Los partidos autodenominados socialistas en los regímenes electoralistas del capitalismo en Europa: Trabajando para el gran capital
Los partidos autodenominados socialistas en Europa: Trabajando para el gran capital
Gregorio López Sanz – ATTAC Albacete
En la primavera del año pasado, por
recomendación de Paco Álvarez, leí el libro ¡Votad la desglobalización!
Los ciudadanos somos más poderosos que la globalización (2011, Paidós,
Barcelona). El autor del mismo es Arnaud Montebourg, que entre abril y
agosto de 2014 ha sido efímero Ministro de Economía del Gobierno
Socialista de Manuel Valls en Francia.
No conocía la trayectoria anterior de
este autor, no obstante, cuando me enteré de su nombramiento como
Ministro de Economía de Montebourg me pregunté hasta qué punto sería
capaz de impulsar desde el gobierno determinadas políticas coherentes
con las reflexiones que apuntaba en su libro, algunas de las cuales cito
textualmente a continuación:
“Las reducciones de impuestos y de
cotizaciones sociales sobre los beneficios de las empresas, sobre las
grandes fortunas, sobre los patrimonios y las rentas más altas no han
hecho sino extenderse, en una carrera suicida por resultar más
atractivos (…) En la competencia fiscal desenfrenada que han iniciado
los Estados del norte, no hay otra salida más que la destrucción de la
protección social y los servicios públicos, y el incremento estructural
de la deuda pública, con las medidas finales injustas que eso conlleva”
(páginas 32-33).
De ahí que la desglobalización suponga
una “reacción a favor del trabajo y contra los dividendos, la reacción a
favor de la industria y contra las finanzas, la reacción a favor de la
creación contra las rentas” (Montebourg, 2011, 45). Y aquí es donde
entraría en juego un “proteccionismo de nuevo cuño”, que “no es un
proteccionismo del miedo al otro, sino un proteccionismo cooperativo, de
la inteligencia y la generosidad, de la mutación colectiva, un
proteccionismo altruista y solidario porque organiza concretamente el
renacimiento o la construcción en cada uno de los países de un mercado
interior, de una agricultura y una industria fuertes (…) Es un
proteccionismo de desarrollo y emancipación, que garantiza a los pueblos
el derecho a decidir” (páginas 46-47).
“La desglobalización es, por último, un
programa para una Europa sin proyectos, zarandeada por las crisis
económicas y financieras, que no ve que el libre comercio y la
competencia generalizada son para ella el principio del fin. La
autodestrucción de Europa está programada, la desglobalización es su
salvación. Pero ésta deberá pasar por Alemania” (página 62).
Por eso, quienes albergaban alguna ligera
esperanza en que los partidos socialistas europeos podrían dar un giro
para refundar Europa bajo principios sociales y ecológicos, ya pueden ir
convenciéndose de lo contrario. La dimisión de Montebourg como ministro
el pasado 25 de agosto puede resumirse con un epitafio lapidario
escrito por él mismo en el citado libro: “El ciclo loco de la
globalización es un pozo sin fondo, una máquina desajustada cuyo
carburante es encontrar continuamente gente más pobre y más dócil
(página 19)”.
Tan pronto se ha conformado el nuevo
gobierno socialista francés se ha anunciado una inminente reforma
laboral para mejorar la competitividad de la economía francesa (con
trabajadores/as más pobres y más dóciles, claro), así como un firme
compromiso con el cumplimiento del objetivo de déficit público
(austericidio fiscal).
Estas son las políticas socialistas
recientes en Francia, calco de las políticas socialistas españolas en el
período 2010-2011. Partidos socialistas incapaces de abrir vías de
esperanza para la gran mayoría de la población de sus respectivos
países, que en vez de plantar cara al desguace controlado de derechos
sociales y políticas públicas, asumen un rol de colaboradores necesarios
con las rancias directrices neoliberales que campan a su antojo en la
Unión Europea.
Partidos autodenominados socialistas que
traicionan a cada momento los principios socialistas de libertad,
justicia social y solidaridad. Partidos que se presentan como
alternativa electoral, pero que no son alternativa política.
http://gregoriolopezsanz.blogspot.com.es
Fuente: attac.es
- Etiquetas: beneficios, capital, ciudadanos, compromiso, Crisis económica, derechos sociales, desarrollo, dimisión, economía, estados, finanzas, Francia, globalización, impuestos, justicia, libre comercio, neoliberal, poder, reforma, servicios públicos, Unión Europea
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