Las lecciones hipócritas de Estados Unidos a Cuba. Marjorie Cole . Information Clearing House.
Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo |
Los días previos a la histórica visita del presidente Barack Obama a Cuba se especulaba en Estados Unidos sobre si este podría presionar a aquel país para que mejorara la situación de los derechos humanos. Pero si comparamos el historial de derechos humanos de ambos países veremos que es Estados Unidos el que debería aprender de Cuba.
La Declaración Universal de Derechos Humanos está formada por dos categorías diferentes: por un lado los derechos civiles y políticos y por el otro los derechos económicos, sociales y culturales. Entre los primeros están el derecho a la vida, a la libre expresión, a la libertad de religión, el derecho a un juicio justo, a la autodeterminación, así como a no recibir torturas, tratamiento cruel o detención arbitraria.
Los derechos económicos, sociales y culturales comprenden el derecho a la educación, a los cuidados sanitarios, a la seguridad social, al seguro de desempleo, a la baja remunerada por maternidad, a un salario equitativo por un mismo trabajo, la reducción de la mortalidad infantil, así como la prevención, tratamiento y control de enfermedades y el derecho a la sindicación y a la huelga.
Este conjunto de derechos humanos está consagrado en dos tratados: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR, por sus siglas en inglés) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR, ídem). Estados Unidos ha ratificado el primero de ellos, pero se ha negado a firmar el segundo. Desde los tiempos de la Administración Reagan, EE. UU. solo ha considerado derechos humanos a los derechos civiles y políticos. Los derechos económicos, sociales y culturales se descartan por considerarlos cercanos a la asistencia social o al socialismo.
El gobierno estadounidense critica los derechos civiles y políticos en Cuba a la vez que ignora su acceso universal a la vivienda, a la sanidad y a la educación, así como la baja maternal remunerada y la igualdad de salarios garantizadas.
Al mismo tiempo, el gobierno estadounidense ha perpetrado graves violaciones de los derechos humano en suelo cubano, entre ellas la tortura, el trato cruel y las detenciones arbitrarias en Guantánamo. Y, desde 1960, ha interferido claramente en los derechos económicos de Cuba y en su derecho a la autodeterminación mediante el embargo económico.
El embargo económico a Cuba, convertido en bloqueo en la actualidad, fue iniciado por el presidente Dwight D. Eisenhower durante la Guerra Fría en respuesta a una circular de 1960 escrita por un funcionario de alto nivel del Departamento de Estado. Dicha nota proponía “una línea de actuación que haga todo lo posible por impedir la llegada de dinero y de suministros a Cuba, con el fin de reducir los salarios reales y provocar el hambre, la desesperación y la caída del gobierno [de Castro]”.
Dicho objetivo ha fracasado rotundamente, pero el bloqueo de castigo ha dificultado la vida en Cuba. No obstante, a pesar de ese esfuerzo inhumano, Cuba garantiza a su población una notable gama de derechos humanos.
Sanidad
A diferencia de los Estados Unidos, en Cuba la atención sanitaria es considerada un derecho. La sanidad es universal y gratuita. Cuba posee la mayor ratio médicos/pacientes del mundo: 6,7 médicos por cada 1.000 habitantes. La tasa de mortalidad infantil en 2014 era de 4,2 por cada mil nacidos vivos, una de las más reducidas del planeta.
En aquel país, la sanidad hace hincapié en la prevención en vez de en el tratamiento, en parte debido al acceso limitado a los medicamentos provocado por el bloqueo estadounidense. En 2014, la revista médica Lancet afirmaba que “si los logros de Cuba se hicieran extensivos a un amplio espectro de países de renta baja y media, la salud de la población mundial se transformaría”. Cuba ha desarrollado tratamientos pioneros en la prevención y cura del cáncer de pulmón y en la prevención de amputaciones diabéticas. Sin embargo, a causa del bloqueo, en Estados Unidos no podemos beneficiarnos de ellos.
Educación
La educación gratuita, incluida la superior, es un derecho universal. Cuba dedica a ella mayor proporción de su PIB que cualquier otro país del mundo. Si los niños no pueden asistir a la escuela, son atendidos en casa por “profesores móviles”. Muchas escuelas ofrecen a los padres que trabajan y no cuentan con apoyos familiares hacerse cargo de sus hijos después de las clases y antes de que empiecen por la mañana. Los estudios para licenciarse en medicina son gratuitos. Existen allí 22 facultades médicas, frente a las 3 que existían en 1959, antes de la Revolución cubana.
Elecciones
Las elecciones para el parlamento cubano (la Asamblea Nacional) tienen lugar cada cinco años y las elecciones para las asambleas municipales cada dos años y medio. Los delegados de la Asamblea Nacional eligen posteriormente el Consejo de Estado, el cual nombra a su vez al Consejo de Ministros del que sale elegido el presidente.
A partir de 2018 (fecha de las próximas elecciones generales en Cuba), todos los puestos de máxima responsabilidad tendrán un tope de dos mandatos de cinco años, incluido el presidente. Cualquiera puede ser candidato, sin necesidad de pertenecer al Partido Comunista. No está permitido destinar dinero alguno a la promoción de los candidatos y los partidos políticos (incluido el comunista) no pueden hacer campaña durante las elecciones. Ningún personal militar presta servicio en los colegios electorales: los escolares son responsables de vigilar las urnas.
Derechos laborales
La legislación cubana garantiza el derecho a crear o afiliarse de forma voluntaria a los sindicatos, que son independientes legalmente y autónomos en su financiación. Independientes del Partido Comunista y del Estado y financiados por las cuotas de sus miembros. Los derechos laborales protegidos por los sindicatos incluyen un contrato escrito, una semana laboral de 40-44 horas y 30 días de vacaciones anuales remuneradas en el sector público.
Los sindicatos tienen derecho a interrumpir cualquier trabajo que consideren peligroso. Tienen derecho a participar en la gestión de la empresa, a recibir información sobre dicha gestión, a espacio y materiales para sus oficinas y a facilitar tiempo para sus representantes. Se requiere el acuerdo sindical para los despidos, los cambios en el horario laboral, las horas extras y el informe anual sobre seguridad en el trabajo. En Cuba, los sindicatos cumplen también un papel político y tienen el derecho constitucional de ser consultados sobre legislación laboral, así como de proponer nuevas leyes a la Asamblea Nacional.
Mujeres
En Cuba, las mujeres son mayoría dentro de los jueces, abogados, científicos, trabajadores técnicos y de salud pública y profesionales en general. Cuba se encuentra en el primer lugar de la clasificación del Índice Mundial de Madres de los “países menos desarrollados” elaborado por la ONG Save the Children. Cuenta con un 48% de parlamentarias, el tercer país con más representación femenina en la cámara legislativa del mundo. Las mujeres tienen derecho a 9 meses de baja por maternidad con salario completo, seguidos de otros 3 meses con un 75%. El gobierno financia la planificación familiar y el aborto, da gran importancia al cuidado prenatal y ofrece “viviendas maternales” a las mujeres antes del parto.
Esperanza de vida
Según la Organización Mundial de la Salud, en 2013 la esperanza de vida de las mujeres en Cuba era de 80 años y 77 para los hombres. La probabilidad de morir entre los 15 y los 60 años era de 115 entre mil para los hombres y de 76 para las mujeres.
En ese mismo periodo, la esperanza de vida femenina en EE. UU. era de 81 años y la masculina 76. En cuanto a la probabilidad de morir en esa franja etaria de 128 y 76 respectivamente.
Pena de muerte
Según un estudio realizado por la Cornell Law School, en octubre de 2015 no había en Cuba ninguna persona sentenciada a muerte ni esperando la ejecución. El 28 de diciembre de 2010, el Tribunal Supremo cubano conmutó la pena capital del último preso sentenciado a muerte, un cubano-americano hallado culpable de asesinato durante una invasión terrorista a la isla realizada en 1994. Desde entonces no se conoce ninguna otra sentencia a la pena capital.
Por el contrario, a 1 de enero de 2016 había 2.949 personas esperando en el corredor de la muerte en centros estatales de EE. UU y otras 62 esperando ejecución en prisiones federales, según Death Penalty Information.
Desarrollo Sostenible
En 2006, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), una ONG ecologista global, Cuba era el único país del mundo que había logrado un desarrollo sostenible. Jonathan Loh, uno de los autores del informe de WWF, afirmó que “Cuba ha alcanzado un buen nivel de desarrollo según los criterios de la ONU, gracias a su elevado nivel de alfabetización y una gran esperanza de vida, mientras que su huella ecológica no es importante por tratarse de un país con un bajo consumo de energía”.
Ya basta de dar lecciones a Cuba: Levantad el bloqueo
Cuando Cuba y Estados Unidos entablaron negociaciones sobre derechos humanos hace un año, el presidente de la delegación cubana, Pedro Luis Pedroso declaró: “Hemos expresado nuestra preocupación por las pautas de discriminación y racismo presentes en la sociedad estadounidense, el empeoramiento de la violencia policial, los actos de tortura y las ejecuciones extrajudiciales en el marco de la lucha contra el terrorismo así como por el limbo legal en el que se encuentran los detenidos en la prisión de Guantánamo”.
La hipocresía del gobierno estadounidense cuando intenta dar lecciones a Cuba sobre derechos humanos a la vez que niega muchos derechos humanos básicos a sus propios ciudadanos es flagrante. Estados Unidos debería levantar el bloqueo. Obama debería cerrar Guantánamo y devolvérselo a Cuba.
Marjorie Cole es profesora de la Thomas Jefferson Shool of Law desde 1991. En el verano de 2016 será nombrada profesora emérita y continuará con sus clases, sus escritos y sus análisis para los medios de comunicación. http://marjoriecohn.com.
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