Cuba, la vilipendiada
12 marzo 2014, Vicenc Navarro
De los eventos que han tenido lugar en
Latinoamérica en los últimos meses hay dos que merecen especial
atención, pues han pasado desapercibidos, cuando no ignorados, por los
mayores medios de información españoles. Uno es la conferencia de jefes
de Estado de América Latina y del Caribe en la Habana, Cuba, y que
incluía a los máximos representantes de la gran mayoría de las naciones
de las Américas, excepto EEUU y Canadá. Todas ellas pertenecen a la
CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), comunidad
establecida en 2011 como alternativa a la OEA (Organización de los
Estados Americanos), percibida como excesivamente influenciada por el
gobierno de EEUU. Como resultado de esta influencia, la OEA había
excluido a Cuba, expulsada ya en 1962 de esta organización. Tal
expulsión terminó en el año 2009, cuando EEUU permitió que se la
invitara, invitación que Cuba rechazó por considerar que la OEA
continuaba estando dominada por el gobierno de EEUU.
Es muy significativo que,
paradójicamente, medio siglo después de que Cuba fuera expulsada de la
OEA, la mayoría de países de América Latina y del Caribe se reunieran
precisamente en la Habana, Cuba, como parte de la CELAC (que incluye
prácticamente a los mismos países que constituyen la OEA, excepto EEUU y
Canadá). A esta reunión fueron invitados José Miguel Insulza,
Secretario General de la OEA, como observador, y el Secretario General
de la Naciones Unidas, Ban Ki-moon. Pero no fueron invitados ni EEUU ni
Canadá. Todo un cambio. Y el Ministerio de Asuntos Exteriores y
Cooperación de España -el ministerio más dócil con el gobierno federal
de EEUU que existe hoy en la UE-15- parece todavía no darse cuenta de lo
que está pasando en América Latina y en el Caribe. El famoso “por qué
no te callas” se ha revertido en un “no te queremos”. El tema del
congreso de la CELAC era, por cierto, el crecimiento de las
desigualdades y de la pobreza, en uno de los países que tiene menos
desigualdades y menos pobreza en la CELAC.
La otra noticia, que tiene que ver
también con Cuba, procede del funeral del Presidente Mandela en
Sudáfrica. La delegación que fue más aplaudida en las ceremonias de
celebración de la vida de Mandela durante su funeral fue la delegación
cubana. Las causas de este calor humano y agradecimiento a Cuba las
definió el propio Mandela cuando consiguió su libertad. “Durante todos
los años que he estado en prisión, Cuba fue una inspiración… Las
victorias de Cuba destruyeron los mitos de la invencibilidad del opresor
blanco, inspiraron a las poblaciones luchadoras en Sudáfrica, en un
momento clave en la lucha por la liberación en Sudáfrica y de nuestro
pueblo frente al régimen del apartheid. ¿Qué otro país puede mostrar una
hoja de servicios de ayuda, tan generosa y solidaria, a las causas de
liberación en África que Cuba? Cuba ha sido un ejemplo de entrega y
servicio a los demás”. Cuba fue uno de los países que ayudó más al
movimiento de liberación de Sudáfrica. Hoy, como señaló mi amigo Noam
Chomsky recientemente, el nombre de los cubanos que murieron defendiendo
a Angola frente a los mercenarios del régimen apartheid, están escritos
en piedra en la pared de homenaje a los luchadores por la libertad en
el Parque de la Libertad de Pretoria. Y los miles de cubanos que
ayudaron a Angola, sin pedir un real, son un ejemplo de solidaridad.
Durante el funeral de Mandela, estos sentimientos populares pudieron
expresarse y el mundo vio su agradecimiento a Cuba. Y mientras, Cuba
permanece demonizada en los mayores medios de información españoles,
mostrando, una vez más, el nivel de control ideológico que tienen estos
medios.
Se critica a Cuba por su falta de
libertades. Pero el estado español tiene muy poca credibilidad cuando
utiliza este argumento. Tiene relaciones excelentes con gobiernos como
el de Honduras, donde se asesina a periodistas y sindicalistas sin que
haya ninguna protesta y, todavía menos, sin que haya ninguna noticia en
los mayores medios de información.
Mientras, es el gobierno federal de EEUU,
y sus políticas de embargo de aquel país, el que está totalmente
aislado, en Latinoamérica, hecho que ocurre también en el propio país,
EEUU. Según una encuesta publicada en The New York Times el pasado 11 de
febrero, el 56% de los estadounidenses se opone al embargo de Cuba,
porcentaje que aumenta a un 62% entre los hispanos. Los días del embargo
están contados. Quedará como una reliquia que señalará como un país de
solo 11 millones (cifra inferior a la del área metropolitana de Nueva
York en cuanto a población) resistió noblemente las agresiones de todo
tipo de un gobierno estadounidense que se presentaba como representante
de 300 millones.
Una última nota. Fui de los primeros
científicos que trabajaban en EEUU que ayudaron a la Revolución Cubana
en sus inicios, ayudando a su gobierno en el desarrollo de su excelente
servicio nacional de salud, del que incluso expertos de cariz
conservador han reconocido su singularidad y ejemplaridad. Ni que decir
tiene que hubo también dimensiones criticables (mis colegas cubanos me
llamaban cordialmente el “hipercrítico”) pues creo que la atracción
enorme que ha tenido, con razón, la Revolución Cubana en el mundo del
subdesarrollo hubiera sido incluso mayor si hubiera permitido un nivel
más grande de libertades con mayores expresiones de instrumentos
democráticos. Ahora bien, los que acusan al gobierno cubano de falta de
democracia carecen de credibilidad a no ser que se opongan a la enorme
hostilidad del gobierno federal de EEUU, que ha intentado por todos los
medios ahogar aquella experiencia y que precisamente ha dificultado el
desarrollo de la dimensión democrática de aquella revolución. Por lo
demás, los datos están ahí. Ha sido uno de los gobiernos con mayor
sensibilidad social en aquel continente. Y su política internacional,
lejos de ser “terrorista” como la definía el gobierno federal de EEUU
(que tuvo a Mandela en la lista de terroristas hasta el año 2008 -sí,
año 2008-), fue –como indicó Mandela– ejemplar, mostrando que la
Revolución Cuba, fruto predominantemente de un enorme esfuerzo del
pueblo cubano, ha sido y es una conquista social de todas las fuerzas
progresistas del mundo.
Este artículo señala los
cambios que han estado ocurriendo en América Latina, de los cuales los
medios de información españoles no han informado en su campaña para
vilipendiar a la revolución cubana y al régimen que estableció. El
artículo señala que, junto a la necesaria crítica de la escasa
democracia de aquel sistema, deben resaltarse los muchos méritos que
aquella revolución y el sistema que estableció significaron para las
clases populares de Cuba y también del mundo.
Fuente: vnavarro.org
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