Cloacas de Interior Sánchez pasa de puntillas por el escándalo de las cloacas y el Gobierno muestra su incomodidad
El
 presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez 
(c); junto al ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE,
 José Luis Ábalos (i); la presidenta del PSOE, Cristina Narbona Ruiz 
(2i), la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra (3d), la 
vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo (2d), la ministra de Defensa, 
Margarita Robles (d), durante la presentación de la campaña electoral de
 los socialistas. EFE/Ballesteros
Negar y ponerse de perfil. Estas dos actitudes son las que parece que ha puesto en marcha el Gobierno y el propio presidente, Pedro Sánchez,
 a la hora de abordar el caso de las cloacas de Interior, un tema con el
 que se le ve visiblemente incómodo al Ejecutivo y al partido.
Más allá de salir en tromba a negar que las cloacas sigue existiendo en el Ejecutivo de Sánchez,
 como les sigue acusando Unidas Podemos, el Ejecutivo intentar no tocar 
este tema en ninguno de los actos que celebra e procura cortarlo de raíz
 cuando se le pregunta por ello. Además, ha renunciado a utilizarlo como
 argumento para atacar al anterior Gobierno del PP como sí hizo, en 
algunas ocasiones, cuando estaba en la oposición.
Una prueba de ello fue la respuesta cortante y seca que tuvo este miércoles la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, cuando se la interpeló por la cuestión: “La guerra sucia no existe”, sentenció.
También lo negó un día antes la ministra Portavoz, 
Isael Celáa, quien dijo que este tipo de actuaciones no se dan con el 
Gobierno de Sánchez, y circunscribió a situaciones particulares si es 
que hubiera algo reprochable.
Más llamativa resulta la actitud del propio presidente, que desde que lanzó la acusación Pablo Iglesias,
 ha pasado de puntillas por la cuestión. Ni en sus actos en su condición
 de presidente del Gobierno, ni en la presentación de su campaña ni 
siquiera en el mitin que celebró el martes en Cáceres ante su 
militancia, ha deslizado una palabra sobre este asunto.
En el acto en Cáceres vertió duras acusaciones contra 
PP y Ciudadanos por distintos temas, pero sólo se puede apuntar como 
supuesta referencia a las cloacas del Estado una frase genérica, en la 
que dijo que “es de mala gente robar y espiar”, sin precisar nada más.
Oficialmente desde La Moncloa tampoco se quiere 
entrar en el asunto, como si fuese un tema que el PSOE quiere sacar 
fuera de la agenda de la campaña pese a que, en teoría, sería el PP el 
más perjudicado por este escándalo.
Algunas fuentes apuntan que la estrategia es 
intencionada, porque la denuncia de Unidas Podemos ha metido en campaña a
 este partido y, además, el PSOE no se siente nada cómodo con este 
tema.  
 
 
 
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