Las elecciones presidenciales que se celebrarán el
 próximo 20 de mayo en Venezuela son presentadas, por buena parte de la 
comunidad internacional, como un ejercicio electoral ilegal e ilegítimo.
Las elecciones 
presidenciales que se celebrarán el próximo 20 de mayo en Venezuela son 
presentadas, por buena parte de la comunidad internacional, como un 
ejercicio electoral ilegal e ilegítimo. Esta lectura no es nueva y 
enlaza con discursos, decisiones y prácticas de distintos actores 
internacionales sobre la democracia venezolana, cuestionando el sistema 
electoral y su calidad democrática. Dichos actores, caracterizados por 
intereses materiales y geopolíticos que chocan con los del Gobierno 
venezolano, se han dedicado a difundir ante la opinión pública mundial 
un determinado sentido común sobre la democracia, la libertad y los 
derechos humanos (DDHH). Se repiten experiencias previas, se repite la 
respuesta desde el sector público-privado estadounidense y los intereses
 vinculados a las élites locales: cualquier proceso que trate de 
cuestionar el statu quo, que ponga límites a su funcionamiento o que 
intente formas de democracia distintas a las de la democracia liberal 
procedimental hegemónica, es presentado como fallido y/o 
antidemocrático, de tal manera que arraigue la idea de que “no hay 
alternativa” al sistema económico y político existente.
En el caso concreto
 de Venezuela, desde el inicio de la Revolución Bolivariana y 
especialmente en los últimos años, se viene construyendo y sedimentando 
la noción de que es un Estado fallido o una dictadura que vulnera los 
DDHH y la democracia procedimental, y que ha procurado aislarse del 
mundo. En los últimos tiempos, está cobrando fuerza también la idea de 
Venezuela como país que padece una crisis humanitaria que hace urgente 
la intervención de la comunidad internacional.1 A continuación se 
exponen algunos de los actores que participan en la 
construcción/manipulación de esta realidad, sus acciones en los últimos 
meses y su comportamiento prospectivo ante un escenario electoral con el
 que no contaban:
Los medios de comunicación y redes sociales.
Procuran 
manufacturar el consenso negativo en torno a Venezuela a través de un 
poder blando que incide en la opinión pública mundial. El poder blando 
se basa en elementos culturales e ideológicos para cooptar y seducir a 
la población hacia los valores de quien lo ejerce. A diferencia del 
poder duro, que utiliza métodos coercitivos, el poder blando es sutil y 
puede resultar imperceptible.
Desde hace varios 
meses, los medios de comunicación internacionales destacan la existencia
 de una crisis humanitaria en Venezuela2 (con paralelismos al caso de 
Siria), presionando para la intervención de gobiernos u organismos 
internacionales para solucionarla. En el marco de este escenario, se 
exacerban las advertencias sobre el problema migratorio, presentando la 
emigración venezolana como un éxodo producto de la grave crisis 
humanitaria que afecta a la seguridad hemisférica y que es, única y 
exclusivamente, producto de los errores del gobierno venezolano,3 
quitando relevancia a las medidas económicas, políticas y diplomáticas 
de gobiernos y organismos internacionales que han empujado a esta 
situación.
Otra herramienta 
usual en la manufacturación del consenso negativo es la difusión de 
rumores vía redes sociales, sea Twitter o Facebook. Por ejemplo, un 
columnista reconocido como voz experta difundía el 27 de abril una 
supuesta “reforma constitucional para abolir el sufragio en Venezuela”4,
 basándose en declaraciones del presidente colombiano Juan Manuel 
Santos. Algo similar sucedió hacia fines de mayo de 2016, cuando el 
secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), 
Luis Almagro, difundió en redes sociales que era un hecho la aplicación 
de la Carta Democrática al caso de Venezuela (cuando en realidad, se 
necesitaba de varias instancias para aplicarla), provocando un grave 
escenario de tensión a nivel regional5.
Su papel es crucial
 a la hora de influenciar a la opinión pública mundial, incluso con el 
propósito de condicionarla en procesos electorales propios, con la 
asociación de candidatos que no son del agrado del establishment con 
Venezuela (caso de México, con Manuel López Obrador, o Colombia, con 
Gustavo Petro), tengan o no vínculos con dicho país. Es de prever que 
los medios hegemónicos y redes sociales exacerben en las próximas 
semanas esta construcción de consenso negativo sobre Venezuela, 
descalificando y deslegitimando el proceso eleccionario.
Think tanks y “opiniones expertas”.
Son organismos que 
elaboran la opinión experta para moldear la opinión pública difundida o 
impuesta por medios y redes sociales, o bien por artículos académicos 
que frecuentemente presentan como verdad objetiva hechos cuestionables 
(carentes de fundamentos sólidos) e interpretaciones tendenciosas y 
repletas de omisiones. Un ejemplo son los múltiples informes sobre la 
inflación venezolana, el desabastecimiento, la (supuesta) miseria 
estructural venezolana, que evitan hacer referencia el contexto 
internacional, las tensiones y los factores y actores políticos internos
 y externos que inducen o presionan para la desestabilización 
permanente.6
Los think tanks han
 ayudado a respaldar, a través de sus analistas y voceros, la idea de la
 crisis humanitaria en Venezuela, procurando asociarla al caso de 
Siria,7 asociación que –como hemos mencionado– es reproducida por la 
prensa hegemónica. En efecto, los medios de comunicación con mayor 
audiencia recurren a estas voces expertas para elaborar artículos o 
presentarlos en columnas de opinión. Se suman a esta dinámica 
conferencias y eventos realizados sobre Venezuela, orientados a 
consolidar la necesidad de un urgente cambio de régimen.8 En este rubro,
 se incluye a los miembros de la oposición al Gobierno, invitados como 
voces informadas y particularmente legítimas.9 También abarca a los 
expertos que actúan, supuestamente, a título individual con 
declaraciones off the record10 o en espacios públicos, expresando 
directamente los intereses de Estados Unidos (EEUU) en su calidad de 
funcionarios o ex funcionarios empujando en la línea del ‘cambio de 
régimen’.11
Es probable que las
 opiniones expertas confluyan con mayor énfasis en la 
construcción/sedimentación de la noción de crisis humanitaria que 
justifique una intervención humanitaria al uso de las que EEUU ha 
realizado en los últimos años en la ex Yugoslavia o Irak.
Diplomacia.
En este rubro se 
incluye tanto el accionar de gobiernos como el de organismos regionales e
 internacionales que avalan la idea de Venezuela como supuesto Estado 
fallido sumido en una crisis humanitaria. Con sus acciones mantienen un 
orden internacional asimétrico, donde las potencias occidentales se 
arrogan la potestad de establecer no sólo las reglas del juego en el 
ámbito internacional sino también al interior de los países, 
reproduciendo las relaciones centro-periferia que apuntalan el orden 
neoliberal12.
La presión 
diplomática hacia Venezuela ha ido in crescendo en los últimos meses. En
 el hemisferio y en el ámbito multilateral, destaca la labor de la OEA 
que se ha dedicado a articular un frente al servicio del “cambio de 
régimen” en Venezuela insistiendo en la crisis humanitaria.13 Ante la 
imposibilidad de lograr un consenso dentro de la OEA, se creó el Grupo 
de Lima, alianza de 12 países conocidos por su afinidad con la política 
estadounidense (Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Guatemala, Honduras,
 México, Panamá, Paraguay, Perú, Brasil y Costa Rica), a los que se han 
sumado EEUU, Guyana y Santa Lucía, para presionar al Gobierno Maduro. 
Sus declaraciones sobre la ilegalidad de las elecciones presidenciales14
 se han tomado como prueba de dicha ilegalidad, sin siquiera considerar 
lo que la legislación venezolana establece al respecto. El Grupo de Lima
 pretende aplicar unilateralmente la Carta Interamericana de la OEA a 
Venezuela.15
El actual escenario
 político latinoamericano, con una correlación de fuerzas más favorable a
 la derecha regional, pone en una situación delicada a Venezuela. El 
anuncio de varios países de suspender su participación en UNASUR16 
muestra una tendencia a acomodarse (nuevamente) a los lineamientos 
económicos, políticos y para la seguridad planteados desde EEUU, en 
detrimento de las iniciativas latinoamericanistas que favorecían la 
resolución de conflictos desde América Latina y para América Latina.
Este escenario 
hemisférico más adverso reduce la capacidad de maniobra de Venezuela 
ante las reiteradas declaraciones de los funcionarios estadounidenses. 
En los últimos días, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, ha pedido 
desconocer las elecciones del 20 de mayo y suspender a Venezuela como 
miembro de la OEA.17 Mientras que el recién nombrado secretario de 
Estado, Mike Pompeo, ha resaltado el conflicto en torno al éxodo de 
millones de venezolanos que supuestamente huyen del país por culpa de la
 crisis y el régimen corrupto al que calificó de dictadura.18 En este 
escenario, no debe descartarse la instalación de un gobierno paralelo en
 el exilio al que EEUU podría proporcionar ayuda material y sobre todo 
brindarle legitimación, tanto de manera bilateral como a través de 
organismos multilaterales como la OEA.
Las declaraciones 
van acompañadas de otras medidas de presión diplomática como las 
sanciones económicas, principalmente hacia funcionarios 
venezolanos19iniciadas bajo la administración Obama, pero continuadas y 
profundizadas bajo la de Trump. Como algunos analistas observan, las 
sanciones se mantienen de manera bilateral pese a su ineficacia para 
lograr el cambio de régimen, para lo cual son más útiles las estrategias
 multilaterales.20 De hecho, EEUU ha buscado aliados para sus sanciones,
 que también han aplicado los países de la Unión Europea21, sumándose 
recientemente Suiza22 y Panamá.23 Las sanciones también buscan evitar 
que Venezuela desarrolle alternativas al bloqueo financiero que padece 
de facto, como la orden ejecutiva firmada por Donald Trump que prohíbe 
el uso del petro, la criptomoneda venezolana.24
A pesar de la 
presión, algunos países cuyas relaciones diplomáticas con Venezuela se 
han deteriorado en los últimos meses (caso de España) vienen dando 
muestras de intento de restablecer el trabajo conjunto, lo que parecería
 mostrar que ciertos intereses económicos están por encima de los 
escrúpulos democráticos. El regreso de los respectivos embajadores, no 
obstante, no supone que los motivos que originaron las fricciones hayan 
desaparecido ni que el Gobierno de España haya dejado de ser uno de los 
que mayor apoyo da a la oposición venezolana.
El fin último de 
estas dinámicas y mecanismos es crear/consolidar un escenario que 
convenza a la opinión internacional de que Venezuela está aislada (por 
decisión del gobierno) justificando una eventual intervención 
humanitaria que incluya la variante militar en caso de ser insuficientes
 las acciones de poder blando. Desde esta perspectiva, es clave el rol 
que vienen asumiendo las Fuerzas Armadas (FFAA) que, de momento, se 
limitan a realizar declaraciones y operativos conjuntos con las FFAA 
latinoamericanas.25
Las FFAA y organismos directamente vinculados a las fuerzas de seguridad.
Son, en última 
instancia, el respaldo duro de las acciones de poder blando, sin el cual
 las declaraciones políticas o las posturas mediáticas no podrían 
ejercer una auténtica presión.
En los últimos 
meses, tanto desde el gobierno de EEUU26 como de parte de la oposición 
venezolana se ha insinuado la necesidad/posibilidad de una intervención 
militar en Venezuela, procurando establecer paralelismos con otros 
escenarios de crisis a nivel internacional.27 Estas declaraciones 
pretenden apelar a lo establecido por EEUU en su Estrategia de Seguridad
 Nacional que concibe a Venezuela como país enemigo y modelo autoritario
 al que hay que aislar.28 De hecho, ya en 2017 el comandante del Comando
 Sur, Kurt Tidd, había declarado ante el Congreso: “La creciente crisis 
humanitaria en Venezuela puede obligar a una respuesta regional”.29
Por último, es 
importante destacar que el cerco internacional, además de procurar 
aislar a Venezuela, cumple la función de apoyar a diversos actores y 
sectores de oposición internos y parece adquirir mayor relevancia frente
 a una oposición que se ha mostrado débil y desunida no sólo a lo largo 
del proceso de cambio en Venezuela, sino en coyunturas electorales. En 
este sentido, el cuestionamiento a la actual legalidad venezolana por 
parte de los actores internacionales es indispensable para asentar la 
idea de que lo que sucede en Venezuela está fuera de la ley o es 
contrario a ella. Se pretende, por tanto, abortar desde el exterior toda
 posibilidad de resolución de un conflicto que debería pasar 
exclusivamente por la negociación de los actores internos y la legalidad
 venezolana.
Conclusión
El escenario 
postelectoral no será sencillo para Venezuela, que cuenta con menos 
aliados entre los países de América Latina y el Caribe que sus 
opositores internos e internacionales para poder desmontar sus 
argumentos. Si bien la opción de votar para aislar a Venezuela en los 
organismos multilaterales -como la OEA- ha sido desechada por sus 
propios impulsores porque todavía la correlación de fuerzas es favorable
 al chavismo, otras instancias multilaterales pueden ser utilizadas para
 escenificar el supuesto aislamiento internacional venezolano.
En términos 
generales, puede preverse que los resultados electorales del 20 de mayo 
no cambien -si son favorables al chavismo- los planes establecidos 
previamente por estos actores de asentar la idea de una crisis 
humanitaria en Venezuela para forzar una intervención. Este sería el 
último recurso frente a la imposibilidad de socavar el chavismo desde 
adentro. Para frenar cualquier conato de intervención que se pudiera 
llegar a plantear en organismos multilaterales como Naciones Unidas, 
Venezuela depende de sus aliados extracontinentales, especialmente de 
Rusia y China, cuyo respaldo puede ejercer una función hasta cierto 
punto disuasoria para EEUU, aunque siempre relativa como se ha visto en 
el reciente caso de Siria.
Otra opción que se 
atisba es la legitimación de un Gobierno venezolano en el exilio por 
parte de la comunidad internacional, fórmula que ha sido ya ensayada en 
otros conflictos previos (Consejo Nacional Sirio, por ejemplo). De 
momento, ya existe un Tribunal Supremo de Justicia en el exilio que ha 
propuesto enjuiciar al presidente Maduro y no se descarta que se den más
 pasos en la lógica de desconocer a las autoridades e instituciones 
venezolanas. El papel de la comunidad internacional para validar dichos 
pasos será clave para lograr el consenso de la opinión pública mundial.
Los escenarios 
están abiertos y la volatilidad presentada por la administración Trump 
en su toma de decisiones, así como su inestabilidad interna fruto de los
 continuos cambios en el Gabinete, no permite apuntar a líneas de 
resolución claras en un sentido u otro. El nombramiento de un nuevo 
secretario de Estado procedente de la Agencia Central de Inteligencia 
(CIA) y militar de carrera podría dar algunas pistas, pero él es 
solamente un actor más en la toma de decisiones. Distintas maneras de 
volver a poner a Venezuela en el “redil de los buenos” entran en pugna, 
incluso dentro de EEUU, y la retórica beligerante no necesariamente 
ayuda al pragmatismo necesario para seguir haciendo negocios con el país
 que tiene las principales reservas probadas de petróleo del mundo.
1https://www.cfr.org/backgrounder/venezuela-crisis
2https://www.nytimes.com/interactive/2017/12/17/world/americas/venezuela-children-starving.html,
 http://time.com/venezuela-brink/
3https://www.washingtonpost.com/news/world/wp/2018/03/02/feature/i-cant-go-back-venezuelans-are-fleeing-their-crisis-torn-country-en-masse/?noredirect=on&utm_term=.588e713e153f
4https://twitter.com/oppenheimera/status/989859686202699776
5http://www.celag.org/almagro-invoca-carta-democratica-a-favor-o-en-contra-de-la-democracia-por-silvina-m-romano/
6Ver, por ejemplo: 
https://www.brookings.edu/es/opinions/la-crisis-de-refugiados-en-venezuela-excedera-a-la-de-siria-debemos-ayudar/
7https://www.brookings.edu/es/opinions/paises-vecinos-necesitan-ayuda-para-lidiar-con-crisis-de-refugiados-venezolanos/
8https://www.cfr.org/conference-calls/humanitarian-crisis-venezuela
9https://www.csis.org/events/restoring-venezuelas-democracy-and-halting-humanitarian-disaster
10http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article210163219.html
11https://www.cfr.org/event/volatile-venezuela-what-do-about-crisis
12Pinheiro 
Guimaraes, Samuel (2004) Cinco Siglos de Periferia. Una contribución al 
estudio de la política internacional. Buenos Aires: Prometeo
13http://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=D-013/18
14https://www.telesurtv.net/news/Grupo-de-Lima-rechaza-elecciones-presidenciales-de-Venezuela-20180213-0062.html
15http://www.el-nacional.com/noticias/latinoamerica/grupo-lima-reune-para-tomar-medidas-ante-las-elecciones-venezuela_222901
16http://cnnespanol.cnn.com/2018/04/21/el-principio-del-fin-de-unasur-6-paises-suspenden-su-participacion/
17https://www.reuters.com/article/us-usa-oas-pence-sanctions/pence-to-announce-new-venezuela-sanctions-in-speech-on-monday-aide-idUSKBN1I81S1
18https://www.youtube.com/watch?v=voB8qUqUbY4
19Véase el cuadro 
resumen elaborado por la Washington Office on Latin America (WOLA) 
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1aG7R4dKM0wlHQaJ6Dm8LvqjQuiKYgSIKZ0pw7LYWBC4/edit#gid=1228687976
20https://venezuelablog.org/assessing-use-targeted-sanctions-venezuelan-officials-elites/
21https://lta.reuters.com/article/topNews/idLTAKBN1FB1QJ-OUSLT
22https://www.admin.ch/gov/en/start/documentation/media-releases.msg-id-70265.html
23https://venezuelablog.org/venezuela-targeted-sanctions-database-switzerland-panama-update/
24http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-43464908
25http://www.celag.org/operacion-america-unida-presencia-militar-permanente-eeuu-america-latina/
26http://www.celag.org/ee-uu-venezuela-la-hipotesis-intervencion-militar/
27https://twitter.com/MariaCorinaYA/status/985174952721768449
28http://www.celag.org/la-estrategia-seguridad-nacional-ee-uu-impacto-america-latina-caribe/
29http://www.southcom.mil/Media/Special-Coverage/2017-Posture-Statement-to-Congress/
 
 
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