Algunos amigos emigrados se disgustan, y 
otros que no lo son hasta ofenden, cuando desde aquí uno postea asuntos 
relacionados con Estados Unidos. Enseguida insinúan o te sueltan: 
Ocúpate de lo tuyo, no mires al vecino.
¡Vaya vecino que no debo mirar y que se pasa
 la vida mirándonos! Estados Unidos financia unos 20 medios para que 
constantemente hablen sobre Cuba, lo negativo o falsamente negativo en 
primerísimo lugar. No cuento los llamados influencer,
 ni los pagos de anuncios en redes sociales. Yo quiero que me digan: ¿Si
 alguien te mira con persistencia no lo mirarás aunque sea de reojo?
En la Florida hay ya 40 mil casos y el 60 % 
se registran en el área metropolitana de Miami, pero cuando uno lee esos
 medios o ve a esos “influencers”, el problema son las colas de Cuba 
donde además se esconden los muertos y falsean
 los datos.
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Estadísticas del Covid-19 en el estado norteamericano de la Florida
 
Si no olvidaron la realidad cubana, 
sencillamente tratan de complacer a la Ned o la Usaid, diciendo lo que 
estos quieren escuchar. ¿De verdad creen que un muerto o un simple caso 
se puede ocultar en un municipio como Jatibonico,
 donde hasta hoy no hay contagiados y viven unas 60 mil personas, 30 mil
 en la cabecera.
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Detalle del mapa distribución del Covid-19 por municipios. Fuente: Cubadata
 
Ocurre que si aquí alguien ha tenido 
contacto con un enfermo de otro municipio, y lo vienen a buscar para 
hacerle una PCR, de inmediato lo sabe el pueblo entero. Me llaman mis 
hijas que lo escucharon decir aquí y allá, me lo dice
 el vecino, el del punto de viandas, el que me vende el yogur, y lo 
postean no sé cuántos en Facebook. Luego todos respiramos cuando da 
negativo, cosa de la que nos enteramos con igual velocidad. Te dicen es 
Fulano, hermano de Ciclana, que trabaja en la farmacia
 y vive en reparto Trillo. Gente real no un dato.
La vergüenza no es que en Cuba haya colas, 
siempre las hubo; pero que te lo critique el país que te bloquea (el 
rico, el excepcional, el vengador del mundo) y de pronto allí las colas 
sean también tremendas, es irónico.
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La fila para almorzar en Sharing Caring Hands el martes 24 de marzo en Minneapolis. David Joles / Star Tribune / AP
 
Claro, siempre te dicen: Es un logro que te 
den comida gratis sin mirar a quien, y por su versión de las cosas, 
transmiten la idea de que es sencillo. Cosa de llegar un minuto y decir 
lléname el maletero. Lamentablemente este mundo
 interconectado permite ver que no es así: son muchos los testimonios de
 personas que madrugan para conseguir lo perentorio.
Otros te dicen, pero es gratis no como en 
Cuba que no existe eso. Qué decir: se les olvidaron todos los almuerzos 
gratis que durante años recibieron en las escuelas, o los hospitales; 
los que a precios ridículos pagaron en sus centros
 de trabajo o en la cuota mensual, que no alcanza pero mucho ayuda. Yo 
pasé hace unos días por uno de los cinco lugares que en Jatibonico dan 
comida a personas necesitadas, y le tire foto al menú semanal: pollo, 
picadilo de res, yogur, huevo, potaje, arroz,
 postre, y a un precio ridículo. Desayuno, almuerzo y comida por no más 
de dos pesos. Métanle calculadora y lápiz a ver de verdad cuánto cuesta.
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Restaurante del Sistema de Atención a la Familia (SAF) presente en todos
 los municipios de Cuba con s, en 1 437 establecimientos, distribuidos 
en todos los municipios del país del que se favorecen 71 674 personas.
 
Yo no me alegro del mal de nadie. De hecho 
me preocupa mucho el avance de la pandemia en Estados Unidos, pues allí 
hay muchos que quiero o admiro, pero hay que ver lo que constantemente 
se bombardea hacia acá. El trato de carnero
 o burro que te dan. Gente que cuando los miras tendrán más tecnología, 
pero en ningún modo tienen esa comunicación que tenemos en Jatibonico. 
Que es más que comunicación.
 
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