José Martí. “Nuestra América”
La historia de los golpes de estado en América Latina es larga y aleccionadora
con respecto a que después de ser derrocado un proceso de cambio que ha
afectado los intereses de Estados Unidos en la región nunca unas
elecciones inmediatamente posteriores devuelven el gobierno a las
fuerzas desplazadas de este. Nunca... hasta el 18 de octubre de 2020 en
que la candidatura del Movimiento al Socialismo, conformada por Luis
Arce y David Choquehuanca, obtuvo el 55.10% de los votos, superando en
un 8% los resultados de hace un año atrás, cuando se desató el golpe, y
aventajando en más de un 26% a la segunda opción más votada.
El
pueblo boliviano demostró con su voto, y de manera contundente, la
falsedad de las acusaciones de fraude lanzadas por la Organización de
Estados Americanos (OEA) sobre los resultados de las elecciones de
noviembre de 2019, provocaran la emergencia de un poder de facto
sustentado en la represión, el derramamiento de sangre indígena y un
sustantivo retroceso económico y social que, al coincidir con la
pandemia de Covid-19, colocó a ese país en una dramática situación.
Antes,
el proceso de cambios en Bolivia tuvo que derrotar sucesivamente la
histórica alianza con Washington de la oligarquía nacional blanca y
racista: En un golpe anti-constituyente (2006-2007), un golpe
cívico-prefectural (2008), un golpe separatista (2009), otro contra las
organizaciones sociales (TIPNIS 2011 y 2012), y una operación mediática
conocida como "Caso Zapata", apenas tres semanas antes del referendo
sobre la reelección presidencial del 21 de febrero de 2016, haciendo que
una mujer manejada desde la embajada estadounidense asegurara haber
tenido con el Presidente Evo Morales un hijo que luego se probaría nunca
existió (1). El mensaje para los votantes del referendo era claro: "si
Evo no puede atender un hijo, cómo atenderá un país", con él las fuerzas
afines a Estados Unidos lograron una apretada victoria (51,30 %frente
del No a un 48,70 del Sí) que más tarde sería anulada por el Tribunal
Constitucional de Bolivia en una decisión que Washington no objetó
cuando se adujo el mismo artículo 23 de la Convención Americana de
Derechos Humanos para permitir la reelección de Óscar Arias en Costa
Rica y Juan Orlando Hernández en Honduras.
Bolivia
es un país muy particular, cuya condición plurinacional y
multicultural, con alrededor de un 40% de la población cuya lengua
nativa no es el español, y una estructuración de movimientos sociales y
juntas vecinales con una larga tradición de resistencias y luchas, con
una organización social ancestral que ha resistido cinco siglos de
violencia y discriminaciones hasta que uno de los suyos se convirtió en
la máxima figura política del país. Si algo prueban las elecciones de
este 18 de octubre es que ese tejido social "ha dicho basta y ha echado
andar, y ya no se detendrá jamás…" tras medio milenio de brutal
exclusión.
Para
la prensa de derecha los votantes del MAS son “gente que no sabe lo que
es un teléfono móvil, no sabe lo que es internet y mentalmente no tiene
absolutamente idea de prácticamente nada" (2), pero lo que demuestra su
voto en elecciones sucesivas es que están mejor informados y tienen más
sentido de la historia que los electores europeos y norteamericanos
inducidos por fake news e inteligencia artificial a votar contra sus propios intereses.
Una
vez más Calibán le ha dado una lección a Próspero que, no importa si
académico o golpista, si desde la OEA o una universidad norteamericana,
está desconcertado hasta el silencio. El advenedizo admirador de la Roma
americana, despreciando al otro, es en realidad para el Norte un
despreciable intruso que jamás hizo por entender a los suyos. Ahora lo
que superficialmente creyó su victoria es su derrota no solo ideológica,
sino cultural, incapaz de reconocer que la democracia de factura yanqui
que enarbola para América Latina no funciona ya ni en el imperio mismo.
Nuestra
América jamás se acomodará a lo que Obama llamaba repetidamente en sus
alusiones a Cuba “valores universales”, pero no son más que sistemas de
dominación que Estados Unidos impone al mundo. De eso se percataron
nuestros intelectuales mas lúcidos, desde Carpentier hasta Wilfredo Lam,
desde García Marquez a Galeano, y hasta el primer Vargas Llosa antes de
convertirse en vocero del neoliberalismo más fundamentalista. Pero el
colonizado que quiere servir al colonizador nunca aprende.
Todos
los racismos son congéneres. Los golpistas bolivianos acudieron a
Israel para que los asesorara en la represión -“Los hemos invitado a
ayudarnos. Están acostumbrados a tratar con terroristas. Saben cómo
manejarlos” (3), dijo un ministro del gobierno de facto a la agencia
Reuters-, mientras en la prensa privada financiada para Cuba desde
Estados Unidos, con el vicio de cierta academia eurocéntrica de doblegar
la realidad para que se ajuste a sus esquemas, se buscaban referentes
"cool" en el sionismo bienvisto por los centros de poder, desde los
dogmas que dividen América Latina entre una "derecha autoritaria" y una
"izquierda totalitaria", se acusaba a Evo de ser un "caudillo" afiliado a
la segunda.(4)
El
“caudillo” totalitario dijo entonces una verdad impronunciable por el
“demócrata” sionista: “Hay prácticas similares en el gobierno de facto
de Bolivia en una analogía con el régimen de Israel, hablando de lo que
sucede con Palestina, como el asesinato de las personas, represión a la
población, censura de la prensa e incluso la expulsión de los
periodistas que intentan mostrar lo que está pasando”
No
sorprende entonces que desde el sionismo tropical se denostara a Evo y
se le llamara totalitario, siguiendo la ruta de los que antes le
llamaron terrorista. Como escribí entonces: "Evo Morales no es un
político tradicional, tampoco un militar, se forjó como líder en los
sindicatos y los movimientos sociales que tuvieron que enfrentar por
largo tiempo represiones y dictaduras en el país que tal vez haya
sufrido más golpes de estado en todo el planeta. Cualquiera que conozca
cómo funcionan los sindicatos y las juntas vecinales en Bolivia sabe de
su democracia interna, de cómo someten a asamblea todos los asuntos en
su larga historia de movilizaciones, resistencias y huelgas donde no
pocos de sus integrantes han dejado la vida."
Nada
diferencia la mirada fascista del sionismo hacia el pueblo árabe, de
aquellos que con desprecio acusan al indio de desconocer la democracia
tal y como la concibe su mirada colonial. Se trata de una misma
ideología imperialista atemperada a diferentes geografías. Martí llamó
con mucha razón sietemesinos a quienes en la América nuestra no tienen
fe en su tierra, y “quieren regir pueblos
originales, de composición singular y violenta, con leyes heredadas de
cuatro siglos de práctica libre en los Estados Unidos, de diecinueve
siglos de monarquía en Francia”. (5)
El
MAS ha obtenido una victoria histórica, aunque quienes sólo hablan de
lo sucedido en América Latina para dogmáticamente adjetivar de
totalitarios a los revolucionarios cubanos y sus compañeros en la región
no se lo han dicho a sus lectores, la realidad es que los indios
bolivianos han hecho posible que por primera vez después de un golpe de
estado regresen al gobierno los derrocados, cosa que no lograron las
“transiciones democráticas” de factura estadounidense en América Latina
ni tampoco en el Sur de Europa.
Cierto
que habrá que sacar las lecciones para que Washington y las fuerzas
oligárquicas locales no vuelvan a contar con ejército y policía a su
servicio y se comprenda que no basta con que la economía vaya bien y se
beneficien incluso los ricos para que el proceso de cambios sea
irreversible, pero no será el dogma colonial del recién llegado al
Norte, que como todo converso busca renegar hasta el extremo de los
suyos, la visión adecuada para analizar una realidad que no cabe en la
mente de quien al decir de Martí vive “en
las tierras podridas con el gusano de corbata, maldiciendo del seno que
lo cargó, paseando el letrero de traidor en la espalda de la casaca de
papel”, tierras a las que ya se dirige Jeanine Añez después de solicitar
a Estados Unidos 350 visas para sus ministros y familias.
Tal
vez la mejor descripción de estos sucesos desconcertantes para algunos
la tenga un norteamericano de apellido Hemingway que puso su pellejo en
peligro por las buenas causas de su época y que eligió vivir entre
nosotros y aprender de nuestros humildes pescadores: “El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado” (8)
(Granma)
Notas:
1. Katu Arconada, Caso Zapata, entre el cuento chino y la conspiración estadounidense. La Época, La Paz, 22 de mayo de 2016.
2. “El
votante del MAS tiene un nivel intelectual nulo": el racista e
ignorante 'análisis' de dos periodistas españoles sobre los comicios en
Bolivia. Actualidad RT, 20 de octubre de 2020. Disponible en https://actualidad.rt.com/actualidad/370488-votante-mas-tiene-nivel-intelectual-nulo-periodistas-espanoles-bolivia
3. Mirta Pacheco, Bolivia: el golpismo acude a Israel, buscando adiestramiento militar. La izquierda diario, 10 de diciembre de 2019. Disponible en https://www.laizquierdadiario.com/Bolivia-el-golpismo-acude-a-Israel-buscando-adiestramiento-militar?fbclid=IwAR3jowh46qhzqwkmn9janfkwov5Lk_JhGFK6As6fJtmym9E4_NZf7U958Es
4. Arturo López Levy, Lecciones de la tragedia boliviana, OnCuba, 12 de noviembre de 2019. Disponible en https://oncubanews.com/opinion/columnas/conversaciones/lecciones-de-la-tragedia-boliviana/
5. José Martí, Nuestra América, La Revista Ilustrada de Nueva York, Estados Unidos, 10 de enero de 1891. Disponible en http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/osal/osal27/14Marti.pdf
6. Bolivia: ¿Tiempo de fuga? Áñez pide a EEUU 350 visas para sus ministros, Resumen Latinoamericano, 22 de octubre de 2020. Disponible en https://www.resumenlatinoamericano.org/2020/10/22/bolivia-tiempo-de-fuga-anez-pide-a-ee-uu-350-visas-para-sus-ministros/
8. Ernest Hemingway, El viejo y el mar, Editorial Dante, Mérida, Yucatán, México, 1989 Disponible en https://www.cubahora.cu/uploads/documento/2019/05/17/el-viejo-y-el-mar.pdf
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