lunes, 29 de enero de 2018

La ropa que llevamos se fabrica en los infiernos del Tercer Mundo

La ropa que llevamos se fabrica en los infiernos del Tercer Mundo
Me siento como cómplice de un crimen cada vez que compro ropa y pago por (p. ej.) treinta euros por un pantalón vaquero. Arrastro esa culpa cuando saco la visa y cojo la bolsa, ya que sé -porque lo he visto- que mi prenda ha sido confeccionada por menores o parias del Tercer Mundo que apenas ganan para comer.Sé que esa cazadora o esa camisa que llevo o que llevas, y que compramos en luminosas tiendas de Madrid, Barcelona, París y Berlín, han pasado por manos y por ojos que no saben que significa la palabra luz o acariciar el agua o el aire en libertad.
Sé que la deslocalización planetaria (producir donde los sueldos son miserables y vender donde los salarios son europeos o similares) es el modelo que impera hoy y que sigue los pasos triunfantes del profeta Donald Trump o de las pirañas del metal.
Tal vez sea mejor ignorar que con nuestras marcas, esas que miden el éxito de “los mejores”, estamos perpetuando el infierno de los que viven en el último eslabón de la cadena productiva, esa que crea cada minuto multimillonarios a granel.
Como decía mi compadre, el revolucionario chileno León Canales, (amigo de la hermana del Ché, Celia Guevara), “muchacho, muchacha, si quieres ser feliz, como dices, no analices, no analices”. 

Blog del autor: http://www.nilo-homerico.es/
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Entrevista a la CUP: «La única manera de materializar la República es mediante la desobediencia masiva» Boltxe

Sirvent es lo que en Latinoamérica definimos como «un cuadro político», forjada en la lucha en Terrassa, un pueblo en el interior de Catalunya, alli ejerció como concejal, hasta que sus compañeros y compañeras la catapultaron al Parlament. Ella señala que la lucha que se está emprendiendo es compleja pero que hay una firme voluntad del pueblo en doblarle el brazo al imperio español, y para ello la CUP sigue convocando a lo que ya dio resultado en el referéndum histórico del pasado 1 de octubre: la desobediencia masiva acompañada de un programa de gobierno para hacer posible la República Catalana.

Qué es y qué representa la CUP en el marco de la lucha de Catalunya por su independencia?

La Candidatura de Unidad Popular es un espacio político en el que buscamos una alternativa al sistema capitalista con la finalidad de que seamos soberanos a la hora de decidir respecto a todo aquello que nos afecta. Creemos que en el marco autonómico actual, el de las instituciones tal cual las conocemos, el margen de actuación política es limitado y nos encontramos que cuando se quiere avanzar en derechos sociales y políticos, se nos coarta cualquier posibilidad para tener capacidad de decisión. Nosotros defendemos la independencia, el derecho a la autodeterminación para conseguir la República Catalana, dado que en el actual escenario en que nos encontramos hay determinados derechos que no están garantizados.
Por otra parte, para la CUP los ejes básicos de nuestro proyecto político son la liberación nacional y social y de género.
¿Cuáles son esos derechos?
En primer lugar el de la autodeterminación y luego siguen el derecho a la libre expresión, a manifestarnos, a la vivienda, a una salud pública que funcione realmente, al acceso a suministros básicos. Entendemos que para llegar a ese punto debemos romper con el marco actual y buscar alternativas que vayan más allá de los límites estatutarios y constitucionales. En las actuales circunstancias todo está pensado desde el poder para favorecer intereses corruptos, de multinacionales, de entidades bancarias, etc., y para nosotros es importante avanzar con un proyecto que ponga adelante a la comunidad por sobre los indivíduos y que podamos ir gestando esa alternativa que buscamos.
¿Qué organizaciones componen la CUP?
Lucha Internacionalista, Endavant, la Crida Constituent, Poble Liure y muchísimas asambleas locales que se ven representadas a través de asambleas territoriales que acaban tomando decisiones en el marco del Consejo Político. Además tenemos un Secretariado Nacional que gestiona las decisiones que se toman en el Consejo Político.
La CUP en esta última parte del proceso catalán ha tenido una actuación importante y singular ya que han provocado cierta radicalización de lo que se venía dando hasta ahora, provocando que un sector de la burguesía representada por Artur Mas diera un paso al costado y en su lugar surgiera la figura de Carles Puigdemont. Cuando ocurrió esto se dieron discusiones en vuestra organización sobre las tácticas a seguir y finalmente se impuso la actual que está poniendo en jaque al gobierno español. ¿Esta situación les ha producido desgaste interno o al contrario, han crecido como nucleamiento político?
Nosotros siempre tomamos decisiones en base a debates y reflexiones políticas buscando resultados positivos para nuestros ejes estratégicos. En lo que hace al proceso actual, si bien hubo algunas divergencias, estas son muy sanas y como tal las afrontamos. El 27 de septiembre de 2015 cuando se realizaron las elecciones, se plantearon casi como plesbicitarias, «si o no» al proyecto independentista. Allí no se consiguió todo el soporte que creíamos que era necesario y entonces ponemos sobre la mesa un instrumento de radicalidad democrática que es el referendum para poder ejercer el derecho de autodeterminación. El Estado español negó esa propuesta y la propia gente se lo tuvo que autotutelar. Para liderar este proyecto, nos propusimos que sea alguien que no tuviera relación con ningún caso de corrupción política, que además fuera alguien que en los gobiernos anteriores no hubiera propiciado recortes en materia de derechos sociales. Por último intentamos desligar el proceso soberanista de un nombre y una persona concreta, con la finalidad que responda a la voluntad popular. En ese caso logramos despegar de la figura de Artur Mas, cuyo partido estaba siendo financiado de manera ilegal y con dinero «negro» y propusimos a Junts per Catalunya que reconozcan estos hechos, que reparen el daño causado y que pongamos sobre la mesa garantías de no repetición ya que entendemos que la corrupción es algo endémico del propio sistema.
Así se llegó al 1 de octubre pasado donde el pueblo en la calle reivindicó su derecho a votar por la independencia, protagonizando una jornada histórica. ¿Según vuestro punto de mira ese dia significa un punto de inflexión, tiene fuerza fundacional?
Por supuesto, en este caso nosotros intentamos ejercer un derecho tan fundamental como es el de la autodeterminación, y nos encontramos con una negativa sistemática por parte del Estado español. Ese día, fue la propia gente que a través de la organización popular consiguió hacer efectivo el instrumento del referéndum. Este ejercicio de desobediencia masiva que se produjo el 1 de octubre es una herramienta política muy necesaria para garantizarnos como pueblo estos derechos que se nos están negando. Por lo tanto, entendemos que esta vía unilateral ejercida por las grandes mayorías del pueblo de Catalunya fue el que puso en jaque al Estado español, al régimen del 78 (la continuación de la dictadura a través del pacto de la Moncloa) y estos 40 años en los que nunca hemos tenido la posibilidad de decidir sobre cuestiones esenciales. Lamentablemente, la coalición Junts pel Sí (formada por Esquerra Republicana de Catalunya y el PdeCat) no confiaron en el poder de movilización popular y se produjeron algunos hechos desmovilizadores. Nos encontramos por ejemplo, que el 10 de octubre, cuando se tenía que proclamar la independencia, se dio un paso atrás, pero no solo eso, cuando el 3 de octubre se hizo una huelga general convocada por el sindicalismo combativo, determinadas fuerzas políticas junto con el sindicalismo amarillo desvirtúaron esa medida de fuerza y la conviertieron en una «parada del país». La diferencia es que una es con el consentimiento de la patronal y la otra es una medida de lucha combativa que se hace sin pedir permiso a nadie.
¿Por qué crees que ocurre esto en un momento tan decisivo como el actual?
Porque parece que hay factores que intentan acallar este conflicto social o bajar la movilización al ver que se está perdiendo el poder de control desde la politica institucional y que es el pueblo el que está empujando a las instituciones a rendirse a esta voluntad popular. Esos días se consiguió en las calles darle credibilidad a la consigna «el pueblo manda, el gobierno obedece».
¿El pueblo está desgastado en esta pelea por estas idas y vueltas de los dirigentes, o hay decisión de seguir batallando?
Nosotros estamos poniendo de manifiesto que hay que ser muy firmes y tener en claro que la política no solo se hace desde las instituciones, y esa no es la línea que algunos dirigentes están siguiendo. Al final se puede producir cansancio de proponer y que no te respondan, pero eso es también interesante porque de esta manera se desdibuja el mito de la democracia delegativa. Lo que uno quiera lograr se lo tiene que trabajar desde diferentes ámbitos políticos y nunca abandonar la calle. Puede haber cierto desgaste pero a la vez tenemos que entender que somos nosotros mismos los que vamos a conseguir los derechos que nos niegan.
¿Cómo ven la figura de Carles Puigdemont y el futuro próximo en el que debe investirse al presidente de Gobierno, sobre todo teniendo en cuenta las amenazas vertidas por el gobierno español?
Para nosotros hay que seguir avanzando en construir la República, ampliar los derechos sociales e impulsar el proceso constituyente que nos tiene que llevar a elaborar la Constitución del nuevo país. Tiene que ser un proceso vinculante. Debemos trazar entre todos y todas qué marco de relaciones políticas y sociales queremos construir. ¿Qué ha sucedido? La hoja de ruta que llevaba la coalición Junts pel Sí, planteaba que en 18 meses se conseguiría la independencia «de la ley a la ley», esperando que el Estado español estuviera dispuesto a dialogar y además se tenía gran confianza en la Unión Europea en su actuación como árbitro, pero todo esto quedó en nada. Por eso decimos que hemos llegado a un punto de inflexión y que la única manera sincera de materializar la República es mediante la desobediencia al marco constitucional y estatutario actual.
Pero el gobierno español responde en todo momento con represión y leyes coercitivas…
Así es, el gobierno español aplica el articulo 155 y suspende el mínimo autogobierno que poseía Catalunya, y lo hace en el mismo momento en que se estaba avanzando en democracia. Además mandó a prisión a los miembros de la mesa del Parlament y a varios dirigentes. Además, nos encontramos con parte del Gobierno en el exilio y también se priva de la libertad a dos miembros de instituciones sociales catalanas de mucho peso, como son la Asamblea Nacional Catalana y Omnium Cultural. Coincidentemente con esos hechos represivos, Rajoy convoca a elecciones en base a las prerrogativas que le ofrece el artículo 155 que le otorga al gobierno español la capacidad de decidir en todos los ámbitos de Catalunya. En ese momento hubo quienes planteaban la restitución de las instituciones y al marco autonómico. Nosotros, por el contrario, dijimos que no habíamos venido al Parlament a pasar de una autonomía suspendida a una autonomía subordinada. Parece ser que las otras dos fuerzas políticas están intentando atacar al artículo 155 para volver a lo anterior, en vez de aplicar políticas que vayan más allá del marco estatutario. Como CUP hacemos una propuesta política de gobierno, en base a lo que llamamos «Decretos de la dignidad» y lanzamos unas medidas muy concretas que son las necesarias para recuperar esta capacidad de decisión.
¿Cuáles son esas medidas?
En primer lugar creemos que es muy importante recuperar para el sector público determinados sectores estratégicos, como infraestructura, la energía, el agua, el gas, la red de comunicaciones, un modelo de sanidad 100% público en el que no puedan entrar los intereses privados, que la educación sea en base a una red única y que no exista el sostenimiento de la escuela privada en base a fondos públicos. También estamos hablando que después de las barbaridades cometidas como la compra de entidades bancarias por 12 mil millones de euros (como Catalunya Caixa) y la vendió a 1.200 millones de euros, es fundamental expropiar todos aquellos pisos que están vacíos y en manos de entidades bancarias y garantizar un derecho tan básico como es el de la vivienda. También tenemos encima de la mesa tres planes de choque, uno, respecto a la pobreza y sus efectos, y como revertir esa situación. Hablamos de un salario mínimo interprofesional, una renta garantida y otras medidas similares. Por otra parte, un plan respecto a la violencia de género, y proponemos la creación de un observatorio que otorgue ayudas a las mujeres que están sufriendo estos abusos. Y por último propugnamos un plan de medidas contra la corrupción. En base a estas medidas, avanzar y enfrentar el status quo actual con más desobediencia masiva si intentan interponerse a lo que el pueblo desea. De allí que emplazamos a las otras fuerzas que dicen querer la República, que debatamos si tienen otra alternativa a la que nosotros estamos presentando.
¿Realmente, ven ese marco posible?
No, no lo vemos. No hay posibilidad de diálogo con el gobierno español, tampoco es real hablar de independencia «de la ley a la ley». El único marco posible es que todos los actores sociales nos pongamos de acuerdo en ir más allá de estos límites constitucionales y para ello debemos construir una República. Esta instancia no va ser edificada solamente desde el Parlament o la Generalitat. Por eso queremos que nos expliquen nuestros aliados cómo piensan encarar esta legislatura, si va a ser solamente volver al marco en que estábamos antes o si entre todos y todas vamos a impulsar políticas sociales valientes. Actualmente el debate político debería ser de fondo, pero está centrado más en el hecho de si el presidente puede venir o no, o si pueden o no votar quienes están en prisión, que en impulsar una acción política concreta. Porque ya sabemos que la espiral represiva condiciona a esta última, y lo que estamos intentando es que no quede postergada por este proceder del estado.
¿Qué ocurre con la otra mitad de Catalunya que vota al unionismo español?
Para nosotros no se trata de una u otra mitad, todas las medidas que estamos impulsando están pensadas para la mayoría popular trabajadora. Actualmente, el sistema capitalista va encaminado a proteger los intereses de una elite muy pequeña que se está enriqueciendo a costa de la miseria de todos nosotros. Es importante explicar muy bien que este proyecto de construcción de la República Catalana va asociado a la emancipación social y queremos garantizar derechos fundamentales para todo el pueblo. Sin embargo, hay determinados partidos políticos de derecha, como el PP y Ciudadanos, que se han empeñado en vender un relato mediático para fomentar esta fractura social y para poner en evidencia que el proyecto independentista olvida a la mitad de la población. Es totalmente al revés, ya que la fractura social es la reforma laboral que impulsaron ellos en su momento y que permite al empresario, de forma unilateral, cambiar las condiciones de trabajo de sus asalariados. Estamos hablando de partidos que no se han posesionado contra los abusos bancarios, o los deshaucios. Nos referimos también a casos de corrupción y de clientelismo a la hora de externalizar determinados servicios públicos. Si esta sociedad está fracturada es porque está partida por una situación de pobreza extrema que el capitalismo y sus seguidores en el gobierno español vienen fomentando desde hace décadas. Para enfrentar ese modelo es que el pueblo grita en las calles: «Somos República» y nosotros nos esforzaremos que el camino avanzado no se frustre.
Entrevista realizada por Carlos Aznárez.
24 de enero de 2018
Escribi ésto. Acerca de los militares progresistas, Podemos y Julio Anguita.  

Nines Maestro <ninesmaestro@gmail.com>  

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Acerca de los militares progresistas, Podemos y Julio Anguita

Ángeles Maestro, militante de Red Roja

Las palabras utilizadas por Julio Anguita para presentar a Julio Rodríguez , ex General y ex Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) – ahora Secretario General de Podemos en Madrid - en las que alabó su “brillante hoja de servicios” y le defendió como “militar progresista”, recordando que Hugo Chávez también era militar y comparándole con los militares republicanos, no deben quedar sin respuesta.
La aparición de Julio Anguita, respaldando al General tiene que ver directamente con los fracasos con que se han saldado los intentos de Podemos de colocarle en las instituciones, paso previo para nombrarle Ministro de Defensa en un hipotético gobierno de Pablo Iglesias. Ni salió elegido diputado por Zaragoza en 2015, ni tampoco por Almería en 2016, circunscripción considerada “segura” por esta organización.
En la Almería anti-otanista, la que vivió la bomba de Palomares - con baño de Fraga Iribarne incluido – la candidatura del ex-General, desencadenó en su contra una importante movilización, incluso en IU. Su coordinadora, Rosalía Martín, dijo públicamente, digna y rotunda: "Como si Podemos quiere situar al mono Amedio en la lista por Almería, pero un hombre de la guerra y la OTAN va directamente contra la filosofía de Izquierda Unida y es una auténtica provocación"1. Ante el alcance y la repercusión pública de las críticas – que acabarían por impedir su elección - el ex Coordinador General de IU intentó legitimar al JEMAD – desautorizando a la responsable de IU - ante una izquierda que le llamaba “carnicerito de Libia”2 declarando que las palabras de Rosalía no eran de “buen gusto” y poco correctas políticamente3.
El ex Coordinador General de IU utilizó entonces y ha seguido usando ahora para legitimar a Julio Rodriguez la trampa de compararle con los militares que defendieron la República o con Hugo Chávez, calificando de hipócritas a quienes desde la izquierda se escandalizan porque “un militar se comprometa con un partido de izquierdas”.
Sin entrar a comentar a estas alturas la calificación a Podemos como “partido de izquierdas”, lo más relevante es su aceptación de todas las estructuras de poder del imperialismo euro-estadounidense, incluida por su puesto, la OTAN. Y como suele ocurrir entre los “arrepentidos”, redoblan los esfuerzos para ser aceptados en los círculos de poder, rindiendo la máxima pleitesía.
La decisión de Podemos, ante la que IU ha guardado silencio, de colocar como máximo dirigente de Madrid al ex-jefe militar de la OTAN – tratando de que aunque sea camuflado tras Carmena pueda terminar siendo alcalde – se sitúa exactamente en el mismo camino, aunque ahora a velocidades de vértigo, que transitó el PSOE desde el “OTAN, de entrada NO” a la colocación de Javier Solana como secretario general de la OTAN, precisamente en la guerra contra Yugoslavia. Ese PSOE que Julio Anguita situaba “en la otra orilla” y que tan justificadamente denostó.
Conviene no olvidar, como le ocurrió a Allende, que el ejército en el capitalismo como máximo exponente de los aparatos del Estado, cumple la función prioritaria, no de defender al pueblo frente al enemigo exterior – cosa que ni los más ingenuos creen - sino de asegurar contra el pueblo, el mantenimiento del orden – burgués - establecido. Pero, además, en este Estado español, pretender
equiparar con Hugo Chávez o con los militares que defendieron con su vida la legitimidad de la República, a quien ha sido hasta 2011 Jefe del Estado Mayor de la Defensa, y por lo tanto máxima jerarquía de un ejército que atravesó la Transición sin depuración alguna. Es decir, de un ejército que mantuvo en el escalafón a los mismos altos cargos que participaron activamente en el levantamiento militar contra el legítimo gobierno republicano, en la guerra contra el pueblo que ganaron con el apoyo de las potencias fascistas y, tras ella, en una de las operaciones de exterminio más feroces que ha conocido la historia contemporánea, es un insulto intolerable a nuestra historia.
Y es una infamia, también, porque hubo oficiales de la edad de Julio Rodríguez que desde la organización clandestina Unión Militar Democrática lucharon activamente contra la Dictadura y fueron excluidos parcialmente de la Ley de Amnistía4 precisamente para impedir que pudieran incorporarse a sus puestos. Un ejemplo más que da fe de hasta qué punto las estructuras básicas del franquismo atravesaron, intactas, la Transición.
Pero lo más inaceptable de la posición de Julio Anguita como aval de Julio Rodríguez y de Podemos es la alusión a su “brillante hoja de servicios” en un Ejército que la única mutación que ha sufrido desde la Dictadura ha sido la integración en la OTAN para convertirse en un apéndice de EE.UU. Y lo ha hecho pese a que una de las condiciones para el SI en el Referéndum de la OTAN5 fue la no pertenencia de España a la estructura militar; condición que ha sido vulnerada tan repetida y flagrantemente que ya casi nadie lo recuerda.
Porque lo que define la trayectoria militar de Julio Rodriguez es su fidelidad y lealtad a ... EE.UU. Esa la curiosa forma de entender la defensa de la patria de PP y PSOE, y ahora también de Podemos y de Julio Anguita.
Wikileaks publicó un cable del 18 de julio de 2008 emitido por la sección de la CIA instalada en Madrid en la que se valoraba el reciente nombramiento de Julio Rodríguez por la entonces Ministra de Defensa Carme Chacón. Uno de los párrafos del documento, dado a conocer y traducido por el el blog del viejo topo6 dice así:

"La Oficina [de EE.UU.] de Madrid de Cooperación para la Defensa ha trabajado ampliamente los dos últimos años con el Teniente General Rodríguez, cuando era Director de Planes y Programas del Cuartel General del Ejército del Aire. Todos los programas militares de ventas al extranjero fueron coordinados y dotados con personal de su oficina. Rodríguez es el Director Nacional de Armamento español en la OTAN. Ha colaborado estrechamente con el Representante de Estados Unidos OSD AT&L), el Sr. Young en varios programas de compras de la OTAN. El General Rodríguez ha visitado Estados Unidos, y se reunió en 2007 con el Vicesecretario de Defensa (Viceministro). Él es un pro-Estados Unidos, un firme  partidario de la actuación conjunta y un pensador estratégico. El Teniente General Rodríguez es bastante callado y habla de forma concisa. Fin del comentario."
Este hombre de confianza de la CIA, considerado “uno de los nuestros” en este informe, fue quien diseñó la participación española en el ataque de la OTAN contra Libia. Se enviaron cuatro aviones cazabombarderos F-18 y un avión Boeing 707 de reabastecimiento en vuelo, la fragata Méndez Núñez, el submarino Tramontana y un avión de vigilancia marítima C-235. No se supo cuántas bombas cayeron y cuantas personas cayeron asesinadas. Se suele considerar de “mal gusto” informar sobre ello, sobre todo si se trata de bombardeos “humanitarios” en el marco de operaciones de “mantenimiento de la paz”. Lo que si se conoce es el desastre que ocasionaron, el magnicidio que propiciaron y la aniquilación de los proyectos de soberanía para África que Gadafi intentaba llevar a cabo.
Esa sangre derramada y esa barbarie sembrada, es responsabilidad en máximo grado del ex General y ex JEMAD que Julio Anguita intenta legitimar y que tiene las manos manchadas de sangre. Como eso es bien evidente, el inconsciente jugó una mala pasada la Coordinador General de IU cuando al presentarle recientemente en Córdoba dijo: "Candidato al Congreso de los Diputados por Podemos, Julio Rodríguez no consiguió el escándalo; perdón, no consiguió el escaño"7. 29 de enero de 2018.  
2Se retomaba así el epíteto con el que el pueblo conoce a Carlos Arias Navarro “carnicerito de Málaga” por los miles de asesinatos que por orden suya regaron esa tierra.http://www.publico.es/actualidad/300-del-carnicerito-malaga.html


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Las palabras utilizadas por Julio Anguita para presentar a Julio Rodríguez , ex General y ex Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) – ahora Secretario General de Podemos en Madrid - en las que alabó su “brillante hoja de servicios” y le defendió como “militar progresista”, recordando que Hugo Chávez también era militar y comparándole con los militares republicanos, no deben quedar sin respuesta.
La aparición de Julio Anguita, respaldando al General tiene que ver directamente con los fracasos con que se han saldado los intentos de Podemos de colocarle en las instituciones, paso previo para nombrarle Ministro de Defensa en un hipotético gobierno de Pablo Iglesias. Ni salió elegido diputado por Zaragoza en 2015, ni tampoco por Almería en 2016, circunscripción considerada “segura” por esta organización.
En la Almería anti-otanista, la que vivió la bomba de Palomares - con baño de Fraga Iribarne incluido – la candidatura del ex-General, desencadenó en su contra una importante movilización, incluso en IU. Su coordinadora, Rosalía Martín, dijo públicamente, digna y rotunda: "Como si Podemos quiere situar al mono Amedio en la lista por Almería, pero un hombre de la guerra y la OTAN va directamente contra la filosofía de Izquierda Unida y es una auténtica provocación"1. Ante el alcance y la repercusión pública de las críticas – que acabarían por impedir su elección - el ex Coordinador General de IU intentó legitimar al JEMAD – desautorizando a la responsable de IU - ante una izquierda que le llamaba “carnicerito de Libia”2 declarando que las palabras de Rosalía no eran de “buen gusto” y poco correctas políticamente3.
El ex Coordinador General de IU utilizó entonces y ha seguido usando ahora para legitimar a Julio Rodriguez la trampa de compararle con los militares que defendieron la República o con Hugo Chávez, calificando de hipócritas a quienes desde la izquierda se escandalizan porque “un militar se comprometa con un partido de izquierdas”.
Sin entrar a comentar a estas alturas la calificación a Podemos como “partido de izquierdas”, lo más relevante es su aceptación de todas las estructuras de poder del imperialismo euro-estadounidense, incluida por su puesto, la OTAN. Y como suele ocurrir entre los “arrepentidos”, redoblan los esfuerzos para ser aceptados en los círculos de poder, rindiendo la máxima pleitesía.
La decisión de Podemos, ante la que IU ha guardado silencio, de colocar como máximo dirigente de Madrid al ex-jefe militar de la OTAN – tratando de que aunque sea camuflado tras Carmena pueda terminar siendo alcalde – se sitúa exactamente en el mismo camino, aunque ahora a velocidades de vértigo, que transitó el PSOE desde el “OTAN, de entrada NO” a la colocación de Javier Solana como secretario general de la OTAN, precisamente en la guerra contra Yugoslavia. Ese PSOE que Julio Anguita situaba “en la otra orilla” y que tan justificadamente denostó.
Conviene no olvidar, como le ocurrió a Allende, que el ejército en el capitalismo como máximo exponente de los aparatos del Estado, cumple la función prioritaria, no de defender al pueblo frente al enemigo exterior – cosa que ni los más ingenuos creen - sino de asegurar contra el pueblo, el mantenimiento del orden – burgués - establecido. Pero, además, en este Estado español, pretender
equiparar con Hugo Chávez o con los militares que defendieron con su vida la legitimidad de la República, a quien ha sido hasta 2011 Jefe del Estado Mayor de la Defensa, y por lo tanto máxima jerarquía de un ejército que atravesó la Transición sin depuración alguna. Es decir, de un ejército que mantuvo en el escalafón a los mismos altos cargos que participaron activamente en el levantamiento militar contra el legítimo gobierno republicano, en la guerra contra el pueblo que ganaron con el apoyo de las potencias fascistas y, tras ella, en una de las operaciones de exterminio más feroces que ha conocido la historia contemporánea, es un insulto intolerable a nuestra historia.
Y es una infamia, también, porque hubo oficiales de la edad de Julio Rodríguez que desde la organización clandestina Unión Militar Democrática lucharon activamente contra la Dictadura y fueron excluidos parcialmente de la Ley de Amnistía4 precisamente para impedir que pudieran incorporarse a sus puestos. Un ejemplo más que da fe de hasta qué punto las estructuras básicas del franquismo atravesaron, intactas, la Transición.
Pero lo más inaceptable de la posición de Julio Anguita como aval de Julio Rodríguez y de Podemos es la alusión a su “brillante hoja de servicios” en un Ejército que la única mutación que ha sufrido desde la Dictadura ha sido la integración en la OTAN para convertirse en un apéndice de EE.UU. Y lo ha hecho pese a que una de las condiciones para el SI en el Referéndum de la OTAN5 fue la no pertenencia de España a la estructura militar; condición que ha sido vulnerada tan repetida y flagrantemente que ya casi nadie lo recuerda.
Porque lo que define la trayectoria militar de Julio Rodriguez es su fidelidad y lealtad a ... EE.UU. Esa la curiosa forma de entender la defensa de la patria de PP y PSOE, y ahora también de Podemos y de Julio Anguita.
Wikileaks publicó un cable del 18 de julio de 2008 emitido por la sección de la CIA instalada en Madrid en la que se valoraba el reciente nombramiento de Julio Rodríguez por la entonces Ministra de Defensa Carme Chacón. Uno de los párrafos del documento, dado a conocer y traducido por el el blog del viejo topo6 dice así:

"La Oficina [de EE.UU.] de Madrid de Cooperación para la Defensa ha trabajado ampliamente los dos últimos años con el Teniente General Rodríguez, cuando era Director de Planes y Programas del Cuartel General del Ejército del Aire. Todos los programas militares de ventas al extranjero fueron coordinados y dotados con personal de su oficina. Rodríguez es el Director Nacional de Armamento español en la OTAN. Ha colaborado estrechamente con el Representante de Estados Unidos OSD AT&L), el Sr. Young en varios programas de compras de la OTAN. El General Rodríguez ha visitado Estados Unidos, y se reunió en 2007 con el Vicesecretario de Defensa (Viceministro). Él es un pro-Estados Unidos, un firme  partidario de la actuación conjunta y un pensador estratégico. El Teniente General Rodríguez es bastante callado y habla de forma concisa. Fin del comentario."
Este hombre de confianza de la CIA, considerado “uno de los nuestros” en este informe, fue quien diseñó la participación española en el ataque de la OTAN contra Libia. Se enviaron cuatro aviones cazabombarderos F-18 y un avión Boeing 707 de reabastecimiento en vuelo, la fragata Méndez Núñez, el submarino Tramontana y un avión de vigilancia marítima C-235. No se supo cuántas bombas cayeron y cuantas personas cayeron asesinadas. Se suele considerar de “mal gusto” informar sobre ello, sobre todo si se trata de bombardeos “humanitarios” en el marco de operaciones de “mantenimiento de la paz”. Lo que si se conoce es el desastre que ocasionaron, el magnicidio que propiciaron y la aniquilación de los proyectos de soberanía para África que Gadafi intentaba llevar a cabo.
Esa sangre derramada y esa barbarie sembrada, es responsabilidad en máximo grado del ex General y ex JEMAD que Julio Anguita intenta legitimar y que tiene las manos manchadas de sangre. Como eso es bien evidente, el inconsciente jugó una mala pasada la Coordinador General de IU cuando al presentarle recientemente en Córdoba dijo: "Candidato al Congreso de los Diputados por Podemos, Julio Rodríguez no consiguió el escándalo; perdón, no consiguió el escaño"729 de enero de 2018.  
2Se retomaba así el epíteto con el que el pueblo conoce a Carlos Arias Navarro “carnicerito de Málaga” por los miles de asesinatos que por orden suya regaron esa tierra.http://www.publico.es/actualidad/300-del-carnicerito-malaga.html

domingo, 28 de enero de 2018

El miedo no puede durar Jordi Barbeta Barcelona. Domingo, 28 de enero de 2018

“La libertad de pensar como se quiera y hablar como se crea oportuno son medios indispensables para el descubrimiento y la difusión de la verdad política". Hace 90 años, el juez Louis Brandeis, del Tribunal Supremo de Estados Unidos, escribía esto en su voto concurrente en la sentencia del caso Whitney vs. California. Aunque el tribunal acabó condenando a la sufragista Anita Whitney por practicar “sindicalismo criminal”, lo que ha quedado para la historia es la mayor defensa de la libertad de expresión escrita por un juez que influyó de manera tan determinante que el alto tribunal acabó asumiendo sus criterios y estableció la preponderancia de la primera enmienda. 
Anita Whitney, hija de casa bien que se graduó en el Wellesley College —la misma escuela donde estudiaría décadas después Hillary Clinton— era una activista sufragista, comunista y pacifista, siempre contraria a la violencia, pero fue condenada por haber hecho “uso de expresiones contrarias al bienestar público, que tienden a incitar al delito, alterar la paz pública o poner en peligro los fundamentos del gobierno organizado y amenazan con su derribo”. Finalmente el gobernador de California, Friend William Richardson, no tuvo más remedio que indultarla considerando que, de acuerdo con los argumentos del juez Bradeis, era “impensable” tener aquella mujer encerrada en una celda. Whitney siguió ejerciendo su activismo hasta que se postuló para senadora enfrentándose a las cruzadas anticomunistas de Ronald Reagan y Joseph McCarthy.
Vale la pena recordar todo eso aquí y ahora cuando nos encontramos en un dilema que una sociedad tan imperfecta como la de Estados Unidos superó a mediados del siglo pasado. Me perdonarán la autorreferencia, pero hace cuatro años, cuando me destinaron a Washington, no me podía imaginar que al volver me encontraría un país dominado por el miedo como nunca lo había visto, ni al final de la dictadura, cuando la ilusión por el futuro se hizo tan contagiosa que todos perdimos el miedo de nuestros padres. 
Ahora, en cambio, España tiene miedo de Catalunya y Catalunya tiene miedo de España. Y el Rey tiene miedo de la República y los republicanos del Rey. Y con tanta corrupción como arrastra, el Gobierno español tiene miedo de los que se atreven a enfrentarse a él, pero todavía resulta más alarmante el miedo de la oposición, supuestamente de izquierdas, rendida en su impotencia.
España tiene miedo de Catalunya y Catalunya tiene miedo de España. Y el Rey tiene miedo de la República y los republicanos del Rey
Hay un miedo justificado que tenemos todos —funcionarios, abogados, periodistas, maestros, profesores, comediantes, activistas, tuiteros e incluso clientes de barra de bar— de los jueces que actúan arbitrariamente utilizando las leyes como navajas, pero también hay jueces que tienen miedo de no seguir la corriente no sea que los inhabiliten como a Garzón o Silva. Incluso los juristas parlamentarios redactan dictámenes inspirados en la angustia que les genera el miedo a perder el estatus y el sueldo que cobran y que se niegan a dar a conocer. Y me afecta especialmente el miedo de los periodistas, con directores convertidos en sicarios de la vicepresidenta.
La situación de un país donde todo el mundo tiene miedo no puede durar mucho. Recordaba el juez Brandeis que “el orden no se puede asegurar sólo con el miedo al castigo; es peligroso desanimar el pensamiento, la esperanza y la imaginación, porque el miedo genera represión, la represión genera odio y el odio amenaza al gobierno estable”.


Para combatir el pesimismo nada como un poema de Joan Brossa que encontraréis en la magnífica exposición del Macba. Titulado “Saltamontes" tiene forma de adivinanza: "Muñeco que lleva peso en la base y que, desviado de su posición vertical, se vuelve a poner en pie. El Pueblo".