martes, 29 de marzo de 2016

Vientos de guerra en el mundo Romper el silencio: ha empezado una guerra mundial. John Pilger Counterpunch

Vientos de guerra en el mundo   Romper el silencio: ha empezado una guerra mundial.   
Traducción del inglés para   ebelión de Carlos Riba García  

He estado filmando en las islas Marshall, que están en medio del océano Pacífico, al norte de Australia. Cada vez que le digo a alguien dónde he estado me preguntan “¿Dónde es eso?”. Si doy una clave diciendo “Bikini”, dicen “Ah, el traje de baño”.
Pocas personas parecen estar enteradas de que el bañador llamado bikini tiene ese nombre para celebrar las explosiones nucleares que destruyeron el atolón de Bikini. Entre 1946 y 1958, Estados Unidos hizo estallar 66 artefactos nucleares –el equivalente a 1,6 bombas de Hiroshima cada día durante 12 años– en las islas Marshall.
Hoy día Bikini está en silencio, transformado y contaminado. Las palmeras crecen formando una extraña cuadrícula. Nada que se mueva, No hay pájaros. Las lápidas del viejo cementerio son focos vivos de radiación. El contador Geiger aplicado a mis zapatos marcaba “peligro”.
De pie en la playa veía caer el agua verde esmeralda del Pacífico por la pendiente de un enorme agujero negro. Se trata del cráter dejado por la bomba de hidrógeno a la que llamaron “Bravo”. La explosión envenenó a las personas y el medio ambiente en cientos de kilómetros, posiblemente para siempre.
En el viaje de regreso, hice escala en el aeropuerto de Honolulu; en el puesto de la prensa, vi la revista estadounidense Women’s Health (La salud de la mujer). En la portada, una sonriente mujer en bikini y el titular: “Tú también puedes tener un cuerpo bikini”. Unos días antes, en las Marshall, yo había entrevistado a mujeres que tenían muy diferente “cuerpo bikini”. Todas ellas habían sufrido cáncer de tiroides y otros cánceres posiblemente mortales.
Al contrario de la mujer que sonreía en la revista, todas ellas eran pobres: las víctimas y cobayas de una superpotencia rapaz que en estos momentos es más peligrosa que nunca.
Relato esta experiencia a modo de advertencia y para poner fin a una distracción que tantos de nosotros hemos consumido. El creador de la propaganda moderna, Edward Bernays, describía este fenómeno como “la manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones” de las sociedades democráticas. Él llamaba a esto “gobierno invisible”.
¿Cuántas personas tienen conciencia de que ha empezado una guerra mundial? Hoy en día, se trata de una guerra de propaganda, de mentiras y distracción, pero esto puede cambiar en cualquier momento, con la primera orden equivocada o el primer misil.
En 2009, el presidente Obama se presentó ante una multitud en actitud de adoración en el centro de Praga, en el corazón de Europa. Se comprometió a construir “un mundo libre de armas nucleares”. La gente lo ovacionó y algunos lloraban. Los medios derramaron un torrente de lugares comunes. Después de esto, a Obama se le concedió el Premio Nobel de la Paz.
Todo era una patraña. Obama estaba mintiendo.
Su administración ha construido más armas nucleares, más ojivas nucleares, más sistemas de lanzamiento de armas nucleares, más fábricas de armas nucleares. Solo el gasto en cabezas nucleares aumentó más durante el gobierno de Obama que con cualquier otro presidente de Estados Unidos. En 30 años se ha gastado más de un billón de dólares –un millón de millones, es decir, un 1 seguido de 12 ceros–.
Hay planes para la construcción de una bomba nuclear en miniatura; se la conoce como la B61 modelo 12. Nunca ha habido nada parecido. El general James Cartwright, ex vicepresidente del Estado Mayor Conjunto, dijo: “La miniaturización nuclear [hace que el uso de esta] arma sea más posible”.
En los últimos 18 meses, la mayor concentración de tropas desde la Segunda Guerra Mundial –comandada por Estados Unidos– se está desplegando a lo largo de la frontera occidental rusa. Desde la invasión de la Unión Soviética por los ejércitos de Hitler, ninguna fuerza militar extranjera ha montado semejante amenaza demostrable contra Rusia.
Ucrania –una vez integrante de la Unión Soviética– se ha convertido en un parque temático de la CIA. Después de haber orquestado un golpe de Estado en Kiev, Washington controla de hecho a un régimen que está al lado de Rusia y es hostil a ella. Un régimen literalmente plagado de nazis. Las figuras parlamentarias prominentes de Ucrania son descendientes políticos de los conocidos grupos fascistas OUN [Organización de Nacionalistas Ucranianos] y UPA [Ejército Insurgente Ucraniano]. Elogian públicamente a Hitler y llaman a la persecución y expulsión de la minoría rusohablante.
Esta noticia casi no existe en Occidente, o es tergiversada para quitarle la carga de verdad.
En Letonia y Estonia –países vecinos de Rusia– el poder militar de Estados Unidos está desplegando fuerzas de combate, tanques y armamento pesado. Esta provocación extrema de la que es objeto la segunda potencia nuclear del globo es recibida en Occidente sin que se haga oír una sola voz.
Lo que constituye una perspectiva de guerra nuclear todavía más peligrosa es una campaña paralela contra China.
Casi no pasa un día en el que no se coloque a China en el estatus de “amenaza”. Según el almirante Harry Harris, comandante estadounidense de la zona Pacífico, China está “levantando un gran muro de arena en el mar de China Meridional”. Se refiere a la construcción de pistas de aterrizaje en las islas Spratly, que son objeto de disputa con Filipinas, una disputa que pasó desapercibida hasta que Washington presionó y sobornó al gobierno de Manila, y el Pentágono lanzó una campaña propagandista llamada “libertad de navegación”.
¿Qué significa esto en realidad? Significa que los barcos de guerra estadounidenses tengan libertad para patrullar y dominar el litoral marítimo chino. Trate usted de imaginar cuál sería la reacción de Estados Unidos si buques de guerra chinos hiciesen lo mismo frente a las costas de California.
Yo rodé una película llamada The War You Don’t See (La guerra que usted no ve) en la que entrevisté a distinguidos periodistas de EEUU y Gran Bretaña: reporteros como Dan Rather, de CBS; Rageh Omar, de la BBC; o David Rose, de The Observer. Todos ellos dijeron que si los periodistas y presentadores de radio y TV hubiesen hecho su trabajo y cuestionado la propaganda que sostenía que Sadam Hussein poseía armas de destrucción masiva; si los periodistas no hubiesen amplificado las mentiras de George W. Bush y Tony Blair y no se hubieran hecho eco de ellas, la invasión de Iraq en 2003 posiblemente no habría ocurrido, y cientos de miles de hombres, mujeres y niños hoy estarían vivos.
En principio, la propaganda que está preparando el terreno para una guerra contra Rusia y/o China no es muy diferente. Que yo sepa, ningún periodista de los medios de “la corriente dominante” occidental –un equivalente a Dan Rather, digamos– pregunta por qué China está construyendo aeródromos en el mar de China Meridional.
La respuesta saltaría a la vista. Estados Unidos está rodeando a China con una red de bases militares, misiles balísticos, unidades de combate, aviones de bombardeo que transportan bombas nucleares. Este mortífero arco, que comprende Australia, las islas del Pacífico, las Marianas y Guam, Filipinas, Thailandia, Okinawa, Corea del Sur y, ya en Eurasia, también Afganistán e India. Estados Unidos ha puesto un dogal en el cuello de China. Pero esto no es noticia. Silencio mediático; guerra mediática.
Con mucho secretismo, en 2015, Estados Unidos y Australia realizaron los mayores ejercicios aeronavales de los últimos años, fueron conocidos como ‘Sable talismán’. Su finalidad era mejorar los planes de guerra aeronaval y de bloqueo de corredores marítimos –como los estrechos de Malaca y de Lombok– para cortar el acceso de China al petróleo, al gas y a otras materias primas de Oriente Medio y África.
En el circo conocido como la campaña presidencial estadounidense, Donald Trump aparece como un loco, un fascista. Ciertamente, es detestable, pero también es alguien que odia a los medios. Esto solo ya despertaría nuestro escepticismo.
Los puntos de vista de Trump sobre la inmigración son grotescos, pero no mucho más que los de David Cameron. Trump no es el Gran Deportador de Estados Unidos; sí lo es el ganador del Premio Nobel de la Paz, Barack Obama.
Según un gran comentarista liberal, Trump está “desencadenando las fuerzas oscuras de la violencia” de Estados Unidos. ¿Desencadenándolas? Este es el país donde los bebés le disparan a su madre y la policía está empeñada en una guerra asesina contra los estadounidenses negros. Este es el país que ha atacado y tratado de derribar a más de 50 gobiernos, muchos de ellos elegidos democráticamente, y bombardeado desde Asia a Oriente Medio, provocando la muerte y la miseria de millones de personas.
Ningún país puede igualar este sistemático récord de violencia. La mayor parte de las guerras de Estados Unidos (casi todas ellas contra países indefensos) no han sido iniciadas por presidentes republicanos sino por demócratas liberales: Truman, Kennedy, Johnson, Carter, Clinton, Obama.
En 1947, una serie de directivas del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en inglés) describieron los principales objetivos de la política exterior de Estados Unidos como [la construcción de] un mundo sustancialmente hecho a nuestra propia imagen”. La ideología era mesianismo estadounidense. Todos éramos estadounidenses. U otra cosa. Los herejes serían convertidos, subvertidos, comprados, difamados o aplastados.
Donald Trump es un síntoma de esta actitud, pero también es un disidente. Dice que la invasión de Iraq fue un crimen; él no quiere entrar en guerra con Rusia y China. Para nosotros, el peligro no es Trump sino Hillary Cliton. Ella no es una disidente. Ella personifica la resiliencia y la violencia de un sistema cuyo cacareado “excepcionalismo” es totalitario con un ocasional rostro liberal.
Según se acerque el día de las elecciones, Clinton será saludada como la primera mujer en la Oficina Oval, sin que importen sus crímenes y mentiras; tal como fue alabado Barack Obama por ser el primer presidente negro, y los progresistas se tragaron sus tonterías sobre la “esperanza”. Y las bobadas continúan.
Descrito por el columnista de The Guardian Owen Jones como “divertido, encantador, con una falta de formalidad de la que escapan prácticamente todos los políticos”, al día siguiente Obama envió unos drones para asesinar a 150 personas en Somalia. Acostumbra a matar los martes, según el New York Times, cuando le entregan una lista de candidatos a ser asesinados por medio de drones. Es un tío muy legal.
En 2008, en su campaña presidencial, Hillary Clinton amenazó a Irán con “destruirlo completamente” con armas nucleares. Como secretaria de Estado en el gobierno Obama, ella participó en el derribo del gobierno democrático de Honduras. Su contribución en la destrucción de Libia, en 2011, fue casi jubilosa. Cuando el líder libio, el coronel Gaddafi, fue sodomizado en público con un cuchillo –un crimen que solo fue posible gracias a la logística estadounidense–, Clinton se regodeó diciendo: “Nosotros llegamos, lo vimos y él murió”.
Una de las más estrechas aliadas de Clinton es Madeleine Albright, la ex secretaria de Estado, que ha atacado a algunas jóvenes mujeres por no apoyar a “Hillary”. Es la misma Madeleine Albright que celebró infamemente por la televisión la muerte de medio millón de niños iraquíes diciendo “valió la pena”.
Entre los más grandes apoyos de Clinton están los grupos de presión israelíes y las empresas fabicantes del armamento que alimenta la violencia en Oriente Medio. Ella y su marido han recibido una fortuna proveniente de Wall Sreet. Aun así, ella está a punto de ser consagrada candidata de las mujeres para deshacerse del maligno Trump, el demonio oficial. Entre las seguidoras de Hillary hay distinguidas feministas: como Gloria Steinem, de Estados Unidos, y Anne Summers, de Australia.
Hace una generación, una corriente de pensamiento postmoderno ahora conocido como “política identitaria” hizo que muchas personas inteligentes y de mente progresista se inhibieran de analizar las causas y las figuras que ellas apoyaban –los impostores de Obama y Clinton; los falsos movimientos progresistas como Syriza, en Grecia, que traicionaron al pueblo de ese país y se aliaron con sus enemigos.
La autoabsorción –una especie de exaltación de mí mismo– se convirtió en el nuevo Zeitgeist (tiempo del espíritu) en las privilegiadas sociedades occidentales y marcó la desaparición de los grandes movimientos contra la guerra, la injusticia social, la desigualdad, el racismo y el sexismo.
Hoy en día, la larga siesta podría estar acabando. La juventud está volviendo a despertar. Poco a poco. Los miles de jóvenes que en Gran Bretaña apoyaron a Jeremy Corbyn como líder laborista forman parte de este despertar, al igual que aquellos que acudieron para apoyar al senador Bernie Sanders.
No obstante, la semana pasada, en Gran Bretaña, el aliado más cercano a Jeremy Corbyn, su tesorero en la sombra John McDonnell, implicó a un gobierno laborista en la cancelación de la deuda de la banca pirata y, de hecho, en la continuación de la llamada austeridad.
Y en Estados Unidos, Bernie Sanders prometió apoyar a Clinton en el caso de que sea nominada. Él, también, ha votado por el empleo de la fuerza contra algunos países cuando, según su parecer, sea “correcto”. Dice que Obama ha hecho “un gran trabajo”.
En Australia hay una especie de política de la morgue, en la que se suceden tediosos juegos parlamentarios interpretados por los medios mientras los refugiados y los pueblos originarios son perseguidos y crece la desigualdad, al mismo tiempo que el peligro de una guerra. El gobierno de Malcom Turnbull acaba de anunciar el llamado presupuesto de la defensa de 195.000 millones de dólares, que es un impulso en la dirección de la guerra. El debate no existe. Silencio.
¿Qué ha pasado con la gran tradición de la acción directa popular sin las limitaciones de los partidos? ¿Dónde están el coraje, la imaginación y el compromiso necesarios para iniciar un largo viaje hacia un mundo mejor, justo y pacífico? ¿Dónde están los disidentes en el arte, el cine, el teatro, la literatura?
¿Dónde están aquellos que harán pedazos el silencio? ¿O estamos esperando a que se dispare el primer misil nuclear?
Esta es una versión corregida de un discurso que John Pilger pronunció en la Universidad de Sydney, Australia; su título era ‘Ha empezado una guerra mundial’.
John Pilger es un periodista, cineasta y escritor de origen australiano. Es autor, entre otros, del libro: Freedom Next Time. Sus documentales pueden verse gratuitamente en su página web: http://www.johnpilger.com/
Fuente: http://www.counterpunch.org/2016/03/23/a-world-war-has-begun-break-the-silence/

domingo, 27 de marzo de 2016

EEUU: Las nuevas revelaciones sobre el asesinato de Kennedy en La pupila asombrada.


Las nuevas revelaciones sobre el asesinato de Kennedy en La pupila asombrada.  


sábado, 26 de marzo de 2016

Arabia Saudí y la decapitación de nuestra "democracia" "amiga" (sic): una monstruosa, espeluznante y horrorosa monarquía sanguinaria y dictadura medieval. ¡Y luego critican a Venezuela y Cuba! ¡Siceramente, me da asco ser occidental, europedo! ¡Somos los peores criminales! ¡Tolerar esto, es ser el peor de los criminales! ¡No es ponerte a la altura de ese vil criminal, sino superarlo!

La ejecución de una mujer en Arabia Saudí

Escribí hace unos días sobre la ejecución de una mujer en plena calle en La Meca. No había visto las imágenes, sólo una foto, y son incluso peores de lo que pensaba.
A veces, la policía administra calmantes al reo para que esté medio dormido y, entre otras cosas, sea más fácil manejarlo. No lo hicieron en este caso.
La mujer se resiste. Al final, la tumban en el suelo y el verdugo le corta el cuello medio agachado. Ya es terrible que un país con las escasas garantías legales que existen en Arabia Saudí para los acusados imponga la pena de muerte. Hacerlo en estas condiciones es espantoso.

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Son imágenes muy duras, eso ocurre en Arabia Saudí en el siglo XXI. Una mujer va a ser decapitada por, supuestamente, asesinar a su hijastra. Lo cuenta un documental británico grabado de forma clandestina porque allí el control mediático es total. No quieren que veamos a  gente ahorcada en plena calle o una mujer maltratada libremente en pleno supermercado.
Un trabajo que revela el caos en las prisiones, la pobreza en las calles o la dureza policial del fundamentalismo religioso imperante. Llega a tal extremo que resulta normal empatizar con las voces de los activistas que también aparecen, replanteándose las relaciones entre Reino Unido y Arabia Saudí, su principal socio comercial en Oriente Medio, primer cliente en venta de armas.
El día 22 de marzo es el día elegido para emitirse precisamente en Reino Unido, si no se censura antes, porque el antecedente no es alentador. Hace 35 años, la emisión de otro con imágenes parecidas provocó un enorme conflicto diplomático.
Arabia Saudí expulsó al embajador británico y canceló sus importaciones con ese país. Eso provocó que hasta la prensa británica se planteara lo idóneo de esa emisión. La que permitió conocer la verdadera cara de uno de los más importantes aliados económicos de occidente, nuestro, también.

jueves, 24 de marzo de 2016

Argentina: El papa declasificará los archivos del Vaticano sobre la dictadura argentina

El portavoz del Vaticano explicó que "el trabajo procede de manera regular y se prevé que pueda ser completado en los próximo meses"
El papa declasificará los archivos del Vaticano sobre la dictadura argentina
InfoLibre

El portavoz del Vaticano explicó que "el trabajo procede de manera regular y se prevé que pueda ser completado en los próximo meses".El papa manifestó este miércoles la intención de abrir y permitir la consulta de los archivos vaticanos relativos al periodo de la dictadura argentina (1976-1983), según reveló el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

"Esto supone naturalmente que el material sea catalogado. El trabajo procede de manera regular y se prevé que pueda ser completado en los próximo meses", explicó.

En este sentido, explicó que a partir de ahí se podrán estudiar los tiempos y las condiciones para la consulta, de acuerdo con la Conferencia Episcopal Argentina. "Hasta ahora todavía se trata de responder a algunas preguntas específicas sobre cuestiones particulares de carácter judicial, como rogatorias o humanitario", agregó.

Este miércoles 23 de marzo, tras la audiencia, el papa se reunió con familiares de desaparecidos durante el tradicional besamanos, cuando se cumplen 40 años del golpe de Estado militar en Argentina.

Según explicó a Europa Press el presidente de la ONG 24marzo.it, Francisco ha tenido un encuentro con Marie-Noelle Erize Tisseau, hermana de Marie-Anne, que desapareció en octubre de 1976; con el hermano del dirigente comunista Alberto Carvajal, Víctor Carvajal, asesinado el 18 de agosto de 1977 en la misma provincia; con la sobrina de la monja francesa Leonie Duquet, Genevieve Jeanningros, que desapreció el 10 de diciembre de 1976 en Buenos Aires.

Además, el papa también ha saludado la sobrina del beato Monseñor Oscar Romero, Cecilia Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980 en El Salvador mientras celebraba misa.

Fuente: http://www.infolibre.es/noticias/mundo/2016/03/23/el_papa_declasificara_los_archivos_del_vaticano_sobre_dictadura_argentina_46762_1022.html

Sanidad pública Disminuyen las plantillas, aumenta la mortalidad

Sanidad pública   Disminuyen las plantillas, aumenta la mortalidad
CASMadrid

Ningun partido político incluye entre sus propuestas el establecimiento de “leyes de proteccion del paciente” que establezcan ratios obligatorias, por lo que entendemos, no lo consideran importante. Solo con una movilizacion desde la base de pacientes y trabajadores, que no hay en estos momentos, se podria poner en el centro del debate este importante asunto.Desde hace años venimos advirtiendo que elestablecimiento de ratios adecuadas de personal de enfermería por paciente es el principal factor, tanto para reducir el estrés de los profesionales, como los efectos adversos y la mortalidad en los hospitales, aspectos que a medio plazo permiten reducir el gasto sanitario.
Sin embargo, tanto políticos, como gerentes y sindicatos corporativos no lo consideran importante puesto que en todos estos años, no ha habido ni una sola convocatoria de huelga cuya reivindicación principal haya sido el aumento de plantillas, y los políticos y gestores huyen como de la peste de todo lo que suene a aumento de gasto a corto plazo.
Ningun partido político incluye entre sus propuestas el establecimiento de “leyes de proteccion del paciente” que establezcan ratios obligatorias, por lo que entendemos, no lo consideran importante. Solo con una movilizacion desde la base de pacientes y trabajadores, que no hay en estos momentos, se podria poner en el centro del debate este importante asunto. En otros paises,California y el estado federal deVictoria (Australia) han adoptado Leyes de Protección al Paciente que incluyen ratios obligatorias (con multas económicas en caso de incumplir la ley) que han logrado salvar vidas y ahorrar dinero como puedes ver en este documento que CAS tradujo en su día.
Hoy nuevas investigaciones vienen a confirmar lo que ya se sabe desde hace décadas: que el incremento de pacientes por puesto de enfermero incrementa la mortalidad:
La Noticia: La mortalidad de los pacientes crece si las enfermeras que los cuidan tienen a su cargo más de seis pacientes, según un estudio de la Universidad de Southampton y el King’s College de Londres, donde se estudiaron 137 casos del NHS (las siglas en inglés del Sistema Nacional de Salud de Reino Unido). Así, el estudio demostró que por debajo de seis enfermos cuidados por cada profesional, la tasa de fallecimientos baja un 20 por ciento con respecto a cuidar de diez o más personas simultáneamente.
Además prueba que, aunque haya más auxiliares de Enfermería, la tasa continúa en la misma proporción. A este respecto, la investigación estudia los vínculos entre el número de trabajadores sanitarios (teniendo en cuenta a médicos, enfermeros y auxiliares sanitarios) y la mortalidad de los pacientes. Así, se evidencia que las políticas de los últimos años en Reino Unido de suplir los puestos de Enfermería por más auxiliares repercuten negativamente en la calidad en el tratamiento de los pacientes.
“El estudio señala la necesidad de cautela y los peligros de la sustitución del personal de Enfermería cualificado por el personal de apoyo”, ha explicado a The Telegraph la autora de la investigación, Jane Ball, de la Universidad de Shouthampton, que recalcó que las decisiones de personal deben hacerse sobre la base de la seguridad al paciente, no de financiación. “Hospitales con niveles más altos de trabajadores de apoyo a la salud tienen tasas de mortalidad más altas”, sentencia Ball.
La atención individualizada de bebés en cuidados intensivos cae un 40% Otra investigación paralela muestra que la proporción de bebés que recibieron una atención enfermera individualizada en cuidados intensivos neonatales se ha reducido drásticamente en cuatro años.
El estudio, publicado en la revista Archives of Disease in Childhood, encontró que la proporción de niños que reciben esa atención se redujo de casi un 40 por ciento a menos del 36 por ciento entre 2008 y 2012.Cada 10 puntos porcentuales en la proporción de días en cuidados intensivos, la tasa de mortalidad crece un 0,6 por ciento.
Los expertos del Imperial College de Londres, la Universidad de Leicester, University College de Londres y la Universidad de Warwick extrajeron los datos mensuales de Inglaterra a partir de la Base de Datos de Investigación Neonatal Nacional de los bebés ingresados en unidades de cuidados intensivos entre 2008 y 2012.
Fuente: http://www.casmadrid.org/index.php/noticias/337-2016-02-23-disminuyen-las-plantillas-aumenta-la-mortalidad

Las lecciones hipócritas de Estados Unidos a Cuba

Las lecciones hipócritas de Estados Unidos a Cuba.  Marjorie Cole . Information Clearing House. 
Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo
Los días previos a la histórica visita del presidente Barack Obama a Cuba se especulaba en Estados Unidos sobre si este podría presionar a aquel país para que mejorara la situación de los derechos humanos. Pero si comparamos el historial de derechos humanos de ambos países veremos que es Estados Unidos el que debería aprender de Cuba.
La Declaración Universal de Derechos Humanos está formada por dos categorías diferentes: por un lado los derechos civiles y políticos y por el otro los derechos económicos, sociales y culturales. Entre los primeros están el derecho a la vida, a la libre expresión, a la libertad de religión, el derecho a un juicio justo, a la autodeterminación, así como a no recibir torturas, tratamiento cruel o detención arbitraria.
Los derechos económicos, sociales y culturales comprenden el derecho a la educación, a los cuidados sanitarios, a la seguridad social, al seguro de desempleo, a la baja remunerada por maternidad, a un salario equitativo por un mismo trabajo, la reducción de la mortalidad infantil, así como la prevención, tratamiento y control de enfermedades y el derecho a la sindicación y a la huelga.
Este conjunto de derechos humanos está consagrado en dos tratados: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR, por sus siglas en inglés) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR, ídem). Estados Unidos ha ratificado el primero de ellos, pero se ha negado a firmar el segundo. Desde los tiempos de la Administración Reagan, EE. UU. solo ha considerado derechos humanos a los derechos civiles y políticos. Los derechos económicos, sociales y culturales se descartan por considerarlos cercanos a la asistencia social o al socialismo.
El gobierno estadounidense critica los derechos civiles y políticos en Cuba a la vez que ignora su acceso universal a la vivienda, a la sanidad y a la educación, así como la baja maternal remunerada y la igualdad de salarios garantizadas.
Al mismo tiempo, el gobierno estadounidense ha perpetrado graves violaciones de los derechos humano en suelo cubano, entre ellas la tortura, el trato cruel y las detenciones arbitrarias en Guantánamo. Y, desde 1960, ha interferido claramente en los derechos económicos de Cuba y en su derecho a la autodeterminación mediante el embargo económico.
El embargo económico a Cuba, convertido en bloqueo en la actualidad, fue iniciado por el presidente Dwight D. Eisenhower durante la Guerra Fría en respuesta a una circular de 1960 escrita por un funcionario de alto nivel del Departamento de Estado. Dicha nota proponía “una línea de actuación que haga todo lo posible por impedir la llegada de dinero y de suministros a Cuba, con el fin de reducir los salarios reales y provocar el hambre, la desesperación y la caída del gobierno [de Castro]”.
Dicho objetivo ha fracasado rotundamente, pero el bloqueo de castigo ha dificultado la vida en Cuba. No obstante, a pesar de ese esfuerzo inhumano, Cuba garantiza a su población una notable gama de derechos humanos.
Sanidad
A diferencia de los Estados Unidos, en Cuba la atención sanitaria es considerada un derecho. La sanidad es universal y gratuita. Cuba posee la mayor ratio médicos/pacientes del mundo: 6,7 médicos por cada 1.000 habitantes. La tasa de mortalidad infantil en 2014 era de 4,2 por cada mil nacidos vivos, una de las más reducidas del planeta.
En aquel país, la sanidad hace hincapié en la prevención en vez de en el tratamiento, en parte debido al acceso limitado a los medicamentos provocado por el bloqueo estadounidense. En 2014, la revista médica Lancet afirmaba que “si los logros de Cuba se hicieran extensivos a un amplio espectro de países de renta baja y media, la salud de la población mundial se transformaría”. Cuba ha desarrollado tratamientos pioneros en la prevención y cura del cáncer de pulmón y en la prevención de amputaciones diabéticas. Sin embargo, a causa del bloqueo, en Estados Unidos no podemos beneficiarnos de ellos.
Educación
La educación gratuita, incluida la superior, es un derecho universal. Cuba dedica a ella mayor proporción de su PIB que cualquier otro país del mundo. Si los niños no pueden asistir a la escuela, son atendidos en casa por “profesores móviles”. Muchas escuelas ofrecen a los padres que trabajan y no cuentan con apoyos familiares hacerse cargo de sus hijos después de las clases y antes de que empiecen por la mañana. Los estudios para licenciarse en medicina son gratuitos. Existen allí 22 facultades médicas, frente a las 3 que existían en 1959, antes de la Revolución cubana.
Elecciones
Las elecciones para el parlamento cubano (la Asamblea Nacional) tienen lugar cada cinco años y las elecciones para las asambleas municipales cada dos años y medio. Los delegados de la Asamblea Nacional eligen posteriormente el Consejo de Estado, el cual nombra a su vez al Consejo de Ministros del que sale elegido el presidente.
A partir de 2018 (fecha de las próximas elecciones generales en Cuba), todos los puestos de máxima responsabilidad tendrán un tope de dos mandatos de cinco años, incluido el presidente. Cualquiera puede ser candidato, sin necesidad de pertenecer al Partido Comunista. No está permitido destinar dinero alguno a la promoción de los candidatos y los partidos políticos (incluido el comunista) no pueden hacer campaña durante las elecciones. Ningún personal militar presta servicio en los colegios electorales: los escolares son responsables de vigilar las urnas.
Derechos laborales
La legislación cubana garantiza el derecho a crear o afiliarse de forma voluntaria a los sindicatos, que son independientes legalmente y autónomos en su financiación. Independientes del Partido Comunista y del Estado y financiados por las cuotas de sus miembros. Los derechos laborales protegidos por los sindicatos incluyen un contrato escrito, una semana laboral de 40-44 horas y 30 días de vacaciones anuales remuneradas en el sector público.
Los sindicatos tienen derecho a interrumpir cualquier trabajo que consideren peligroso. Tienen derecho a participar en la gestión de la empresa, a recibir información sobre dicha gestión, a espacio y materiales para sus oficinas y a facilitar tiempo para sus representantes. Se requiere el acuerdo sindical para los despidos, los cambios en el horario laboral, las horas extras y el informe anual sobre seguridad en el trabajo. En Cuba, los sindicatos cumplen también un papel político y tienen el derecho constitucional de ser consultados sobre legislación laboral, así como de proponer nuevas leyes a la Asamblea Nacional.
Mujeres
En Cuba, las mujeres son mayoría dentro de los jueces, abogados, científicos, trabajadores técnicos y de salud pública y profesionales en general. Cuba se encuentra en el primer lugar de la clasificación del Índice Mundial de Madres de los “países menos desarrollados” elaborado por la ONG Save the Children. Cuenta con un 48% de parlamentarias, el tercer país con más representación femenina en la cámara legislativa del mundo. Las mujeres tienen derecho a 9 meses de baja por maternidad con salario completo, seguidos de otros 3 meses con un 75%. El gobierno financia la planificación familiar y el aborto, da gran importancia al cuidado prenatal y ofrece “viviendas maternales” a las mujeres antes del parto.
Esperanza de vida
Según la Organización Mundial de la Salud, en 2013 la esperanza de vida de las mujeres en Cuba era de 80 años y 77 para los hombres. La probabilidad de morir entre los 15 y los 60 años era de 115 entre mil para los hombres y de 76 para las mujeres.
En ese mismo periodo, la esperanza de vida femenina en EE. UU. era de 81 años y la masculina 76. En cuanto a la probabilidad de morir en esa franja etaria de 128 y 76 respectivamente.
Pena de muerte
Según un estudio realizado por la Cornell Law School, en octubre de 2015 no había en Cuba ninguna persona sentenciada a muerte ni esperando la ejecución. El 28 de diciembre de 2010, el Tribunal Supremo cubano conmutó la pena capital del último preso sentenciado a muerte, un cubano-americano hallado culpable de asesinato durante una invasión terrorista a la isla realizada en 1994. Desde entonces no se conoce ninguna otra sentencia a la pena capital.
Por el contrario, a 1 de enero de 2016 había 2.949 personas esperando en el corredor de la muerte en centros estatales de EE. UU y otras 62 esperando ejecución en prisiones federales, según Death Penalty Information.
Desarrollo Sostenible
En 2006, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), una ONG ecologista global, Cuba era el único país del mundo que había logrado un desarrollo sostenible. Jonathan Loh, uno de los autores del informe de WWF, afirmó que “Cuba ha alcanzado un buen nivel de desarrollo según los criterios de la ONU, gracias a su elevado nivel de alfabetización y una gran esperanza de vida, mientras que su huella ecológica no es importante por tratarse de un país con un bajo consumo de energía”.
Ya basta de dar lecciones a Cuba: Levantad el bloqueo
Cuando Cuba y Estados Unidos entablaron negociaciones sobre derechos humanos hace un año, el presidente de la delegación cubana, Pedro Luis Pedroso declaró: “Hemos expresado nuestra preocupación por las pautas de discriminación y racismo presentes en la sociedad estadounidense, el empeoramiento de la violencia policial, los actos de tortura y las ejecuciones extrajudiciales en el marco de la lucha contra el terrorismo así como por el limbo legal en el que se encuentran los detenidos en la prisión de Guantánamo”.
La hipocresía del gobierno estadounidense cuando intenta dar lecciones a Cuba sobre derechos humanos a la vez que niega muchos derechos humanos básicos a sus propios ciudadanos es flagrante. Estados Unidos debería levantar el bloqueo. Obama debería cerrar Guantánamo y devolvérselo a Cuba.
Marjorie Cole es profesora de la Thomas Jefferson Shool of Law desde 1991. En el verano de 2016 será nombrada profesora emérita y continuará con sus clases, sus escritos y sus análisis para los medios de comunicación. http://marjoriecohn.com.
Este articulo puede ser reproducido libremente siempre que se cite a su autora, su traductor, a Rebelión como fuente y se respete la integridad del mismo.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Porqué no deben participar las autoridades públicas en las procesiones.

Todos los años cuando la iglesia católica y sus fieles celebran la festividad que llaman Semana Santa sale a la luz una polémica que lejos de apagarse va a mayores.

Dado el aumento de la secularización de la sociedad española, una parte se muestra cada vez más favorable a que los actos litúrgicos de quienes practican dichas creencias deben adquirir el carácter privado que en si mismas tienen.
Un sector de creyentes católicos junto la jerarquía eclesiástica, parece que se sienten atacados en sus creencias y derechos y reaccionan cada vez con más extremismo en cuanto se trata de modificar en lo más mínimo las costumbres establecidas sobre ritos y ceremonias. De tal manera que la respuesta fuere el “no quieres taza pues toma taza y media”. Ya que consideran que solo a los católicos les corresponde opinar sobre estas cuestiones y los demás como mucho el “Paga y calla”
Me refiero en concreto a las subvenciones a las cofradías de Semana Santa o a la participación de autoridades públicas en las procesiones.  Hay Ayuntamientos que han retirado estas subvenciones y autoridades que han dejado de participar en las ceremonias procesionales. Por el contrario hay ayuntamientos y autoridades que ante la postura laicista de los anteriores reaccionan de forma cada vez más intransigente, si cabe, en la defensa de las posturas inamovibles. Se producen enfrentamientos en los plenos municipales y mientras unos acuden a las razones de la neutralidad del Estado ante las creencias, al no reconocimiento constitucional de confesión alguna, los otros recurren a tradiciones, cultura, creencias mayoritarias etc. Cuando no acusan al laicismo de persecución de la iglesia. O en última instancia como en Gijón donde se da la esperpéntica situación en la que el pleno que el pleno del Ayuntamiento decide que el Municipio forma parte de la Red de Ayuntamientos por un Estado Laico pero la caritativa cirujana, gobernando en minoría consentida, hace lo que le viene en gana, asiste a las procesiones, bendice aguas y permite que trabajadores uniformados del municipio acudan a las procesiones dando escolta a los pasos.
El Artículo 18 de la declaración Universal de los derechos humanos dice así:
“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.”
Es muy minoritaria la postura de quienes pretenden suprimir las procesiones católicas. Desde luego no es la postura de Europa Laica/Asturias Laica. Entre otras cosas porque somos totalmente defensores y respetuosos de la Declaración Universal de derechos Humanos. Declaración por otra parte, que aunque muchos católicos y católicas lo ignoren, la ICAR (Iglesia Católica Apostólica y Romana) se ha negado siempre a firmar, entre otras cosas porque se niega a reconocer la libertad de conciencia
Por tanto reconocemos el derecho de los católicos  a manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado. O sea el derecho a las procesiones.
No es esto de lo que se trata y la ICAR lo sabe. De lo que se trata es de otra cosa. Las creencias son un asunto privado. Pertenecen al ámbito privado de cada persona. Y las procesiones en tanto que una manifestación colectiva de unas creencias privadas tienen todo el derecho legítimo a celebrarse.
Pero la cuestión es que la ICAR y muchos católicos, se niegan a admitir que sus creencias, se pongan como se pongan, no pertenecen al ámbito público. Lo público es lo que es de todos y la religión católica ni ninguna otra pertenece a lo público.
Las ceremonias procesionales son manifestaciones de creencias privadas que se celebran en los espacios públicos, pero privadas.
Esta es la verdadera razón por la que no deben asistir ni las autoridades públicas, ni los trabajadores uniformados de las instituciones públicas en tanto que tal. Si asisten, como autoridades o trabajadores uniformados, tanto invitados como de motu propio, están vulnerando el carácter de la institución que representan o pertenecen. Su cargo tiene unos límites muy estrictos que nadie le ha autorizado a sobrepasar. Con su presencia están utilizando lo que representan para  convertir un acto de carácter privado en un acto público.  Es como si la alcaldesa consentida de Gijón aprovechándose de su cargo, celebrase anualmente un banquete el día de su cumpleaños, de carácter estrictamente privado, en el salón de plenos del Ayuntamiento, convirtiendo su aniversario en un acto público. Tendría el mismo valor. Banquete al que por cierto todos los ciudadanos contribuiríamos pecuniariamente. Nadie está diciendo que haga semejante barbaridad, pero si que utiliza el cargo para convertir actos privados en públicos.
Habrá ciudadanos que se sientan ofendidos y con razón. ¿Porqué las autoridades han de dar un carácter público a unas ceremonias privadas que muchos ciudadanos no comparten?  ¿Por qué hay subvenciones específicas para unas creencias privadas en un Estado que no reconoce religión oficial alguna? ¿Por qué hay autoridades que enaltecen a unas determinadas creencias con su presencia haciendo que muchos ciudadanos se ofendan y se sientan tratados de forma desigual?
Ese es el fondo de la cuestión. La iglesia no soporta verse separada del poder. La iglesia no tolera que el poder democrático le diga con todo respeto. Vds. no son ninguna Autoridad Pública. Vds. son una organización de carácter privado.
Procesiones por supuesto. Subvenciones y presencia de autoridades NO. Vayan Vds. representándose a si mismos y respeten nos a todos y a todas.

JOSÉ LUIS IGLESIAS. PRESIDENTE ASTURIAS LAICA · FUENTE: ASTURIAS24 
https://laicismo.org/2016/porque-no-deben-participar-las-autoridades-publicas-en-las-procesiones/143640

La transición en EEUU: ¡Cuándo va a tener lugar!

Cronopiando   La transición en EEUU
Por si acaso a esas letrinas de comunicación que se dicen “medios” se les olvida, que va a ser que sí, les recuerdo que es Cuba la que puede ayudar a EEUU en su transición a la democracia para que deje de ser el país que acumula la mayor deuda americana y el que derrocha la mitad de los recursos del planeta; el que más drogas consume y quien más vulnera los derechos humanos, mientras multiplica indigentes y analfabetos y mantiene al margen de cualquier seguro social a 50 millones de personas.
Es Estados Unidos el país que más guerras ha provocado y más paces ha mentido, el que cuenta con más bases militares diseminadas por todo el mundo, más golpes de Estado ha urdido y más gobiernos democráticos ha tumbado. Es a ese país al que hay que ayudar para que sus candidatos a la presidencia no los elija el capital de entre los escaparates de la V Avenida, Beberly Hills o el circo, y para que sus ciudadanos, además de votar, puedan elegir.
Es a esa nación a la que hay que ayudar porque es inaceptable la existencia de campos de concentración, y Guantánamo solo es el más conocido, o cárceles secretas; bochornosa la construcción de gigantescos y vergonzosos muros con los que aislar a sus vecinos; inadmisible que secuestren opositores por todo el mundo; que sean sus soldados los únicos que no están obligados a responder ante tribunales internacionales de justicia porque están por encima de cualquier ley; y que, asesinado su presidente en un encubierto golpe de estado, tenga la justicia que esperar 66 años para que ese pueblo conozca la verdad. Inaceptable la impunidad del crimen de sus cinco presidentes asesinados siempre en oscuros expedientes de hombres perturbados que actuaban solos y al servicio de nadie; como es cínico que dé la bienvenida a quien llega en Virginia a la sede de la Central de Inteligencia Americana (CIA) el bíblico lema de “Y la verdad os hará libres” mientras se tiene presos o escondidos o asilados a sus propios conciudadanos, precisamente, por haberse atrevido a decir la verdad.
Quien debe cambiar es ese “norte revuelto y brutal” del que hablara Martí y que como bien dijera Chávez sigue oliendo a azufre, que enarbola la violencia como conducta, la tortura como terapia, el crimen como oficio, la guerra como negocio y para el que siempre hay un Nobel de la Paz.
(Euskal presoak-euskal herrira)

“pacto de la vergüenza” entre la Unión Europea y Erdogan

Los catedráticos Sami Naïr y Javier de Lucas critican el “pacto de la vergüenza” entre la Unión Europea y Erdogan
“Merkel ha negociado de espaldas a la UE la expulsión de refugiados a Turquía”

Un día después de suscribirse el acuerdo entre La Unión Europea y Turquía para la expulsión de personas refugiadas que se hallen en Grecia y a las que se considere “irregulares”, se registraron cuatro muertos en el Mar Egeo, en dos de los casos niñas pequeñas. En sólo un día arribaron 1.700 personas a las islas griegas de Chios y Lesbos. Actualmente se hallan en el país heleno cerca de 50.000 personas inmigrantes y refugiadas. Por otro lado, el pasado fin de semana 300 inmigrantes trataron de cruzar sin éxito la valla de Melilla y ayer otras 30 personas inmigrantes, de Guinea Conakry, Guinea Bissau y Burkina Fasso lograron llegar a Ceuta. “La tragedia la tenemos en casa”, sostiene el politólogo, sociólogo y catedrático de la Sorbonne, Sami Naïr, en un acto organizado por el Instituto de Derechos Humanos de la Universitat de Valencia. La cuestión clave reside en la reacción ciudadana, que se debate actualmente entre la solidaridad con los refugiados y lo que el filósofo germano Jürgen Habermas llamaba el “chovinismo de la prosperidad”, es decir, arreglar primero los problemas en casa y después ya se verá en qué se le puede ayudar al prójimo.

La situación de incertidumbre en la que vive la Unión Europea se aprecia por ejemplo en el “volantazo” de la presidenta del Gobierno alemán Ángela Merkel, quien en una primera fase de la llamada “crisis de los refugiados” se planteó que las políticas restrictivas y las expulsiones masivas violaban los principios que cimentaban el país. Sin embargo, el catedrático de Ciencias Políticas, especialista en movimientos migratorios y eurodiputado hasta 2004, Sami Naïr, destaca que actualmente Merkel ha negociado a espaldas de la Unión Europea un “acuerdo vergonzoso” con Turquía. Al final, el sentimiento de solidaridad no ha podido resistir los intereses electorales, y los movimientos xenófobos –que en algunos estados como Sajonia-Anhalt alcanzaron el 24% de los votos en las últimas elecciones- han logrado que se imprima un giro a la posición inicial. “Es una victoria enorme de lo peor de nosotros”, opina Sami Naïr. “La Unión Europea está pisoteando desde hace mucho tiempo, pero sobre todo desde junio de 2015, sus valores fundamentales”.

Uno de los pequeños portillos de esperanza es que el mismo día de la rúbrica del pacto entre la Unión Europea y Turquía, ACNUR (Agencia de Naciones Unidas para los refugiados) condenó el acuerdo porque suponía una violación palmaria de los derechos fundamentales. Se vulneraba por ejemplo la Convención de Ginebra de 1951 (sobre el Estatuto de los Refugiados), que obliga a tramitar la demanda de asilo de las personas que lo soliciten en el territorio de llegada. Se contravienen también las directivas europeas que obligan a garantizar las condiciones para que los peticionarios puedan quedarse en un país mientras se tramita la solicitud de asilo. Después de la Segunda Guerra Mundial se aprobó la Convención de 1951, a la que se han acogido desde entonces millones de personas. Ya en el contexto de la “guerra fría”, se adoptó respecto a países como Hungría o Polonia, en un sentido que “incentivaba” a los opositores al comunismo. Después se descubrió, en el caso húngaro, que muchas de las personas que abandonaron el país eran realmente inmigrantes “económicos”, que aprovechaban las posibilidades que ofrecía el derecho internacional para acceder al asilo.

Sin embargo, afirma Sami Naïr, no se han aplicado del mismo modo estas convenciones internacionales a los ciudadanos sirios, afganos e iraquíes cuando además, buena parte de la crisis actual tiene su origen en la guerra de Iraq y los bombardeos desplegados por Estados Unidos y Gran Bretaña. Después de esta “intervención” militar, cuatro millones de personas salieron de Iraq. Siria acogió a dos millones de ciudadanos iraquíes en sus fronteras. Líbano acoge a 1,7 millones de personas refugiadas y Túnez, con diez millones de habitantes y escasos medios, acogió a un millón de refugiados libios tras los ataques al país norteafricano. “España, sólo a 18”. Pero con independencia de las cifras y los esfuerzos de cada país, el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, insiste Sami Naïr, también vulnera los Acuerdos de Schengen en materia de fronteras y en concreto el apartado sobre repatriación de personas en situación “irregular”. “La expatriación tiene que responder a reglas tasadas, no a un determinado pacto suscrito con Turquía, esto es algo surrealista y una aberración del espíritu que inspira la norma”. El acuerdo establece asimismo que por cada persona refugiada (“irregular”) que resulte deportada desde Grecia al territorio turco, se permitirá la entrada de otro refugiado -de manera “legal” y con visado- desde Turquía a la Unión Europea, procedimiento conocido como el “uno por uno”.

En los acuerdos se incluyen algunos mecanismos más propios del burdo “regateo”. Con el fin de que Turquía acepte el pacto, la Unión Europea abre la puerta a la libertad de circulación de ciudadanos turcos por Europa. La crítica de las organizaciones humanitarias apunta a una mezcla espuria, de aspectos radicalmente distintos, ya que poco tienen en común los refugiados sirios con la ampliación del libre tránsito de los turcos. También se ha incrementado el dinero que Turquía había pedido inicialmente, de los 3.000 millones de euros que empezó a recibir en octubre, a los 6.000 millones finalmente acordados. “No sabemos quién pagará estas cantidades que Merkel ha pactado con Erdogan sin contar con los europeos”. Otra de las razones de fondo por las que la Unión Europea ha suscrito este pacto, explica Sami Naïr, es que no cuenta con una política común, de hecho, en los últimos cinco años se ha producido una notoria “renacionalización” de las iniciativas en materia migratoria. “En los años 90 todavía pensábamos que era posible una política unitaria, pero hoy no, sólo hay que mirar el modo en que actúan países como Hungría o Austria”.

Cuando se hila fino, aparecen flecos que escapan al común de los mortales, sometidos al bombardeo de cifras e imágenes inconexas. Una de las circunstancias de las que poco se habla es que Turquía sólo ha firmado una parte de la convención sobre refugiados y asilo de 1951, por tanto, este país puede aplicar la cláusula “geográfica” por la cual los derechos de asilo y refugio se les puede aplicar a ciudadanos europeos, pero quedar eximidos otros como los sirios, eritreos y afganos. Y ello sin violar la legalidad internacional. “No me puedo imaginar que los juristas europeos, y sobre todo los alemanes, no conozcan esta cláusula”, apunta el sociólogo, doctor honoris causa por la Universitat de València e intelectual que alumbró el concepto de “co-desarrollo”. Tampoco se entiende por qué no se apunta directamente a las mafias, uno de los blancos predilectos en los discursos gubernamentales, cuando INTERPOL y las policías nacionales conocen perfectamente cómo éstas organizan las rutas de los refugiados e incluso las tarifas: 4.000 euros para llegar a Austria o 6.000 euros por entrar en territorio italiano. Seguramente los motivos del arreglo final no deben de andar muy lejos de las elecciones que esperan a Merkel en 2017, ni de los problemas internos de Erdogan.

En el acto celebrado en la Universitat de Valencia han participado asimismo la vicepresidenta del Gobierno Valenciano, Mónica Oltra, y el catedrático de Filosofía del Derecho y Filosofía Política en el Instituto de Derechos Humanos, Javier de Lucas. A juicio del catedrático, la política más efectiva de apoyo a las personas refugiadas consistiría en intervenir directamente sobre las causas que motivan los grandes desplazamientos. Pero los países del Norte son los que venden las armas que destrozan Siria o son cómplices en la financiación del Estado Islámico, que vende el crudo a los países de Europa y la OCDE. Tampoco se ha hecho nada durante cinco años en la guerra de Siria, y después, ¿qué ocurre cuando las personas refugiadas llegan a las fronteras de la Unión Europea? Si el estado español tuviera que acoger la misma proporción de refugiados sobre la población total (un 25%) que Líbano, la cifra se elevaría a diez millones, cuando actualmente la batalla que se libra en España es por superar las 18 personas refugiadas. Además, “estamos burlando y desobedeciendo nuestras propias leyes”, señala el autor de “Mediterráneo: el naufragio de Europa”, en concreto, tres directivas europeas específicas además de la Convención de Ginebra y el Protocolo de Nueva York.

A pesar de que los medios dediquen titulares, destacados y despieces a la “crisis” de los refugiados, puede que la crisis resida actualmente en cómo está configurado el sistema de protección. Porque hay hechos poco cuestionables, como la existencia de refugiados ambientales, que el marco jurídico actual no reconoce. Por otro lado la tragedia que viven las personas refugiadas ha llevado a que en algunos casos se hable con desprecio de los “inmigrantes económicos”, como si estas personas que viven en estado de necesidad carecieran de derechos. Recuerda Javier de Lucas la existencia de un instrumento de protección específico para los migrantes económicos –la Convención aprobada en 1990 por Naciones Unidas- que ningún estado miembro de la UE ha querido ratificar a pesar de las llamadas del Parlamento Europeo. “Por más eficaces que pretendan ser los sistemas de deportación, continuarán llegando refugiados y con mayores riesgos para sus vidas que en la actualidad”, concluye Javier de Lucas.

Gracias, señora CIA. Por David Torres. 23 mar 2016

A lo largo de mi vida he oído ya muchas veces el mismo mantra repetido en diversas variantes: “tú no sabes lo que es vivir una guerra”; “somos la primera generación de españoles que no vamos a vivir una guerra”; “por suerte, en Europa ya no hay guerras”. Ocurre que la guerra, como dijo el juez Holden en Meridiano de sangre, siempre ha estado ahí: “Antes de que el hombre existiera la guerra ya lo esperaba”. Nunca pasa de moda, así sea vestida con palos y piedras, con hachas de hueso, con lanzas de bronce o con espadas melladas. En 1139, en el Concilio de Letrán, el Papa Inocencio II prohibió el uso de la ballesta por considerarla un arma diabólica. El 1 de julio de 1916, durante el primer día de la batalla del Somme, los soldados británicos al asalto de las trincheras alemanas sufrieron más de 50.000 bajas sólo porque los generales todavía no habían comprendido el lenguaje tartamudo y mortal de las ametralladoras. En agosto de 1945, cuando los pobres civiles ya se habían acostumbrado a soportar bombardeos, los cielos de Hiroshima y Nagasaki estallaron con un resplandor semejante a mil soles.

Desde entonces la humanidad creyó que el siguiente conflicto sería un horror atómico, un borrado general de la especie en que dejaríamos el planeta en herencia a ratas y cucarachas. El mundo contuvo la respiración durante la crisis de los misiles cubanos y fantaseamos con la posibilidad de la destrucción general animados por un temor que quizá ocultaba un deseo secreto. Pero la especie no tenía ninguna gana de cancelar el juego mientras seguía despellejándose meticulosamente a base de matanzas locales. A cada generación humana le ha tocado vivir una guerra -una por lo menos- y la única característica común a todas ellas es que ninguna se parece a la anterior. La época de las guerras napoleónicas dio paso a la guerra de trincheras y de la guerra de trincheras con defensas estáticas, se pasó al blitzkrieg.La nuestra, la guerra que nos ha tocado vivir y en la que llevamos inmersos más de una década, es una derivación de los conflictos imperialistas en Oriente Medio, una guerrilla terrorista urbana que dio comienzo oficialmente el 11 de septiembre de 2001 con el ataque contra las Torres Gemelas. A todo el mundo le sorprendió, aunque lo vivimos como una película anunciada desde mucho tiempo atrás. Lo raro es que no hubiese ocurrido antes, después de los sanguinarios golpes de estado promovidos por la CIA en Irán, Guatemala, Indonesia, Grecia o Chile.
Debemos agradecer una vez más a la CIA que ayer las calles de Bruselas se tiñeran de sangre y que toda Europa ande acojonada de miedo. Del mismo modo que Bin Laden aprovechó a fondo el entrenamiento proporcionado por el ejército estadounidense en Afganistán, los mercenarios del Daesh, antes ISIS, no dejan pasar la ocasión de devolver los favores prestados por sus patrocinadores saudíes y por el desmantelamiento de las fuerzas de Sadam en Irak. Cuando Hollande, tras los atentados de noviembre en París, amenazó con bombardear al ISIS, se olvidaba de que la aviación francesa ya había bombardeado campos de entrenamiento en Siria un par de meses antes. Las bombas no explotan porque sí, porque lo diga Alá o porque a un talibán se le caliente la barba. El espanto, la atrocidad que estamos viviendo en Europa en los últimos años (Madrid, Londres, París, Bruselas) no es más que una metástasis de la devastación causada en Alepo, en Kabul, en Bagdad. Millones de muertos, millones de refugiados, millones de huérfanos. Sólo en el último mes se contabilizan una docena de atentados terroristas en el mundo (dos en Siria, tres en Somalia, dos en Turquía, uno en Costa de Marfil, uno en Nigeria, uno en Pakistán, uno en Irak), pero para nosotros sólo cuentan las víctimas europeas. Donald Trump, el infernal papanatas que los republicanos han elegido como candidato, ha hecho una pregunta que destapa el hedor de su lógica racista e islamófoba: “¿Se acuerdan cuando Bruselas era bonita y segura?” El problema no es que no recordemos cómo eran Irak o Siria antes de que los estadounidenses empezaran a meter las narices allí. El problema es que no nos acordamos de nada.