| Piden en Miami que EE.UU. arme a la contrarrevolución. Por Volker Hermsdorfpor La pupila insomne | 
El
 think tank estadounidense patrocinado por el Estado, Cuban Studies 
Institute, quiere que el gobierno del presidente Joseph Biden adopte una
 postura aún más dura contra Cuba. Tras el intento fallido de organizar 
"nuevas protestas masivas" en la república isleña socialista el 15 de 
noviembre, el director de la influyente institución, Jaime Suchlicki, ha
 pedido que se pongan "armas y entrenamiento militar" a disposición de 
los opositores cubanos al sistema.
"El
 levantamiento popular del 11 de julio y las manifestaciones fallidas de
 este mes son claros signos de una población movilizada", escribió 
Suchlicki en un artículo de opinión en el diario nacional estadounidense
 Miami Herald el 26 de noviembre. (1) Sin embargo, en su opinión, "la 
creciente presión económica (del bloqueo estadounidense, VH) no llevará 
al colapso del régimen". Incluso "las protestas pacíficas sólo 
funcionarán temporalmente", continuó el profesor emérito de la 
Universidad de Miami. Por lo tanto, el gobierno de Estados Unidos no 
tiene otra opción "que ignorar a Cuba como un hueso duro de roer o 
adoptar una serie de opciones políticas para socavar el régimen y 
acelerar su desaparición", concluyó. Como una de estas opciones, 
Suchlicki pide al gobierno estadounidense que "proporcione entrenamiento
 militar y armas a la oposición. Lo más probable es que el fin del 
régimen cubano sea provocado por una oposición violenta envalentonada 
por la ayuda militar de Estados Unidos y otros aliados.“  (2)
El
 claro anuncio refuta las supuestas intenciones pacíficas de los 
opositores al sistema y demuestra la creciente propensión a la violencia
 de los contras de Miami, que influyen en las figuras de la oposición en
 Cuba a través de contactos directos y de los medios de comunicación. El
 Miami Herald y su periódico hermano, El Nuevo Herald, dirigido a la 
amplia comunidad hispanohablante de Florida, se encuentran entre las 
publicaciones más influyentes de la región. El autor invitado, que aboga
 por armar a los opositores al sistema, y el instituto que dirige 
también ejercen una gran influencia en la política estadounidense. Como 
informó en 2010 el periodista canadiense Jean-Guy Allard, fallecido en 
2016, en el portal online Cubadebate, Suchlicki solía ser analista del 
servicio de inteligencia exterior de la CIA. (3) Uno de los objetivos 
del Instituto de Estudios Cubanos que dirige, estrechamente vinculado a 
la Universidad privada de Miami en Coral Gables, es "preparar el cambio 
en la isla", según su propia página web.(4)  La institución está 
financiada, entre otros, por la "Agencia para el Desarrollo 
Internacional" (USAID), que depende del Departamento de Estado de 
Estados Unidos. (5) Según Suchlicki, el instituto también se ve a sí 
mismo como un grupo asesor de los "sectores público y privado" para las 
"relaciones entre Estados Unidos y Cuba“.
Entre
 los altos cargos del think tank se encuentran el ex agente de la CIA 
Carlos Alberto Montaner, condenado por terrorismo en Cuba, y el 
diplomático cubano exiliado Otto Reich. (7) Reich, que se describe a sí 
mismo como un ardiente "anticomunista", desempeñó un papel destacado en 
la guerra de la Contra contra el gobierno sandinista de Nicaragua de 
1981 a 1990. También se le considera uno de los autores intelectuales 
del fallido golpe de Estado de 2002 contra el entonces presidente 
venezolano Hugo Chávez y se dice que participó en la planificación de un
 intento de asesinato contra su sucesor Nicolás Maduro tras la muerte de
 Chávez en 2013. Como miembro de un grupo de presión, el ex empleado de 
la USAID, Reich, había sido decisivo en 1996 para la "Ley Helms-Burton",
 redactada por la familia Bacardí para endurecer el bloqueo 
estadounidense contra Cuba. (8) El grupo Bacardi es ahora uno de los 
socios privilegiados del think tank dirigido por Suchlicki, junto con el
 Instituto Republicano Internacional (IRI), afiliado a los republicanos,
 y la Guardia Costera de Estados Unidos, que forma parte de las fuerzas 
armadas de ese país y depende del Departamento del Interior. (9)
Incluso
 antes del 15 de noviembre, terroristas como el ultraderechista afincado
 en Miami Ramón Saúl Sánchez Rizo (10), Orlando Gutiérrez-Boronat (11), 
jefe del "Directorio Democrático Cubano", financiado por el Departamento
 de Estado de EEUU, que pide una "intervención dirigida por EEUU“ (12), y
 Johnny López de la Cruz, de la Asociación de Veteranos de la fuerza 
mercenaria de la CIA "Brigada 2506", que fracasó en un intento de 
invasión en 1961, habían declarado su apoyo a Yunior García Aguílera. 
(13) Fue el organizador de las protestas anunciadas para ese día.
 
 
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