Los salarios del hambre
Martes,
11 de Junio de 2013 16:59
El
Banco de España quiere que cobremos menos de 645 euros al mes y trabajemos
hasta los 70 años
Hace unos días se
daba a conocer la memoria anual del Banco de España, acompañada de unas
incendiarias consideraciones de su actual gobernador, Luís María Linde, quien
se despachaba con total naturalidad sobre los próximos recortes que el PP
debería llevar adelante lo antes posible, centrándose especialmente en la
reducción de salarios y el retraso en la edad de jubilación.
Aunque en las
primeras noticias aparecidas en los medios de comunicación pareciera que estas
propuestas tenían como destinatarios exclusivamente a los jóvenes, lo cierto es
que la imposición de salarios por debajo del Salario Mínimo Interprofesional
(SMI) que defiende el Banco de España —los famosos 645,30 euros—, debería
aplicarse también a todos los trabajadores “con mayores dificultades para su
empleabilidad”, es decir, para todos los parados de larga duración, casi tres,
de los seis millones doscientos mil desempleados que hay en el conjunto del
Estado actualmente.
Para el gobernador del Banco de España y, como no,
para líderes de la derecha como Esperanza Aguirre, que no ha tardado ni un
segundo en salir a respaldar estas declaraciones, la reducción de salarios es
una medida necesaria “para evitar que el salario mínimo actúe como una
restricción para grupos específicos de trabajadores con mayores dificultades
para su empleabilidad”. Eso sí, la reducción debe circunscribirse a los
salarios de los trabajadores y los jóvenes más golpeados por la crisis
económica, nunca para los responsables de la misma: grandes directivos,
consejeros de administración, dirigentes del Partido Popular o el mismísimo
gobernador del Banco de España, que nunca alzó su voz contra la burbuja
especulativa que terminó estallando sin decir esta boca es mía. Tanto para el
gobernador del Banco de España, como para los dirigentes de la derecha, los
banqueros y de la CEOE,
también hay otro acuerdo relevante, y es que sus ingresos sigan siendo
multimillonarios.
Con el PP,
los pobres más pobres…
Y es que para el
Partido Popular y el gobernador del Banco de España no es suficiente que el 60%
de quienes tienen trabajo cobrasen ya en 2011 salarios netos inferiores a los
1.000 euros mensuales1, o que, como en 2012 desveló en esta ocasión
el Instituto Nacional de Estadística, el sueldo medio del conjunto de los
trabajadores fuese de 1.345 euros mensuales2 , cifras que con el
agravamiento de la crisis económica empeoraran en este año.
Conociendo estos datos no extraña que desde la derecha
hablen ya sin complejos de su nuevo objetivo: la imposición de salarios de 500,
600 ó 700 euros por una jornada laboral de al menos ocho horas diarias. El
expolio tan brutal que en cinco años se ha llevado adelante por parte de las
grades empresas contra los sueldos de los trabajadores ha sido tal, que hoy en
día conocer a un joven “mileurista” parece casi un relato de ciencia ficción.
Pero el
empobrecimiento de millones de familias trabajadoras no se mide únicamente a
través del menguante salario que llega a nuestras casas. En estos años hemos
visto como el IVA ha pasado del 18% al 21% —aunque para productos como el
material escolar la subida ha sido del 4% a ese mismo 21%-— y los precios al
margen del IVA también han continuado disparándose, especialmente el de los
carburantes, el transporte público, la luz, el gas o la comida fresca. También
en este tiempo derechos sociales como la gratuidad de las recetas médicas,
determinados medicamentos o becas para el estudio han comenzado a desaparecer
de un plumazo, de tal manera que los menos de mil euros que un trabajador
pudiese cobrar en 2011, poco tienen que ver con el valor de esos mismos mil
euros en la actualidad.
…los
ricos, más ricos…
La indignación que
entre la mayoría de la sociedad despiertan las declaraciones que hace el
gobernador del Banco de España, Esperanza Aguirre o los ministros y tertulianos
del PP, se ve acrecentada cuando se hacen públicos los ingresos de estos mismos
personajes. De esta forma el mismo gobernador que pide la eliminación del SMI,
porque 645 euros al mes le debe parecer mucho dinero, ha cobrado, sólo en los
últimos seis meses del año, 81.320 euros, es decir que cada mes ingresaba el
equivalente a 21 Salarios Mínimos Interprofesionales.
Pero la lista de
sueldos completamente desorbitados es muy, muy larga, y entre los dirigentes
del Partido Popular se da además la paradoja de que en los mismos años que
explicaban que era necesario “apretarse el cinturón”, “aceptar una rebaja de
los salarios”, “que todos hagamos esfuerzos”…, ellos no sólo no se aplicaban el
cuento, sino que llevaban adelante subidas escandalosas de sus ingresos
declarados, porque de los decenas de miles de euros mensuales que entraban en
la calle Génova en forma de sobres, ni hablamos.
Alicia Sánchez Camacho —Presidenta del PP en
Catalunya— es uno de los mejores exponentes de este “milagro” de la subida
salarial meteórica en plena crisis, pasando de cobrar 35.000 euros en 2009 a 113.000 en 2011, una
subida de casi el 300%, que no incluye el dinero recibido por ser senadora y el
que obtiene de las dietas del Parlament, cuya suma da un ingreso final
declarado de 180.000 euros anuales (15.000 euros al mes).
Lejos de ser un
caso aislado, este ejemplo es la norma dentro del Partido Popular, hasta el
punto de que el propio Mariano Rajoy entre los años 2006 y 2011 (cuando se
hacía fotos frente a las colas del paro, o decía cosas como: “Miro mi cuenta al
final de mes porque lo necesito, lo necesito y muchísimo, tengo los problemas
que tienen todos los ciudadanos”) disfrutó de una subida salarial del 36%,
pasando de cobrar 146.000 euros anuales a 200.000 euros. Casi 17.000 euros al
mes.
Esta
extraordinaria subida de los sueldos de los dirigentes del Partido Popular se
produjo paralela a la demagógica bajada de salarios que el Congreso de los
Diputados había acordado, “para dar ejemplo de sacrificio también desde las
Cortes al conjunto de la sociedad”. Una mentira más con la que intentaban
engañar haciendo ver que “todos vamos en el mismo barco, y todos estamos
haciendo grandes sacrificios”.
Los casos de Mariano Rajoy y Alicia Sánchez Camacho
son la tónica general dentro del PP, algo reconocido por el mismo Partido
Popular que explica cómo sus parlamentarios con responsabilidades en la sede, y
los diputados y senadores miembros de la dirección, perciben una “compensación
por gastos de representación”, de hasta 50.000 euros sobre su propio sueldo3
. Todo este caudal de dinero, claro está, no incluye los ingresos derivados de
los famosos sobres de Bárcenas, y que según las últimas informaciones
periodísticas habrían proporcionado a Mariano Rajoy ingresos a razón de 25.000
euros por año entre 1999 y 2008.
A la luz de estos
y muchos otros datos que llenan páginas enteras de casi todos los diarios,
queda claro como muchos políticos del PP y de los partidos que sustentan el
sistema, sí que entran en la vida política para hacerse ricos, y además a costa
del erario público, puesto que como el Partido Popular reconoce abiertamente,
el 95% del dinero que gestiona y del que salen estos sueldos millonarios, llega
de diferentes subvenciones y ayudas públicas4.
Por más que los
dirigentes de la derecha, comenzando por Mariano Rajoy, digan cosas como:
"Vosotros sabéis que no he venido a la política a ganar dinero […] ganaba
más dinero en mi profesión que como político5” lo cierto es que ya
nadie les cree. Y con toda la razón del mundo, ya que el sueldo medio de un
registrador de la propiedad —la profesión de Rajoy— no superan los 12.000 euros
mensuales, mientras que los ingresos declarados de Rajoy entre 2003 y 2011
supusieron un incremento de su patrimonio de ¡1,39 millones de euros! cantidad
muy superior a la que como registrador de la propiedad podría haber alcanzado
en ese mismo tiempo.
En cualquier caso,
la cosa no queda aquí, porque probablemente y siguiendo el ejemplo de Aznar ( o
de Felipe González, de Rodrigo Rato, de Martín Villa, de Piqué o Narcís Serra,
la lista es interminable), Rajoy también podrá entrar como consejero de una o
varias grandes empresas y tener unos ingresos multimillonarios asegurados. Una
vez que se sale de la primera línea política, este tipo de políticos se
“cobran” rápidamente todos los favores que realizaron durante la estancia en
Moncloa.
…y los muy
ricos, mucho más ricos.
Estos sueldos
astronómicos que demuestran como sí que hay dinero de los fondos públicos para
que por lo menos unos pocos vivan a cuerpo de rey, son una minucia comparados
con los salarios que se adjudican a ellos mismos los grandes empresarios,
accionistas, banqueros y especuladores de todo tipo.
De esta forma los sueldos de los consejeros de las 35
empresas más punteras en el Estado español, las que cotizan en el IBEX-35, se
incrementaron en 2011 una media del 4%, alcanzando cantidades de hasta 279.300
euros anuales, 432 veces el mismo Salario Mínimo Interprofesional que ahora se
quiere suprimir.
Emilio Botín con
un sueldo anual de 3,06 millones de euros en 2012 o Francisco Gonzalez
—presidente del BBVA— con 2,96 millones de euros son algunos de estos ejemplos
que incluso quedan eclipsados frentes a los “sueldos” de consejeros delegados
como Alfredo Sáenz (también del Santander) que percibió 8,23 millones de euros
en ese mismo año; 685.000 euros al mes.
Nuevos
ataques en el horizonte a nuestras condiciones de vida
Estos grandes
accionistas, consejeros y empresarios son los que de la mano del PP promueven
este tipo de medidas y, como se recoge en la memoria anual del Banco de España,
no quieren que los ataques queden ahí. Todo es objeto de revisión y de
“reforma”, desde los convenios y los salarios, hasta por supuesto, tal como
vemos estos días, el futuro de las pensiones: “Sería aconsejable anticipar la
entrada en vigor del retraso en la edad de jubilación (hasta los 67 años) y del
alargamiento del período de cálculo de la base reguladora (de los 15 a los 25 años)”, señala el
Informe. O que se produzca una revisión “en profundidad” del sector público y
diferentes programas de gasto público, o que se produzca una nueva subida de
impuestos indirectos. Y por supuesto que cuando se recupere la economía, los
convenios no vuelvan a subir los sueldos según lo haga la inflación.
Los efectos de todas estas medidas los conocemos muy
bien, pero incluso en los países que se invocan constantemente como ejemplos a
seguir, este tipo de recortes tienen consecuencias nefastas: en Alemania,
760.000 pensionistas se ven obligados a buscar un minijob con el que poder
complementar los ingresos de su magra pensión.
También Gran
Bretaña es un ejemplo de lo lejos que se puede llegar en la degradación de los
derechos sociales, donde los extendidos programas de “aprendices” para los
jóvenes entregan salarios de 2,7
libras la hora, lo que hace un total de 480 euros al mes
por jornadas de 8 horas diarias, algo muy similar a lo que el vicepresidente de
la CEOE, Javier
Ferrer, exigía en 2011: recuperar la figura de los aprendices con sueldos de
“300, 400 ó 500 euros”. Petición que fue recogida de inmediato por el Partido
Popular y acabó incluyendo en su reforma laboral al crear el contrato de
formación y aprendizaje para desempleados de entre 18 y 30 años, que permite
precisamente una reducción del 25% sobre el salario mínimo.
Estos datos y
ejemplos de contratos en otros países muchas veces son utilizados por la
derecha para justificar los ataques que llevan adelante en el Estado español,
pero nada dicen de que nuestro salario mínimo es de los más bajos en la Unión Europea, menos
de la mitad del SMI francés, que llega a los 1.425,67 euros, y muy lejos del
más alto, que alcanza los 1.801 euros mensuales.
El problema de fondo de toda esta situación es que se
continúan drenando recursos públicos por valor de miles de millones de euros,
de recortes de la sanidad y educación públicas o las prestaciones sociales para
beneficio de una minoría de banqueros, grandes empresarios y poderes
financieros que día a día continúa incrementando sus fortunas a costa del
empeoramiento sostenido de nuestras condiciones de vida. De hecho con los cien
millones de euros que diariamente salen de las arcas públicas para pagar la deuda
del rescate a la misma banca que no para de lucrarse, podrían construirse al
final de un año 365 hospitales de 500 camas cada uno a lo largo y ancho de todo
el Estado.
La solución a toda
esta situación es clara: rescatar a las personas, defender nuestros derechos
sociales, y poner fin a este escandaloso saqueo por parte de un puñado de
banqueros y privilegiados, requiere una alternativa anticapitalista, socialista
y revolucionaria. Por eso desde el Sindicato de Estudiantes luchamos por la
nacionalización sin indemnización de todo el sector financiero bajo el control
democrático de los trabajadores y sus organizaciones; por la expropiación del
parque de viviendas propiedad de la gran banca para ponerlas en alquiler social
y la anulación de todos los desahucios. Contra la reforma laboral, la reforma
de las pensiones, la contrarreforma franquista de la enseñanza (LOMCE), y
contra la privatización de la sanidad y la enseñanza públicas. Sabemos que la
lucha por la transformación socialista de la sociedad no es una utopía, sino el
único camino para acabar con la catástrofe a la que nos condena la crisis de un
sistema caduco y reaccionario: el sistema capitalista.
1http://www.elconfidencial.com/economia/2011/11/23/el-60-de-los-asalariados-ya-cobra-menos-de-1000-euros-al-mes-88190/2http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/economia/el-salario-medio-en-espana-ronda-los-1-345-euros-netos-mes_768328.html
3http://politica.elpais.com/politica/2013/04/29/actualidad/1367262970_205218.html
4http://politica.elpais.com/politica/2013/02/09/actualidad/1360411834_273667.html
5http://www.huffingtonpost.es/2013/02/09/las-7-revelaciones-del-sueldo-de-rajoy_n_2653187.html.
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