Decir no a la guerra y a la propaganda bélica.
Mairead Maguire. IPS
Mairead Maguire, militante pacifista y premio Nobel de la Paz 1976, afirma que la decisión de la OTAN de crear una fuerza militar de despliegue rápido en los países bálticos, colocar nuevas bases en Europa Oriental y aumentar los presupuestos militares de los 28 países de la alianza, da inicio a una carrera armamentista y agrava la tensión con Rusia. Este peligroso camino, advierte, puede conducir a una tercera guerra mundial. |
Mientras Estados Unidos, Gran Bretaña y la Organización del Tratado
del Atlántico Norte (OTAN) están desafiando militarmente a Rusia, es
indispensable que en todo el mundo los pueblos y sus gobiernos adopten
una clara posición a favor de la paz y contra la violencia y la guerra,
no importa de donde provengan.
Estamos en un peligroso momento de la historia de la familia humana,
que puede causar la más grande tragedia a nosotros y a nuestros hijos,
si permitimos por inacción que los traficantes de la guerra nos empujen a
una tercera guerra mundial, que significará la muerte de muchos
millones de personas.
La decisión que adoptó la OTAN en su cumbre de Gales, el 4 y 5 de
este mes, de crear una nueva fuerza de despliegue rápido de 4.000
unidades y asentarla en los países bálticos es una grave medida que
debemos denunciar, porque si no la impedimos puede conducirnos a una
nueva guerra mundial.
Lo que ahora necesitamos es mantener la mente fría y que nos guíen personas sabias y contrarias al armamentismo y a la guerra.
El liderazgo de la OTAN es el causante de los actuales conflictos bélicos en Ucrania, Iraq, Afganistán, Libia y otros.
Otra medida de la OTAN compromete a sus 28 miembros a elevar el
presupuesto militar a no menos de dos por ciento del producto interno
bruto y a establecer entre tres y cinco nuevas bases militares en Europa
oriental,
La decisión de Estados Unidos y la OTAN de crear una fuerza de
despliegue rápido, con el objetivo de contener una presunta amenaza
rusa, me recuerda la propaganda bélica de mentiras, medias verdades,
insinuaciones y rumores a las que nos sometieron para prepararnos a la
guerra contra Iraq, y a las sucesivas guerras del terror conducidas por
las fuerzas armadas de la OTAN.
El equipo de observadores de la Organización para la Seguridad y la
Cooperación en Europa (OSCE) afirma que los informes de la OTAN no son
auténticos, incluidas las fotos vía satélite que aparentemente muestran a
fuerzas militares rusas en operaciones en el territorio soberano de
Ucrania.
Mientras la OTAN se empeña en anunciar la contrainvasión de una
inexistente invasión de Rusia a Ucrania, el pueblo ucraniano espera que
sus líderes pongan fin a la guerra y clama por la paz y por
negociaciones entre las partes.
La punta de lanza de la fuerza de despliegue rápido estará formada
por unidades especializadas en acciones en aire y mar y, según un
portavoz de OTAN, será entrenada para misiones no convencionales como el
uso de medios sociales, intimidación y propaganda negra.
No cabe duda de que la demonización del presidente Vladimir Putin y
del pueblo ruso por parte de los medios occidentales, cuyo propósito es
inculcar el odio y el miedo, es parte de la campaña de propaganda
negativa.
La iniciativa de la OTAN de alistar 4.000 soldados, junto con una
fuerza separada de 10.000 expedicionarios británicos, es una acción
totalmente irresponsable de Estados Unidos, Gran Bretaña y la OTAN que
hace trizas unilateralmente el acuerdo de 1997 por el que la alianza se
comprometió a no colocar fuerzas militares significativas en bases en
Europa oriental.
La OTAN tendría que haber sido desmantelada cuando el Pacto de
Varsovia se desintegró, pero no ha sido así y ahora la controla
Washington, que dicta su agenda al servicio de sus propios intereses.
Cuando hablaba de la alianza, un asistente del expresidente Bill Clinton decía: “Estados Unidos es la OTAN”.
Hoy en día la OTAN, en lugar de extinguirse se está reinventando una
razón de ser para justificar su existencia y para ello crea nuevos
enemigos -trátese de los rusos, el Estado Islámico u otros- que invoca
para militarizar a Europa y emprender una nueva carrera armamentista.
En este mundo interdependiente e interconectado, que aspira a que
prevalezcan la fraternidad, la cooperación económica y la seguridad, no
hay lugar para imponer una nueva Guerra Fría y sus amenazas bélicas,
junto con políticas de excepcionalidad y superioridad.
El mundo ha cambiado y rechaza la violencia, el militarismo y la guerra.
La vieja mentalidad es disfuncional y ahora predomina la nueva
mentalidad basada en la ética de la no violencia, el respeto y la
cooperación. Es hora de que la OTAN admita que sus políticas son
contraproducentes. La crisis de Ucrania y la aparición de insurgencias
como el Estado Islámico no se pueden resolver con armas, sino con el
diálogo y la justicia.
El mundo de nuestros días necesita, ante todo, recuperar la
esperanza, que incluye poder confiar en sus líderes. Esto se podría
lograr si el presidente estadounidense Barack Obama y el presidente
Putin se sentaran en la mesa de negociaciones para resolver, mediante el
diálogo, directo y de buena fe, la crisis de Ucrania.
Vivimos tiempos peligrosos y cambiantes, pero todo es posible y sobre todo, la paz es posible.
Mairead Maguire recibió el premio Nobel de la Paz en 1976 por sus
acciones para poner fin a la violencia en Irlanda del Norte. Es miembro
fundadora de la Iniciativa de Mujeres Premio Nobel.
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2014/09/decir-no-a-la-guerra-y-a-la-propaganda-belica/
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