdad, aumente su patrimonio. Además de las ayudas públicas
estatales, desregulaciones financieras,
desregulaciones económicas y laborales que convierten la actividad
económica en una especie de jungla, no es menor la complacencia de
Hacienda con las grandes fortunas y corporaciones.
Según denuncia GESTHA (Sindicato de
Técnicos de Hacienda) una y otra vez, en España hay una economía
sumergida de 253.000 millones de euros. Como poco. Y las perdidas del
Estado por cotizaciones e impuestos no abonados suman 90.000 millones.
GESTHA explica que, de esa enorme cantidad defraudada, el 72%
corresponde a grandes fortunas y corporaciones. Así aumentan los ricos
su patrimonio sin esfuerzo ni talento: no pagando impuestos. O pagando
mucho menos por la descarada y legal, pero nociva, elusión fiscal.Elusión
existente (modos y maneras de pagar menos legalmente) porque gobiernos y
mayorías parlamentarias así lo quieren, pero no así la ciudadanía.
Además de que la minoría rica aumenta su
patrimonio por obra y gracia de la llamada devaluación interna. En román
paladino, congelar o rebajar salarios existentes o pagar
salarios-basura a nuevos contratados, además de convertir el trabajo en una realidad cada vez más precaria.
En tal escenario, Mérkel
y Rajoy se han jurado austeridad eterna, mientras la OCDE pide al
presidente español que continúe perpetrando lo que llaman reformas. Es
decir, más recortes de derechos económicos y sociales de la gente común,
mientras los parados continúan siendo seis millones, hogares con todos
sus miembros desempleados ya son casi dos y más de un millón de parados
no tiene ingreso alguno. Y la ciudadanía en riesgo de pobreza ya es un
27% de la población.
¿Alguien cree que con estos mimbres, con esas gentes que nos mangonean, saldremos de ésta ?
Fuente: xacata.wordpress.com/
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