
¡Solidaridad con
Cañamero, Gordillo y el resto de compañeros encausados!
¡La cárcel para los
banqueros, los corruptos y los explotadores!
Ayer 11 de noviembre se inició en Granda el
juicio contra Diego Cañamero, José Manuel Sánchez Gordillo y 52 militantes del
sindicato de Obreros del Campo (SOC-SAT), acusados por ocupar la Finca las Turquillas en el
verano de 2012. Un juicio que tiene una clara motivación política: perseguir
con saña a los jornaleros que exigen tierra y trabajo, porque son un ejemplo
para toda la clase trabajadora. Una vergüenza más de un régimen podrido, que
pretende encarcelar a trabajadores por defender con dignidad el derecho de
todos a una vida decente, mientras absuelve o mira para otra parte cuando
estallan escándalos que implican a miembros de la familia real, a banqueros,
especuladores, empresarios y dirigentes del Partido Popular que saquean las
finanzas públicas, roban los ahorros a nuestros pensionistas o defraudan
masivamente a Hacienda.
Diego Cañamero ha declarado ante la entrada del
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en Granada, rodeado de centenares de
simpatizantes y militantes del SAT: “No es un juicio contra una actuación
ilegal, es una actuación política del Gobierno contra el movimiento sindical y
social más consecuente”. En efecto, Cañamero tiene toda la razón. De lo que se
trata es de criminalizar a todas las organizaciones y colectivos que luchan
consecuentemente y movilizan a la población contra esta ofensiva que estamos
sufriendo. Como le ocurre a la PAH
o al Sindicato de Estudiantes, el SAT y los jornaleros están en el punto de
mira del PP desde hace mucho tiempo, y lamentablemente también en el de los
dirigentes del PSOE en Andalucía. Uno los tres militantes del SAT que sí han
entrado en el juicio —tanto Cañamero como el resto de los acusados se han
negado a aceptar participar en el mismo— señaló las intenciones de la
ocupación: “Lo único que pretendíamos conseguir es dar trabajo en una comarca
[Osuna en la provincia de Sevilla] con un 40 por ciento de paro”, señalando que
la finca de Las Turquillas, propiedad del ejército y sin explotar, podría
generar 50.000 jornales al año.
En cualquier caso el juicio es un burdo montaje,
uno más, en una campaña de acoso contra el SAT y la lucha jornalera: ya hay más
de 800 militantes sometidos a juicios y multas administrativas que superan el
millón de euros. La ocupación de Las Turquillas, que se realizó de manera
pacífica, se dio por finalizada cuando los trabajadores decidieron en asamblea
atender la orden llevada a la finca por la Guardia Civil para
el desalojo. Pero nada de eso se ha tenido en cuenta a la hora de pedir cárcel
a los jornaleros por el “delito” de haber reclamado tierras para trabajarlas.
Cuando todos los días conocemos datos sobre la
corrupción y la complicidad del aparato de PP con la red de grandes empresarios
de los que obtenían financiación “ilegal”. Cuando los responsables del desplome
del sector financiero siguen disfrutando de una vida de oropel y lujo. Cuando
el Señor Rodrigo Rato, después de hundir a Bankia y robar los ahorros de miles
de pequeños accionistas, sigue paseándose por donde quiere y es fichado por
Telefónica con un sueldo multimillonario. Cuando los datos sobre el saqueo de
Canal 9 en Valencia salen a la luz pública tras la decisión de la Generalitat de no
aplicar la sentencia judicial que declara ilegal el Ere en la televisión
pública valenciana, y les conmina a readmitir a más de 1.000 trabajadores
despedidos. Cuando la familia real se ve inmersa en procesos judiciales por
fraudes fiscales y malversación de fondos públicos…Es realmente vergonzoso, un completo
escándalo que deja al desnudo el carácter de clase de la justicia capitalista,
que la Fiscalía
Superior de Andalucía solicite para Juan
Manuel Sánchez Gordillo, Diego Cañamero y otros dos acusados en este
procedimiento, también militantes del SAT, un total de siete meses de prisión
por un ¡¡¡delito de desobediencia grave!! Y eso no es todo, el Ministerio
Público pide para Sánchez Gordillo, Cañamero y el resto de los acusados —un
total de 52 entre militantes y simpatizantes del SAT— el pago de una multa de
1.200 euros por un delito de usurpación de inmueble, y 100 euros de multa por
una falta de daños. Igualmente, solicita que todos los imputados paguen una
indemnización de 1.075,64 euros a favor del Ministerio de Defensa y de 337
euros al Ayuntamiento de Osuna por los daños ocasionados, “sin una intención
directa, a consecuencia de la ocupación”, que tuvo lugar entre el 24 de julio y
el 9 de agosto de 2012.
Esta justicia que actúa con esta saña contra los
humildes, contra los jornaleros, que expulsa y desahucia de sus casas a miles
de familias siguiendo los dictados de la banca, que reprime nuestros derechos
democráticos, que vela por los intereses de los patronos, no es legítima: es
una justicia al servicio exclusivo de los capitalistas. Y es también una
vergüenza que esta actuación inquisitorial contra los trabajadores del campo en
Andalucía, contra los parados y las familias más necesitadas que luchan por su
supervivencia, no cuente con la condena del gobierno de la Junta de Andalucía. La
dirección de Izquierda Unida en Andalucía debe actuar con firmeza y debe
exigir, desde el Parlamento y las posiciones que ocupa en las instituciones,
que se ponga fin a esta persecución movilizando todos sus recursos para
conseguirlo. De nada sirve estar en un gobierno con el PSOE si al final se
toleran estos hechos, o se justifican los recortes sociales.
Desde el Sindicato de Estudiantes
y la Corriente
Marxista El Militante,
decimos alto y claro: ¡Basta de represión contra Diego Cañamero y los
militantes de SAT! ¡Basta de juicios farsa! ¡Anulación de todos los
procedimientos, de todas las condenas y de todas las multas impuestas!
¡Trabajo, tierra y pan para los trabajadores andaluces! ¡Contra el paro lucha
obrera!
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