Madrid ha sido el mejor regalo para un 
PP que pierde poder municipal, pero que al menos recupera la joya de la 
corona. Los populares pasan de ostentar 21 capitales de provincia  a 13.
 Y en numerosos ayuntamientos gobernarán merced a pactos, aparte de con 
Ciudadanos, con Vox. Es el caso de la capital, aunque en principio allí 
el partido ultra no aparece en el reparto de concejalías. 
En el nuevo mapa del reparto del poder, el PSOE gana presencia: se ha 
hecho con 20 capitales provinciales, obteniendo alcaldías sobre todo en 
las dos Castillas y la Comunidad Valenciana.
Si ampliamos la comparativa incluyendo municipios de más de 100.000 
habitantes, el saldo es aún más positivo para los socialistas: 42 
alcaldes frentes a 16 de los populares. Ciudadanos obtiene siete 
alcaldías, algunas en alternancia. Cuatro, además, gracias al apoyo 
socialistas, a pesar de que a priori el PP era su socio prioritario. En 
Cataluña, el independentismo se consuela el no haber logrado Barcelona 
con las otras tres capitales de provincia, mientras que en el País 
Vasco, pocos cambios. El PNV afianza su poder con el apoyo del PSOE, 
repitiendo en las tres capitales.                             
 
 
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