jueves, 15 de septiembre de 2022

Vileza de Trump que Biden mantiene. Por Ángel Guerra Cabrera

 Vileza de Trump que Biden mantiene. Por Ángel Guerra Cabrera

La feroz política de agresión económica del gobierno de Donald Trump contra Cuba, mantenida, por cierto, casi intacta por Joe  Biden hasta la fecha  es el centro de este artículo. Pero antes de entrar en  esa materia invito al lector a compartir algunas consideraciones  sobre  la historia de la guerra económica de Estados Unidos(EU) contra la  isla.

Esa guerra no comenzó con la orden ejecutiva 3447 del presidente  John Kennedy el 3 de febrero de 1962, aunque haya sido el primer paso  importante para institucionalizar el bloqueo. Tampoco en 1960 cuando el presidente Dwight Eisenhower suprimió la mayoría de las exportaciones cubanas a ese país. En rigor, la guerra económica contra la isla y, consecuentemente, los prolegómenos  del bloqueo, comenzaron a raíz del triunfo de la Revolución con la  acogida por EU de los funcionarios de la dictadura de Batista que huyeron a ese país llevando consigo millones de dólares robados al presupuesto de la nación. Washington les dio asilo y protección, como hizo con los cientos de criminales de guerra y torturadores que logaron fugarse hacia sus costas después de la victoria revolucionaria.  Claro, esos fondos nunca fueron devueltos a Cuba. De modo que, visto así, el bloqueo entró en su año 64, los mismos que pronto llevará la Revolución en el poder.

El bloqueo ha sido una política inhumana pues obstaculiza gravemente el desarrollo económico y social de Cuba y,  por consiguiente, dificulta severamente  la vida cotidiana de los cubanos y cubanas. Nunca se ha iniciado su desmantelamiento, ni siquiera por  el gobierno de Obama, aunque este facilitara una importante flexibilización de las medidas agresivas contra Cuba y, con el establecimiento de relaciones diplomáticas,  iniciara el largo camino hacia una relativa normalización de los vínculos entre los dos países. Pero el bloqueo –siempre ilegal, inmoral y genocida- fue intensificado hasta extremos insólitos por Donald Trump, con la  asesoría y activa participación de la mafia de Miami: los Marco Rubio, Díaz Balart etc.

Hay que tenerlo claro, desde entonces se inició el casi total desmantelamiento de la precaria inserción que, pese al bloqueo, había logrado Cuba en el sistema económico, financiero y comercial internacional. Esto condujo a que el día a día de las personas se convirtiera en un duro rosario  de penurias,  desde la incertidumbre de cuantas horas de apagón  tocarán, cómo alimentar a la familia al día siguiente, cómo transportarse para acudir al trabajo, la incertidumbre de si al llegar a la farmacia encontrarán un medicamento indispensable para la supervivencia como la insulina o  un hipotensor,  o un simple analgésico para mitigar el malestar.

Mediante una campaña muy bien orquestada de calumnias y presiones diplomáticas contra la colaboración médica cubana, que continúa con Biden, Trump atacó la primera fuente de ingresos de Cuba y privó de atención de salud a millones de personas en el mundo en países como Brasil, Ecuador y la Bolivia dictatorial de Áñez, cuyos gobiernos títeres expulsaron a los doctores de  la isla. Como reconoció The New York Times, la covid-19 hizo mucho más daño en esos países debido a la expulsión de los médicos cubanos. Igualmente, Trump afectó severamente al turismo, la segunda fuente de ingresos de la isla, al cancelar decenass de vuelos que se dirigían varios días por semana a las más importantes ciudades de provincia y suprimir los viajes de cruceros que visitaban diariamente La Habana, entre otras medidas. También cortó los lazos financieros de Cuba en el mundo al imponer enormes multas a las entidades sospechosas de relacionarse con ella.

En medio de la pandemia, como ha denunciado un informe muy completo sobre el bloqueo de la prestigiosa ONG Oxfam[CM1] (https://bit.ly/3RUFjUC), el magnate arreció las ilegales medidas coercitivas contra la isla.  En ese período adoptó 63 medidas contra la economía  cubana, sumadas a más de 200 que había tomado ya. No contento con esto, apeló a lo más vil: incluir a Cuba en la ilegal y espuria lista de países promotores del terrorismo que cada año elabora EU , la cual, por sí sola, inhibe a empresas y bancos de hacer negocios con cualquier Estado que la integre por temor a las duras “sanciones” de la potencia norteña.

Pero creo que nada define mejor las diabólicas medidas del bloqueo a Cuba que una frase, citada en el informe de Oxfam, del Departamento de Contraloría del gobierno de EU: “El embargo contra Cuba es uno de los conjuntos más completos de sanciones impuestos… a cualquier país, incluidos los demás países designados como promotores del terrorismo”. El supuesto faro de la democracia y los derechos humanos en  el mundo mantiene esta medida extraterritorial contra la opinión casi unánime de los demás Estados de la ONU y contra su propia opinión pública. Pero Cuba sigue en pie de lucha por el desarrollo y el bienestar de su pueblo, con o sin bloqueo.

@aguerraguerra

No hay comentarios:

Publicar un comentario