domingo, 3 de marzo de 2013

Campanades a morts Lluis llach, subtitulada en castellano, en memoria de los asesinatos por las fuerzas de orden público el 3 de marzo de 1976 en Vitoria, que al día de hoy no han sido reparados y castigados los culpables, estando las víctimas desamparadas y los verdugos impunes, así no hay transición o es una falsa transición y un engaño.


Hoy hace 37 años de la masacre de Vitoria, sus víctimas denuncian la impunidad de esos crímenes y reclaman la memoria de los asesinados brutalmente por la fuerza de represión policial. Siendo responsables los "loables demócratas" Martín Villa y Manuel Fraga, dos carniceros del tardo franquismo que todavía son homenajeados como "demócratas", en cualquier Estado allende las fronteras pirineicas hubieran terminado sus días encerrados como criminales nazis-fascistas.




37 años de la masacre de Vitoria

Víctimas del 3 de marzo denuncian la impunidad y reivindican la memoria de los asesinados



La Marea



Han pasado casi cuatro décadas desde que el 3 de marzo de 1976, durante la enésima huelga convocada en dos meses, la policía disparó contra una asamblea de trabajadores en Vitoria, hiriendo a cientos de ellos y acabando con la vida de cinco. Dos días después de la matanza, 50.000 personas asistieron a los funerales. Han pasado 37 años, pero víctimas y familiares siguen reclamando justicia y con ese anhelo volverán a salir hoy a la calle para homenajear a unos muertos que todavía no han sido reparados [Ver: convocatorias del aniversario]Andoni Txasko era entonces un joven mecánico. Aquella jornada tuvo suerte, pero denuncia que al día siguiente un grupo de agentes le dio una paliza hasta quitarle gran parte de la visión en un ojo. “Lo que buscamos es sobre todo verdad y justicia por aquellos hechos, que los que hasta ahora el Estado no se ha responsabilizado”, explica. “A nivel legislativo se ha reconocido a víctimas de organizaciones terroristas, pero aún falta por reconocer a esa otra parte, que son las víctimas del terrorismo de Estado”, añade el también portavoz de la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo. 
La única reparación que han tenido familiares y afectados, pese a diferentes promesas por parte de las autoridades que al final han quedado en nada, vino con la Ley de Memoria Histórica, que supuso una pequeña compensación económica. Sin embargo, aún falta que el Estado reconozca los hechos. “Ha habido unas décadas de este tipo de terrorismo que sigue impune, de acciones como tortura, asesinatos, actuaciones criminales que están internacionalmente reconocidas”, denuncia. Aunque tampoco entienden por qué no se incluyen casos como el suyo en la legislación de protección a las víctimas del terrorismo.
Dar la vuelta a la historia oficial
Además, Txasko considera una “humillación” que personas que tuvieron una “responsabilidad directa”, como Martín Villa o Manuel Fraga, sean tan bien tratadas. “El primero tiene un puesto de responsabilidad en un banco malo y al otro le hacen homenajes en el Congreso en calidad de demócrata y libertador. Nuestra lucha está en recordar lo contrario: que fue un criminal y un azote de los derechos humanos”, señala.
De hecho, Fraga cargó la culpa a organizaciones sindicales y políticas de los hechos ocurridos en 1976: “La responsabilidad de los que siguen echando a la gente a la calle, con mensajes de un tipo o de otro, les corresponde íntegra en cuanto a resultados trágicos como los que hemos vivido en Vitoria”, justificó el entonces Ministro de Gobernación.
Hoy, 37º aniversario de la matanza de Vitoria de 1976, sindicatos y partidos políticos realizarán homenajes en recuerdo a los cinco obreros asesinados. EH Bildu y la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo llevarán a cabo una ofrenda floral frente a un monolito de homenaje. Más tarde, una manifestación convocada por los sindicatos partirá de ese punto hasta la plaza de la Virgen Blanca. Las reivindicaciones son las de las últimas cuatro décadas: justicia y reparación. Además la asociación emplazó al lehendakari, Iñigo Urkullu, a que «no desaproveche esta oportunidad» y le solicitó que exija al jefe del Estado español que reconozca el daño causado. Por todo ello, desde la Asociación de Víctimas 3 de Marzo se consideró que además de exigir ese reconocimiento al Estado, las instituciones vascas deben dar pasos hacia una Comisión de la Verdad.
37 años de la masacre
Hace 37 años, el 3 de marzo de 1976, la Policía irrumpió brutalmente, con gases lacrimógenos y armas de fuego, en una asamblea de trabajadores en huelga en la iglesia de San Francisco, del barrio de Zaramaga. La brutal actuación policial que causó cinco muertos y más de cien heridos de bala quedó impune. No se depuraron responsabilidades, ni se investigó, ni tan siquiera se ha pedido perdón a las víctimas.

Dos años antes, el 2 de marzo de 1974, se asesinaba a garrote vil a Salvador Puig Antich y a Heinz Chez.

Canción "Campanades a Morts" de Lluís Llach interpretada per l'Orquestra Simfònica de Gasteiz i l'Orfeó Donostiarra en commemoració dels 30 anys dels fets de Gasteiz.

Para saber más:
3 de marzo. vientos de justicia y libertad
Tres de marzo una lucha inacabada

Hace falta de forma urgente una economía al servicio de las personas, Democracia para la gente y libertad política, entrevista a Quim Arrufat, diputado por Barcelona de la Candidatura de la Unidad Popular, Alternativa de Izquierdas

Entrevista a Quim Arrufat, diputado por Barcelona de la CUP
“Una economía al servicio de las personas, Democracia para la gente y libertad política”. 
Ivan Montejo.  La hiedra / L'heura

El pasado 25 de noviembre, la Candidatura d’Unitat Popular-Alternativa d’Esquerres (CUP-AE) obtuvo tres escaños en el Parlament de Catalunya. Ivan Montejo —quien también formó parte de la lista— entrevista para La Hiedra a Quim Arrufat, que ha sido concejal de la CUP en Vilanova i la Geltrú y que ahora es diputado por la circunscripción de Barcelona. La CUP-AE ha remarcado que el proceso de autodeterminación no debe limitarse a un simple referéndum, sino que debe implicar la apertura de un ‘proceso constituyente’. ¿Cómo se materializa este proceso?
Toda decisión desobediente con el statu quo existente o se negocia con el Estado que sale perjudicado o se lleva a cabo a través de la desobediencia institucional. En el caso de un referéndum de autodeterminación, si el pueblo se pronuncia en favor de la independencia, automáticamente se abre un proceso constituyente.
Sin embargo, hay mucha gente que está trabajando para que la independencia no implique cambios sustanciales y se mantengan los mismos privilegios. Nosotros entendemos que es necesario abrir un proceso constituyente que inicie la construcción de una nueva realidad política. Una realidad política que ponga en el corazón de la normativa legal y de la esfera institucional algunos objetivos básicos: una economía al servicio de las personas, la máxima capacidad democrática para la gente y la máxima libertad política.
¿Cómo se concreta? Pues a través de un proceso de debate popular abierto a la ciudadanía y su materialización posterior en una asamblea constituyente escogida para diseñar la nueva Constitución, la nueva forma que debe adoptar ese Estado. En este campo no hay nada escrito ni existen fórmulas históricas aplicables, sino que deberemos hacerlo nosotras mismas, pero el esquema básico debería ser este.
La CUP siempre ha insistido en que no es un partido tradicional, sino más bien un híbrido entre las instituciones y los movimientos sociales. ¿Cuáles son los retos organizativos de la CUP-AE ahora que da el salto de los ayuntamientos al Parlament con el fin de mantener el arraigo en las luchas de base y con las activistas de los movimientos sociales?
Somos un partido como cualquier otro únicamente en el sentido de que la participación en las instituciones queda limitada en el actual ordenamiento jurídico a ese tipo de asociación legal. Pero a partir de ahí, es una obsesión del proyecto municipalista de las CUP que esta formulación institucional no sea la que condicione todo el trabajo de construcción del contrapoder popular que queremos edificar.
La vía únicamente institucional es una formulación política no emancipadora, que en su estructura impide la expresión de debates, demandas y formas organizativas más propias de las clases populares. Por tanto, nuestra apuesta es cumplir con la institucionalidad en todo aquello imprescindible para estar presentes en ella y poder ocupar espacios de poder y de representación, pero sobre todo dedicarnos a pensar en cómo la gente se organiza y cuáles son los espacios idóneos que más fácilmente vehiculan las aspiraciones de las clases populares.
¿Cómo lo haremos? Pues tenemos el activo de que no nos presentábamos dando un salto al vacío, sino que contamos con el referente del trabajo municipal, donde ya se están explotando formas de funcionar que consideramos idóneas y que podrían resumirse en la fórmula: un tercio de nuestras fuerzas en la calle, uno en la institución, y uno en la creación de alternativas que ya están impulsado las coherencias y las políticas que querríamos en la sociedad futura. El trabajo en los municipios es nuestra gran válvula de seguridad, nuestra fuente de inspiración para orientarnos en esta nueva etapa.
Uno de los compromisos electorales es la creación de un órgano de control y seguimiento parlamentario. ¿Qué función debe jugar en este proceso?
Juega una función muy importante por su simbolismo y porque será clave para hacer un trabajo parlamentario digno. Pero también debemos ponerlo en su justo lugar. El conjunto del proyecto político que intentamos desplegar no tiene su epicentro ni su punta de lanza en el Parlament. El trabajo institucional es una pata más de la lucha, y el consejo asesor es clave en este ámbito, pero sólo en este ámbito.
Es un consejo para asesorar sobre qué está pasando en el país, cuáles son los retos que se lanzan desde la calle y cómo se podrían trasladar al Parlament. Debe servir para que esta representación no pertenezca sólo a la CUP sino a quienes se quieran implicar y para que responda a las aspiraciones de tota la gente que se ha agrupado en torno a esta propuesta electoral. En cualquier caso, los espacios de articulación política deben construirse en la calle y no entorno a la institución. Es muy importante para no caer en el mismo error que ha cometido la izquierda institucional: matar las fuerzas vivas de la calle llevándolas a la institución.
Se ha hablado de una posible Syriza catalana. ¿Cuáles son las perspectivas de confluencia de la CUP-AE con otras fuerzas de la izquierda catalana que no son explícitamente independentistas?
Cuando gobierna la derecha, hay formulaciones de frente popular desde el primer día. No es ninguna novedad. La cuestión es por qué no siempre funcionan y cuándo son útiles. La primera pregunta es cuáles son las condiciones y los objetivos que ha de cumplir un frente de izquierdas. Nuestra finalidad es que gobiernen las clases populares y, por tanto, queremos formular también una mayoría parlamentaria que responda a estos intereses. Y es obvio que ello difícilmente lo hará la CUP en solitario. Pero hay pasos previos, y correr demasiado es cometer los errores que llevaron al tripartito.
En primer lugar, debe ponerse en evidencia a la izquierda institucional. Si cuando ha gobernado no ha transformado la sociedad y de hecho ha cometido muchos errores, hay que cuestionarla. Las izquierdas institucionales no son nuestras enemigas, pero aspiramos a tensarlas políticamente en sus estructuras, en sus planteamientos y en su acomodamiento institucional. Se sustentan en la creencia de que el sistema funciona y que simplemente es gestionado por mala gente. Debemos impugnar esta concepción.
Es necesario resituar a las izquierdas, pero primero debe resituarse el debate. Y cuando alguien hace girar las soluciones a la crisis sólo alrededor de cuestiones impositivas, hay que decir que si realmente se quiere redistribuir la riqueza, debe cuestionarse el modelo económico. Se ha de cuestionar y habrá enfrentamientos, con los poderes fácticos y los privilegios existentes. Y eso pasa por cuestionar de forma contundente lo que no se ha cuestionado hasta ahora: los mercados y los bancos. Ahora mismo las izquierdas institucionales no tienen en su programa ni en su estructura organizativa capacidad ni voluntad para hacerlo.
¿Cuál es el papel que ocupa el anticapitalismo en el proyecto político que se está construyendo?
Estamos a las puertas de la redefinición de un proyecto que ha existido siempre en los Països Catalans, el catalanismo popular. Ha tenido evoluciones y expresiones de lucha diversas, pero en momentos de explosión de las luchas de las clases populares siempre ha conjugado la lucha nacional y la social, entendiendo la liberación nacional como una parte más de la emancipación de las clases populares catalanas. Y en este sentido estamos a las puertas de una revisión de este espacio político que hacía años que no eclosionaba.
Una cosa imprescindible que deben aportar las organizaciones anticapitalistas en este momento es la formulación internacional. Porque es en el ámbito que más han trabajado y en el que más pueden aportar al proyecto. Porque si alguna cosa han hecho las organizaciones anticapitalistas como En Lluita es tener clara la formulación internacional de la lucha de clases. Y ahora mismo esto nos hace mucha falta, redefinir el espacio de lucha a nivel europeo y, sobre todo, euromediterráneo.
¿Qué opinas del posicionamiento de la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC) durante el proceso electoral, y especialmente de su insistencia en la necesidad de un gobierno fuerte para encarar un eventual referéndum?
Como CUP hemos participado en la ANC, entendiéndola como una expresión amplia y civil del discurso soberanista, pero siempre hemos cuestionado una determinada visión política que la ha gobernado y su estrategia de adoptar determinados posicionamientos y defender ciertos poderes.
Durante y tras la campaña han hecho declaraciones absolutamente partidistas y conservadoras, contrarias a la expresión más genuina del soberanismo civil del pueblo catalán. Por ejemplo, pedir que para la independencia hubiese un gobierno fuerte no es su función y, con este tipo de afirmaciones legitima un gobierno que aplicará 4.000 millones de recortes.
Había alternativas mucho más valientes, como por ejemplo ésta: “Pedimos por el bien de la independencia de nuestra sociedad que no se lleven a cabo recortes y que se asuma una insumisión a los mercados financieros y a la Constitución española en el proceso de transición hacia la consulta”. Teniendo en cuenta que desobedeceremos la Constitución española, desobedezcámosla completamente y neguémonos también a acatar el punto que dice que está prohibido no pagar la deuda, puesto que estamos en un proceso de transición hacia el estado propio. Y por tanto, no desmontemos servicios públicos que en unos años deberemos volver a montar… se supone. ¿O es que ya no piensan volverlos a montar? ¿O es que mientras tanto hay empresas privadas que ganan con esta privatización de los servicios públicos?
Fuente: http://enlucha.wordpress.com/2013/02/20/quim-arrufat-una-economia-al-servicio-de-las-personas-democracia-para-la-gente-y-libertad-politica/

viernes, 1 de marzo de 2013

Los 10 mandamientos capitales del capitalismo.



1º Amarás al trabajo, la ley y al Dios dinero sobre todas las cosas, sin pensar en las consecuencias que pueda tener.
 

2º No tomarás el nombre del Dios trabajo en vano, sin antes haberle confesado todos los pensamientos pecaminosos a tu jefe.
 

3º Santificarás las fiestas y con ella la gula y la lujuria sin medida.
 

4º Honrarás a tu padre y a tu madre, aunque sean los seres más despreciables del mundo.
 

5º No matarás, pero sino hay remedio, dejarás morir de hambre al vecino.
 

6º No cometerás actos impuros en público, aunque en tu vida privada seas un crápula sin escrúpulos.
 

7º No robarás sin antes buscar una buena excusa que legitime el hurto cometido.
 

8º No dirás falsos testimonios ni mentirás, sin que antes no puedan dar lugar a especulaciones y acusaciones al prójimo sin fundamento.
 

9º No consentirás pensamientos ni deseos impuros que puedan dañar y embrutecer tu imagen y conciencia. 
y
 

10º No codiciarás los bienes ajenos, y respetarás la ley y la competitividad sobre todas las cosas.

Ultima modificacion el Sábado, 02 de Marzo de 2013 00:36

Las sanguijuelas no paran de chupar nuestra sangre: el precio de la electricidad se dispara un 21% enero

 

Las sanguijuelas no paran de chupar sangre: El precio de la electricidad se dispara un 21% en enero

El precio medio del mercado diario de electricidad se situó en enero en 50,5 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone un incremento del 21% con respecto a los 41,73 euros por MWh de diciembre, según el último informe de seguimiento de la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
Agencias
El regulador encuentra cuatro causas a esta fuerte subida. Una de ellas asociada a los nuevos impuestos eléctricos en vigor a partir del 1 de enero y otra fruto de la anterior, consistente en que las centrales hidráulicas, para evitar la nueva fiscalidad, desembalsaron más agua a finales de 2012 y mucha menos en enero.
Otra causa es que en enero no estaba publicada aún la actualización del decreto del carbón, lo que hizo que las centrales con incentivos dejasen de ser despachadas y se recurriese a otras más caras. Este abaratamiento de mercado contrasta con el coste regulado de 519 millones que la CNE atribuye en 2012 al decreto del carbón, frente a 394 millones en 2011.
La última causa es que en enero se despacharon menos ciclos combinados de gas en el programa diario de operaciones por debajo del mínimo técnico, lo que "pudo contribuir" a que se recurriese a centrales más caras, explica el regulador.
La CNE también alude a un fenómeno ya denunciado por varios observadores del mercado eléctrico a comienzos de año, consistente en unas ofertas por parte de las centrales nucleares a 21 euros por MWh, cuando estas plantas entran a cero euros por MWh en el 'pool'.
El regulador dice que este incremento en el precio de las ofertas de compra a coste de oportunidad está asociado a contratos bilaterales y señala que el fenómeno ha encarecido todo el 'pool' durante entre 2 y 4 horas valles de siete días de enero. El 20 de enero, esta práctica condicionó todo el 'pool' durante ocho horas.

Eolicidad 

La subida de los precios en el 'pool' fue especialmente brusca en las primeras semanas de enero, cuando hubo una menor eolicidad, y se moderó en los últimos días del mes, señala el organismo presidido por Alberto Lafuente en su informe.
La eolicidad fue además un factor que contribuyó a que en los dos últimos meses del año se produjese un descenso en los precios del mercado mayorista, a pesar de la alta indisponibilidad de centrales nucleares en el mismo periodo.

España, importadora 

Todos estos factores han provocado un cambio de tendencia y conseguido que el 'pool' se haya encarecido en 8,77 euros por MWh en España, muy por encima de los 6,35 euros de Portugual, lo que hace que la electricidad sea más cara en el país vecino y que, por este motivo, se empiece a importar su producción. La electricidad española fue en enero casi 2 euros por MWh más cara que en Portugal.
Además, el precio del mercado ibérico fue en la primera quincena de enero entre 10 y 30 euros por MWh superior al de otros mercados centroeuropeos, tendencia que se redujo al aumentar la eolicidad en España en la segunda quincena y al llegar una ola de frío al corazón de Europa.

¿Dimisón ya ! del gobierno de los recortes y de la corrupción en la cuerda floja


¡Dimisión ya! El gobierno de los recortes y de la  corrupción en la cuerda floja PDF.
 
 
dimision_pancartasLa publicación en la prensa, a finales de enero, de las anotaciones manuscritas del extesorero del PP, Luis Bárcenas, en las que se reflejan las donaciones privadas procedentes de grandes constructoras y empresas de la alimentación, entre otras, y el reparto de este dinero entre los miembros de la cúpula del partido es una confirmación rotunda de la relación directa entre la derecha y los intereses de los grandes capitalistas, y de que el gobierno del PP está totalmente al servicio de los dictados de una minoría social privilegiada que domina los destinos de millones de personas sin haber sido elegidos por nadie.
Por supuesto, el vínculo entre el PP y los capitalistas no se limita, en absoluto, a las “cuentas B” llevadas por Bárcenas, pero éstas lo pone muy a las claras.
Según las informaciones publicadas por la prensa, el PP recibió de Sacyr Vallermoso, OHL, FCC, Mercadona y otras grandes empresas 7,5 millones de euros durante quince años. En el reparto de sobres aparecen como beneficiados Rajoy, Cospedal, Acebes, Trillo, posiblemente Aznar, Oreja y otros cargos o ex cargos de peso de la derecha. También se lucró del reparto Libertad Digital de Jiménez Losantos.
El escándalo ha puesto de manifiesto toda la podredumbre del sistema capitalista, de la derecha, de la hipocresía y el cinismo sin límite de las llamadas “instituciones” del Estado. Son los señores untados con sobresueldos los que pretenden justificar los brutales recortes en sanidad y educación alegando que los trabajadores están “viviendo por encima de sus posibilidades”. Son los receptores de estos sobres los que en nombre de la “legalidad” han protagonizado los episodios de represión policial más brutales de los últimos 40 años.
A pesar de la contundencia de las pruebas la cúpula del PP sigue emperrada en negar la realidad. No dimite nadie, aunque el propio presidente del Senado, Pío Escudero, así como otros destacados dirigentes del PP reconocieron haber recibido pagos anotados en las cuentas de Bárcenas, lo que confirma la existencia de los sobres; no dimite nadie, ni siquiera al probarse que Bárcenas, a pesar de estar imputado, siguió a sueldo del PP hasta diciembre de 2012, disponiendo de despacho propio y secretaria en Génova. Tampoco dimite Ana Mato, ministra de Sanidad, que estaba casada y en régimen de bienes gananciales con el exalcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda, cuando a través de la implicación de éste en la trama Gürtel la familia disfrutó de viajes, fiestas y otros regalos por más de 50.000 euros, según informes policiales igualmente revelados por la prensa.
Así, además de seguir dilapidando miles de millones de euros de dinero público para salvar a los banqueros y recortando brutalmente los gastos sociales, ahora el gobierno ha asumido otra prioridad: encubrir a sus miembros y a la cúpula del PP de una de las mayores tramas de corrupción de los últimos 40 años. ¡Este gobierno tiene que dimitir ya, en bloque! Está claro que no lo van a hacer por iniciativa propia pero las condiciones para tumbar al gobierno del PP, y asestar así un rotundo golpe a la política de recortes sin fin emprendida por los capitalistas, son mejores que nunca.
Crisis de la derecha
Es difícil encontrar un precedente de un desgaste político tan acelerado como el que está sufriendo el PP. Según una encuesta de Metroscopia, dada a conocer en enero, antes de que saltara el caso Bárcenas, sólo un 45% de los votantes del PP, que consiguió un 44,6% de voto en las últimas elecciones, estaría dispuesto a volver a votar a esta formación política. Las movilizaciones de la clase obrera y de la juventud en el último año, que han sido muy intensas, la pérdida de apoyo electoral y ahora el estallido del escándalo Bárcenas han anclado al PP en una crisis de gran calado, en la peor situación de los últimos 20 años, creando el caldo de cultivo para que se reaviven las tensiones internas a un nivel como no se veía desde antes del congreso de Valencia de 2009, cuando Rajoy logró imponerse a Esperanza Aguirre.
Esas divisiones por arriba de los representantes políticos de la clase dominante, muchas veces distorsionadas por las características y las ambiciones personales de sus protagonistas, son un reflejo muy importante de la situación política general y del estado de ánimo de la clase dominante. Indican que han llegado a un punto crítico en el que no saben bien qué hacer para contener una clara tendencia ascendente de la movilización de la clase obrera y de la juventud. Si siguen por la vía de los ataques alimentan las condiciones que pueden desembocar en una auténtica rebelión social que podría terminar con la caída de este gobierno. Si hacen concesiones importantes dan una muestra de debilidad que igualmente empuja en movimiento hacia delante. Si se paralizan, los “mercados” les enseñan el látigo en forma de prima de riesgo, agudizando la crisis económica y financiera y repercutiendo, igualmente, en una intensificación de la lucha de clases.
mariano-rajoyLas divisiones por arriba se ven azuzadas, además, por la tendencia de determinados sectores del aparato estatal a actuar de forma independiente, atendiendo a sus propios intereses, sin medir con exactitud las consecuencias de sus acciones, pudiendo provocar efectos colaterales negativos para los intereses generales de la propia clase dominante. Es un síntoma más de la descomposición general del régimen de dominación burgués. El caso Bárcenas es un ejemplo muy claro. El desencadenante de este escándalo de consecuencias políticas tremendas ha sido la decisión de un sector del poder judicial de continuar tirando de la trama Gürtel, cuya investigación había sido paralizada con la escandalosa inhabilitación de Garzón por parte de los sectores del aparato judicial ligados al PP. Las tensiones dentro del aparato judicial tienen su propia dinámica, aunque en último término obedecen también a la tremenda polarización política general. Bárcenas, al sentirse acosado por los jueces y abandonado por la cúpula del PP, a la que había servido muchos años como tesorero, amagó con destapar la cuestión de los sobres para presionar, utilizando a El Mundo y con la simpatía de Esperanza Aguirre, que utilizó el caso para sus propios fines políticos. El País quiso luego tomar la delantera en el asunto publicando las anotaciones de Bárcenas, dejando al desnudo la relación entre el PP y las grandes empresas constructoras y otras y que el sistema de sobresueldos era generalizado en la dirección del partido. Ninguno de los actores que han participado en todo este proceso deseaba que las cosas llegaran tan lejos. La resultante ha sido el estallido de un escándalo de enorme trascendencia social y política, que dificulta extremadamente los objetivos políticos del PP para la legislatura, ya que se produce en un contexto de profundo cuestionamiento general del gobierno y de todas las instituciones burguesas. De hecho, el caso Bárcenas estalla paralelamente al engrandecimiento (con la imputación del asesor y secretario de las Infantas) del escándalo de la trama Nóos, que desnuda los chanchullos de la monarquía con todo el mundo empresarial y deteriora todavía más la imagen de un rey al servicio de “todos los españoles”
La nefasta política del PSOE y de los dirigentes sindicales da balones de oxígeno al PP
En estas circunstancias, el factor verdaderamente determinante que permite al PP mantenerse en el gobierno es la política de pactos y consensos de la dirección del PSOE y de los sindicatos. Fue absolutamente bochornosa la actitud mantenida por Rubalcaba en los primeros días de conocerse los papeles de Bárcenas, negándose a pedir la dimisión del gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas, lo que sería indudablemente una gran oportunidad para frenar en seco toda la política de ataques impulsados por los capitalistas que, de palabra, la cúpula del PSOE dice estar en contra. Luego rectificó de postura, pero a peor, pues pidió que Rajoy fuese sustituido por… ¡otro dirigente del PP!
rubalcaba_pensandoddAún más lamentable es que, en los días anteriores a que saliera a la luz las cuentas de Bárcenas, la cúpula del PSOE estuviese suministrando continuos balones de oxígeno a un gobierno del PP ya profundamente desgastado por la movilización social, ofreciéndole un “gran pacto social por el empleo” o firmando con la derecha un pésimo y demagógico acuerdo sobre el escándalo de las preferentes.
Cayo Lara, el portavoz de Izquierda Unida, sí ha exigido la dimisión del gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas, lo cual es muy positivo, pero ha señalado que el objetivo de las mismas sería una ambigua “regeneración de la democracia”. Ni Toxo, secretario general del CCOO, ni Méndez, secretario general de UGT, han pedido la dimisión del gobierno del PP ni han anunciado movilizaciones. Al contrario, han acentuado un silencio cómplice que parecía difícil de superar. Días antes de que estallara el caso Bárcenas, seguían enfrascados en retomar el diálogo social con los empresarios, con los mismos empresarios que sostienen la salvaje política de recortes del PP y con la misma patronal que, hace unos días, volvió a la carga con los minijobs para los jóvenes y exigió más despidos en el sector público. Los dirigentes de CCOO y UGT no sólo no dan ninguna continuidad a la huelga general del 14 de noviembre sino que su intervención en conflictos de sectores o empresas tan importantes como Seat, Nissan, Aceralia, el Naval, la banca, la recogida de basura de Sevilla y Granada, y muchos otros que se podrían convertir en una palanca importante para impulsar la lucha general contra los ataques del PP, ha sido completamente nefasta, avalando pactos totalmente regresivos para los trabajadores y en muchos casos descarrilando huelgas que habían arrancado con una gran fuerza y apoyo por abajo.
No es casualidad que las movilizaciones que están teniendo una orientación más consecuente y una repercusión social más amplia son precisamente aquellas en las que la influencia de la cúpula sindical es más tenue o nula. La impresionante lucha en defensa de la sanidad pública en Madrid y la masiva huelga estudiantil de tres días en todo el Estado, convocada los días 5, 6 y 7 de febrero por el Sindicato de Estudiantes contra la ley Wert, son el camino a seguir. Próximamente, la marcha estatal en Madrid, el 17 de febrero, en defensa de la sanidad pública, y las manifestaciones contra los recortes sociales que se están convocando en todo el estado para el 23 de febrero por las diferentes “mareas” y plataformas, volverán a expresar el enorme ambiente de lucha que existe entre la clase obrera y la juventud.
Hay que convocar una huelga general para forzar elecciones anticipadas
Si realmente los dirigentes de las organizaciones de la izquierda quieren poner fin a la pesadilla de los recortes y de la pérdida de derechos impulsada por la derecha lo que tienen que hacer es responder a la indignación de la mayoría de la población y pasar a la ofensiva. CCOO, UGT y toda la izquierda, especialmente la dirección de IU, tienen la obligación de convocar ya una huelga general para lograr la caída de este gobierno corrupto, al servicio del capital financiero y los grandes empresarios, y forzar la convocatoria de elecciones anticipadas. Este es el camino para que la formación de un gobierno de izquierdas esté realmente al servicio de la mayoría y se oponga frontalmente a los planes de los banqueros y grandes empresarios.

Un gobierno de izquierdas que debería tomar las siguientes medidas inmediatas:
· Derogación de la reforma laboral.
· Derogación de los Presupuestos Generales del Estado para revertir todos los recortes de los gastos sociales, los planes de privatización, y suspender el pago de intereses a la banca privada.
· Renacionalización de todas las empresas públicas privatizadas.
· Derogación de la reforma judicial y la reforma del código penal.
· Paralización de la reforma franquista de la educación del ministro Wert.
· Depurar toda la trama de corrupción que liga al PP con el poder económico, incluyendo el encarcelamiento de todos los corruptos.
· Depurar el aparato represivo de todos los elementos fascistas y reaccionarios, empezando por investigar todos los numerosos casos de represión policial contra la movilización social bajo el gobierno del PP.
· Abolición de la monarquía, e investigar todos los nexos de la misma con el poder económico.
· Diputado obrero, sueldo obrero.
· Nacionalización de todos los bancos, ya que en la práctica se están sosteniendo con fondos públicos, y orientar todos sus recursos a la creación de millones de puestos de trabajo.
· Nacionalización de todas las grandes empresas, empezando por las que controlan servicios fundamentales para la mayoría de la sociedad, como la luz, el agua, la electricidad, los transportes, la telefonía... ¡No tiene ningún sentido social y económico que estas empresas estén dirigidas por unos cuantos clanes oligárquicos!
La defensa de un programa de estas características generaría un enorme entusiasmo social, barrería a la derecha en las elecciones y frenaría en seco los recortes y la tremenda degradación social a la que nos está llevando la crisis del capitalismo. Para hacer frente a la contraofensiva de los capitalistas contra un gobierno de izquierdas al servicio de la mayoría, la movilización y la organización de los trabajadores y de la juventud, en todas las esferas de la vida económica y social, tendría que redoblarse.
¡Sí se puede!
Sin un fuerte movimiento en la calle que lo obligue a dimitir, el PP seguirá en el gobierno, pese a toda su corrupción, su desprestigio, su pérdida de apoyo electoral, su debilidad y sus divisiones. Los capitalistas actúan con determinación y no tienen tiempo que perder: el gobierno tiene en su agenda una profunda reforma de las pensiones, de las prestaciones por desempleo, la contrarreforma educativa…, por no hablar de nuevos recortes. En la escandalosa reunión a puerta cerrada de Draghi con un grupo de parlamentarios, se vuelve a confirmar la existencia de una verdadera dictadura financiera, el presidente del Banco Central Europeo dejó claro dos mensajes: su respaldo al gobierno del PP en un momento tan delicado y, sobre todo, que “ningún país europeo ha terminado su trabajo”.
Es significativo que, el mismo día de la visita de Draghi el PP se viera obligado a aceptar tramitar en el congreso la Iniciativa Legislativa Popular promovida por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y respaldada por un millón y medio de firmas y en la que se pide la moratoria universal de los desalojos y la dación en pago con carácter retroactivo. Se trata sin duda de una victoria parcial pero muy importante que demuestra que la lucha sirve y, sobre todo, prueba que se podrían conseguir muchas más cosas si los dirigentes de las organizaciones de la izquierda adoptasen una línea contundente de movilización y confrontación con el PP.
Los trabajadores tenemos fuerza para tumbar al gobierno del PP, pero es en los dirigentes del PSOE, de IU, de CCOO y de UGT donde recae la principal responsabilidad de poner fin a la pesadilla de los recortes y de la regresión social. Para ello es necesario que den un giro profundo en su política, y si no lo hacen hay que luchar para que al frente de la organizaciones de nuestra clase estén otras personas entregadas a los intereses de los trabajadores, que tengan las mismas condiciones de vida que la mayoría de los trabajadores, que sientan las mismas presiones y dificultades que la mayoría de la gente, que realmente tengan voluntad de luchar y enfrentarse a la derecha y a los capitalistas.
Sería un flaco favor al servicio de los trabajadores encauzar la lucha contra el gobierno del PP hacia una abstracta “lucha contra la corrupción de los políticos”: el capitalismo es consustancial a la corrupción; luchar contra la corrupción es luchar contra el sistema capitalista, corrupto por naturaleza, y luchar por una profunda transformación social poniendo al servicio de la mayoría todas las palancas de creación de riqueza, ahora en manos de una minoría fuera de control y que amenaza con llevar a toda la sociedad a la catástrofe. La lucha contra la corrupción, la lucha por la regeneración democrática, es por tanto la lucha por la transformación socialista de la sociedad

A esto no se le puede llamar crisis, es una capítulo más de la lucha de clases del régimen capitalista asesino imperante en el mundo



Entrevista a Susan George, politóloga y analista política
“Ya no se puede llamar crisis, es un capítulo más de la lucha de clases”. Berta del Río. La Marea

El día frío y lluvioso contrasta con la energía que desprende Susan George (Ohio, 1934). Sentada en una sala forrada de madera, en el quinto piso de un edificio del Paseo de Recoletos de Madrid, la consagrada politóloga y analista recibe a La Marea para compartir 20 intensos minutos de su visita a Madrid y hacer un conciso diagnóstico de la coyuntura económica y social mundial.
La presidenta de honor de Attac Francia, vinculada durante años a Greenpeace, llega a España para presentar su libro El Informe Lugano II. Esta vez vamos a liquidar la democracia, una combinación de ficción y realidad. En su relato, la autora junta en los alrededores del lago suizo Lugano a un grupo de diez expertos para elaborar un segundo texto -George escribió en 1999 la primera entrega de la saga, El Informe Lugano- sobre el funcionamiento del sistema capitalista a petición de los “solicitantes”. Y hasta ahí la ficción. Al margen de este escenario metafórico, la autora defiende que todo lo recogido en el libro es real. Los interesados en que se realice este estudio son una minoría político-económica mundial y la conclusión del informe es que se debe acabar con la democracia, pues es un “fastidioso sistema político, especialmente desagradable para unos pocos, porque se opone a la minoría cuyo único objetivo es aumentar sus beneficios y cuotas de poder”.
-¿Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades?
-No. La sociedad, no. Estamos sufriendo una estrategia ideológica que busca acumular el poder y el dinero en unas pocas manos. Es la puesta en práctica del puro neoliberalismo.
-¿Qué ha pasado en los más de diez años que han separado el primer del segundo informe Lugano?
-La respuesta corta es que todo ha empeorado. La larga es que el sector financiero está dirigiendo y controlando la economía real. La verdad es que la crisis estalló a causa de la derogación de diversas leyes en EE.UU. y Gran Bretaña, las cuales mantenían a las finanzas bajo control. Tardaron sólo tres años en crear una explosión enorme, pues se quedaron sin reglas que cumplir.
-Y la consecuencia directa es…
-Su riqueza y una sociedad global cada día más desigual, con serios efectos perjudiciales en nuestro medio ambiente, que me tienen espantada.
-En su libro llama “solicitantes” a ese un grupo de elegidos que gobierna ahora mismo. Detrás de sus intereses, ¿qué se esconde? ¿ignorancia o maldad?
-Hay dos formas de responder a esa cuestión y de entender cómo hemos llegado hasta aquí. Por un lado está el punto de vista de los economistas norteamericanos Paul Krugman y Joseph Stiglitz, que ven las políticas europeas como una locura. Stiglitz cree que es una medida suicida que los europeos no puedan trabajar y ambos consideran que estas políticas se enmarcan entre la estupidez y la ignorancia. Pero yo creo que los que nos gobiernan no son nada tontos. Han elegido servir a los intereses de los bancos y la llamada clase elitista de Davos.
-Pero se está gobernando de una forma muy dura…
-Las políticas que se están llevando a cabo son muy crueles con la sociedad. Me han dicho que los griegos están siendo tratados como ratas de laboratorio para ver cuánto castigo pueden aguantar. Los que gobiernan piensan: “Vamos a hacer un experimento científico y vamos a juntar a un montón de ratas en una determinada situación. Veremos qué pasa si no reciben suficiente comida, si no reciben atención si están enfermos y ven morir a sus ratitas bebé. Experimentemos: ¿Habrá una revuelta de las ratas? ¿O no?”. Creo que ellos saben lo que están haciendo. Además hay un componente ideológico, por supuesto. Lo que no se puede hacer es seguir reduciendo la economía y luego lamentar que no hay crecimiento.
-A los españoles nos dicen que la austeridad es la primera piedra para reactivar la economía…
-Es absurdo. Está demostrado, y corroborado por el propio Fondo Monetario Internacional, que la austeridad provoca más desigualdad social, depresión y alarga la crisis.
-¿Tenemos que seguir hablando de crisis?
-Yo creo que ya no se le puede seguir llamando crisis, porque la propia definición de la palabra establece una época con principio y fin. Es un capítulo más de la lucha de clases que está en marcha, aunque la gente ahora no utiliza ese vocabulario.
-¿Son los movimientos sociales un dolor de cabeza para el poder?
-Por supuesto. El gran papel de los movimientos sociales en este momento es luchar, porque nadie lo hará por ellos. El futuro depende de las personas, y esto es difícil de cambiar porque hay mucha gente acostumbrada a la idea de que, puesto que han elegido a los representantes, a ellos les corresponde hacer algo al respecto. El gobierno no va a hacer nada combativo, no va a plantar cara al capital. Solo hay que mirar a Francia, que se supone que tiene un gobierno socialista y no está haciendo nada diferente.
-¿Por qué si el problema es global no hay un movimiento global en contra?
-Es demasiado pronto todavía. Estamos construyendo una Europa nueva a partir de la “Cumbre Alter”, que creo que ya es un avance notable. Aquí se juntarán sindicatos, organizaciones no gubernamentales, movimientos sociales ecologistas, feministas… varios grupos de personas que están involucradas en tratar de cambiar las cosas desde un punto de vista u otro. Y estos se unen en una plataforma común. Es un avance muy esperanzador porque hay que acabar con las fronteras entre países, pero un movimiento mundial creo que es prematuro. Me gustaría ver uno.
-Los españoles han dejado de preguntar por la fecha en la que se acabará la crisis…
-A la clase Davos le encantaría que fuera así siempre. No puedo responder a preguntas sobre el futuro, porque hay muchas variables, así que no sé decir cuándo superará España esta situación. El error ha sido que los españoles estaban esperanzados con que los otros fuesen mejores que los que gobernaban, estaban enfermos del PSOE, como ahora lo están del PP. La gente sigue estando a la espera de que un día u otro los elegidos se hagan cargo de ellos. Nosotros, el pueblo, tenemos un gran trabajo por delante.
-¿Es cuestión de educación política?
-Creo que vale la pena invertir en la educación política, que es lo que nos quitaron. Nunca va a existir una sociedad 100% interesada en la política, pero se puede voltear la situación y hacer que una minoría significativa cambie las cosas y que arrastre a la masa con ellos. Por eso la no violencia en el movimiento de ‘indignados’ es muy importante, ya que significa que la mayoría de la gente en España lo aprueba, si se pone violento, entonces será una historia diferente.
Fuente original: http://www.lamarea.com/2013/03/01/susan-george-ya-no-se-puede-llamar-crisis-es-un-capitulo-mas-de-la-lucha-de-clases/