Un escándalo anunciado. Tras décadas de advertencias y denuncias de WWF a la Comisión Europea, el Tribunal de Justicia de la UE nos da la razón con una condena histórica
y acaba de sentenciar que las administraciones responsables de
conservar Doñana, nuestra más preciada joya natural, están dejándola
morir.
Doñana es agua y vida, y muere de sed. Muerte
por negligencia y muerte por incumplimiento de las leyes europeas de
conservación de la naturaleza (Directivas de Agua y Hábitats).
La
agricultura intensiva y especialmente los cultivos de fresas están
secando y asfixiando un Patrimonio de la Humanidad único, hogar del
lince ibérico y el águila imperial, y cuyo humedal es un refugio para la
cría, descanso e invernada para millones de aves europeas. Un mosaico
de ecosistemas exclusivo y cada vez más débil, asediado por antiguas y
nuevas amenazas, agravadas por el cambio climático.
MÁS DE 1.000 POZOS ILEGALES
Lo venimos advirtiendo desde hace más de 10 años cuando
presentamos una queja ante la Comisión Europea denunciando la
sobreexplotación del acuífero y el robo del agua para producción de
fresas y otros frutos rojos.
Aunque
gracias al trabajo de WWF en esta legislatura el Gobierno central ha
cerrado algunas captaciones ilegales y declarado sobreexplotado el
acuífero de Doñana, según el seguimiento de imágenes satélite que
realizamos en WWF existen aún más de 1.000 pozos ilegales.
Ahora
la condena del Tribunal Europeo de Justicia confirma la grave crisis
que venimos denunciando hace años: tanto la Junta de Andalucía como el
Gobierno de España no han estado a la altura y han permitido por
inacción o negligencia la destrucción de Doñana.
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