Me duele Gaza, Sudán, Irak, Siria, Afganistan, Somalia,
Mali, Ucrania, Juaritos... me duele la sangre, la carne rota, me
conmueve un crío plaestino que se puso una bolsa negra a modo de chaleco
salvavidas porque le habían dicho que los periodistas se lo ponían para
protegerse de las bombas... un reportero le regaló su casco, por si
acaso... me duele la doble moral de las grandes potencias, el fanatismo
de aquellas que teniendo medios para detener la barbarie alimentan el
odio y el famoso contigo o contra mí y a la sombra se lucran con la
economía de guerra. Condenar lo que está pasando en Gaza para muchos es
síntoma de antisemitismo. Fácil lectura ésta. ¿Ser judío y pacifista es
igual a ser antipatriota? el diablo, como siempre, quiere que tomemos
partido y que todos estemos claramente etiquetados a su antojo. La gente
nos achuchamos con reproches buscando el malo de la historia. Pérez
Reverte ha dicho -y yo no me canso de repetirlo- que el malo es siempre
el que dispara. Y punto.
Y ahora Lucas ya lo lee todo y lo ve. Pero no lo entiende. Ahora me
llegó el momento de explicarle al pequeño la inmundicia del mundo... la
barbarie de la que todos, activa o pasivamente participamos... la
perfecta profesional abnegada santa y jodidamente afortunada madre no
sabe como explicarle a su hijo que las familias mueren porque sí, porque
muchos piensan que son las mentiras que cuenta el enemigo, y como
explicarle que en las guerras así es como las cosas funcionan: que el
que enseña a las víctimas y las recuenta no lo hace por caridad humana,
lo hace para criminalizar al oponente... pues eso, que no estoy de
vacaciones, ni en la pisci, ni en la parra. Estoy con un nudo brutal que
no sé digerir. Soy poco diplomática, lo sé, así que intento con mucho
esfuerzo morderme la lengua. Es por esto que llevo tanto tiempo sin
escribir. Me siento incapaz de dar forma a este dolor. No quiero ofender
a mis amigos que me consta que lo están pasando mal y me sabe fatal
mantenerme callada, tan distante... me duele un horror que mucha gente
pinte a la comunidad judía de asesinos desmemoriados incapaces de
empatizar con el genocidio ajeno. Me duele y mucho porque yo sé que son
gente maravillosa, honrada y de una calidad humana en muchos casos
completamente excepcional ( Sí, querido, pienso mucho en ti). Pero el
diablo nos tiene a cada uno en nuestra butaca y yo solo puedo reprochar a
Israel porque teniendo medios y maneras para combatir al terrorísmo no
cesa de ensañarse una vez más con la población palestina...
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