Poema: En mi cuarto viejo, autor, Pedro Martínez Díaz
En
mi cuarto viejo
crecen
como palmeras las penas,
cobijadas
en el manto de la melancolía,
con
el ritmo de las cosas
que
envejecen,
para
ser fiel al hoy
sin
llorar por la vida.
En
mi cuarto viejo,
las
penas pueden crecer,
pero
nunca pueden matar
las
torres incólumes
que
alimentan al ser.
En
mi cuarto viejo,
tengo
tantas cosas,
dentro
de mi entrañas
que
el dia que vengan a por mi,
no
sé que voy hacer
con
el equipaje que abrasa el alma.
En
mi cuarto viejo,
estará
el corazón del ciprés;
y
allí permanecerá para siempre.
En
mi cuarto viejo,
veo
este circo
de
mentiras de esta forma de vida,
con
un montón de escoria
pero
no del infinito
Aunque
un montón de penas
colman
mi habitación vieja,
ella
todo lo guarda
sin
que nadie lo proteja
porque
el dolor humano
no
es objeto de nadie,
ni
pretexto de cualquiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario