El PSOE está infectado de ultraderechistas y procapitalistas, sin embargo Sánchez insiste en que son la izquierda
Que lamentablemente haya millones de ignorantes personas que les den el voto cada vez que se lo piden argumentando ser la izquierda del Estado español no significan que lo sean. El PSOE es cualquier cosa menos un partido de izquierdas. Sólo hay que echar un vistazo a su quehacer para darse cuenta de ello.
¿Acaso un fascista como Felipe González puede militar en un partido de izquierda? ¿Puede ser socialista el señor X de los GAL? Él sólo es un ejemplo de la banda de impresentables que pertenece al citado partido.
Siempre que ha tocado poder, el PSOE ha gestionado de idéntica manera que el PP; su trabajo —altamente remunerado por el poder económico— es favorecer a las élites en detrimento de la clase obrera. Esto no es una suposición, sino una constatación histórica.
Sin embargo, esta evidencia no es suficiente para que el actual secretario general, Pedro Sánchez, se sonroje al decir cosas como estas: “El secesionismo ha crecido, entre otros factores, sobre el silencio y el inmovilismo, lo que hace más necesaria que nunca la consolidación de un proyecto alternativo desde los valores de la izquierda”.
Esto lo dijo en una carta publicada ayer y dirigida a la militancia como balance de este año que ya se acaba y, obviamente, después de apoyar al Gobierno de Rajoy a aplicar el 155 en Catalunya.
El muy caradura insiste en que España merece “una izquierda constitucional y solidaria que no cede ni ante el independentismo ni ante el autoritarismo de la derecha” —a pesar de que son la sombra del PP—. Y reitera que “nuestro país necesita la sensatez de esa izquierda que representa el PSOE. La que se centra en las personas por encima de los territorios”.
A través de la misma carta expresó también que en España urge la “consolidación de un proyecto alternativo” desde los valores de la izquierda, porque “España se merece que la izquierda vuelva al Gobierno”.
Más adelante le dio por decir que “las desigualdades y la pobreza creciente contradicen el discurso triunfalista de la derecha, incapaz de trasladar a la ciudadanía una recuperación que no deja de ser ficticia para un gran número de hogares en los que llegar a fin de mes sigue siendo un problema”.
No es que esto sea mentira, lo que sucede es que Sánchez habla como si el PSOE no hubiera gobernado durante más años que el PP y nadie conociera cómo lo hicieron.
Cuando comenzó la crisis que aseguran ahora está acabando, Pedro Solbes, ministro de Economía con José Luis Rodríguez Zapatero, llamó a esta “desaceleración económica” para no reconocer su existencia.
En fin, aunque el PSOE esté infectado de ultraderechistas y procapitalistas, seguirán reivindicándose como partido de izquierdas y socialista. Lo lamentable del caso es que muchísima gente se lo cree.
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