| Operación Moncloa (1)por Alberto Cruz | 
Así es como los servicios de inteligencia británicos, o sea, los espías 
de su graciosa majestad, han nombrado a sus operaciones en Gran Bretaña y
 Europa, especialmente en el estado canalla (más conocido como España), 
Grecia y Alemania, para difamar tanto a la oposición británica (Jeremy 
Corbyn) como para establecer una campaña anti-rusa en Europa.
Un vistazo a los documentos, revelados esta semana por los piratas 
informáticos de Anonymus, es tan esclarecedor que deja a muy poca gente 
libre de sospecha. Me refiero, claro está, a los defensores del sistema 
en estos tres países -e, incluso, un poco más allá- y expurgando se 
encuentra uno con jugosos documentos como la financiación por parte de 
estos servicios de inteligencia de iniciativas de centros de estudios 
con pretensiones oenegísticas. Pero eso, a su debido tiempo. Ahora lo 
interesante es comenzar con cómo estas operaciones sirvieron para 
alimentar campañas contra Rusia. Ejemplo: 
Fue durante el referéndum de Cataluyna sobre la independencia y este informe, de 20 páginas,
 como veis, sirvió como referente para que uno de los medios de 
propaganda más babosos -y cuna de muchos "progres"- como "El País" se 
sirviese de él y siguiese a pie juntillas todo lo que en él se 
especifica. Los elogios a "El País" son constantes, mientras que hay 
críticas a otros medios de propaganda porque no siguieron el informe 
como la continuidad necesaria para que calase en la opinión pública.
El espionaje británico tiene una justificación para expresar su 
descontento: "una parte significativa del establecimiento español se 
complace en que Rusia respalde oficialmente la integridad de España y no
 confía en los informes de que Rusia apoyó en secreto una campaña de 
información a favor de la separación de Catalunya (…) Además, una parte 
significativa percibe a Rusia como socio y no como estado hostil", por 
lo que hay que redoblar las campañas como, por ejemplo, el tema de los 
gays dado que "España es una de las sociedades más permisivas" y eso 
puede hacer mella en ese sentimiento si no pro-ruso al menos no 
anti-ruso.
Es muy significativo, además, que se viertan acusaciones contra Julian 
Assange y WikiLeaks -desde hace seis años asilado en la embajada de 
Ecuador en Londres y ahora amenazado de entrega a EEUU por el gobierno 
"progre" de Moreno- por la decidida posición que adoptaron ambos de 
apoyo a las reivindicaciones independentistas del pueblo catalán. De 
hecho, como ya os dije en su momento, Assange recopiló cientos de vídeos de la represión policial que se difundieron en todo el mundo.
En este informe hay un tema transversal con el de Grecia: Kosovo. Los 
dos países se niegan a reconocer a Kosovo como estado independiente por 
las mismas razones: Grecia, porque puede sentar un precedente para el 
reconocimiento de la República Turca del Norte de Chipre; España porque 
puede suponer un reconocimiento de la independencia de Catalunya (y 
ahora Europa está presionando para que lo haga con cosas como el Comité 
Olímpico, por ejemplo). La inteligencia británica reconoce que esto es 
un asunto espinoso porque "no todos los europeos están dispuestos a 
reconocer la posición de la UE y la OTAN sobre Kosovo", lo que aprovecha
 Rusia para poner énfasis en que equivaldría a Crimea, pero, dicen 
"Kosovo es un caso especial que no se aplica a la cuestión de Crimea ni a
 ninguna otra parte". Dicen lo que tienen que decir, mienten como tienen
 que mentir, pero Kosovo sí es un referente incluso jurídico de 
separación. También os lo comenté aquí.
El informe de la inteligencia británica reconoce que "tal vez Rusia no 
esté interesada en la independencia de Cataluña" aunque da cuatro 
argumentos para lo contrario (pág. 19) entre ellos el tener una Europa 
dividida y el que la independencia catalana serviría como acicate 
poderoso "para movimientos similares en países clave como Italia o 
Alemania".
Tal vez lo más curioso, por aquello del tema que toca (esto es otro 
documento), es la preocupación de la inteligencia británica por cómo se 
ha cubierto en el Estado español la guerra de Siria y, sobre todo, el 
hecho de que "Putin aparezca como el salvador de las comunidades 
cristianas de Siria" gracias, dicen, a materiales distribuidos por la 
embajada rusa y enumera varias maneras de luchar contra esta información
 que, se mire como se mire, es tan cierta como que hay noche y que hay 
día. Aunque tal vez habría que indicar que quienes primero protegieron a los cristianos sirios fueron los milicianos de Hizbulá cuando los rusos ni siquiera estaban en Siria.
En fin, habrá más entregas porque hay varios documentos de este tipo 
pero como todo informe que se precie tiene unas conclusiones. "Pensando 
en el futuro", dice la inteligencia británica, y considera evidente que 
"Cataluña ya forma parte de la gran narrativa de Rusia sobre Occidente",
 que hay que estar muy atentos a un sector empresarial que quiere hacer 
negocios con Rusia y que podría hacer de lobby pro-ruso y que no hay que
 perder de vista otros factores como Rusia Today "en su mayor parte 
orientada a las audiencias latinoamericanas". La última frase es 
esclarecedora: "las espadas están en alto y el resultado de la batalla 
es incierto" (sic).
 
 
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