Fue detenido en la protesta del "Campamento de la Dignidad" en el año 2010. JOVEN SAHARAHUI CONDENADO A CADENA PERPETUA SERÁ EXPULSADO DE ESPAÑA EN DOS SEMANAS
 Por EUGENIO FERNANDEZ / CANARIAS SEMANAL .- La cuestión parece estar clara. Ni el PP ni el PSOE tienen los suficientes arrestos para enfrentarse con la monarquía feudal marroquí.
 O quizás no sea ni siquiera una cuestión de bemoles, sino que son los 
intereses económicos de las grandes empresas capitalistas españolas as 
que determinan la conducta de uno y otro partido. 
 Decimos  esto porque este mismo lunes, un joven saharaui Hassana Aalia, de sólo 26 años, recibió una comunicación del Ministerio del Interior
 a través de la cual se le informaba que su petición de asilo político 
había quedado rotundamente rechazada y que, por tanto, disponía de 15 
días para abandonar el territorio del Estado español. Lo grave de la 
cuestión es que  este joven saharaui puede acabar, si nadie lo remedia, 
en una de las miserables cárceles del régimen marroquí, ya que pesa 
sobre él una sentencia por la que se le condena a cadena perpetua por su participación en el campamento saharaui de protesta pacífica de Gdeim,- el famoso Campamento de la Dignidad  - en el año 2010.
"A
 mí me detuvo la policía en el 2010, en el desalojo del campo de 
refugiados. Me juzgaron en dos ocasiones, salí libre, no había ninguna 
prueba contra mí; por eso vine a España; incluso me dieron el visado sin
 problemas. Después me condenaron por algo que antes no habian 
considerado que había hecho”.
Fue a finales del año 2011, mientras  Hassana Aalia se encontraba estudiando en el País Vasco
 con una beca, cuando se dio cuenta que su nombre figuraba entre los 
acusados por los hechos ocurridos durante el violentísimo desalojo del Campamento de la Dignidad por parte de las fuerzas de ocupación marroquí.  
 Ante 
ese panorama, el joven saharaui, al comprobar que su nombre figuraba en 
las listas de los acusados, tomó la determinación de pedir asilo 
político al Gobierno español. Hace dos años, en febrero del 2013, el Tribunal militar dictó una durísima sentencia en contra de 25 civiles saharauis, entre los que se encontraba su nombre. Dado que Aalia
 había optado por refugiarse en España, los militares ocupantes 
marroquíes lo juzgaron en rebeldía y lo condenaron, - sin que en el 
juicio se aportara  prueba alguna sobre su  actuación en el campamento -
 nada menos que a cadena perpetua.
 Observadores internacionales y miembros de entidades relacionadas con la
 Justicia, siguieron el juicio, en el que pudieron comprobar “la escasa solidez de las pruebas acusatorias”.  "Fue un juicio político en contra de la resistencia saharaui  - dijo uno de los observadores internacionales presente en su desarrollo -  Yo lo he presenciado. Todo es un teatro de Mohamed VI para intentar escarmentar a la rebelión del Sáhara Occidental. Es al rey marroquí al que se debería sentar en el banquillo por ocupar violentamente el Sáhara Occidental”.
 A partir de ese momento, Hassana Aalia se convirtió en un prófugo de la Monarquía feudal marroquí. Parece
 preciso aclarar que el joven saharaui no ha ocultado nunca sus 
posiciones anticolonialistas y reconoce, además, estar estrechamente 
comprometido con todas aquellas luchas que propugnen la libertad y 
autodeterminación para su patria ocupada.
 En declaraciones a un medio digital español, Hassana Aalia
 confesó que le  sorprendió la dureza de la sentencia dictada contra él 
mismo y 25 saharaui más. Está convencido de que el Gobierno marroquí 
pretende con ello   enviar un claro mensaje al pueblo saharaui que lucha
 por su liberación. "Quieren meter miedo a nuestro pueblo... A mí la
 condena a cadena perpetua no me duele; me duele más no poder volver 
para ver a mis padres y hermanos”, asegura Aalia.
 De acuerdo con la resolución del Ministerio del Interior español, encabezado por el opusdeista Fernández Díaz,
 el próximo 3 febrero Hassana Aalia tendrá que abandonar este país. 
¿Permitiremos que este joven saharaui termine en las manos 
sanguinolentas del déspota de Rabat? ¿No correspondería que de manera urgente se constituyeran Comités de Solidaridad para impedir que este joven sentenciado a cadena perpetua sea finalmente atrapado por quienes con la complicidad de los sucesivos gobiernos españoles,
 han ocupado su tierra? En momentos como estos valdría la pena que 
reflexionáramos sobre nuestros deberes solidarios con el hermano pueblo 
del Sáhara.
 
 
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