Celebrar la Victoria del pueblo y el ejercito soviético sobre los nazis es un honor y una inmensa alegría. Por Sara Rosenberg
La noble calavera de veintisiete millones de personas del pueblo soviético que dieron la vida en la lucha contra el nazismo y las nobles calaveras de nuestros cientos de miles que la dieron en Madrid, en toda España y en tantas partes del mundo.
Desde hace siete años marchamos en Madrid y siempre ha sido una fiesta de la memoria y la fraternidad humanas.
Sin embargo este año sabíamos que sería más difícil porque en esta desgraciada Europa se viven tiempos difíciles y en vez de mirar y comprender su historia para no repetirla trágicamente, retrocede hacia los oscuros tiempos del nazismo, hacia la irracionalidad y la barbarie sin darse cuenta de que los pueblos más temprano que tarde despertarán y avanzarán hacia un mundo justo y fraterno, hacia una humanidad diferente. La Humanidad por la que lucharon nuestros veintisiete millones del Regimiento Inmortal, a los que llevamos en nuestras manos y en nuestras cintas de San Jorge, en nuestras banderas, retratos y voces.
Marchar en un hermoso día de sol por Madrid, a pesar de algunas agresiones de aquellos que tristes y desesperados han perdido el sentido de la Humanidad, es también un modo claro de decir : NO a la barbarie, NO al Fascismo. Somos la voluntad humana en marcha.
Nuestra Memoria es activa, no es monumental ni discursiva, cada uno porta en su alma el sentido de esta marcha que recuerda el inmenso sacrificio que significó vencer al monstruo engendrado en las entrañas del capitalismo cuando se siente amenazado. Un monstruo, el nazismo, que amenaza la vida misma de nuestra especie en el planeta.
Europa, la UE y España en este caso, -el gobierno español, pero no el pueblo- ha apoyado al nazismo en Ucrania, ha aceptado de manera infame la orden de Estados Unidos y de sus grandes corporaciones financiero militares en vez de oír al pueblo. Ni siquiera lo han consultado, a pesar de que dicen que vivimos en una democracia.
La Marcha del Regimiento Inmortal este 8 de mayo (que corresponde al 9 de mayo) ha sido para todos nosotros una experiencia que como me decía Olga, una joven rusa que vive en Madrid, nos da la oportunidad de vivir un momento histórico único: se han caído todas la caretas de las “democracias occidentales” y ya nada justifica sus guerras de rapiña y la destrucción del mundo. Menos mal que lo estamos viviendo y que podré contarles a mis hijos que no estábamos dormidos, que nuestros abuelos y nosotros seguimos unidos en la construcción de otra Humanidad.
Feliz Dia de la Victoria! ¡NO PASARAN!
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