Desobediencia: La objeción fiscal al gasto militar deriva 91.812 euros a proyectos sociales
Se publican los datos de la campaña de desobediencia fiscal de 2014.
Aurora Gómez Delgado. Redacción web⎮Diagonal⎮06/10/14
650.602 euros. Esa es la cifra que gracias a 8 años de objeción fiscal han dejado de engrosar las arcas del gasto militar para pasar proyectos sociales. Según el informe que publica el Grupo Antimilitarista Tortuga, uno de los más activos en difusión de las campañas antimilitaristas, este año la cifra que se ha conseguido destinar a proyectos sociales es de 91.812 euros, un número significativamente menor que el de la campaña anterior.
Aunque las cifras de este año son
esperanzadoras no alcanzan el récord del año anterior, donde
se contabilizaron hasta 916 objeciones (116.494 euros). Desde el Grupo
Antimilitarista Tortuga señalan que la obligatoriedad de realizar la
declaración de la renta exclusivamente por vía informática
ha desanimado a muchos potenciales objetores.
Donde más ha crecido la desobediencia
fiscal ha sido en Euskadi, con 26 objeciones más que en la campaña
anterior. Y dónde más han caído es en Catalunya, con 31 objeciones
menos. Gracias a esta campaña, sólo en 2013 se han conseguido fondos
para 163 proyectos de carácter social. Asociaciones antimilitaristas,
asambleas de barrio, asociaciones ecologistas, bibliotecas, parroquias o
medios de comunicación alternativos han sido alguno de los 163
beneficiados de este año. Diagonal es una de las entidades beneficiadas en este ejercicio gracias a las aportaciones de 10 objetores.
“Lo
primero que la gente tiene que saber es que la objeción fiscal es
desobediencia civil. No es legal, pero tampoco está penalizada, es
alegal”, explica José Manuel López Blanco, de la Asamblea Antimilitarista de Madrid, a Diagonal. La objeción fiscal al gasto militar es un acto de desobediencia civil que consiste
en la no colaboración con el Estado a la hora de sufragar los gastos
empleados en preparación de guerras y mantenimiento de la estructura
militar, el Ejército y otros cuerpos armadosdestinados al
control social. Se desobedece de forma activa en el momento de realizar
la declaración del IRPF mediante el desvío de una parte de esos
impuestos a un proyecto que trabaje por la justicia social.
Las campañas de objeción fiscal son una
de las herramientas que más arraigo tienen dentro del movimiento
antimilitarista. En general, tienen una larga tradición dentro de los
movimientos de desobediencia civil, siendo utilizadas, por ejemplo, para
conseguir la independencia de la India, en unos procesos que fueron
impulsados por Gandhi. En España se llevan realizando más de 30 años
este tipo de iniciativas, consistentes en que en el momento de realizar
la declaración de la renta se destina el equivalente al presupuesto
militar a proyectos de carácter social, proyectos elegidos por cada
objetor.
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