Las Norias, evocando su Vida, su Minería y su Estación
de Ferrocarril, finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX. Por PEDRO
MARTÍNEZ DÍAZ.
La aldea de Las Norias está situada a la orilla de la Rambla de su propio nombre
y al pie del macizo montañoso conocido con el nombre de Sierra de Enmedio,
ésta, tiene la peculiaridad que se encuentra rodeada por vastas llanuras que
tienen una altura media de unos 250 metros, y de forma más o menos
equidistantes, entre el terreno aluvial existente se encuentran, la Sierra de los Aljibes por
el Noreste, que está formada de terreno arcaico, y las sierras de Cumbre y del
Viento al Noroeste, de la época primaria, por el Sur la sierra de Almagro de la
época secundaria, y Norte, por la falla o hundimiento por donde discurre la Rambla Biznaga y el Río
Sangonera, (también llamado Guadalentín y Reguerón). La máxima longitud está
comprendida entre el Cabezo del Trigo y el Cabezo Huércal que es de unos 15 km. y su anchura media de
unos 2 km.
Como se puede comprobar, no forma parte de ningún macizo montañoso, está
aislada en el centro de un valle y de ahí su nombre de Sierra de Enmedio. Sus
dos cimas principales son el Cabezo del Aguilón (el Medro) y el Cabezo de
Huércal. Su formación geológica data de la época secundaria, en su tramo
inferior, es decir, al terreno triásico. El yacimiento de sus criaderos
ferruginosos (hierro, manganeso) es muy variado, existen filones que alcanzan a
gran profundidad, capas continuas, masas potentes compactadas o estratificadas
y bolsas envueltas por rocas diferentes. La aparición de las dioritas se halla
ligada a la mineralización de las calizas triásicas. El ferrocarril de hierro
de Lorca a Baza circula al pie de la
Sierra y se encuentra así de una forma bonita bordeándola
siguiendo su dimensión. El distrito minero de la Sierra de Enmedio está
dividido en dos partes, precisamente denominados por las dos estaciones que
están a sus pies, y nacieron a su sombra, que son el de la Estación del Empalme o
Almendricos y el de la
Estación de Las Norias que se encuentran respectivamente, en
los kilómetros 31 y 38 de su línea férrea. De todo esto ya hablaremos después
más pormenorizadamente.
Voy a empezar, en primer lugar, evocando con afecto, y
hablar principalmente un poco, sobre la época histórica de Las Norias, que data
de finales del siglo XIX y primera mitad del XX, hay que avisar como cuestión
previa, que en líneas generales, eran años duros para la vida cotidiana de
todos los españoles, sobre todo en el medio rural, y más especialmente en los años
de nuestra posguerra entre hermanos, escasez de productos básicos. Así pues, la
vida del día a día, en la aldea de Las Norias, no iba a ser una excepción, así
que transcurría lentamente, en silencio, tanto en el campo como en el pueblo,
en lo que corresponde a lo político, económico y social, no sin que organizaran sus ocios, sus
diversiones lo mejor que podía y con lo que tenían a mano y a su forma, y así
hacían sus fiestas, sus bailes de parrandas, malagueñas, jotas murciano
almerienses, para superarse hacer la vida más amena, voluntad no les faltaba, y
de hecho a pesar de todo conseguían un grado satisfactorio de felicidad, quizás
más intenso que lo somos nosotros hoy con tanto consumo, porque como dice el
principio “no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita”, porque
la avaricia y la acumulación son psicopatías que te hacen infeliz. En la aldea
había sus pequeñas grandes “tiendas”, que en esta época, eran las grandes
superficies de ahora, que tenían prácticamente de todo de lo que había entonces
para cubrir las necesidades primarias de sus habitantes, es decir,
alimentación, bebida, excepto ropa y calzado, que eso había que ir a
Huércal-Overa o al Puerto Lumbreras (las “albarcas”), por supuesto, también
teníamos en el pueblo, Herrero (Felipe), Carpintero, Cartero (Pedro Carrasco,
abuelo), Barbero, Maestro, Cura, Estación de Ferrocarril, su Jefe de Estación
(Diego Benítez titular y Juan Pelegrín suplente), su Guardagujas (José Flores titular
y Antonio Parra suplente), su Brigada de Vías y Obras, con su Capataz ( Antonio
Rodríguez ), su Obrero Primero, sus Obreros Especializados y sus Peones, entre
ellos por esta época ejercieron de Obreros Especializados, Sebastián Ortega y
mi padre (ya ausentes de este mundo).
La Estación de Las Norias, tenía unos doce o catorce empleos, que
no era ninguna tontería, es decir, había sus puestos de trabajos, que más o
menos, con sus sueldecillos permitía vivir, aunque con sus carencias. Todo esto
se acabó en los sesenta.
Bueno estamos haciendo un pequeño repaso de la vida en
nuestro pueblo y de nuestra gente, a “grosso modo” decir que estamos hablando
casi de un período de casi 100 que no pasó casi nada, quiero decir que apenas
cambiaban de modo y forma de vivir, tanto en el pueblo como en los cortijos de
las cercanías, salvo la llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX, que fue
un salto cualitativo y asombroso para todos los ciudadanos que tenían la suerte
de verlo, mi abuelo Paco Díaz, me contaba que era pequeño cuando pasó el primer
tren, y las gentes se asustaban de ver ese monstruo de Máquina de Vapor correr
echando humo con sus vagones enganchados por el campo, con aquellas velocidades
espantosas, fijaos que ahora el Ave no es nada comparado con lo que supuso el
invento de la Máquina
de Vapor en aquella época, pues entonces lo que había eran la burra, la mula y
el carro, fue algo asombroso para la ciudadanía, fue un salto evolutivo de
desarrollo para la humanidad, una mejora muy grande para la civilización humana,
después hablaremos de lo que supuso el ferrocarril para el pueblo.
Pero siguiendo con el discurrir de sus gentes respecto
de todo lo demás, tenemos que sus habitantes vivían de su dedicación, a lo más
hermoso que hay en la vida, a la tradicional agricultura, ganadería, (que ha
sido y es, lo más sano para el medio ambiente, la naturaleza y la vida en
general) la mayoría eran pequeños propietarios de sus tierras de secano, que
viven en sus cortijos, otros, en menor número, eran labradores de fincas
ajenas. Unos y otros, siempre pendientes de las escasas lluvias (que eso
siempre ha sido lo peor de este lugar), para producir trigo, cebada, centeno,
maíz, almendras, aceite de oliva, brebas, higos, algarrobas para su sustento.
También eran pequeños y/o medianos ganaderos de ovejas y/o cabras, gallinas,
pollos, pavos, conejos para cubrir la necesidades de huevos y carne, asimismo
debemos referir la existencia de las “bestias”, caballería, es decir burras,
mulas, caballos para la labranza, para labrar la tierra, sembrar, transportar
con carros las mercancías producidas en el campo y las personas etc.. Había muy
pocas tierras de regadío, prácticamente ningunas, no obstante, había pequeñas
huertecillas merced a la construcción de pozos, que extraían el agua con los
tradicionales mecanismos de “las norias”, una especie de máquina compuesta de
dos grandes ruedas engranadas, que mediante vasijas sube el agua de los pozos
accionadas por la caballería. De ahí el nombre de Las Norias, porque había
muchos pozos de agua con estas máquinas llamadas “norias”, para sacarla. En
estas pequeñas huertecillas se producían en muy pequeñas cantidades frutas,
tomates, pimientos, y algunas hortalizas básicas, que a veces se vendían, y/o
intercambian, entre vecinos. Asimismo hay que mencionar, el venero, manantial
de agua que pasaba canalizada (que se construyó en la época de la República) por Las
Norias, y que se utilizaba para uso de los vecinos y cubrir las necesidades
básicas de agua de los vecinos, siendo la sobrante para regar, teniendo su
centro en el denominado “Lavador”, donde iban la mujeres a lavar sus ropas, y
en mi época cuando jugábamos al fútbol lo utilizábamos de vestuario y duchas,
hoy tristemente abandonado y desaparecido. Pero desgraciadamente, todo este
modo de vivir, producir y convivir, se vino abajo paulatinamente a finales de
los cincuenta, y sobre todo, en los años sesenta. Hay que echar mano de la
historia, las supuestas “crisis económicas” (ínsitas al funcionamiento del
sistema capitalista nunca explicado a los ciudadanos) empezaron a incidir en los
productos agrícolas, ganaderos, mineros etc. y ya se dejaba ver la
globalización económica, aunque no la llamaran así, pero los efectos eran los
mismos, y pasó que el Estado español que hasta ese momento era una autarquía, se
abrió al comercio internacional, finales de los cincuenta y sesenta, con
tratados comerciales con EEUU y Europa (turismo y mercancías) y así como
siempre, en este sistema económico capitalista, tenía que, por un lado que te
venían mercancías extranjeras (supuestamente más “baratas” y mejores), y te
daban un aparente “progreso” y más consumo, pero por otra lado, perjudica a los
ciudadanos del lugar, porque no se dan cuenta que eso juega en su contra, ¿porqué?
Porque la producción autóctona se
arruina, lo de siempre, la minería “no vale”, el esparto “no vale”, la tápena
“no vale”, la almendra “no vale”, el aceite “no vale”, etc. etc. y la mayoría
de los campesinos, agricultores, ganaderos, jornaleros, se quedan sin trabajo y
todos salimos perdiendo, porque parte de nuestra población muy valiosa, tienen
que salir en contra de su voluntad a buscarse la vida a otro lugar porque se
mueren de hambre, es decir, las familias tienen que emigra por esos años al
extranjero, ya que éramos agricultores, campesinos, ganaderos etc., ¡hala!, al
extranjero, a América del Norte y a la del Sur, así se marchan principalmente,
a EEUU, Brasil, Argentina, Venezuela, Méjico, (para que ahora digamos “sudacas”
(de forma despectiva), ellos tal vez dirían a nuestras familias cuando llegaran
allí con lo puesto, “hispanacas” o “iberacas”, o yo no sé que cosa. No
obstante, la emigración de nuestros paisanos y familiares, se dirigió mayormente
hacia Europa, porque todos tenemos familia en Francia, Alemania, Suiza,
Bélgica, Holanda etc. etc.
Señalar también las deficiencias más graves que
teníamos en aquella época, y esto es algo muy importante para la calidad de
vida, y lamentablemente al día de hoy, parece que vamos para atrás, y eso, en
modo alguno lo podemos consentir ni permitir nunca jamás, es el tema de la salud,
de la sanidad, por eso no nos podemos dormir los laureles, y que no nos
expropien el derecho fundamental y universal que tiene toda persona a la
sanidad, establecido por las legislaciones internacionales y constitucionales, de
tener una sanidad GRATUITA, SIN AMBAGES NI CUENTOS, a cargo del Estado, la
salud es lo primero porque es la vida, por tanto NO SE PUEDE HACER NEGOCIO CON LA VIDA ¡ESO ES INMORAL!, ¡acaso
pretenden dejar que la personas se mueran por inasistencia sanitaria delante de
un hospital! habiendo médicos y medicinas, sólo por la desgracia de no poder
pagarla, ¡eso es un crimen! Y se debe denunciar a quien lo haga. Y al hilo de
esto, me vais a perdonar por hacer un inciso, al denominado mayor GOLPE DE
ESTADO A LA
SOBERANÍA NACIONAL (que ha sido acuñado por muchos juristas y
profesores de Derecho de prestigio) que hemos sufrido en los últimos 100 años,
ordenado por la Merkel
y ejecutado por sus dos súbditos gobernantes peleles, Zapatero y Rajoy,
reunidos en una comilona de lujo en un pueblo perdido de Castilla, con
nocturnidad y alevosía, de la forma más antidemocrática posible, y modificar el
artículo 135.3 “Los
créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las administraciones se entenderán
siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta”. de la
Constitución de 1978, que dicho en términos jurídicos
categóricos supone su ABOLICIÓN, es decir, nos quedamos sin Constitución, una barbaridad,
que antes que la sanidad, medicinas, educación, prestaciones sociales a
personas mayores sin recursos etc. etc. esté el pagar los intereses y el capital
de las deudas a los Bancos privados, eso es un salvajismo irracional impropio
de personas civilizadas, y por tanto fuera de cualquier moral, ética social que
sustenta toda norma jurídica, porque la base de toda norma jurídica, es decir, de
una norma obligatoria y vinculante para el cumplimiento de todos los
ciudadanos, es la justicia en sentido material, ahí el adagio jurídico de que:
SI LA INJUSTICIA SE
HACE LEY LA REBELIÓN SE
CONVIERTE EN UN DERECHO”, por eso, ante la injusticia y el robo descomunal de
los bancos a los ciudadanos, es vital para nuestra supervivencia el DERECHO de
que tengamos ¡UNA BANCA PÚBLICA YA!, para que regule el crédito de una manera
racional, justa y equitativa que beneficie a toda la sociedad, y no para
enriquecimiento bastardo de unos cuantos sin escrúpulos a costa del sufrimiento
y miseria de la población. Pero es que además, al día de hoy y con la herramientas
jurídicas en vigor, es anticonstitucional, ilegal y antidemocrática, ya que
solamente tiene la competencia y potestad de cambiar la Constitución el
pueblo español en unas elecciones Constituyentes, no sin antes, haberse
debatido y refrendado públicamente con todas las garantías. Y volviendo otra
vez al tema sanitario, y retomando nuestro hilo conductor de nuestra historia, la
sanidad ha sido siempre una de nuestras deficiencias más graves en la época que
estamos hablando, en comparación con nuestros vecinos de por encima de los
Pirineos, en que sus ciudadanos disfrutaban de una muy buena sanidad pública y
gratuita, pero nosotros estábamos tristemente en el centro de África, casi nos
costaba la vida un resfriado, quiero decir que los servicios sanitarios públicos
brillaba por su ausencia, y no es que era deficiente, es que apenas existían,
ni tan siquiera en Huércal-Overa ni Puerto Lumbreras, algo en Lorca, por decir,
las poblaciones más cercanas e importantes. No había a donde acudir, el que se
pusiera enfermo o necesitara algún medicamento. NO EXISTÍA NINGÚN SISTEMA
SANITARIO. Por eso, ahora no podemos perder lo poco avanzado, y regresar a esos
años. NO NOS LO PUEDEN QUITAR, con triquiñuelas de falsas mejoras, LA SANIDAD tiene que ser
pública, gratuita y de calidad. Que no nos digan que no hay dinero, cuando las
cantidades de sustraídas al erario público (es decir nuestro) por atajo de
mangantes son ingentes.
Ahora vamos
al tema de la Minería
en la Sierra
de Enmedio, que fue muy importante, no en balde se denomina distrito minero de
Las Norias, que empezó a finales del siglo XIX (1880) y terminó en 1965. Hay que empezar diciendo que tiene su auge en la
primera mitad el siglo XX. Así de esta manera desde 1918 hasta finales de la República 1939,
fueron los años de más producción, viniendo mineros, técnicos, trabajadores de
otras zonas geográficas, y además, se desarrollaron otras actividades
complementarias y logística de la comarca, como son las herrerías, carpintería,
caballería, talleres de herramientas, de carros etc. etc. Las empresas mineras
más importante explotadoras de las minas de la Sierra de Enmedio, eran
“Juan Martínez”, “Sánchez Madrid”, “Juan Ramos”, “Eugenio Morales”, hay que
resaltar que hubo hasta unas 50 concesiones administrativas explotadoras de
minas en la Sierra
de Enmedio, eso da idea de la magnitud de una sierra tan pequeña, el hierro que
había, que podemos decir, que la
Sierra de Enmedio, al día de hoy está casi hueca. Y fue al
final de la primera guerra mundial, cuando se incrementó la explotación, que
fue como consecuencia de la necesidad de dichos minerales de hierro, plomo etc.
para el desarrollo industrial de las potencias europeas, ávidas de la necesidad
de esas materias primas, es por ello, que se intensificó de sobremanera la actividad
en el distrito minero de Las Norias, siendo las minas de hierro más
productivas, la “Rosita” y “San Antonio”, con miles de toneladas mensuales de
hierro y manganeso, éstas minas tienen sus criaderos justo enfrente de la Estación de Las Norias,
justo detrás de mi casa (mira por donde que casualidad) a unos dos cientos
metros si llega, asimismo destacaban las minas de “Pelé”, “Anita”,
“Proserpina”, “La Concha”,
“San Pedro”, “María”, “Mi Julio”, “Manuela” etc., etc., en casi todas había en
esa época, una frenética actividad minera, con lo cual, había trabajo a destajo
para mineros sacando el mineral a capazos, vagonetas rudimentarias,
transportando con carros, mulas, burras, etc. etc. hasta la Estación Ferroviaria
de Las Norias, que ahí se cargaba en vagones tolvas que con Máquinas de vapor
se transportaban hasta el puerto marítimo del “Hornillo” en Águilas, para
viajar hacia Inglaterra, la máxima potencia imperial industrial y económica de
Europa. Que eran los beneficiarios de esas materias primas, que ellos
transformaban industrialmente, para la fabricación de las distintas
maquinarias. Estas minas, se cerraron prácticamente todas, una vez terminada la
guerra civil española, y con la segunda guerra mundial, con la “crisis
económica” y la “gran depresión” de los años treinta.
No obstante, mira por donde, en el año 1960 se
reabrieron por la empresa Hierros Garrucha S.A. otra vez, los dos complejos
mineros, uno, el denominado de “Santa Isabel” que está en Almendricos, y la otro
“Anita” que está en de Las Norias. Estas minas fueron electrificadas y
modernizadas par su explotación, y me acuerdo, como pusieron los postes de la
electricidad de Almendricos a Las Norias por todo lo alto de la Sierra de Enmedio, y subían
los postes arrastrados con mulas. Estos dos complejos mineros se cerraron de
forma rara y fulminante por otra supuesta “crisis minera” en el año 1965, esto
fue el último golpe mortal para la economía de Las Norias y su entorno, porque
trabajaban unos 100 obreros, que eran muchos empleos para una zona rural, de
tan pocos recursos, y eso es tan así, que afectó hasta en mis familiares más
directos, ya que en la mina “Anita” de Las Norias trabajaban mis tíos Pascual y
Tomás, y eso les supuso emigrar para Bélgica y Francia, siempre lo recordaré. Y
ya que estoy en este punto, no puedo de dejar de relatar una vivencia personal,
cuando apenas tendría ocho años, esta es que mi tío Pascual, me llevó a la mina
“Anita” de Las Norias. Y fue, porque yo no paraba de darle el tostonazo a mi
tía Remedios para que le dijera a mi tío Pascual que hablara con los Encargados
y/o Jefes y nos dejaran entrar y ver la mina, tanto le insistí que hablo con
sus Jefes, y un buen día, fuimos a la mina. Para mi fue una sorpresa que sus
galerías estaban perfectamente alumbradas, con una excelente luz por todas
partes, cosa que me sorprendió porque en nuestras casas había quinqués y
candiles, aquella vez sería la primera vez que vi. la luz eléctrica. Bueno
llegamos a la mina, primero nos subimos en una vagoneta y recorrimos bastantes metros
por la galería que estaba en línea horizontal, es decir, en plano, y así
llegamos a un espacio grande, alto, redondo, una especie de anchurón, donde
tenían sus herramientas, sus maquinarias etc., y desde allí salía otra galería que
es la que estaban extrayendo hierro, tenía una inclinación en diagonal, casi
vertical, daba miedo verla, y la grata sorpresa, y la consiguiente alegría para
mi, es que yo ya pensaba que se había terminado el viaje, y ¡no!, entonces nos
subimos en otra vagoneta con cable, de la galería que estaban trabajando y
sacando hierro, es decir, la muy inclinada, y veo como suben unos mineros con
una vagoneta de cable con hierro, así que, nos subimos en esa vagoneta y
bajamos al fondo de la galería, del agujero, donde estaban los mineros con sus
cascos arrancando el hierro, para mi fue una alegría electrizante de emoción,
ha sido siempre una de las vivencias más bellas que he tenido y que más huella
me han dejado. Todavía al día de hoy lo recuerdo con mucha intensidad y viveza,
y siempre que oigo, leo o veo algo relacionado con la minería, me llama mucho
la atención y me solidarizo con los mineros porque me siento minero.
Por supuesto, que la minería tiene por su propia
naturaleza su lado oscuro y feo, empezando por
lo duro del trabajo del minero en la propia mina, y lo peor de todo, ser
un trabajo muy peligroso, por ser trabajos haciendo galerías en las montañas
y/o pozos en el subsuelo, siendo frecuente, como en todas las minas, que se
quedarán mineros atrapados por desprendimientos de los terrenos en sus galerías
y/o en sus pozos, y en aquella época, se sabe, que la seguridad del trabajo y
de los trabajadores brillaban por sus ausencias, y se trabajaba en condiciones
absolutamente peligrosas, duras y esclavizantes. Y una de las historias humanas
y enternecedoras de la época que cuentan nuestros ancestros, de los
hundimientos, desprendimientos, accidentes de las minas, allá por el año 1918,
un mal día, de esos que se presentan, los vecinos de Las Norias corrían para la
mina Pelé, por la alarma que se había dado, y sucedía que en uno de sus tajos,
tres mineros se habían quedado atrapados por un desprendimiento en una de sus
galerías, y los vecinos, y la gente en general, que eran, sin ninguna duda,
solidarios, y humanitarios de verdad, se agolpaban al lugar de la mina para
ayudar como voluntarios a salvar a los tres mineros atrapados por el
hundimiento del terreno, allí acudieron mineros expertos de otras minas para
poder rescatarlos, y pedían silencio para poder oír golpes o gritos de los
mineros atrapados, para tener pistas por donde trabajar, hasta que los oyeron
que estaban bien, y que no tenían heridas importantes. Así la consiguiente
alegría para todos los mineros, vecinos y sobre todo sus familias, pues antes
del anochecer, fijaos en aquellos tiempos, afortunadamente, cuentan que los
mineros fueron rescatados sanos y salvos, pero quedó la anécdota del último
minero en salir del rescate de la galería de la mina, cuentan, que cuando salió
a la calle, y vio la luz del sol, sin decir ni pío, ni gracias, ni hola, ni
hablar ni saludar a nadie, ni decir nada, tomó carrera y echó a correr, como si
le hubieran dado el pistoletazo de una competición de las olimpiadas, y a toda
velocidad corría por la loma abajo donde estaba la mina como histérico, como si
fuera detrás de él un tigre, o una manada de lobos, y cuanto más corría al
mismo tiempo gritaba y voceaba, “¡adios mina!”, “¡adios mina!”, “¡tú no me vas
a pillar más!”, si, de vez en cuando se paraba, y miraba hacia atrás para la
mina, pero reanudaba la carrera y seguía corriendo y gritando, y volvía a
correr, y se paraba y volvía correr y a gritar, con todos los presentes y
rescatadores totalmente extrañados, pasmados del comportamiento de aquel joven
minero. Y así corriendo hasta desaparecer por el camino de Góñar, sin que
efectivamente volviera más a la mina, porque el día siguiente, cuentan las
crónicas de la vecindad, que lo vieron marcharse a Almería para embarcar hacia
Brasil, y nunca más volvió ni se supo del joven minero. Pero para los mineros
que se quedaban aquí, surgía la preocupación de las familias por los riesgos de
hundimientos, desprendimientos de las minas que cada poco habían.
Por último
cerramos esta pequeña trilogía de mini relato de la historia de nuestro pueblo, con el
capítulo referente a nuestra Estación Ferroviaria de Las Norias, empezando
con otra canallada de nuestras “autoridades” como fue ordenar y consentir su
derribo, otra barbaridad de las que hacen en contra de la mayoría social y de
los ciudadanos, y para beneficiar supuestamente a un individuo, un edificio de
más de 100 años en las legislaciones de todos los Estados civilizados están
protegidos por unas estrictas normas jurídicas, teniendo lugar la apertura de
expedientes con participación de organizaciones y ciudadanos para poder
derribarlo. Además, estas estaciones de la línea Lorca- Baza, tienen las
características de ser edificios muy bien construidos, y de una estética y belleza
peculiar. Por eso, que es e edificio con un pequeña reforma hubiera sido útil y
servido para muchos asuntos sociales de interés, en fin, otra irracionalidad de
nuestros sistemas y gobernantes políticos, que para nada cuentan con los ciudadanos para realizar sus acciones,
nosotros votamos y ellos deciden y hacen en contra nuestra. Bueno empezando por
su historia, la Estación
de Las Norias está situada en el Km. 30/614 de la línea Lorca-Baza, fue
construida en el año 1889, por la Constructora inglesa NEILSON, su Jefe de Estación
de años 50-60 fue Diego Benítez. Tuvo su esplendor y una intensa actividad,
sobre todo, la primera mitad del siglo XX, digamos hasta mitad de la década de
los sesenta, que empezó su declive. En ella se cargaba mineral de hierro
procedente de la Sierra
de Enmedio, también había otros materiales por estos lares que también se cargaban
en nuestra estación, como el esparto, la tápena (alcaparras), rocas porfídicas,
balasto, adoquines, que se han sacado para y por el ferrocarril, así como para
las carreteras, pavimentación de ciudades, etc. Todas estas mercancías se cargan
en La Estación
de Ferrocarril de Las Norias, que dista a un kilómetro y medio del pueblo, que
fue, como he dicho antes, derruida, derribada de forma ilegal, y por razones
absurdas y estúpidas.
El edificio de la Estación era de una sola planta, con marquesina, tenía
una sala para el Gabinete de Circulación con sus teléfonos y telégrafos para la
comunicación con otras Estaciones y Puesto de Mando de Circulación, que
regulaba las circulaciones, el bloqueo de trenes, era la misma habitación que
hacia de sala de espera de los viajero, oficina de venta de billetes,
facturación mercancía y equipajes, tenía otra habitación para herramientas y mercancías,
asimismo existía una vivienda para el Jefe de Estación y su familia. La
estación estaba ubicada a la derecha de la vía, medía 13 metros de larga por 8 metros de ancha, también
había un pequeño edificio separado a unos metros del edificio principal que era
para los retretes, y al lado de estos, tenía un aljibe con agua potable para el
servicio de la Estación
y de los trabajadores ferroviarios. Había detrás del edificio principal y en la
parte de arriba del camino otro pequeño edificio con unas pocas habitaciones
para otros menesteres. En cuanto a las vías de circulación, tenía una vía
general, y una de cruce, y otra via de apartadero/cargadero, estas dos últimas
vías tenían 438 metros
de longitud, tenía tres agujas de cambio, tres discos de agujas, dos discos de
señales de entrada y una báscula puente con su casilla de 21 toneladas y un
depósito para minerales de 400 toneladas. Uno de mis recuerdos nostálgicos de
mi niñez de los años sesenta, que disfrutaba viéndolo desde mi casa, o mejor
todavía desde la Sierra
de Enmedio (cuando estaba guardando mis cabras y ovejas), un cruce de tres
trenes, que había en la Estación
de Las Norias, que a mi me parecía tan importante como Madrid-Atocha, que tenía
lugar todos los días sobre las cuatro de la tarde, primero llegaba un mercancía
de Almendricos, después venía un mineral de Huércal-Overa con doce tolvas de
mineral de Serón, y por último, venía un Rápido Automotor de lujo sin parada en
la Estación
de Las Norias, con asientos de primera y segunda, que venía de Valencia para
Granada, recuerdo que cuando estaba en la Estación y pasaba dicho tren me quedaba embobado
mirando siempre los asientos de primera
hechos de tejidos, sus alfombras en el suelo y sus viajeros bien vestidos.
Esta Estación de Las Norias, tenía un tráfico de
mercancías muy importante en la primera mitad del Siglo XX, siendo una de los
más importantes de la línea ferroviaria Lorca-Baza, Almendricos-Águilas de
aquella época, pues tenía un promedio de 7.702 toneladas de carga de mercancías
anuales, principalmente, mineral, pórfido, esparto, yeso, tápena etc., así como
un promedio anual de 1500 viajeros. Unas cuestiones anecdóticas sobre las
Máquinas de Vapor de la línea Lorca-Baza, es que estas bonitas máquinas, de las
cuales yo estaba encantado, cuando era pequeño, y siempre las miraba con
atención, es que fueron hechas ex-profeso para esta línea por los ingleses, y
tenían un detalle especial técnico que ninguna otra máquina tenía ni de vapor,
ni diesel, y era que tenía tres ruedas de tracción y la rueda del centro no
tiene pestaña para no salirse del carril y nunca se salían, yo alucinaba cuando
las veía, decía como es posible que ande por el raíl y no se salga de la vía, y
este invento era para adaptarse a las curvas, ya que la línea férrea
Almendricos – Baza estaba como bien sabéis llena de curvas, y con ese invento
las tomaba mejor y más rápido. De esto tengo recuerdos de mi tierna niñez,
cuando viajaba en el tren con esas Máquinas de Vapor, por el valle del
almanzora, ya que iba a visitar a unos tíos y primos que vivían en Baza, me
encantaba mirar como tomaba de rápido las curvas, disfrutaba más que un tonto con
una gorra de cuadros, viendo como subían y bajaban a toda velocidad las bielas
y manivelas de las ruedas de tracción.
Un aspecto llamativo eran los nombres de las Máquina
de Vapor, que era el de las Estaciones férreas, y así se llamaban, Murcia, Granada,
Lorca, Águilas, Huércal, Baza, Guadix, Pulpí, Albox, Cantoria, Tíjola,
Purchena, Serón, Almanzora, Zurgena, Caniles, Híjate, Fines, Olula, Jaravía,
Lumbreras, Arboleas, Bacares Macael y Almendricos. Si observáis, todas las
Estaciones de la línea tenían su Máquina de Vapor, menos Las Norias, yo me di
cuenta de muy pequeño, y pregunté qué donde estaba la máquina de Las Norias, y
me decían los ferroviarios de la época, que no se sabe el porqué, Las Norias se
quedó sin el nombre de una Máquina de Vapor, pero lo que más me jodía, es que
algunas Estaciones la tenían por partida doble, ejemplo Fines-Olula, que era
una Estación, y había una máquina llamada Fines y otra llamada, Olula, y peor
todavía, había pueblos que no tenían Estación de ferrocarril, y sin embargo, si
que tenían el nombre de una Máquina, caso de Almanzora, caso de Macael, caso de
Bacares, esto me molesta más todavía, se conoce que por aquel entonces no había
personajes influyentes en Las Norias y que se dejaran oír por ahí en las
alturas de las Administraciones Ferroviarias.
Por último, voy a transcribir el parte de defunción de
la Estación
de Las Norias el cual me produjo mucha tristeza, y como digo yo sólo a los
pobres nos expropian hasta lo más querido, y no voy hablar de los cuentos que
al día de hoy nos comen el “tarro” y están muy de moda como: “rentabilidad”,
“competitividad”, “mercado”, “crisis”, “deuda”, “Bruselas”, como si la vida, el
amor, los sentimientos, la enfermedad, el dolor, tuviera algo que ver con esos
“mitos” abstractos, que no se pueden palpar, ni tocar y por supuesto ni
sienten, ni aman ni lloran. Pero bueno, eso serían temas muy largos de
explicar, con lo que vamos ahora, es con lo que nos ocupa, que es el parte de
defunción de mi Estación de Las Norias, no en balde mi padre, tenía su puesto
de trabajo de Obrero de Vías y Obras, en ella misma, también decir que cuando
era pequeño, unos doce/trece años yo la califiqué y escribí con tiza de carbón
de las máquina, en sus paredes laterales con letra grandes “Estación del Amor”,
dado que yo siempre he profesado un “Romanticismo tardío”, (los “románticos”,
cuentan los libros de literatura que estaban un poco “tocados”) tendría que
haber nacido en la época de Espronceda, Bécquer, Larra, etc. que por lo menos,
estaba de “moda”.
Bueno aquí está la resolución del cierre de la Estación de Las Norias
que decía así:
Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles
MOVIMIENTO
E. 41-3411 CIRCULAR Nº 58 de
la 4ª Zona
Valencia 15 de Septiembre de 1969
Línea de Alcantarilla a Guadix
Cierre Estación de LAS NORIAS
Conversión en
Apeadero sin personal, de la estación de este nombre
______________
1º A partir del día 28 de septiembre de 1969 quedará
convertida en Apeadero sin personal, la estación de Las Norias, situada entre
las estaciones de Almendricos y Huércal –Overa, habiendo sido levantados
cambios núms. 1, 2 y 4 de acceso a vías II y III, y fuera de servicio las
señales de avanzada (parada diferida) conforme determina el artículo 70 del R.
de S. e instalados, por ambos lados, a la distancia de frenado correspondiente,
el cartelón A, anunciador de la proximidad del Apeadero (Fig. 76 del R. de S.).
2º Queda suprimido de un modo permanente 1ª
expendición de billetes a los viajeros, así como facturación de equipajes y
perros, a cuyos viajeros les será formalizado los títulos de transporte por los
Interventores en ruta.
3º Este Apeadero no intervendrá en la circulación de
los trenes, y, por tanto, las estaciones de Almendricos y Huércal-Overa se
entenderán directamente entre sí para todo lo referente al concierto de las
circulaciones como si el Apeadero no existiese.
4º Por el
Departamento Comercial y mediante la publicación de los documentos precisos, se
darán a conocer los servicios al público que prestará esta dependencia.
_______________
Lo
que se pone en conocimiento del personal interesado, a los efectos reglamentarios
consiguientes.
P. El Jefe de la
División de Movimiento
José
Mª Romero
Vº. Bº.
P. EL DIRECTOR DE LA 4ª ZONA
Rafael Montalt
Bien para finalizar, y como epílogo, recordar con tristeza
que la línea de ferrocarril Almendricos-Guadix que se inauguró en el año 1885,
la cerraron, o mejor, la mataron el 1 de enero de 1985, así que dejamos de ver
por los campos de Las Norias esa imagen de gran serpiente correr por los campos
y cruzar el puente de la rambla de Las Norias. Dándose la casualidad o no
casualidad, que no pudo cumplir sus cien años. Este cierre supuso uno de los
hachazos más criminales para el desarrollo socioeconómico y para la comunicación
férrea de esta zona geográfica, con el perjuicio de decenas de miles de sus
habitantes, y una de las barbaridades más gigantescas que se pueden hacer desde
cualquier óptica que se mire, por eso, a mi, me da la risa, cuando muchos
“políticos” profesionales hacen las salvajadas más descomunales, y se descargan
diciendo que son “responsabilidades” y/o “decisiones de Estado”.
Responsabilidades, si claro, pero penales, para ir a la cárcel, porque
perjudican a miles de ciudadanos, y eso es injustificable. Y no es cuestión de
romanticismo, ni muchísimo menos, así que no sólo los habitantes del valle del
almanzora salieron perjudicados, sino que afecta a los habitantes de las tres
regiones, comunidades autónomas, como se quieran llamar, que tienen litoral
Mediterráneo, es decir, Andalucía, Murcia y Valencia, porque es la ruta más
directa y natural del tráfico para el transporte tanto de viajeros como
mercancías, afectando por ello a otros sectores hortofrutícola, ganadero,
minería. Hay que asumir que la responsabilidad de su cierre fue de todos, porque
no se hizo nada para evitarlo, da igual quien dicte la orden de cerrarla,
fijaos que ahora se están gastando ingentes cantidades de dinero en el AVE (y
eso con “crisis” y todo), y sin embargo dicen que no tienen dinero para
mantener una línea que costaba cuatro perras en época de abundancia, es más se
mantenía con sus ingresos, la cierran y nunca la abren, ni unos ni los otros,
como se come eso, evidentemente nos engañan, y al contrario que piensa mucha
gente de a pie, no es cuestión de “dinero”, eso es falso, la cuestión es muy
distinta, se trata si hay pingües beneficios, es decir, si hay “negocio” de
embolsarse mucho dinero, ese es el fondo de la cuestión, lo demás son milongas
para distraer al personal. Así que no cabe la menor duda, el método para tener
derechos, ferrocarril, o lo que sea, es exigirlo, defenderlo, una fuerte
resistencia por parte de los ciudadanos si pretenden quitártelo. Esa es la
fórmula mágica ya descubierta hace cientos de años. Por tanto, si se hubiera
defendido su existencia y organizado una resistente oposición tenaz a su cierre
por los habitantes de todo el corredor del Valle del Almanzora, al día de hoy
estaría circulando los trenes llenos de viajeros por nuestros campos. Porque
así ocurrió Cataluña, con otras líneas menos importantes que ALLÍ NO SE
CERRARON.
Bueno queridos vecinos, amigos y visitantes de todo
lugar, ya tenemos las fiestas de Las Norias días 17, 18 y 19, para pasar unos
ratos de plática y relajo entre amigos que es lo más importante, nos vemos
tomando unas cervezas, o lo que sea, y dando saltos en el recinto de siempre,
salud y suerte, un abrazo lleno de amistad.
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