El alza de precios se ceba en los consumidores
El 90% cambia sus hábitos por el precio de los alimentos
La inflación y los precios disparados estrangulan las economías domésticas y afectan negativamente a la calidad de vida de los consumidores españoles, que cada vez más se ven obligados a modificar sus hábitos de consumo.
Una situación dura que obliga a ajustes
La crisis se está dejando sentir, y de qué manera en los hogares españoles. El pasado mes de abril de 2022 realizamos una encuesta a los consumidores españoles, que se hizo en paralelo en otros países del grupo Euroconsumers: ya entonces vimos que la tendencia inflacionista y el impacto de la guerra de Ucrania estaba influyendo en nuestros hábitos de consumo.
Ahora, 8 meses después hemos vuelto a consultar a los consumdiores sobre estas cuestiones, y constamos que la situación es bastante peor que el pasado abril: las más de 1.300 respuestas, una muestra representativa de la población española nos permite extraer interesantes (y duras conclusiones)
Más de un tercio, con graves dificultades
De entrada, hemos preguntado a los usuarios sobre cómo valoran su situación financiera: un 35% de los españoles considera que es difícil o muy difícil, un porcentaje mucho mayor que el de hace unos meses.
Apenas un 15% de los encuestados considera que tiene una situación económica cómoda, cuando en abril ese porcentaje era muy superior, el 28%. Es el país del grupo donde más se ha acusado esta diferencia: la crisis no solo se ceba en los que tienen una situación más difícil, sino que incluso los que tenían una situación más saneada ven como esta empeora.
Además, el 54% considera su situación económica peor que hace un año (frente al 38% de abril) y que el 39% indica no tener margen de maniobra para más incrementos de precios (frente al 34% de abril)
Según nuestra encuesta, apenas un 17% es capaz de ahorrar más de 300 euros al final de mes, mientras que un 22% vive completamente al día (casi la mitad de los encuestados acaba el mes ahorrando 100 euros o menos).
Tirando de ahorros
El resultado es que son muchos los que se ven obligados a echar mano a sus ahorros: es el caso del 37% de nuestros encuestados.
Otros se han visto obligados a pedir dinero a familiares o amigos (un 15%) o incluso solicitar un préstamo en estos meses (11%) para hacer frente a sus gastos.
Los que dicen estar en una situación económica complicada recurren a esto con más frecuencia: 6 de cada 10 echa mano a sus ahorros, y un tercio ha pedido prestado dinero a familia y amigos.
Obligados a cambiar de hábitos
Es un hecho: la situación económica, la inflación, los precios de la energía y los alimentos... obligan a los hogares españoles a tomar medidas para recortar gastos. No es para menos, cuando el 52% de los que dicen tener una situación difícil o muy complicada indican que a duras penas pueden afrontar el pago de las facturas energéticas o directamente es algo que no pueden pagar.
Ajustes en el consumo energético
La inmensa mayoría de los usuarios ha cambiado cosas por la subida de precios: un 93% ha cambiado sus hábitos de consumo energético para reducir la factura, apagando luces, apostando básicamente por apagar o bajar la calefacción, desconectar dispositivos para evitar el stand by, hacer un uso más eficiente de los electrodomésticos... pequeños cambios que, aunque afectan a la calidad de vida, tienen un impacto moderado.
Además, hay usuarios que han ido más allá, cambiando de compañía en este pasado año (15%), modificando su tarifa o al menos pasándose al mercado regulado. Un 12% ha optado por comprar aparatos más eficientes y hay quien ha invertido en aislamiento o incluso se ha pasado al autoconsumo.
9 de cada 10 ha cambiado sus hábitos alimentarios
Más nos afecta modificar los hábitos de compra de alimentos. Según los datos de la encuesta, el 90% de los españoles encuestados han cambiado algo en sus hábitos alimentarios, unos cambios que, en mayor o menor medida, inciden negativamente en la calidad de su dieta (así lo consideran el 68% de los encuestados).
- 3 de cada 10 usuarios compran menos carne o pescado
- El 18% menos fruta y vegetales
- El 23% menos comida en general
- 2 de cada 3 compra ahora más productos en oferta, o más marcas blancas.
- Más de la mitad de los usuarios compra ahora más en supermercados descuentos o low cost.
Apretando (aún más) el cinturón
Además de ajustar los gastos de alimentos, como veremos más adelante, también se han recortado bastante otras partidas de gasto, como el ocio, los viajes o las actividades sociales o culturales...: solo un 1% dice que no ha hecho ningún cambio en los últimos meses, pero un 39% dice haber recortado mucho sus gastos en viajes y vacaciones o escapadas, un 37% lo que destinaba a actividades culturales, un 33% el presupuesto para ocio, deporte ( como han hecho el 29% de los encuestados) o gasta menos en ropa (23%).
Los consumidores no deben pagar las consecuencias
Como revela la encuesta, no solo crece el número de hogares con dificultades, sino que cada vez son menos los que tienen una situación desahogada. Y los consumidores no pueden quedarse con la peor parte, no pueden ser ellos quienes más sufran en sus carnes la situación, porque muchos no pueden pagar las facturas. En vista de esto, desde OCU pedimos:
- Que se aumente de manera urgente el importe y el número de beneficiarios del cheque de ayuda de alimentos.
- Se aplique la rebaja del IVA a carne y pescado, fuente prinicpal de proteínas en la dieta, para que baje así su precio y puedan seguir siendo base de la alimentación.
- Se incrementen los mínimos personales y familiares en el IRPF (y de las reducciones del trabajo y de autónomos), que corresponden precisamente a la parte de la base liquidable que, por destinarse a satisfacer sus necesidades básicas personales y familiares, no está sujeta a tributación. Estas cifras llevan sin actualizarse desde 2015, y el panorama desde entonces ha cambiado mucho. Es de justicia ajustar esos mínimos, algo que beneficia a todos.
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