¿Quiénes son los terroristas?. Román Munguía Huato. Rebelión
En una playa mediterránea algunos niños se divierten jugando fútbol al atardecer; uno de ellos porta la camiseta con el nombre de Mesut Özil, uno de los campeones del reciente mundial. La diversión deviene en horror: como un rayo en cielo sereno se escucha el trueno espantoso de un proyectil y los niños corren a protegerse instintivamente, pero un segundo proyectil procedente de una nave militar que asedia la costa los despedaza cuando trataban de salvarse. Los testigos dijeron: “Estábamos aquí en la playa. Los chicos estaban jugando en la orilla cuando el misil cayó”, explicó uno de los hombres que estaba en uno de los restaurantes al borde del mar del puerto de Gaza. “¿Qué objetivo estratégico hay aquí? Los israelíes dicen que atacan a Hamas. ¿Dónde está Hamas aquí? Solo han matado civiles, nada más que civiles”, se quejaba. Cuatro niños muertos (hermanos) y 12 heridos fue el resultado de tal acción “heroica”. Seguramente los prosionistas, incluidos los mexicanos, dirán que en la playa había túneles utilizados por Hamas y eso explica la acción “defensiva” del bombardeo de la fuerza naval israelí; que los niños eran utilizados como “escudos humanos” por Hamas o eran pequeños terroristas. Seguramente en los hospitales, escuelas y edificios de la ONU bombardeados también hay misiles escondidos por Hamas. Tal atrocidad aconteció el 16 de julio pasado.
Como siempre, Israel trató de
legitimar este crimen. “Estamos investigando lo sucedido. Había un
objetivo cerca del mar usado por terroristas. Nosotros no disparamos de
forma deliberada contra civiles mientras Hamas se esconde entre sus
civiles para atacar a nuestros ciudadanos”, declaró cínicamente el
portavoz del ejército israelí, Moti Almoz; en un comunicado posterior
añade: “las víctimas civiles es un trágico resultado.” Daños colaterales
también es el eufemismo de crimen lesa humanidad. Debemos mencionar
–muy aparte del “trágico resultado”– la nobleza humanitaria de Mesut
Özil al donar generosamente 600 mil dólares a una fundación de niños de
la Franja de Gaza.
Las edades de las víctimas infantiles
han sido desde los 10 días hasta los diecisiete años, afirma Christopher
Tidey, portavoz del UNICEF, la agencia de las Naciones Unidas dedicada a
la protección de la infancia. La ONU confirmó que el número de niños
que han muerto en la reciente ofensiva militar de Israel contra Gaza
supera ya, con 450 menores asesinados, a los que fallecieron en los dos
anteriores conflictos juntos. Israel está cometiendo un genocidio
infantil. Amira Hass –reconocida periodista crítica israelí– se
cuestiona acerca de que «Israel no identifica más que blancos
legítimos»: “¿Las casas de los miembros de Hamás, jóvenes o ancianos,
son bombardeadas –con o sin niños dentro–, según el ejército, son
blancos legítimos? ¿Hay una casa judía en Israel que no albergue a un
oficial que haya participado en planificar o lanzar una ofensiva? ¿O un
soldado que no haya disparado o vaya a disparar sobre un palestino?” A
la cínica justificación sionista de que «Hamas utiliza a la población
como escudos humanos», responde Amira: “Si no me engaño, el ministerio
de Defensa se encuentra bien metido en el corazón de Tel Aviv, cuando se
trata del principal «centro de guerra» del ejército. ¿Y qué decir de la
base de adiestramiento militar de Glilot, cerca del gran centro
comercial? ¿Y de la sede del Shin [Servicio de Información] en
Jerusalén, que linda con un barrio residencial? Y a qué distancia se
encuentra nuestra «fábrica de confección» [centro nuclear de Israel con
armas atómicas] en Dimona de zonas residenciales? ¿Por qué es normal
para nosotros, y no para ellos? ¿Simplemente porque no tienen la
capacidad fálica de bombardear estos lugares? La fotografía del Drone
–dice Amira– puede ser muy precisa, cuando los operadores del Drone
quieren. El Drone puede saber si en la playa, o en el techo, hay niños…
El Drone puede saber que un equipo de rescate viene a rescatar heridos;
que unas familias escapan de sus casas. Todo eso puede mostrar una
fotografía de un Drone. En aproximación, en alta resolución suficiente
como para que los operadores y operadoras de las bombas y obuses no
aprieten en teclado la tecla «matar»… Y el delirio israelí, es como ese
Drone; elige ver borroso.”
Israel es la cuarta potencia
militar del mundo, armada atómicamente hasta los dientes; por supuesto,
en primer lugar está su “Padrino” –Capo di tutti capi–, el
gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica. Los aduladores de la
“democracia” sionista nunca mencionan –“ven borroso” o están ciegos– el
apoyo decisivo de la “democracia” estadounidense; la complicidad
manifiesta del terrorismo de Estado imperialista con el terrorismo del
Estado israelí. Lo que deben responder los epígonos sionistas mexicanos
es: ¿Cómo y para qué Israel ha llegado a ser tal potencia militar? Pero
esta potencia militar no es cualquiera; es una fuerza bélica
poderosísima sustentada en el ejercicio práctico de un terrorismo de
Estado como instrumento político de exterminio del pueblo palestino. Es
el uso de la violencia extrema como forma de dominación por el terror
militar. Israel se ha construido históricamente con violencia
terrorista, cuasi fascista.
Quienes estamos por la libertad de
Palestina no compartimos ningún terrorismo de ninguna organización de
Gaza o Cisjordania, y no somos antisemitas. Es necesario y urgente,
además del boicot, desinversión y sanciones (bds), un Tribunal
Internacional que juzgue a Israel por los crímenes lesa humanidad. La
hermandad judeo-palestina solamente es posible en un mundo deseable y
mejor.
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