martes, 23 de diciembre de 2014

El drama del cómico o la paranoia del payaso por Carlos Tena

El drama del cómico o la paranoia del payaso

Escrito por 
Carlos Tena

Existen seres racionales que saben envejecer… y otros que dejan que la decrepitud vaya ganando terreno al sentido común, por desgracia el que menos  funciona, como en el caso del comediante Albert Boadella (Barcelona, 1943) quien ha sacado a relucir su paranoia anti independentista en la web de Sputnik, argumentando para ello que el“resto de España nunca le ha hecho nada negativo”, a Catalunya, se entiende.
Boadella, en la misma pendiente de senilidad galopante que padece el cantautor Paco Ibáñez, llega a afirmar que en un país totalmente democrático, el presidente catalán Artur Mas “ya estaría procesado” por hacer caso omiso a la decisión del Tribunal Constitucional español de prohibir la consulta celebrada el 9 de noviembre pasado.
Cualquier ser humano, hasta un votante del PP, sabe que en un país democrático una consulta como la realizada en Catalunya nunca hubiera sido considerada ilegal, sino de pleno derecho, como sucedió en Crimea cuando la población decidió, por un porcentaje cercano al 95%, separarse del neonazismo ucraniano y volver a la madre Rusia, tras el gravísimo error de Nikita Kruschev de “regalársela” a Kiev.
Boadella, un comediante muy ingenioso cuyas actividades teatreras le costaron algunos días de cárcel y bastantes multas en pleno franquismo, fue plegándose a la transición con la misma mansedumbre de los protagonistas de la serie “Cuéntame”, preclaro ejemplo del conservadurismo español más cateto.
Como buen antinacionalista, para Albert no existe otro pueblo que el español y los demás deben conformarse con disfrutar del folklore, la cocina propia, algo de su lengua materna, un diario y una TV autonómica.
Para el payaso Boadella, el derecho a decidir no es humano, sino marciano.
Me da en la nariz que no es Catalunya la que padece paranoia, sino el propio cómico (trágico y esperpéntico en el siglo XXI), cuyas neuronas más que patinar, han emprendido una inútil carrera hacia la estulticia senil, prólogo de la demencia.
Boadella, en su día, detentó gracia y salero, pero muy, pero que muy españoles.
Desgraciamente, nada que ver con la perspicacia, coraje, sarcasmo y capacidad intelectual de Pepe Rubianes.
Y para colmo, ignora que es catalán.
 http://tenacarlos.wordpress.com/2014/12/20/el-drama-del-comico-o-la-paranoia-del-payaso/

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