Las conuqueras de Carabobo, un Estado ubicado a casi tres horas de la capital venezolana, atienden y reparten los alimentos que producen casa a casa a 4.800 familias de escasos recursos.
Lo común es ver a hombres limpiando terrenos con machetes o manejando un tractor, sin embargo estas tierras las trabajan mujeres, mujeres conuqueras. Son agricultoras, de sombreros de ala ancha, damas todoterreno.
Lo que siembran y cosechan es para sus familias y la comunidad.
En esta zona agrícola son costureras, amas de casa o estudiantes las que dividen su jornada entre el campo y la ciudad. Dulby González llega todas las mañanas a la plantación. “Soy docente en el área de matemáticas en un liceo, un liceo público… Somos personas con un tesoro inmenso, pero más que eso de producir hay algo que nos debe llamar que es la humanidad y eso no lo debemos perder”, lo afirma con una sonrisa bajo un sol inclemente.
Se organizaron hace al menos cuatro años y han logrado producir 40.000 kg de alimentos. “Al principio fue fuerte porque empezamos con las manos, con puras manos, que escardilla, machete a sembrar”, le comenta a Telesur Adriana Sandoval, Ahora reciben talleres de especialización y el Gobierno les ha entregado títulos de propiedad.
Las conuqueras de Carabobo, un Estado ubicado a casi tres horas de la capital venezolana, atienden y reparten los alimentos que producen casa a casa a 4.800 familias de escasos recursos. “De la mano del productor directo al consumidor”, recalca Adriana mientras señala todo el campo donde se aprecian brillantes berenjenas, verdes plátanos y maíz recién recolectado.
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