sábado, 28 de diciembre de 2019

Entrevista Zapatero: "Debe caer sobre Billy el Niño todo el peso de la Justicia"


Entrevista Zapatero: "Debe caer sobre Billy el Niño todo el peso de la Justicia"

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, conmemora el decimosegundo aniversario de la Ley de Memoria Histórica que aprobó su Ejecutivo con una entrevista con 'Público' en la que reflexiona sobre la exhumación del dictador, el ascenso de la extrema derecha y las tareas pendientes en materia memorialista. 


El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en la Gran Vía de Madrid.- CHRISTIAN GONZÁLEZ
MADRID

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se muestra tajante sobre el expolicía de la dictadura, y también de la democracia, Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño: "Debe caer todo el peso de la Justicia sobre este individuo, que, por supuesto, es un reconocido torturador". Zapatero, además, se confía en que el posible Gobierno progresista "va a actuar" en este asunto "en cuanto tenga todos los poderes" y hace una confesión: durante sus años como presidente del Gobierno "jamás" tuvo noticia alguna sobre el torturador. No le conocía. Tampoco al comisario Villarejo. 
Así de contundente se expresa el expresidente del Gobierno en esta entrevista concedida a Público con motivo del 12 aniversario de la aprobación de la citada norma, que fue aprobada bajo su mandato. El socialista, además, también reconoce ante las cámaras de este diario que nunca ha estado en el Valle de los Caídos y, preguntado sobre su opinión sobre la presencia o no de los monjes benedictinos en el lugar, señala que él preferiría un "espacio civil". 
Asimismo, Zapatero también carga contra la actitud que las derechas están manteniendo con el posible Gobierno de izquierdas formado por PSOE y Podemos y apuesta por el "diálogo" como solución en Catalunya. "La mayoría de los que dicen que esto es terrible para España lo dicen porque ellos no están en el poder", afirma. 

Han pasado 12 años desde la aprobación de la Ley de Memoria y este año hemos vivido uno de los hitos más importantes: la exhumación del dictador. Pero también hemos vivido otros acontecimientos más negativos, como el ascenso de una extrema derecha profranquista o el negacionismo del PP, que retiró los nombres de las víctimas de la dictadura del Memorial de la Almudena.  ¿Cómo valora estos hechos tan contradictorios?

España sufrió una grave dictadura durante 40 años, después de una trágica Guerra Civil. Tuvimos una Transición bien ordenada, sensata, pacífica, que abrió la expectativa a la democracia. La democracia es siempre un proceso, una promesa por demostrar, siempre hay nuevos espacios democráticos, siempre hay nuevos derechos y en ese proceso es una obligación de la democracia recuperar a los olvidados, hacer Justicia a quienes se les privó de la vida, de la libertad y estar cerca de las familias que sufrieron, que no pudieron rendir homenaje a los suyos. 

"Es una obligación de la democracia recuperar a los olvidados, hacer Justicia a quienes se les privó de la vida y de la libertad"

Nuestra democracia es algo más perfecta con la Ley de Memoria y todo lo que se ha desarrollado a partir de esa Ley. Es importante insistir en la idea de proceso. La recuperación de la Memoria es un proceso abierto como tantas otras cosas en democracia. Este año ha tenido la gran noticia la exhumación del dictador y en el futuro vendrán otros hitos que harán que nuestra democracia sea más perfecta.
Es verdad que también ha emergido un partido de extrema derecha y eso es una mala noticia. Pero hay una buena noticia. En este contexto internacional tan complicado, en los resultados electorales de abril y de noviembre ha habido una mayoría de izquierdas clara y eso es una buena noticia para España. Un país que se precie de sí mismo, una democracia que tenga autoestima, tiene que escribir los renglones que borraron de las mejores páginas de nuestra historia. Muchas de estas víctimas, aquí y fuera de España, están entre los mejores de nuestra historia.
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en el plató de Público.- CHRISTIAN GONZÁLEZ

¿Por qué no se hizo antes? De la derecha no podíamos esperar nada… pero los Gobiernos de Felipe González, los suyos... ¿Por qué hemos esperado tanto para sacar a Franco del Valle de los Caídos?

Siempre he hecho esta reflexión profundizando en cómo se había producido la Transición y en la idea de una cierta periodificación. Fíjese que la generación de mis padres fue la que hizo la Transición. Fue una generación que vivió, sufrió, soportó el franquismo y luego hizo una transición cuando era más difícil reconciliarse. Esas generaciones todavía conocían un país en dictadura y, por tanto, sabían lo que había pasado. Y nos dieron la democracia. 
Yo formo parte de la siguiente generación: la primera de la democracia. La primera vez que voté fue en el referéndum de la Constitución en 1978 y, por tanto, tengo ese factor generacional que creo que es decisivo para entender, también, lo que nos ha pasado con la Memoria. Yo no voy a enmendar a mis padres en su tarea. Tampoco a esa generación, en la que incluyo a Felipe González, que no consideró oportuno ir más allá de un leve reconocimiento económico a la gente de la República.

¿Había miedo todavía?

Sí. Pero eso no quiere decir que fuera un error. Creo que el miedo siempre está más del bando de la inteligencia que del contrario. No me gustan los que dicen que nunca tienen miedo. No me parece un factor de inteligencia. 
Zapatero con un ejemplar de 'Supervivientes de la Memoria' de Público.- CHRISTIAN GONZÁLEZ
Es en el año 2000 cuando se comienzan a producir las primeras iniciativas parlamentarias sobre Memoria Histórica. No había antes. Ni en la izquierda ni en la extrema izquierda ni en los nacionalismos. En ese año 2000 nace la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Es en ese momento cuando surge una nueva generación ya más libre de ataduras, recuerdos y miedos que nos impulsa y nos dice que hay que recuperar esto, que esto no puede ser, que la historia de este país no se puede construir sin justicia, sin homenaje y sin verdad.
Yo tenía el compromiso de hacer una Ley de Memoria que, por cierto, no se llama Ley de Memoria. Es una Ley de derechos. Todo mi proyecto político era de ampliación de derechos. En este caso, se reconoce el derecho a la memoria personal y, en todo caso, el derecho a la memoria democrática. Y esto es la Ley de Memoria de 2007, que comenzó a fraguarse institucionalmente en el año 2000 y estos procesos llevan su tiempo.
Por tanto, mi generación es la que impulsa la Ley de Memoria y ya hay una generación posterior que está colmando cosas que impulsa la Ley de Memoria como es el caso de la exhumación de Franco del Valle de los Caídos. 
En fin, lo importante es que se van cumpliendo los pasos y que las generaciones más jóvenes de este país tienen una visión mucho más clara de la Memoria y desde aquí rindo homenaje a todos los que en 40 años han impulsado la recuperación de la Memoria.

Pero este argumento de la Memoria como "un proceso que avanza"  tiene un problema importante. Es muy difícil de sostener ante una generación que se está muriendo sin recuperar a los suyos. Ante mujeres como Mercedes Abril, de 83 años, cuyo padre sigue en el Valle de los Caídos. 

Creo que es bueno recuperar la lectura de la llamada Ley de Memoria de la que nadie ha derogado un artículo, incluso cuando gobernó la derecha. Y esa Ley es un solemne y sentido homenaje, reconocimiento y dignificación a todos los que fueron víctimas, injustamente, en la Guerra Civil, en la dictadura y en el exilio.
Me siento muy identificado con la exposición de motivos de la Ley, que es donde está su corazón. Se dice que todas las condenas fueron injustas, que esas personas no fueron unas traidoras a su patria y se reconoce a todos los colectivos que sufrieron en el franquismo. Es verdad que hay algunos que han fallecido, pero nadie los reconocía oficialmente. Y ahora, desde el año 2007, están reconocidos en una ley solemne. 
José Luis Rodriguez Zapatero en un momento de la entrevista en Público.- CHRISTIAN GONZÁLEZ
A veces quitamos el valor a las leyes, pero es importante que una ley, nada más y nada menos que una ley, diga lo que dice esta sobre nuestra historia, sobre esas personas, sobre esas familias y, por cierto, gracias a que también hemos tenido abogados como Eduardo Ranz, que han peleado en los tribunales.
Hay que recordar que la Ley obligaba, además, a las administraciones públicas desde el primer momento. Esto es muy importante. Otra cosa es que no hubiera sanciones. Hicimos una ley, deliberadamente, sin sanciones porque había que hacer pedagogía democrática. A mí me sorprende ver a líderes de la derecha que están todo el día exigiendo el cumplimiento de la ley e incumplen  esta. ¿Es que la Ley de Memoria es menos ley que la que a ellos les gusta? 

Prosigo con su idea de la democracia como proceso. Ya ha sido exhumado Franco del Valle de los Caídos, pero ese espacio sigue teniendo una significación franquista. ¿Qué habría que hacer ahora?

Nunca he estado allí [en el Valle de los Caídos]. En los días de la exhumación reflexionaba mucho sobre por qué nunca he ido allí. Para mí ha sido como un sitio que no formaba parte del país al que quiero. Siento una distancia terrible.

"Nunca he estado allí en el Valle de los Caídos. Para mí ha sido como un sitio que no formaba parte del país al que quiero"

Creo que en este asunto al Gobierno hay que darle tiempo. La situación estructural y arquitectónica del Valle es bastante deficiente y ya no digamos nada de todo lo que afecta a las personas que allí fueron llevadas y ‘enterradas’.
Aquello tiene que ser un espacio para la democracia. Improvisando: yo haría un concurso de ideas para que participen nuestros mejores artistas. Que diseñen un espacio de la democracia, la democracia del afecto, de la reconciliación y de los valores.
Eso puede llevar tiempo y, por supuesto, hay que atender todas las reivindicaciones de las familias hasta donde se pueda, así como trabajar por el reconocimiento, recuperación y, en su caso, homenaje a las personas que allí están enterradas.

Uno de los puntos más polémicos en este debate es la presencia o no de los monjes benedictinos. ¿Qué opinión tiene usted?

Me resulta difícil pronunciarme. Las cosas en las que más difícil me parece pronunciarme son aquellas que me parecen insólitas. Me parece que aquello [el Valle de los Caídos] tiene que ser un espacio civil. Eso es lo que a mí me gustaría. 

En estos últimos meses hemos escuchado a analistas decir que la exhumación de Franco pudo ser un factor para explicar el auge de Vox. ¿Cree que la exhumación tuvo un efecto movilizador para la extrema derecha?

Quiero pensar que no. Si concluyéramos que la mayoría de los votantes de Vox lo son por nostalgia del régimen anterior… pues sería un problema para la democracia y una noticia muy triste para ellos. Es lamentable tener nostalgia del peor régimen político que ha tenido España en una de las peores dictaduras en toda Europa. 

Una parte hay. Seguro. 

Creo que la emergencia de una fuerza política de extrema derecha tiene también un recorrido. Todo en la vida política es un proceso. Y ese proceso arranca de la derrota del Partido Popular en las elecciones de 2004. Y de la no aceptación, o deslegitimación, que Aznar hace de esa derrota para justificar o intentar esconder sus propios errores. Eso se ha prolongado en una parte de la derecha más dura, que acabó siendo la cobertura y el empuje intelectual de la extrema derecha. Los mismos que cuestionaban el atentado del 11M de 2004, los que luego comenzaron a decir que Rajoy era de centro izquierda o de izquierdas y lo llamaban la 'derechita'. Esto se sabe en qué laboratorio de ideas comienza: es en FAES.
De ahí se propaga. También sabemos en qué medios de comunicación, en qué tertulianos y como casi siempre pasa en la política y en la vida: nada es en balde. Allí armaron todo eso. Hubo momentos álgidos como la propia aprobación de la Ley de Memoria, por supuesto en el problema de Catalunya y ya no digamos con el diálogo con ETA. Ahí fueron creando toda una posible ruptura de la derecha hacia la extrema derecha. Y la consuman ellos mismos, a pesar de que Rajoy había ganado las elecciones ampliamente.
Tanto que hablan de independencia, hay fuerzas, ya no solo Vox, opinadores y analistas, que se han hecho independientes, pero independientes de la democracia. Se han independizado de la democracia.

Ahora mismo, en una cuestión como la Memoria, tan transversal y que requiere de tantos pactos y coordenadas, parece difícil llegar a acuerdos en España con una derecha que suma 150 escaños. 

Creo que en el centro derecha hay gente preocupada por lo que representa Vox y que tienen dificultades para asumir los pactos con Vox. Hasta que el PP recupere el sentido político, la intuición política de que sólo si se convierte en una fuerza moderada, centrista, puede volver a gobernar. Aunque pedir a la derecha que se centre en España es relativo.

En otros países de Europa sí pasa. Hay otras derechas.

Fíjese en Angela Merkel. Qué discursos contra la extrema derecha hace. Qué discursos proinmigración… Pero nosotros tenemos lo que tenemos. Fíjese, Rajoy es una persona muy conservadora, pero cómo será la cosa para que vaya a pasar a la historia como una derecha avanzada y liberal. Es sorprendente. En este país la derecha es liberal cuando no hace nada. 

"Las posibilidades del PP de liderar una mayoría sólo pasan por recuperar un espíritu, una actitud y una estrategia de centro"

Las posibilidades del PP de liderar una mayoría y gobernar en este país, que es como es, sólo pasan por recuperar un espíritu, una actitud y estrategia de centro y se separe claramente de los postulados de extrema derecha y tenga una visión distinta, que es lo que más le va a costar, de nuestra convivencia territorial. Mientras que eso no pase no va a tener posibilidades de liderar una mayoría. 

Antes hablaba usted de la ARMH. Su presidente, que es Emilio Silva, nos trasladaba esta pregunta para usted: “¿Por qué la Ley de Memoria que aprobó su gobierno no se responsabilizó directamente de exhumar a los miles de españoles que hay en fosas, tal y como recomienda la ONU, y delegó esa responsabilidad en las familias y asociaciones a través de subvenciones?

La Ley de Memoria establecía la obligación a todos los poderes públicos de contribuir a facilitar la tarea de aquellas familias que querían sacar a los suyos de las fosas. Entendimos que esto tenía que ser a instancia de parte. Nosotros entendimos que no era el Estado el que debía ponerse a buscar y a levantar, sino que tenían que ser las propias familias las que tuvieran el derecho a hacerlo. A nosotros nos parecía un modelo más democrático para que nadie pensara que lo que queríamos era levantar… en fin, como se decía aquellos años. Nosotros queríamos garantizar un derecho. 
Creo que dentro de lo que es el debate, siempre complejo, se ha perdido el espíritu de la Ley de Memoria, que fue una ley de derechos, que reconoce el derecho a la memoria personal. El derecho a saber dónde están tus antepasados. El derecho a no ver una calle con un nombre franquista… y el derecho a una memoria democrática.
Los periodistas de Público Ana Pardo de Vera y Alejandro Torrús entrevistan al expresidente Rodríguez Zapatero.- CHRISTIAN GONZÁLEZ

El Gobierno de Sánchez anunció que quiere reformar esta Ley de Memoria para responsabilizar al Estado de las exhumaciones e incluso para declarar nulas las condenas que ustedes sólo declararon ilegítimas tras una ardua discusión parlamentaria con IU y ERC, que exigían que fueran anuladas. ¿Cree que su equipo pudo haber llegado más lejos?

Si a lo que se refiere es que podríamos haber construido un procedimiento más expedito, más rápido, más eficaz, a la hora de movilizar todo lo que había que hacer… Sí. Es posible. Pero ha habido muchísimos hitos. Yo he asistido a varios. Muchos han tardado, claro. Ha habido judicialización de casos, otras fosas estaban en terrenos privados... Nosotros dimos subvenciones bastante amplias a las organizaciones y el Gobierno de Rajoy llegó y las quitó. 
Así que sí. Es posible. Pero, como dije al principio de esta entrevista, nosotros intentamos que los actores públicos y la sociedad en general cumplieran la ley sin verse sometidos a una sanción. Ahora parece que el Estado va a asumir más liderazgo este proceso, aunque me gustaría recordar que desde 2007 a 2011 fueron identificadas miles de personas, asociaciones y ayuntamientos. No sabemos cuántos quedarán, pero seguramente menos de 100.000. 
Ahora espero que el nuevo Gobierno, si finalmente se forma, pueda avanzar más en este asunto. Claro. 

Esta pregunta se la trasladamos de parte de Felisa Echegoyen, una mujer que sufrió torturas por parte del torturador Billy el Niño. ¿Qué cree que debería hacer el Estado democrático con Billy el Niño? ¿Tendría que ser juzgado juzgado ante los tribunales? Ahora mismo Felisa y otros muchos han tenido que ir a Argentina para poder denunciar a Billy el Niño y ser escuchados.

La verdad es que el caso de este individuo es un caso bien paradigmático. Ha pasado bien desapercibido. Me cuesta hablar de esto porque he sido presidente del Gobierno y puedo decir que no estuvo nunca encima de mi mesa ni nadie me comentó nunca nada sobre este sujeto. Son estas cosas que a veces pasan y no sé cómo es posible. Siendo un expresidente del Gobierno no sé si es bueno decirlo o no, pero me sincero.

"Nunca oí hablar de alguien que se llamara Villarejo. Nunca. Ni la más mínima referencia ni dato"

Por ejemplo, Villarejo, nunca oí hablar de alguien que se llamara Villarejo. Nunca. Ni la más mínima referencia ni dato. Luego cuando he visto todo lo que este personaje hacía con algunos de los poderosos de este país, espiando, además, a gente de mi Gobierno… Me quedé en shock.
Debe caer todo el peso de la Justicia sobre este individuo [Billy el Niño] que, por supuesto, es un reconocido torturador y, además, no tengo ninguna duda de que el Gobierno va a actuar en este tema este en cuanto tenga todos los poderes.

Esperamos que si finalmente hay un gobierno progresista... se encargue de poner a cada uno en el sitio que le corresponde.

Sí, pero en el pasado y también en el presente. Asistimos a un debate en este momento teóricamente contra un posible Gobierno PSOE y Podemos con un acuerdo con ERC. Es un debate fariseo. La mayoría de los que salen diciendo que esto es terrible para España... pues no les creo. Dicen que es terrible porque ellos no están en el poder. Porque la izquierda está en el poder. Es que no les creo nada.
Yo ya lo viví. Los que venían de haber negociado con ETA, los que habían dicho que hablaban catalán en la intimidad... se rasgaban las vestiduras como patriotas porque yo intentaba acabar con ETA e intentaba dialogar con Catalunya, que es lo que hay que hacer y lo que vamos a tener en los próximos años.  
No les creo. No creo en su patriotismo. Me han demostrado que es utilización partidista de los grandes consensos. Cuando iba camino del final de ETA, que por cierto conseguimos, muchos dirigentes del PP sabían que había que hacerlo, e incluso en privado me lo decían. Pero públicamente no lo decían para que los cuatro grandes medios escritos hicieran editoriales al día siguiente atizando al PSOE. 

Esperamos que si finalmente hay un gobierno progresista... se encargue de poner a cada uno en el sitio que le corresponde.

Sí, pero en el pasado y también en el presente. Asistimos a un debate en este momento teóricamente contra un posible Gobierno PSOE y Podemos con un acuerdo con ERC. Es un debate fariseo. La mayoría de los que salen diciendo que esto es terrible para España... pues no les creo. Dicen que es terrible porque ellos no están en el poder. Porque la izquierda está en el poder. Es que no les creo nada.
Yo ya lo viví. Los que venían de haber negociado con ETA, los que habían dicho que hablaban catalán en la intimidad... se rasgaban las vestiduras como patriotas porque yo intentaba acabar con ETA e intentaba dialogar con Catalunya, que es lo que hay que hacer y lo que vamos a tener en los próximos años.  
No les creo. No creo en su patriotismo. Me han demostrado que es utilización partidista de los grandes consensos. Cuando iba camino del final de ETA, que por cierto conseguimos, muchos dirigentes del PP sabían que había que hacerlo, e incluso en privado me lo decían. Pero públicamente no lo decían para que los cuatro grandes medios escritos hicieran editoriales al día siguiente atizando al PSOE. 

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jueves, 26 de diciembre de 2019

Franquismo y su monarquía contra la democracia. El obstáculo principal. Manuel Ruiz Robles. Rebelión

Franquismo y su monarquía contra la democracia. El obstáculo principal. 
La llamada Transición, que tras la muerte del dictador en noviembre de 1975 condujo a revalidar la monarquía franquista, no fue ni tan modélica ni tan pacífica como algunos creen. Los desequilibrios fundamentales que cimentaron en falso el régimen del 78 proceden de la reforma de la dictadura, pactada mucho antes de iniciarse el proceso democrático, pues era paso obligado para la adhesión de España a la Comunidad Europea (CE), asunto de vital importancia para la oligarquía terrateniente y financiera que detentaba el poder.
El 15 de junio de 1977 se celebraban las primeras elecciones pretendidamente democráticas. Se legalizaron, a tal efecto, los partidos políticos que asumieron la monarquía y su bandera, incluidos el PSOE y el PCE. No pudieron participar, sin embargo, partidos tales como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que se negó a la humillante imposición de tener que pasar por el aro de la monarquía, impuesta por la dictadura.
Aquellas elecciones sesgaron el rumbo de la transición, que no cumplió los requerimientos mínimos para ser considerado un proceso constituyente en libertad, careciendo por tanto de la legitimidad democrática que tuvo la II República española, destruida por el golpe de estado militar, de impronta nacional católica, que derivó en la Guerra de España. Una guerra contra el pueblo español apoyada por la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, preludio de la 2ª Guerra Mundial, cuya conflagración causó sufrimiento, muerte y destrucción en proporciones aterradoras, hasta entonces desconocidas. La Transición, una peculiar reforma política dirigida por la dictadura, impuso silencio sobre sus crímenes de lesa humanidad, imprescriptibles, y se auto-amnistió con una ley de punto final.
El discurso del rey Borbón confirma una vez más, en esta noche del 24 de diciembre de 2019, su inútil intento de exculpar los crímenes de la dictadura al hacer hincapié en su peculiar concordia, a base de veladas amenazas de palo y tentetieso. Estamos viendo ejemplos recientes de como sus seguidores entienden la concordia que Su Majestad predica: demoliendo, por orden del muy monárquico consistorio del Ayuntamiento de Madrid, el memorial de los miles de asesinados (1) en el Cementerio del Este durante los primeros años de la dictadura, arrancando las placas con sus nombres (2).
Por otro lado, no puede explicarse racionalmente el porqué al inicio de la llamada Transición se desmantelaron movimientos sociales muy relevantes, como lo era el movimiento vecinal, con el inestimable colaboracionismo de la izquierda oficial, cómodamente instalada en la nueva monarquía parlamentaria. Otro indudable error fue la disolución de la Unión Militar Democrática (UMD), una organización que, en las postrimerías de la dictadura, acompañó, por vías pacíficas y democráticas, al potente movimiento de oposición a la dictadura. Hoy, sin embargo, la Asociación de Militares Españoles, una organización de militares franquistas, subvencionada por el Estado, difunde actitudes abiertamente antidemocráticas, como lo es un manifiesto de numerosos generales, almirantes y coroneles, la mayoría retirados, oponiéndose de forma amenazante a la decisión del Gobierno de España de proceder a la exhumación del dictador.
Una de las contradicciones fundamentales de aquellos años, que aún pervive en el Ejército, fue que los militares demócratas nos disolvimos mansamente mientras los franquistas, que dominaban la totalidad de los resortes del poder militar, se reorganizaron agresivamente. Tuve oportunidad de conocer, como militante de la UMD, algunos claroscuros de nuestra organización, especialmente en el convulso periodo que siguió a su autodisolución formal, unos días después de las elecciones del 15 junio de 1977.
Los compañeros detenidos a finales de julio de 1975, procesados en consejo de guerra, condenados a numerosos años de prisión, finalmente excarcelados, expulsados del ejército y no amnistiados por la indigna la ley de punto final, fueron olvidados por la monarquía. Ninguno de los jóvenes capitanes que llegamos a formar parte de la UMD llegó al generalato o al almirantazgo. Por el contrario, conocidos golpistas monárquicos ascendieron al generalato a lo largo de estos últimos cuarenta años. La opinión pública ha podido constatar recientemente, a través de los medios, que la ideología de la cúpula militar sigue siendo, en una inquietante proporción, de ultraderecha, una ultraderecha rancia y monárquica, extremadamente agresiva.
Nuestro portavoz en el exilio, José Ignacio Domínguez, capitán de reactores, fue condenado en consejo de guerra, expulsado y no amnistiado. Es preciso resaltar que aquel postrer consejo de guerra a la UMD se celebró en diciembre de 1977, es decir cuando el flamante Congreso de los Diputados hacia varios meses que se había constituido, y notables líderes de la oposición a la dictadura habían tomado posesión de sus escaños, entre ellos uno de los fundadores de la UMD, Julio Busquets. También el diputado Carlos Sanjuán, que fue mi responsable directo en aquella organización de militares demócratas.
Uno de los compañeros detenidos en julio de 1975, el capitán Fernando Reinlein, que fue procesado en consejo de guerra, condenado a largos años de prisión, finalmente excarcelado, expulsado y no amnistiado por la “ley de punto final” jugó un papel esencial en la post-UMD.
Fernando coordinaba desde Diario16 los esfuerzos de algunos de nosotros, que seguíamos en la brecha antifranquista desde nuestros destinos en activo. Con su empuje característico consiguió abrir una columna de opinión, en donde publicaba nuestros artículos los lunes, con el fin de contrarrestar la intensa campaña de intoxicación golpista que el amenazante franquismo militar propagaba entre nuestros compañeros de armas.
Algunos de nosotros, como Miguel Bouza, Antonio Maira y yo mismo fuimos represaliados por ello, pues la mayoría de los altos mandos formaban parte de la conspiración franquista que frenó en seco el incipiente desarrollo de la democracia un siniestro 23 de febrero de 1981, desviando el rumbo de la Transición mediante el terror que provocaron los tiros de Tejero en Madrid y los carros blindados de Milans en Valencia.
Muchos años después, desde el Gobierno de España, se reconoció públicamente la dignidad del movimiento de militares progresistas, aunque lamentablemente ese justo reconocimiento llegó tarde. El monarco-franquismo había revalidado su victoria el 23-F mediante una conspiración palaciega, cuyos entresijos siguen siendo secreto de estado.
El odio del generalato franquista a los valores democráticos que simbolizó nuestro compromiso se materializó de forma estridente durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El entonces jefe del Ejército, Fulgencio Coll Bucher, se negó a asistir a la ceremonia de condecoración de la UMD presidida por la ministra de defensa Carmen Chacón. Hoy, ese mismo JEME, ya jubilado, que fue protagonista de un desplante inadmisible al Gobierno de España, es portavoz en Palma del partido franquista Vox y hace indudables méritos monárquicos con sus declaraciones incendiarias (3).
En fin, un viejo truco táctico, cuyo fin no es otro que desplazar “manu militari” las coordenadas del “centro político”, proporcionando al rey el margen de maniobra que necesita para bloquear, con el menor desgaste posible para su persona, las legitimas aspiraciones republicanas.
Los pueblos y naciones históricas de nuestra vieja patria sabrán, en este nuevo ciclo que comienza, tener el valor y lucidez suficientes para remover de la vida pública y de las instituciones el obstáculo principal para su Libertad, que no es otro que el franquismo y su monarquía.
Referencias:
  1. Los tres mil asesinados en las tapias del cementerio
  1. Por orden del Ayuntamiento de Madrid arrancan las placas con los nombres de los fusilados en el Cementerio del Este
  1. Un exjefe del Ejército de Tierra y actual portavoz de Vox en Palma pide que Sánchez sea acusado "por traición"
Manuel Ruiz Robles, capitán de navío, colectivo de militares republicanos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Franquismo y su monarquía contra la democracia. El obstáculo principal Manuel Ruiz Robles Rebelión

Franquismo y su monarquía contra la democracia. El obstáculo principal

La llamada Transición, que tras la muerte del dictador en noviembre de 1975 condujo a revalidar la monarquía franquista, no fue ni tan modélica ni tan pacífica como algunos creen. Los desequilibrios fundamentales que cimentaron en falso el régimen del 78 proceden de la reforma de la dictadura, pactada mucho antes de iniciarse el proceso democrático, pues era paso obligado para la adhesión de España a la Comunidad Europea (CE), asunto de vital importancia para la oligarquía terrateniente y financiera que detentaba el poder.El 15 de junio de 1977 se celebraban las primeras elecciones pretendidamente democráticas. Se legalizaron, a tal efecto, los partidos políticos que asumieron la monarquía y su bandera, incluidos el PSOE y el PCE. No pudieron participar, sin embargo, partidos tales como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que se negó a la humillante imposición de tener que pasar por el aro de la monarquía, impuesta por la dictadura.
Aquellas elecciones sesgaron el rumbo de la transición, que no cumplió los requerimientos mínimos para ser considerado un proceso constituyente en libertad, careciendo por tanto de la legitimidad democrática que tuvo la II República española, destruida por el golpe de estado militar, de impronta nacional católica, que derivó en la Guerra de España. Una guerra contra el pueblo español apoyada por la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, preludio de la 2ª Guerra Mundial, cuya conflagración causó sufrimiento, muerte y destrucción en proporciones aterradoras, hasta entonces desconocidas. La Transición, una peculiar reforma política dirigida por la dictadura, impuso silencio sobre sus crímenes de lesa humanidad, imprescriptibles, y se auto-amnistió con una ley de punto final.
El discurso del rey Borbón confirma una vez más, en esta noche del 24 de diciembre de 2019, su inútil intento de exculpar los crímenes de la dictadura al hacer hincapié en su peculiar concordia, a base de veladas amenazas de palo y tentetieso. Estamos viendo ejemplos recientes de como sus seguidores entienden la concordia que Su Majestad predica: demoliendo, por orden del muy monárquico consistorio del Ayuntamiento de Madrid, el memorial de los miles de asesinados (1) en el Cementerio del Este durante los primeros años de la dictadura, arrancando las placas con sus nombres (2).
Por otro lado, no puede explicarse racionalmente el porqué al inicio de la llamada Transición se desmantelaron movimientos sociales muy relevantes, como lo era el movimiento vecinal, con el inestimable colaboracionismo de la izquierda oficial, cómodamente instalada en la nueva monarquía parlamentaria. Otro indudable error fue la disolución de la Unión Militar Democrática (UMD), una organización que, en las postrimerías de la dictadura, acompañó, por vías pacíficas y democráticas, al potente movimiento de oposición a la dictadura. Hoy, sin embargo, la Asociación de Militares Españoles, una organización de militares franquistas, subvencionada por el Estado, difunde actitudes abiertamente antidemocráticas, como lo es un manifiesto de numerosos generales, almirantes y coroneles, la mayoría retirados, oponiéndose de forma amenazante a la decisión del Gobierno de España de proceder a la exhumación del dictador.
Una de las contradicciones fundamentales de aquellos años, que aún pervive en el Ejército, fue que los militares demócratas nos disolvimos mansamente mientras los franquistas, que dominaban la totalidad de los resortes del poder militar, se reorganizaron agresivamente. Tuve oportunidad de conocer, como militante de la UMD, algunos claroscuros de nuestra organización, especialmente en el convulso periodo que siguió a su autodisolución formal, unos días después de las elecciones del 15 junio de 1977.
Los compañeros detenidos a finales de julio de 1975, procesados en consejo de guerra, condenados a numerosos años de prisión, finalmente excarcelados, expulsados del ejército y no amnistiados por la indigna la ley de punto final, fueron olvidados por la monarquía. Ninguno de los jóvenes capitanes que llegamos a formar parte de la UMD llegó al generalato o al almirantazgo. Por el contrario, conocidos golpistas monárquicos ascendieron al generalato a lo largo de estos últimos cuarenta años. La opinión pública ha podido constatar recientemente, a través de los medios, que la ideología de la cúpula militar sigue siendo, en una inquietante proporción, de ultraderecha, una ultraderecha rancia y monárquica, extremadamente agresiva.
Nuestro portavoz en el exilio, José Ignacio Domínguez, capitán de reactores, fue condenado en consejo de guerra, expulsado y no amnistiado. Es preciso resaltar que aquel postrer consejo de guerra a la UMD se celebró en diciembre de 1977, es decir cuando el flamante Congreso de los Diputados hacia varios meses que se había constituido, y notables líderes de la oposición a la dictadura habían tomado posesión de sus escaños, entre ellos uno de los fundadores de la UMD, Julio Busquets. También el diputado Carlos Sanjuán, que fue mi responsable directo en aquella organización de militares demócratas.
Uno de los compañeros detenidos en julio de 1975, el capitán Fernando Reinlein, que fue procesado en consejo de guerra, condenado a largos años de prisión, finalmente excarcelado, expulsado y no amnistiado por la “ley de punto final” jugó un papel esencial en la post-UMD.
Fernando coordinaba desde Diario16 los esfuerzos de algunos de nosotros, que seguíamos en la brecha antifranquista desde nuestros destinos en activo. Con su empuje característico consiguió abrir una columna de opinión, en donde publicaba nuestros artículos los lunes, con el fin de contrarrestar la intensa campaña de intoxicación golpista que el amenazante franquismo militar propagaba entre nuestros compañeros de armas.
Algunos de nosotros, como Miguel Bouza, Antonio Maira y yo mismo fuimos represaliados por ello, pues la mayoría de los altos mandos formaban parte de la conspiración franquista que frenó en seco el incipiente desarrollo de la democracia un siniestro 23 de febrero de 1981, desviando el rumbo de la Transición mediante el terror que provocaron los tiros de Tejero en Madrid y los carros blindados de Milans en Valencia.
Muchos años después, desde el Gobierno de España, se reconoció públicamente la dignidad del movimiento de militares progresistas, aunque lamentablemente ese justo reconocimiento llegó tarde. El monarco-franquismo había revalidado su victoria el 23-F mediante una conspiración palaciega, cuyos entresijos siguen siendo secreto de estado.
El odio del generalato franquista a los valores democráticos que simbolizó nuestro compromiso se materializó de forma estridente durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El entonces jefe del Ejército, Fulgencio Coll Bucher, se negó a asistir a la ceremonia de condecoración de la UMD presidida por la ministra de defensa Carmen Chacón. Hoy, ese mismo JEME, ya jubilado, que fue protagonista de un desplante inadmisible al Gobierno de España, es portavoz en Palma del partido franquista Vox y hace indudables méritos monárquicos con sus declaraciones incendiarias (3).
En fin, un viejo truco táctico, cuyo fin no es otro que desplazar “manu militari” las coordenadas del “centro político”, proporcionando al rey el margen de maniobra que necesita para bloquear, con el menor desgaste posible para su persona, las legitimas aspiraciones republicanas.
Los pueblos y naciones históricas de nuestra vieja patria sabrán, en este nuevo ciclo que comienza, tener el valor y lucidez suficientes para remover de la vida pública y de las instituciones el obstáculo principal para su Libertad, que no es otro que el franquismo y su monarquía.
Referencias:
  1. Los tres mil asesinados en las tapias del cementerio
  1. Por orden del Ayuntamiento de Madrid arrancan las placas con los nombres de los fusilados en el Cementerio del Este
  1. Un exjefe del Ejército de Tierra y actual portavoz de Vox en Palma pide que Sánchez sea acusado "por traición"
Manuel Ruiz Robles, capitán de navío, colectivo de militares republicanos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

miércoles, 25 de diciembre de 2019

El mensaje navideño de la era del Borbón II, Heredero de Franco. Se le olvidó muchas preocupaciones prioritarias del pueblo, pero claro, como nunca lo votó el pueblo, por eso, tiene ese olvido tan selectivo, él sólo se acuerda de Marqueses, Condes, Duques, así como de banqueros, magnates, petroleros, terratenientes y fabricantes de armas para arabia Saudí.

Las preocupaciones de los españoles que el rey pasó por alto en su mensaje navideño
El monarca no mencionó algunas de las principales preocupaciones de los ciudadanos como la sanidad, la corrupción, las pensiones, la violencia machista o la vivienda.

El Rey Felipe VI dirige a los españoles el tradicional mensaje de Navidad | EFE
Madrid

El discurso navideño de Felipe VI de este año se centró en la “unidad” para conseguir “resolver” los “problemas” sin “divisiones ni enfrentamientos". Sin embargo, el monarca pasó por alto algunas de las principales preocupaciones de los españoles, como la sanidad, la corrupción, las pensiones, la violencia machista o la vivienda.  

Según el CIS, las preocupaciones nacionales son el paro, la sanidad y el empleo

Según los últimos datos del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), los problemas que quitan el sueño a los ciudadanos son la economía, el paro, la sanidad, calidad de empleo, la política o la educación. Aunque este año el rey ha hecho mención a la situación en Catalunya y reconoce la "diversidad territorial", no habla de la sentencia europea sobre Oriol Junqueras
En este sentido, los partidos nacionalistas han criticado que Felipe VI no diga "absolutamente nada" a vascos, catalanes o gallegos que no se identifican con su modelo de Estado. "Cuando se menciona a Catalunya, se la menciona como una 'preocupación', no para decir que es una cuestión en la que la convivencia es necesaria, donde hay que buscar soluciones, que la Ley tendrá que amoldarse, que es necesario el respeto a la voluntad de la ciudadanía, etc", así replicaba el portavoz del PNV en el Congreso Aitor Esteban. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, replica a Felipe VI y afirma que España es una "seria preocupación" para Europa.
Durante los 12 minutos de discurso, Felipe VI tampoco hizo alusión a la violencia machista ni a las más de 50 mujeres que han sido asesinadas este año. Solo se refirió a la “la desigualdad laboral entre hombres y mujeres”. 

Vaguedades sobre el paro

En cuanto a la situación económica y el paro, el monarca reconoce que la "falta de empleo" es una de las principales preocupaciones de los españoles, "sobre todo para los jóvenes", y las dificultades económicas de las familias más vulnerables porque "la crisis económica ha agudizado los niveles de desigualdad". En este sentido, no incide en la calidad de los empleos. 
Tampoco se ha pronunciado sobre la sanidad  –que ocupa el tercer puesto en la lista de temas que quitan el sueño a los españoles– ni sobre las pensiones –que se encuentra en quinto lugar–.
En la cuestión política, el sexto problema que preocupa a los ciudadanos, en plena situación de bloqueo que vive el país y en plena negociación de PSOE y ERC para la investidura de Pedo Sánchez: "Nos encontramos inmersos en el procedimiento constitucional para que el Congreso otorgue o deniegue su confianza al candidato propuesto para la presidencia del gobierno”. Recuerda que es el “Congreso a quien corresponde tomar la decisión que considere más conveniente para el interés general de los españoles”. En este sentido, no hace mención al ascenso de la ultraderecha tras las elecciones generales del pasado mes de noviembre. 

¿Sentar un pobre en su mesa en Navidad? Hay nueve millones de ellos en España

La precariedad y el gripado del ascensor social disparan a niveles desconocidos la pobreza del siglo XXI, que está sacudiendo las estructuras sociales con una combinación de inseguridad, empleo inestable y bajos salarios.

La pobreza ya afecta a uno de cada cinco españoles, a los que la precariedad y los bajos salarios no dejan llegar a fin de mes.| PxFuel (CCO). 
El pobre también era Plácido, el mordaz personaje agobiado por pagar la letra de su motocarro que dio nombre a la película con la que Luis García Berlanga satirizó aquella demencial campaña navideña de limpieza de conciencias burguesas que el franquismo lanzó en los años 50 bajo el lema "siente un pobre a su mesa", al que solo le faltaron dos detalles para alcanzar fama (y ridículo) de ámbito planetario: que la censura no hubiera vetado el empleo de ese eslogan como título del filme y que Ingmar Bergman no le hubiera arrebatado el Óscar de 1961 con El manantial de la doncella.
Hoy una campaña de ese tipo carece de razones en España; por varios motivos, entre los que destaca poderosamente la extensión de la pobreza: uno de cada cinco españoles, nueve millones de personas, y más de tres millones y medio de hogares subsisten en ella, según revela el cruce de los datos la Encuesta de Condiciones de Vida con los del padrón y la estadística de hogares, todas ellas del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tasa de riesgo de pobreza lleva en España, tanto por personas como por hogares, cinco años por encima del 19% si se toma como dato de referencia la que incluye el "alquiler imputado", que es el pago que debería hacer el dueño de la vivienda en caso de ser inquilino, y que la mayoría de las familias del país eluden por tenerla en propiedad. Sin él, la tasa se dispara en más de dos puntos que elevan los registros a más de diez millones de personas y casi cuatro de hogares.
¿Tantos pobres hay en España? Sin duda. Lo recogen las estadísticas oficiales y los estudios de los expertos, por mucho que el español medio siga confundiendo pobreza y marginalidad.

"La pobreza y la exclusión son cosas distintas que coinciden en ocasiones, pero no siempre ni necesariamente", explica Gustavo García Hurtado, de la Asociación de Gerentes y Directores de Servicios Sociales, que anota que "la inmensa mayoría de las personas pobres en España no son marginales ni están excluidos, sino que son trabajadores que no llegan a fin de mes. La pobreza, básicamente, está en los trabajadores precarios y/o con sueldos bajos que no llegan a fin de mes si no tienen apoyo de sus familias".

"La pobreza es carencia material"

La definición de pobreza está objetivada en la UE: la sufre quien tiene unos ingresos inferiores al 60% de la mediana de la renta en el territorio del que se trate, mientras que la pobreza severa la padecen aquellos que ganan o reciben menos del 40% de esa mediana.
Esa definición sitúa el umbral de la pobreza en España en 10.371 euros anuales para situaciones individuales y en 21.779 para un hogar estándar formado por dos adultos y dos menores.
"Hoy la pobreza es inseguridad, trabajo no estable y salarios bajos, y no se le puede hacer frente con los programas del siglo XX. La pobreza es carencia material", señala García Herrero, para quien este fenómeno “en el siglo XXI es algo normalizado y relacionado con el gripado del ascensor social. El límite de la pobreza es la precariedad, que genera inseguridad y miedo”.
Estas iniciativas, entre las que se encuentran las fallidas rentas de inserción autonómicas, replican en ocasiones sistemas caritativos, resultan a menudo estigmatizadores para sus usuarios y ofrecen con frecuencia tal grado de desfase como para dejar fuera a más del 90% de los pobres. "La cohesión social exige que todos los ciudadanos tengan garantizado un ingreso para vivir", añade.
La deriva del mercado laboral hacia la precarización y la congelación salarial resulta clave para entender la evolución de la tasa de pobreza en España. Y, en este sentido, los datos de la Agencia Tributaria resultan tan esclarecedores como inquietantes: más de siete de los diecinueve millones de contribuyentes del IRPF, lo que supone más de la tercera parte de ellos, declaran ingresos inferiores a los 12.000 euros brutos, en una situación que, con altibajos lleva una década ocurriendo.

"El nuevo pobre, el mayoritario, no pide limosna"

En paralelo a esa extensión de la pobreza, cronificada en el entorno de la quinta parte de la población española, se han popularizado términos como "pobreza energética", "pobreza habitacional", "pobreza proteica" o "insolvencia alimentaria". "Todo es pobreza. Son formas distintas de manifestarse que pueden servir para hacer análisis teóricos pero no para actuar sobre ella. Las ayudas deben unificarse", sostiene García Herrero.
Un 34,2% de las familias no puede permitirse una semana de vacaciones
Según la Encuesta de Condiciones de Vida, el 27% de los hogares españoles tiene "cierta dificultad" para llegar a fin de mes mientras otro 26,3% se encuentra en una situación de mayor estrechez, lo que se traduce en estas carencias de tipo material: el 36% no puede hacer frente a gastos imprevistos y un 7,3% ha tenido retrasos en pagos relacionados con la vivienda, mientras un 34,2% de las familias no puede permitirse una semana de vacaciones, a un 3,7% no le llega para comer carne, pollo o pescado día sí y día no y a un 9,6% no le da para mantener la casa a una temperatura adecuada.
"El nuevo pobre, el mayoritario, no pide limosna ni pasa hambre, aunque sí se alimenta mal y de ahí la epidemia de obesidad", señala el experto, que añade que cuando en un hogar, o una persona, se dan varias de esas carencias que estudia el INE a la pobreza se le suma el riesgo de exclusión.

Mejoría, pero no en los niveles más bajos

"Sigue existiendo una pobreza de carácter estructural, vinculada a la marginación o la exclusión social, que es minoritaria y cuyo caso más extremo es el de la gente que vive en la calle", anota García Herrero, que destaca que "para salir de ahí no basta con una ayuda económica, sino que se necesitan otros apoyos" de inserción.
Hay varios caminos que llevan de la nueva pobreza a la estructural vinculada a la exclusión. Uno de ellos es la concentración geográfica en guetos. Otro, la cronificación, que hace que los afectados vayan poco a poco perdiendo sus relaciones sociales.

“Por eso -señala el experto- es tan grave el paro de larga duración”, que sigue afectando a más de un millón de españoles y que, aunque lleva cinco años menguando, sigue cuadruplicando el nivel de hace una década.
Los indicadores de pobreza llevan unos años mejorando en el plano global, aunque eso no significa que la mejora sea generalizada. "No lo están haciendo en los niveles más bajos, entre los que se encuentran los parados de larga duración", anota García Herrero.
No son los únicos. Los datos del INE indican cómo, pese a la mejora generalizada, hay tres grupos de edad como los jóvenes menores de 30 años, los jubilados y los trabajadores de más de 45 años, en los que el impacto de la pobreza sigue creciendo.
"Los cambios sociales venían de atrás, y la crisis los ha agudizado", apunta. "Hoy todo es volátil, la estabilidad no existe", anota, mientras recuerda que la precariedad y los bajos salarios siguen llevando a gente de manera constante hacia la pobreza: "Nadie sabe si va a haber un mañana, por eso se vive al día".

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Dictadura, censura y robo electoral en Bolivia: las claves de otro golpe mediático

José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- El robo de la victoria electoral que obtuvo el Movimiento al Socialismo (MAS) y la dictadura impuesta en Bolivia no habrían sido posibles sin los medios internacionales (1).
Que, como el diario español El País, convierten un golpe militar en una “crisis política” (2). Que, como la agencia AP, califican a Evo Morales, amenazado y perseguido (3), como “ex presidente autoexiliado” (4). O que, como la revista Forbes, dedican portadas a ensalzar a una presidenta golpista que nos cuenta “cómo se pacificó Bolivia” (5).
¿Cómo se ha “pacificado” Bolivia? Se lo explicamos: disparando a matar a quien se ha opuesto al golpe, asesinando a 33 personas e hiriendo a 800 (6); encarcelando y torturando a militantes de izquierda (7); o deteniendo a quienes difundieron, mediante teléfonos móviles, imágenes de las masacres (8).
Todo arropado por el silencio de los medios corporativos, al que se ha sumado la eliminación, en Bolivia, de las señales televisivas de teleSUR (9) y RT (10) que han sido, durante semanas, las únicas ventanas de denuncia del golpe de estado. Una censura, por cierto, justificada por medios como el diario ABC, que la definía como una forma de “poner coto a (…) la propaganda estatal rusa” “cuando la protesta generalizada fomenta la desestabilización” (11).
También mediante el miedo y la autocensura. Como en el caso del humorista gráfico Alejandro Salazar, que renunció a publicar sus viñetas críticas tras recibir amenazas de muerte (12).
Los medios están, además, detrás del factor desencadenante y argumento justificativo del golpe: la denuncia de supuestas “irregularidades” en el conteo electoral, por parte de una misión de la OEA (13), que sostiene que hubo una “aumento masivo e inexplicable” del voto al MAS en el último 5 % de los votos escrutados (14). La prueba, para los medios, de que Evo Morales cometió un “fraude escandaloso” (15).
Estos medios, sin embargo, han silenciado a más de cien expertos internacionales en economía y estadística (15), así como los estudios del Centro para la Investigación Económica y Política (16) y la Fundación Internacional de Derechos Humanos (17), que muestran justo lo contrario: que el aumento en el tramo final sí es explicable y es similar al de anteriores comicios, dado que corresponde al voto rural indígena, hegemónico del MAS (18).
Los medios son los censores de un golpe sangriento. Por ello, no es de extrañar la ovación que la población de El Alto brindó al periodista del diario inglés The Guardian, único medio internacional que se acercó a informar sobre la represión policial (19).
Tampoco es de extrañar que Fernando del Rincón, presentador estrella de CNN, haya sido distinguido con la máxima distinción del Comité Cívico de Santa Cruz, vanguardia del golpe militar (20).
Pero ni Fernando del Rincón de CNN, ni David Alandete de ABC, ni Jorge Ramos de Univisión (21), ni Daniel Lozano de El Mundo (22) son periodistas. Son mercenarios al servicio de una estrategia bien definida de propaganda de guerra (23). Y a los que, algún día, se les acabará tanta impunidad.